Monografías clínicas en ortodoncia

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prevenir no solamente el crecimiento facial asimétrico sino también el desplazamiento condilar posterior unilateral de la articulación temporomandibular. Basados en los resultados de estudios electromiográficos de pacientes con mordida cruzada unilateral que han demostrado una hiperactividad muscular en el lado de la mordida cruzada102, 103, Thilander afirma que esta condición pueda influir desfavorablemente en el crecimiento craneofacial y de la articulación temporomandibular, estando esta última afectada por cambios en su ambiente funcional a edades tempranas.

Finalmente, una condición clínica que puede ser interesante de una investigación más profunda es la mordida cruzada posterior unilateral en niños en crecimiento. La relación de la mordida cruzada posterior unilateral y la DTM ha sido estudiada desde varias perspectivas. Pullinger y cols.61 examinaron 5 grupos diagnósticos de pacientes estrictamente definidos en comparación con controles asintomáticos denominados “estándares oro”. Para que una influencia sea perceptible clínicamente y significativa, Pullinger y cols. afirman que un rasgo oclusal debe necesitar al menos doblar en riesgo (probabilidad) de la enfermedad (al menos 2:1 de razón de probabilidad). Cinco condiciones oclusales alcanzaron este umbral incluyendo la mordida cruzada posterior unilateral. Esta característica oclusal, que tiene lugar en el 10% de la población adulta presentaba un mayor riesgo de desarreglo interno de la articulación temporomandibular. Casi un cuarto de los pacientes con desplazamiento discal no reducible incluían esta característica oclusal y la probabilidad de que un individuo con este tipo de mordida cruzada también presentara un desplazamiento discal no reducible de la articulación temporomandibular era de 3:1. Parecidas razones de probabilidad fueron encontradas para el grupo de pacientes con desplazamiento discal sin reducción y el grupo de osteoartrosis con historia de desplazamiento discal. La relación sin embargo, se desvanecía en las dos últimas poblaciones de pacientes femeninas92 sugiriendo que esta asociación pueda representar otra variable confundente.

Thilander y cols.104, en base a un estudio longitudinal sobre el tratamiento intrerceptivo de la mordida cruzada posterior unilateral en niños, recomienda el equilibrado selectivo de los contactos “lateralizantes” en dentición temporal o la expansión agresiva en pacientes con discrepancias transversales severas del maxilar. Aunque exista consenso en la literatura ortodóncica en la corrección precoz de la mordida cruzada posterior unilateral en niños en crecimiento, no existe ningún estudio prospectivo clínico de la eficacia del tratamiento de esta maloclusión hasta la fecha. BIBLIOGRAFÍA

Sin embargo, Pullinger y cols.99 comentan que la persistencia de un elevado riesgo de asociación de enfermedad en la madurez indica que la capacidad adaptativa, en un porcentaje pequeño de sujetos, puede ser menos de la ideal. Esta observación nos lleva a sugerir que una adaptación funcional de una mordida cruzada posterior unilateral en el niño pueda ocurrir a expensas de un daño en el disco articular mediante el desarrollo de un desarreglo interno, que eventualmente progresará a una artrosis en un número pequeño de casos. Estos investigadores creen que el tratamiento precoz de esta maloclusión debe realizarse en aquellos niños con mordida cruzada posterior unilateral con el objeto de reducir las demandas adaptativas del sistema masticatorio. Por el contrario, la corrección ortodóncica de una mordida cruzada posterior unilateral en el adulto para prevenir un trastorno interno de la articulación temporomandibular probablemente no esté indicada porque la adaptación esquelética ya ha tenido lugar.

Thilander100, 101 ha recomendado el tratamiento de la mordida cruzada posterior a una edad precoz con objeto de

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