EMPIRE MAGAZINE 16

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S E P T I C F L E S H + S VA R T C R O W N 1 5 / 0 5 / 2 0 1 1 , LE M A RC H É G A R E , LYON ( F R AN C I A ) Francia es uno de los países que menos me atrae. Ni tan siquiera la tan aclamada París. No tengo interés en su idioma ni en su cultura, pero la industria musical está empeñada en que tenga que visitar el país cada dos por tres. El caso es que de allí salen grupos de calidad indudable y tienen unas giras que ya quisiéramos en España. Y este fue el caso del mini tour que hicieron Septicflesh, solo en localidades francesas. No podía perderme la oportunidad de ver a los griegos como cabezas de cartel, así que me puse rumbo a Lyon. La sala del concierto estaba más que alejada del centro de la ciudad. Su nombre era “Le Marché Gare” y estaba en un segundo piso de lo que parecía un instituto en desuso. La sala era bastante pequeña, y hasta que no empezara el tercer grupo de la noche, no se llenaría. Al parecer, Septicflesh habían tenido la oportunidad de escoger a los teloneros que les acompañaran por este mini tour y habían escogido a unos camaradas griegos. Los primeros serían “Valet Parn”. Bien, no me suenan de nada, vamos a ver que dicen en metal archives… “Progressive/Groove Metal”, han sacado un disco este año, de su propio bolsillo. Pinta bien. Al minuto de que estén en el escenario ya me doy cuenta de que es un grupo demasiado joven, que les falta muchísima experiencia y que encima me parece metalcore del montón. Si a eso lo sumamos que no los conocía ni el tato, nos encontramos con una actuación insulsa, en que el público ni se acercaba al escenario. Resumiendo, si uno de los guitarras no fuese también el guitarra de Chaostar (y por lo tanto amigo y compañero de dos de los miembros de Septicflesh) no creo que hubiesen estado presentes en la gira. Los siguientes en intentar caldear el ambiente –y con más éxito que los anteriores—serían los también griegos W.E.B. En serio, ¿en qué estaban pensando para poner ese nombre a la banda? He intentado buscar si son las siglas de algo, pero no he encontrado dicha información, así que el nombre me sigue pareciendo algo pobre. Por suerte, su música no resultó así. W.E.B me parecieron un grupo que sabía como desenvolverse en un escenario, y su propuesta musical me pareció mucho más interesante que sus predecesores. Se me hace difícil ponerles una etiqueta a su música, si bien me recordaban a Samael –su época intermedia—en algunas partes, se podría decir que era un metal con tintes góticos. El público estuvo mucho más animado esta vez y la actuación se hizo mucho más amena. Habrá que escuchar sus discos con tranquilidad en casa. Como dato curioso, el bajista del grupo es quién ha hecho las últimas fotos promocionales de Septicflesh. Todo queda en casa. Cuando le llegó el turno a los franceses algo empezó a cambiar en la sala. La gente empezó a ocupar las primeras filas y ya notabas esa sensación de apretujamiento. Es comprensible, Svart Crown jugaban en casa, la gente los conocía y los vitoreaba, y a mí me sorprendieron gratamente. Black/Death francés y del bueno. Su cantante, JB Le Bail, tiene unos guturales realmente buenos –aunque podrían ser un poco más versátiles—y tanto su guitarra como la de Klem, combinaban a la perfección con ella. Sus riffs y melodías me recordaron, positivamente, a bandas como Vader o Behemoth, como también al “Altar of Madness” de los grandes Morbid Angel. Me llegaron sobretodo los temas “Colosseum”, “Where the Light Ends” o “Here Comes Your Salvation”, donde los franceses animaron al público a realizar los primeros circle pits de la noche. Unos 45 min. de música de un grupo que promete. Tocan en el Hellfest, ¡no os los perdáis! Tras el cocktail variado de estilos en cuanto a teloneros, por fin saldrían a escena los aclamados Septicflesh. La gente ya estaba exaltada nada más oír los primeros coros de “The Vampire from Nazareth”. Golpes, empujones, mosh en toda regla, los franceses son expertos en esta materia. Con la conocidísima “Communion”, aquello fue un desmadre que me dificultó bastante poder moverme y hacer alguna foto decente. Pero no importaba, Seth estaba haciendo un trabajo brillante a la voz y Fotis tiene una manera de tocar la batería que realmente hipnotizaba. A continuación le llegaría el turno a “A Great Mass of Death”, tema con el que ya empezaban a presentar su último trabajo. Para esta canción la batería tiene mucha importancia, al igual que las voces limpias y los coros, que iban debidamente sampleadas en conjunto con las partes orquestales. Es aquí donde quizás me falla el directo de los griegos. Tanto Seth, como Fotis y Christos –sin olvidar el guitarra que utilizan para los directos—hacen un trabajo espléndido, pero es una lástima que no puedan contar con Sotiris y esa voz tan característica que tiene. El otro punto flaco que tienen, es que toda esa apuesta arriesgada de utilizar un sinfín de partes orquestales que han realizado con éxito en “The Great Mass”, es el hecho de no poder llevarlo a cabo con una orquesta de verdad. Sí, es algo realmente difícil de llevar a cabo en directo, pero mientras estás allí viéndoles, es imposible evitar pensar como sería ese tema con toda la orquesta detrás. Todo esto se haría mucho más visible en temas como “Oceans of Grey”. Pese a ello, fue uno de los temas que mejor sonó de la noche. Aunque mi parte favorita del concierto sería el momento en que tocasen “Virtues of the Beast” y “Unbeliever” del aclamado “Sumerian Daemons”. Una lástima que no tocaran “Chaostar”, la cual estaba apuntada en el setlist, pero pasaron de largo. Siguieron presentando su nuevo trabajo con temas como “Pyramid God”, otra de las grandes de la noche. Y es que como me habría dicho Fotis unas horas antes en la entrevista, las melódicas son las favoritas del público. No se olvidaron de canciones de su anterior trabajo, “Lovecraft’s Death”, “We, The Gods” o “Persepolis”, tema en el cual los griegos incitaron al público a realizar un masivo wall of death. Y por supuesto, hubo tiempo para rememorar viejos tiempos. Por un lado tocaron “DNA”, una grata sorpresa para mí, y por otro tocaron “Esoptron” de su segundo álbum, donde los fans más antiguos se recrearon a gusto. Tras el masivo wall of death, el grupo se retiraría. ¿Ya se ha acabado? ¿Tan corto? No, aún no había finalizado la actuación, pero sí que el concierto fue corto igualmente. Volverían tocando “Anubis”, uno de los mejores cortes de su anterior trabajo, y por cómo reaccionó la audiencia, una de las favoritas del público francés. La nota final sería dada por “Five-Pointed Star”, tema en el que Fotis se dio el lujo de alargar la parte final de la canción, mientras el resto del grupo se iba retirando, quedándose él solo encima del escenario. Un muy buen concierto, a la altura de mis expectativas. Septicflesh demostraron ser un grupo que se preocupa por la opinión de sus fans, que busca la conexión con el público y que cumple encima de un escenario. Solo pido que la próxima vez sea en territorio catalán, que una se cansa de movilizarse tanto para disfrutar de un buen concierto. Texto y fotos: Xell


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