Hospital General Centro Médico Nacional La Raza

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Rogelio Vega Maldonado

Delegado Sindical del Hospital General Centro Médico Nacional “La Raza”: “La entrega de los compañeros trabajadores durante el brote de influenza fue muy positiva, ya que intervinieron en una forma muy comprometida para enfrentar esta situación: su compromiso y disposición fueron muy destacados al responder a un llamado nacional. Este es uno de los hospitales más grandes de Latinoamérica, en donde se detectaron muchos casos de influenza y después de asegurarnos que hubieran las medidas adecuadas para la protección de los compañeros, porque realmente no estábamos preparados para esto, se pudo hacer un buen control de este brote. La base trabajadora tuvo una óptima respuesta, se llevaron las medidas adecuadas de aislamiento y del manejo de pacientes infectados que en su momento llegaban aquí y después se llevaban a Infectología. Hubo un reconocimiento a nivel institucional, llegaron cartas individuales a cada uno de los trabajadores reconociendo su actuar y apoyo para contener este brote, lo cual está demostrando nuestro desempeño como trabajadores de la salud. El actuar de los compañeros en general fue bueno, sin embargo como delegación sindical les insistimos y orientamos a que tomaran las medidas adecuadas, más que nada para su protección y el cuidado de su familia, porque son enfermedades nosocomiales que también se pueden trasmitir al llevarlas a casa, a tus familiares. Todos nuestros compañeros se pusieron la camiseta al cien por ciento, nos movimos de manera oportuna y acertada, afortunadamente es uno de los primeros lugares donde se logró erradicar este tipo de contingencia. Se brindó la protección por parte del Gobierno a las mujeres embarazadas o que estuvieran lactando, eso fue muy buena estrategia y salió todo conforme a lo que estaba planeado para responder a esta contingencia epidemiológica”.

Elizabeth Gutiérrez Feregrino

Irma Evelyn Palacios de Luis

Auxiliar de Laboratorio de Urgencias” Lo que hemos notado es que por lo sucedido en el primer brote hoy estamos mejor preparados, para nosotros fue algo que nos motivó e hizo ver la necesidad de trabajar en equipo ente nosotros y con otras áreas; de hecho junto con todo el hospital ha sido trabajo de equipo. Fue un trabajo intenso, duro, pues sigue habiendo pacientes, pero basándonos en las experiencias pasadas yo pienso que hemos mejorado mucho las medidas sanitarias, se han mejorado mucho los controles que ya hay de acuerdo a la sintomatología y se ha mejorado mucho cómo hemos tratado de llevar a cabo esta contingencia sanitaria que para nosotros no se ha detenido desde que inició. Nuestras autoridades y nuestros superiores nos han orientado en diferentes aspectos, en cómo se deben tomar las pruebas, nos han explicado los pormenores de la situación y nos han capacitado de acuerdo a ello, por eso nos sentimos preparados y confiados para brindar una respuesta adecuada, e insisto en que trabajando en equipo podemos detectar muchas cosas que podamos ir mejorando, yo creo que se darán los resultados después pero de acuerdo con lo que tenemos ahora yo pienso que sí podemos hacer muchas cosas y enfrentar cualquier contingencia que pudiera presentarse”.

Auxiliar de Enfermería en Salud Pública, asignada a la División de Epidemiología: “Me llamaron de Epidemiología para notificar los casos y captar los que llegaban con daño e infección de vías respiratorias. Para mí fue sorprendente ver los casos que llegaban día con día y de que se iba haciendo expansivo el problema, la verdad si me sorprendió, incluso con mis hijos fui una mamá muy aprensiva pero como sanitarista les di pláticas de cómo cuidarse e incluso les hago hincapié de notificarles a sus maestros en las escuelas. Esto mismo lo hago con los familiares de los pacientes que llegan al hospital y les doy una pequeña plática de la importancia del lavado de manos, el uso de cubrebocas y tomar medidas generales. En mi persona este rebrote ya lo tomé con más madurez, las autoridades están informando a tiempo, la población acude tempranamente al inicio de los síntomas y ya tenemos menos pacientes hospitalizados y menos defunciones porque ya no llegan en estado tan graves, en la mayoría de los casos no es necesario hospitalizarlos y egresan con tratamiento en su domicilio o control en su Unidad de Medicina Familiar”.

