David Demaría
Cineclub Revolución
David Demaría
Cineteca Nacional
Cineteca Nacional
Cortesía Circo 212
el movimiento Nuevo Cine que, siguiendo el formato de Delluc, incluía una publicación. En el número uno de esta revista (bajo el mismo nombre) publicaron un manifiesto que proponía “la superación del deprimente estado del cine mexicano” y “el desarrollo en México de la cultura cinematográfica” desglosado en seis puntos, uno de los cuales estaba dedicado al cineclub. Los firmantes: José de la Colina, Rafael Corkidi, Salvador Elizondo, J. M. García Ascot, Emilio García Riera, J. L. González de León, Heriberto Lafranchi, Carlos Monsiváis, Julio Pliego, Gabriel Ramírez, José María Sbert, Luis Vicens. Ellos sabían que ver El acorazado Potemkin y descifrar las películas de John Ford sí importaba. Como sigue importando. Casi simultáneamente, en 1959, Manuel González Casanova fundaba el cineclub de la UNAM. Las ansias de romper con la ya entonces desgastada época de oro del cine mexicano, generó la interdisciplinariedad y motivó a una generación más internacional a experimentar el lenguaje del cine, entre ellos Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. En México, al igual que en Francia y el resto del mundo, se estaban cosechando guiones, películas, discusiones, festivales, concursos, argumentos, ideas y una otra forma de ver cine. El cineclub del IFAL se bifurcó en varios caminos que aún transitamos con nuevas tecnologías, con más conocimiento, con más herramientas, pero también con nostalgia. Lejos de desaparecer, este concepto pareciera tener un renacimiento —o quizá nunca ha desaparecido, porque a pesar de los avatares del cine, como dijera García Riera, “en México es muy fuerte la mejor vocación cinematográfica”, tanto que ha sobrevivido y generado buenas películas, directores y festivales. En 1955, Roberto Gavaldón, cabeza de la Secretaría General de Directores del Sindicato de Trabajadores y Productores de Cine (STPC), sin involucrarse mucho en el ya para entonces existente cineclub del IFAL, reclamaba la existencia de estos espacios para que “los directores pudieran ver películas clásicas y filmes de vanguardia al margen de credos e ideologías políticas”. Tal vez conocía a esos muchachos nacidos a finales de los veinte y los treinta, que luchaban ya por forjar una cultura cinematográfica vanguardista. Tiempo después, además de concursos de cine experimental y festivales, en 1974 abrió la Cineteca Nacional que programó,
13 | FRENTE del 28 de febrero al 6 de marzo de 2013
Cortesía Circo 212
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MUAC, UNAM