Estética y Salud JULIO 2012 - Estrés

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estética Los secretos del ‘bikini wax’

UN TEMA DE SALUD El proceso de depilación es común en mujeres, desde la pubertad hasta el fin de sus vidas. Pero cuando se trata del área genital, más allá del aspecto estético, existen riesgos de salud que se deben considerar. Los vellos en nuestros genitales protegen las membranas mucosas y la piel sensible que se esconde bajo éstos. Depilarse el pubis completa o parcialmente remueve esa capa protectora que generan los vellos en la zona y puede incluso arrastrar consigo pequeñas partes de la sección más externa de la piel, creando un portal por medio del cual las bacterias tienen acceso al cuerpo. Además, produce inflamaciones, permitiendo así que las bacterias queden atrapadas bajo la piel. Todo esto fomenta las infecciones en la piel: estafilococos, foliculitis (infección de los folículos pilosos) y vellos encarnados son solo algunos de los problemas más comunes que se presentan. Cada vez que comprometemos la integridad de la piel se incrementan las posibilidades de obtener infecciones. Para personas que sufren de diabetes, enfermedades crónicas del riñón o del hígado, condiciones dermatológicas como eczemas o psoriasis se recomienda evitar las depilaciones totales.

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Algunas sugerencias a tomar en cuenta para prevenir infecciones son: ESCOGENCIA DE LA CERA. Está comprobado que la cera dura es mejor, ya que se adhiere al vello y no a la piel. Los métodos de depilaciones con cera rápida, suave y pegajosa, que utilizan un aplicador son fáciles y rápidos de usar pero un poco más dolorosos y tienen mayores probabilidades de arrancar pequeños pedacitos de la piel. La depilación a base de azúcar (‘sugaring’) es una buena alternativa ya que es menos abrasiva con la piel. Busca productos libres de químicos. LA SELECCIÓN DEL LUGAR. Antes de hacer una cita en una estética o peluquería, visítala para comprobar las medidas de higiene que emplean, o acude a sitios que han sido recomendados por amigos o familiares cercanos. ATENCIÓN A LA HIGIENE. Quien lleve a cabo el proceso depilatorio debe lavarse muy bien las manos antes

de empezar, o al menos usar gel antibacterial. La especialista debería contar con nuevas espátulas para cada aplicación y chequear constantemente la temperatura de ésta antes de aplicarla sobre la piel para prevenir quemaduras. CUIDADO CON LAS DEPILACIONES. Durante los días siguientes a tu depilación aplícate una crema antibiótica y una antiinflamatoria en el área depilada para disminuir la irritación causada por el proceso, así ayudarás a proteger la piel de potenciales infecciones. Las lociones con aloe vera son muy efectivas para disminuir y aliviar la irritación, aún mejor si es natural (se aplica el gel interno de la planta directamente sobre la piel). CONOCE LAS SEÑALES DE INFECCIONES. Con un espejo de mano, revisa bien el área depilada y verifica que no haya vellos encarnados inflamados, sarpullidos, cortes o irritaciones. Visita a un doctor lo más pronto posible si sientes picor, irritación, sensibilidad extrema o se escama la piel.

Tipos de depilaciones CLÁSICA. Tipo recatado, lo mínimo e indispensable que uno puede o más bien “debe” depilarse. Consiste en

eliminar los vellos que sobresalen de la ropa interior o el bikini. AMERICANA. Más pronunciada que la clásica, presenta una forma

rectangular. Incluye las ingles, parte de los labios y debajo de la vagina.

Ideal para usar con tangas pequeñas o hilos. BRASILEÑA. Mucho más atrevida que la americana, ésta incluye la

depilación de ingles, labios, vagina y ano, con una delgada línea de

vellos verticales por encima del nacimiento de la vagina.

COMPLETA. Consta de la depilación entera de la zona púbica, sin dejar

rastro alguno de vellos. Aunque este tipo muestra una cara más infantil e

inocente, asegura –tras un doloroso proceso– que no habrá molestia alguna por vellos.


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