Boletín EP - Edición Especial

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Una vez alcanzado un mejoramiento de la balanza de pagos, los sectores perjudicados por las medidas lograban, por medio de presiones sociales y políticas, que fueran adoptadas políticas económicas reactivadoras del mercado interno y productoras de la recuperación del salario, generándose un rápido fracaso de las políticas estabilizadoras. Este fue el comportamiento que las Fuerzas Armadas, junto a los sectores de la burguesía pampeana, la burguesía urbana (nacional e internacional) y el capital financiero, buscaron alterar con el golpe de Estado de 1976 (O'Donnell, 1977, 554). Se debían revertir aquellos problemas culturales y estructurales que se arrastraban desde la década de los '40, redefiniendo la mentalidad de los distintos actores sociales y políticos como señalaba el entonces Ministro de Economía Martínez de Hoz. Estos escritos fueron fundamentales, pero al analizar sus estudios sobre los micro fundamentos del autoritarismo se “completó” mi comprensión. En ese texto que en la Biblioteca del IUPERJ aparecía como mimeo por un lado con su título completo “¿Y a mí, qué mierda me importa? Notas sobre sociabilidad y política en la Argentina y Brasil?” y en otra sin la “mala palabra” (y frente a la incredulidad de la bibliotecaria), me facilitó el análisis con mayor claridad de las causas del sostenimiento de los autoritarismos, las jerarquías y la desciudadanización en nuestras sociedades. “En Río, violencia acatada; en Buenos Aires, violencia reciprocada. ¿Mejor o peor? Simplemente diferente. Pero con un importante punto en común: en ambos casos estas sociedades presuponen y reponen, cada una a su manera, la conciencia de la desigualdad.” De esta manera “una sociedad puede ser al mismo tiempo relativamente igualitaria, y autoritaria y violenta” (O’Donell, 1997, 167). El camino hacia el análisis de la democracia, los procesos de democratización, sus límites y la ciudadanía estaba abierto. Sin embargo fueron en los límites donde O’Donnell colocó su énfasis. No le alcanzaba con analizar sus alcances, también se preocupaba por discutir sus problemas y carencias. No tardaba en llegar la “democracia delegativa”. En realidad este debate no era nuevo en la política argentina sino que lo encontramos presente, aunque con fuertes altibajos, desde 1983. Refiere a la alteración del equilibrio de poderes y a la preeminencia del ejecutivismo frente al Poder Legislativo. Los periódicos nos hablaban del ostracismo del Congreso. Este tipo de democracia no se presenta como ajena a la tradición democrática, es más, preserva algunos de sus principales mecanismos. Así, por ejemplo, las elecciones son la forma por medio de la cual la ciudadanía logra designar sus gobernantes, aunque debemos hacer algunas aclaraciones al respecto. En la democracia delegativa cada acto eleccionario funciona como el momento en el cual los votantes eligen alguien que los dirija por un lapso de tiempo, en el cual éste representa los más altos intereses de la nación. Y desde la perspectiva de los competidores es un juego de suma cero donde en el momento en el cual uno gana, los demás quedan automáticamente excluidos del juego político. En las situaciones de “crisis”, esta forma de democracia incluye el derecho-obligación que tiene el presidente de aplicar los “correctivos necesarios” para encaminar la situación. En este punto cobra una posición central el papel de los técnicos, dado que sólo ellos, junto con el presidente lograrán salvaguardar las sociedades de los caminos errados, dejando de lado al Parlamento y a los partidos políticos. El elemento de continuidad es la permanente búsqueda de un ejercicio hiperpresidencialista justificado en el argumento de la gravedad de las crisis vividas. Si éstas son sus principales características, quisiéramos volver a hacernos la pregunta si la democracia delegativa es un tipo de régimen que debe ser pensado solamente como un recurso político de las recetas neoliberales de la década de los noventa, o si se plantea como un “modo de gobernar”. La influencia de Guillermo O’Donnell fue constante en las últimas décadas. Los estudios, conceptos y sugerencias que elaboró nos han guiado en el debate politológico. Por otra parte su relación con la Universidad Nacional de Rosario y la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales fue muy estrecha y es uno de nuestros Doctores Honoris Causa. Incluso durante los días 5 y 6 de noviembre de 2009 se llevó a cabo un encuentro en el cual se debatió la actualidad del concepto de democracia delegativa. Allí se dio la posibilidad de que yo le entregara un ejemplar del mimeo denominado Delegative Democracy? y fechado en diciembre de 1990 el cual había sido preparado para el “East and South System Transformations” a realizarse en Budapest para la misma fecha. Guillermo O’Donnell ya no guardaba dicho ejemplar y yo lo tengo gracias a viejas fotocopias archivadas. Su pérdida será sentida como una gran falta ya que no estará para ayudarnos a pensar y a pensarnos. Muchas gracias Profesor. Bibliografía. O'Donnell, Guillermo (1972) Modernización y autoritarismo. Paidós, Buenos Aires. O'Donnell Guillermo (1977) "Estado y alianzas en Argentina, 1956-1976", En revista Desarrollo Económico, Vol. 16, nº 64, ene-mar. O'Donnell Guillermo (1997) Contrapuntos. Ensayos escogidos sobre autoritarismo y democratización. Paidós, Buenos Aires.


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