estudio sobre alternativas de atención integral a la niñez menor de 4 años (1a fase)

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Varias refieren que no lo llevan, a pesar de que a ellas les gustaría hacerlo, porque él no quiere ir. Otras mencionan el hecho de que asistió por un breve período y nunca se acostumbró. Hay un pequeño grupo que señala que el esposo no les permite llevar al niño al jardín, otras no lo llevan porque piensan que su hijo tiene muchos problemas de salud y otras temen que el que no se vaya a alimentar adecuadamente. Otras causas por las que algunas madres dicen que no envían a sus hijos, se relacionan con las características de los jardines. Algunas señalan que les preocupa el hecho de que hay muy pocos adultos por número de niños. Hay varias madres que refieren tener dificultades de acceso a los jardines, principalmente porque éstos quedan muy lejos de sus casas. “Porque caminando con la lluvia se enferman y no hay como un jardín así como podría haber por cada pedazo de villa o de población un jardín así como para, porque a lo mejor ahí yo ya hubiese podido, pero ya dejarlo tan lejos, yo creo que es eso lo que me paso también, que no hay jardín cerca,” (F7, madres niños 2-4 años). Algunas mujeres, especialmente las del Programa Chile Solidario, mencionan el hecho de que el barrio en que viven es peligroso, lo que las hace no querer sacar al niño. Otras madres de sectores medio-bajo, señalan tener dificultades de acceso por el hecho de que la vía de ingreso a los jardines es a través de la medición del nivel de riesgo social de la familia, y en los casos en que dichos factores no son tan altos, los niños no son aceptados.

Experiencias con jardines infantiles En general, la mayor parte de las madres que sí lleva a su hijo al jardín infantil refiere haber tenido buenas experiencias, las que asocian con que: el niño reciba un buen trato logre aprendizajes significativos esté mejor preparados para ingresar al colegio aprenda a socializar. el jardín muestre preocupación por el niño reciban una buena alimentación, haya preocupación por la higiene la infraestructura sea adecuada. Si bien hay pocas madres que señalan haber tenido ellas mismas malas experiencias con jardines, hay un número considerable de ellas que relata que ha escuchado sobre malas experiencias de otros. Éstas provienen de lo que les cuentan familiares o amigos y principalmente de lo que han escuchado a través de los medios de comunicación. “Porque hoy en día uno ve tanta cosa en la televisión que no es llegar y dejar tan confiadamente a un hijo en un lugar” (F3, grupos madres niños 2-4 años). La mayor parte de las malas experiencias tiene que ver con casos en que los niños han sido víctimas de maltrato o abusos sexuales dentro de los jardines.

Pago por la atención Se pudo apreciar que la mayor parte de las madres no paga por llevar al niño al jardín infantil, aunque sí realiza algún tipo de aporte mensual, ya sea a través de dinero, materiales o trabajo.

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