Danzas Tradicionales del Pacífico de Nicaragua
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y declama sus versos ante La Gigantona, que permanece quieta; reanudándose la danza al terminar la recitación. Así transcurre por espacio de quince minutos. Generalmente las recitaciones empiezan con lo que puede llamarse “la presentación de la danza”, tras la cual siguen versos de diferentes temas, terminando con la “despedida”. También en ese instante, la danza adquiere mayor dinamismo, La Gigantona se estremece y convulsiona y el Paje, hace pasos como de restregamiento de sus pies sobre la superficie de la calle que se llaman “el patineado”.
Música: Integrada por una banda de tambores, compuesta de un bombo y varios redoblantes. El son que se ejecuta con los tambores ofrece dos variantes: una para acompañar el paso de La Gigantona y su Paje, mientras camina por las calles, y otra, para la realización propiamente de la danza. La primera es ritmo pausado y bastante
repetidor, algo así como un “terenquen… ténguene… terenguen… ténguene… terenguen… ténguene…”. La otra, mucha más movida y de más diversidad de matices obtenidos con los redoblantes. Ambas han sido recogidas en la actualidad por nuestro gran folklorista musical Salvador Cardenal (q.e.p.d) y presentadas en un álbum general de Música Popular Nicaragüense. COPLAS La Gigantona, La Gigantona, va por las calles de León, con sus tambores, con sus tambores, que gustan con emoción. En el fondo de los mares Suspiraba un clarinero y en su suspiro decía: No hay amor como el primero. Que linda que está la luna con su lucero que la acompaña que triste se pone un hombre cuando una mujer lo engaña.