Enf. Gral. Alma Rocío Villanueva Rodríguez

Adscrita al Área de Urgencias Pediatría: “Al inicio estábamos totalmente desorientadas pero tratamos de dar el mejor servicio posible y manejar a los pacientes tanto para protección de ellos como de nosotras mismas, con el material disponible. Desconocíamos absolutamente todo sobre la enfermedad y fueron muchos los pacientes que nos llegaron de repente. Y si en un principio hubo falta de material y de orientación, pienso que no lo hicimos del todo mal. Fue en un principio algo difícil, porque igualmente es difícil tratar de educar a la gente, con los familiares hubo mucha desorientación, mucho resentimiento de cierto modo porque creían que las observaciones que uno les hacían eran agresiones, hasta que se les daba la explicación pertinente sobre las medidas de protección e higiene, no desplazarse por el área con la bata con la que estaban en contacto con su paciente. En ese aspecto se sentían agredidos pero poco a poco se fueron sensibilizando y al paso de los días fueron adaptándose a la situación y acatando las normas. Como trabajadora de la salud me siento bien, independientemente de todos los pequeños o grandes problemas que se nos presentaron, pienso que mis compañeras y yo lo hicimos bastante bien, la gran mayoría de ellas están satisfechas con lo que hicimos”.

Giovanna Zezati Álvarez

Dacia Martínez Casiano

Enfermera especialista del Servicio de Terapia Intensiva Respiratoria: “Enfrentar la contingencia del virus de la influenza AH1N1 fue una experiencia que sin lugar a dudas fue muy retadora, en la que salimos avante con lo que tenemos, que es lo necesario. Lo importante es que nos sirvieron nuestras medidas de seguridad, porque no tuvimos a ningún compañero del área que haya adquirido la enfermedad, que observamos que fue muy severa en el grupo de 20 a 50 años de edad y se presentó sobre todo en mujeres. Por el estado en que llegaron los pacientes ya a la terapia, hubo algunos decesos, pero quienes recibieron un tratamiento oportuno se salvaron. La enseñanza que nos deja esto es llevar adecuadamente nuestras técnicas de protección personal y de los pacientes, porque no somos inmunes, esto aplica no sólo para la influenza sino en diferentes enfermedades. Y es por estas medidas y la conciencia que se creó que hasta el momento no hemos tenido a ningún contagiado dentro del equipo de salud del Servicio. El desempeño que tuvimos durante la contingencia nos hace sentir satisfacción y orgullo por el Servicio y por el Hospital, porque cumplimos con nuestra finalidad de atender adecuadamente a los pacientes y de esta manera poder brindarles salud”.

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Inhaloterapeuta del Servicio de Terapia Intensiva Respiratoria: “Ante la crisis de la influenza AH1N1 yo creo que sí estuvimos bien preparados y dimos un buen servicio durante todo este tiempo, la carga de trabajo se incrementó muchísimo, pero diario a pesar de que trabajábamos muy estresados, todo el trabajo salía. La capacidad de respuesta fue muy buena y lo atribuyo a que todos hicimos consciencia; contó también la preparación y capacitación, porque si no tienes los conocimientos necesarios no puedes afrontar bien la epidemia. Había temor entre todos, intranquiliza el hecho de que estás trabajando y dentro de ti si está la idea de que te puedes contagiar, pero también sabes que si tienes los conocimientos necesarios y tomas las medidas que son correctas no te va a pasar nada. Me siento muy bien porque trabajamos adecuadamente, yo creo que sí desempeñé un buen papel y aunque se oiga muy chistoso, pero el día que el Presidente Calderón nos mandó la constancia por nuestro trabajo, yo sentí que si me la gané porque la verdad si trabajamos muy bien, mucha gente en la calle no creía en la epidemia, pero nosotros creemos porque la vivimos y diario la veíamos aquí”.

