que el masaje sea ejecutado a la perfección. Durante la sesión de presiones y estiramientos, las posturas adoptadas facilitan el acceso a todas las partes del cuerpo, sin cansancio, prisa o interrupción. Las esteticistas no van a donar su energía, sino que serán el canal privilegiado de ese trueque, que dominarán a través de 3 factores: la respiración, el movimiento de sus caderas y su propia concentración. Gracias a estos 3 principios básicos, el masaje se hará más fluido, sus movimientos más desestructurados, libres, leves y envolvente. No serán sus manos, sino las posiciones adoptadas durante el masaje, las encargadas de proveer fuerza, energía, constancia y equilibrio. Una vez dominada la técnica, los profesionales no van a considerarla un ejercicio agotador. Por el contrario, el método va a permitir masajear el cuerpo entero de las clientas sin provocar dolor o cansancio en quien lo ejecuta. Descripción de las posturas POSICIÓN CORRECTA DE LA CADERA 1. Para trabajar en la posición adecuada, hacer un movimiento de espiración, contraer las nalgas, encoger el vientre, bloquear el movimiento de la cadera y posicionarla hacia adelante. Prestar suma atención a los pies, que deben permanecer paralelos uno al otro, bien apoyados contra el piso. RESPIRACIÓN 2. Respirar al mismo compás que el cliente. Inspirar profundamente por la nariz, llenando el vientre de aire. Espirar por la boca, vaciando el vientre. Repetir el ejercicio 3 veces más. GRAN DESLIZAMIENTO UNIFICADOR 3. Alejar los pies, inspirar profundamente, manteniendo las manos apoyadas
sobre la región renal de su cliente. Elevar los pies sobre 1 los talones, con los dedos extendidos hacia a r r i b a . Seguir el movimiento con su cadera. La dirección será indicada por 3 la rotación de sus pies y de sus 5 m a n o s , impulsadas por el movimiento de su pecho. 4. Soltar el aire y doblar las rodillas, mientras va subiendo sus manos a lo largo de la espalda del cliente. 5. Flexionar la rodilla izquierda mientras hace un movimiento descendiente, con las manos, a lo largo del brazo de su cliente. 6. Estirar las piernas y descender las manos a la altura de la región renal del cliente. Inspirar y girar sobre los pies para hacer una media vuelta, de modo de colocar la punta de los pies en dirección a la parte de debajo de la camilla. 7. Espirar y doblar su rodilla izquierda para descender hasta los pies de su paciente. 8. Extender sus piernas para subir por los miembros inferiores del cliente y terminar con las manos sobre los riñones, manteniendo su pierna derecha flexionada.
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