FINANZAS
Mtro. Sergio Aguilar
Académico de la Maestría de Dirección de Instituciones de Salud.
¡Pierde el miedo al dinero!
C
Recuerdo un viejo refrán que decía: “el dinero no lo es todo, ¡pero cómo te ayuda a salir de apuros!”. Si vemos al dinero como un medio y no un fin en sí, podremos llegar a un equilibrio ante esta constante disyuntiva acerca de qué hacer con nuestros recursos y la asignación que eventualmente les daremos. La mejor manera de empezar a sensibilizarte acerca de las finanzas personales es en casa, hablando abierta y francamente, desde la infancia incluso, acerca de cómo se van a percibir los ingresos; desde el sueldo de los padres hasta las contribuciones que los hijos hacen cuando es posible y que contribuyen a los gastos del hogar. En esta dinámica, también hay que explicar en qué se va a gastar, esto es muy importante hablarlo y dialogarlo en familia: ¿ese viaje de vacaciones es realmente necesario o se puede postergar e invertir en un proyecto del hogar, como la compra de equipo de cómputo, una impresora, etc.? Como fugitivo de varios cursos de finanzas, desde los muy complejos y de corte corporativo, hasta los más sencillos del orden personal, creo que existe en todos nosotros el potencial de un tesorero que vigila se cumplan los planes familiares, de preferencia en un presupuesto sencillo donde podemos imaginar los principales rubros en que se va a gastar, e ir monitoreando tanto el gasto como las desviaciones en los que a veces se incurren. Tengo la fortuna de contar con una esposa que siempre me ha ayudado en este aspecto y junto con quien comparto mi proyecto y plan de vida. Al hacer cosas tan sencillas como las compras en el supermercado, ella siempre distingue entre todos los precios, pero también, cuando es posible aprovechar alguna oportunidad económica, sabe sí la compra de un automóvil de tal modelo es conveniente. No voy a decir que la planeación de las finanzas personales es cosa sencilla, el llevarlo a cabo quizás sí lo sea, a fin de cuentas el dinero se gasta o no. 22 G E N E R A C I Ó N A N Á H U A C
Debemos ser metódicos con algunas preguntas sencillas y que para algunos puede ser un tema escabroso.
Foto: Getty Images
uando se trata de tomar decisiones referentes al dinero yo siempre me encuentro con sentimientos encontrados; por un lado está lo dif ícil que siempre nos ha sido ganarlo a través del trabajo diario, y por otro lado está el gastarlo en algún proyecto.
1. ¿Has leído con detalle las condiciones de compra-venta del artículo, o de tu estado de cuenta bancario? 2. ¿Son correctas las comisiones y cargos que te han hecho, y sabes cuánto te cobran por la anualidad de tu tarjeta de crédito? 3. ¿Sabes cuál es su Costo Anual Total o C.A.T. de tu tarjeta? 4. ¿Verificas que tu declaración de impuestos lo presentaron en tiempo y forma correcta? 5. ¿Analizas en detalle el crédito hipotecario que te están ofreciendo? 6. ¿Tienes un fondo de contingencias a largo plazo? ¿Un proyecto de pensión? 7. ¿Pagas a tiempo tus seguros? El consejo más sencillo es el de leer, documentarse, comparar y finalmente tomar una decisión calculada. Cuando eres joven no te imaginas las cosas que puedes lograr con la simple constancia de un esfuerzo como el ahorro, es decir, asignar una cantidad fija de tu ingreso con algún fin, como comprar un pequeño departamento y quizás con el tiempo tu casa. Estudios indican que las personas que viven en una residencia propia son más seguros de sí mismos y tienen más posibilidades de superar los problemas. En conclusión, debemos ser meticulosos en todo lo referente a nuestro dinero, así como en qué lo destinamos, ya que somos responsables de nuestro propio destino.