Marco Antonio Sánchez Herrera

Camillero adscrito a Servicios Básicos del área de Urgencias Adultos: “Vivimos todos el primer brote de la influenza AH1N1 con un poquito de miedo y con presiones porque al principio no sabíamos qué pasaba y como esto fue inesperado no había material suficiente para ejercer las funciones que nos tocan. Sí nos sentimos muy presionados por lo mismo inesperado de la situación. Ya después que supimos a lo que nos enfrentábamos creo que como trabajadores dimos lo máximo, la entrega fue total, es nuestro trabajo tratar a los pacientes lo mejor que podamos, es parte de nuestras funciones siempre y algo que ayudó es que los familiares mismos de cada paciente comprendían que estaba enfermo y siempre cooperaron”. Experiencia en la epidemia de AH1N1 HGCMNLR IMSS

Enf. Gral. Leticia Martínez Guzmán

Área de Urgencias Pediatría en Observación: “Con la primera contingencia mi experiencia fue que cuando empezaron a llegar los pacientes, tuvimos varios lugares estratégicos pero en el momento en que los identificábamos los teníamos que mover de un lado a otro y nos teníamos que desplazar de un lado a otro, nos vestíamos con los recursos que en ese momento se contaban y en al momento en que terminábamos de ver nuestro paciente teníamos que regresar con los otros pacientes que no tenían esta influenza. Era un momento caótico en que nos sentíamos desarmadas porque nada más nos daban nuestro cubrebocas y teníamos nosotros que poner en práctica todas nuestras técnicas de cuidado y conocimientos para nosotras y el paciente. Pero en seguida, un par de días después de esto nos empezaron a llegar los recursos para trabajar adecuadamente. Recuerdo que como unos tres días antes de que se diera la noticia de la contingencia hubo una experiencia muy desagradable con uno de los niños que llegó muy grave y desgraciadamente falleció. Nosotros siempre dábamos todo, sí teníamos temor porque de alguna manera era algo desconocido, pero hicimos nuestro mejor esfuerzo, tratamos de estar bien protegidas para así poder ayudar a los pacientes y no contagiarlos. Me siento satisfecha, considero que en lo personal mi labor individual y como miembro de un equipo de salud tuvo reflejo en bien de los pacientes a los que servimos”. Experiencia en la epidemia de AH1N1 HGCMNLR IMSS

Dra. Claudia Loredo González

Médico Adscrito al Servicio de Inhaloterapia: “Yo creo que nosotros vivimos esto, al principio fue la incertidumbre de saber que algo pasaba, pero no sabíamos qué era. Posteriormente ya fue conocer la enfermedad, conocer al virus y conocer a qué nos enfrentábamos para después prepararnos en todos los aspectos y de esta manera enfrentar la situación de la mejor manera. Se nos dotó afortunadamente de todo lo que necesitábamos, ese fue un apoyo que se dio de inmediato, no tardó nada y la titular del Servicio nos mantuvo al tanto de todo, informados igual que a todos en el área, se nos dotó de material, se pidió el equipo necesario como ventiladores que no había los suficientes, material desechable para la seguridad de los pacientes y seguridad de uno. Entonces considero que nos preparamos adecuadamente para enfrentar eso y creo que ahorita existe todavía cierto recelo, más que miedo, pero insisto: estamos preparados para enfrentar lo que se vaya a presentar respecto a este brote epidemiológico, pues ahora contamos ya con todo el equipo y confiamos que con el trabajo de todos, en equipo, todo va a estar bien. Estamos seguros de que se puede vivir con esto y que lo vamos a enfrentar de la mejor manera posible”.

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