Estilos educativos, normas y límites

Page 13

Dejar que corra solo por medio de la ciudad, ni que pegue a su hermano continuamente, ni que utilice los cuchillos afilados de la cocina para jugar... Pero si tu hijo dire un taco, ni siquiera le regañes (y sobre todo no te rías). Si te cuesta esta técnica estando delante del niño, no dudes en irte a otra habitación como si tal cosa para realizar otra actividad. Los berrinches, los lloros y pataletas (en lugares seguros), las palabrotas... son las típicas conductas que no implican consecuencias negativas para nadie y que fácilmente pueden ser eliminadas si retiramos la atención. Tu hijo puede perseguirte por toda la casa llorando y no es sencillo evitar que nos intente coger de una pierna hasta conseguir que nos agachemos y le miremos. Pero hay que intentarlo. En cambio, para otras conductas como pegar a otros o romper objetos, debemos utilizar otras estrategias que nos garanticen que el niño va a aprender que un comportamiento inadecuado tiene una consecuencia negativa. Retirar la atención es útil, pero lo será mucho más si: • Lo complementas con otras técnicas. Tu hijo aprenderá que no le haces caso cuando llora para pedirte algo, pero que te pones muy contento cuando te lo dice sin llorar y te lo pide por favor. Así que no te olvides de felicitarle por las cosas bien hechas. • Te anticipas al problema. Si tú ya sabes que va a llorar cuando le apagues la tele para ir al baño, entonces avísale de que vas a apagar la tele unos minutos antes, y busca alguna canción, juego o historia que le permitan vivir este momento de una manera más divertida. Suele ser más fácil evitar el berrinche que ignorarlo. • Eliminas la posibilidad de que se haga daño. No le dejes solo en una habitación con objetos que puedan romperse o ser peligrosos, ni con su hermano si sabes que puede pegarle para que le hagas caso... * Recuerda que una vez que has decidido retirar la atención debes mantenerte en tu postura. De no ser así, el niño descubrirá qué es lo que provoca que le vuelvas a hacer caso. Por ejemplo, tu hijo llora y llora y tú ni siquiera le miras, hasta que de repente tira un objeto, entonces tú le regañas. Ha conseguido su objetivo y volverá a arrojar cosas cuando quiera tu atención. Debemos tener en cuenta, además, que retirar la atención suele provocar en los niños un aumento de la conducta inadecuada. Así, si está llorando y tú no le haces caso, lo más probable es que empiece a llorar con más fuerza; si grita y le ignoras, lo hará con más ímpetu... Por eso es necesario tener muy claro lo que queremos y permanecer firmes en nuestra actitud. Cuando son muy pequeños, los niños no saben calmarse solos pues no tienen capacidad para hacerlo. Si tu hijo llora porque quiere un caramelo y tú no se lo quieres dar, no pasa nada porque llore, pero no tiene sentido que le dejes llorar indefinidamente hasta que se ponga rojo o empiece a toser como si se estuviera ahogando. Está claro que no le vas a dar el caramelo, pero deberás enseñarle a controlarse. En ocasiones conviene que prestemos atención a algunas cosas para que el niño las asuma con naturalidad y restarle cualquier connotación negativa que pueda tener. A los niños les encanta repetir palabras como «caca» o «culo»,


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.