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EL TIEMPO D o m i ng o 16 de junio de 2013

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SOCIEDAD> PSICOTERAPEUTA LOCAL ASEGURA QUE “SER PADRE Y MADRE A LA VEZ” NO ES POSIBLE, PUES SON ROLES QUE NO SE

El ser papá cambia a los A la clásica función que se le atribuía antes a los padres, llevar el dinero a la casa, se le han agregado otras, pero por propia voluntad, que los acercan mucho más a la familia. Los cursos prenatales, ayudar con los niños y en las tareas del hogar, son responsabilidades que comparten con mamá/ MAIDYN ALCALÁ MONTANA

[PUERTO LA CRUZ]

El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día”, escribió el autor italiano León Battista Alberti. Y para el novelista canadiense Denis Lord, “Un padre no es el que da la vida, eso sería demasiado fácil, un padre es el que da el amor”. La psicoterapeuta Elizabeth Montilla, considera que “No hay padres buenos ni malos, sólo hay padres”. Cada año en junio, específicamente el tercer domingo de ese mes, festejan a los padres. A pesar de que esa celebración no ha sufrido cambios, el rol del padre de hoy, sí. Esta apreciación la avala la doctora Montilla. Sin duda el papá se siente más comprometido con los hijos. Muchos afirman que ellos los hacen crecer y les enseñan también. Ahora se produce un intercambio entre padre e hijo que favorece la relación y la eleva. Papá al 50% Para la doctora Montilla, actualmente las cosas se mueven diferente, porque las madres están en la posición en la que siempre se acostumbró a ver sólo a los hombres. Ellas también trabajan y ya la tarea de atender a la familia hay que distribuirla para no facilitar la ausencia de ambos. Eso quiere decir que las madres ya no

tienen que dar el 100%, sino que a cada uno aporta la mitad, dice Montilla. El psiquiatra francés Marcel Rufo, dice en su libro “Cada uno busca un padre”, que es mejor tener aunque sea un padre despreciable, que no tener padre. Y Montilla da crédito a esa opinión. “La frase que muchas mujeres dicen ‘Yo soy padre y madre a la vez’, eso no cabe en ningún lugar, porque ni el padre ni la madre es sustituible, cada quien hace falta en la crianza y desarrollo de los hijos”. Más que trabajar Como las mujeres se han introducido fuertemente en el mercado laboral, lo que las obliga a pasar más tiempo fuera de casa, al igual que los papás, la necesidad de compartir funciones se ha hecho más evidente y ellos lo han asumido en gran medida. “Cada día son más los padres que se interesan por asistir a los cursos prenatales, de entrar a quirófano para presenciar el nacimiento y de ayudar en casa para aliviar la carga de las madres”, explica la maestra Gabriela Valerio. Cuando se trata de llevarlos y buscarlos al colegio o a cualquier actividad extracurricular, los padres están ahí, afirma Valerio. “Eso es muy beneficioso para los chicos tener la figura masculina con ellos”, acota la educadora. Para especialistas como Montilla, estos cambios de actitud y aptitud paterna, tienen que ver con los tiempos. Todo cambia, la sociedad vive expuesta a los ries-

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Soy un padre bueno que consiente siempre afectivamente y materialmente cuando mis hijos se lo merecen. Pero también soy un buen padre que reprende cuando es necesario”. Alfonso Hurtado

gos y se sabe que una familia compenetrada y unos hijos atendidos y queridos, pueden producir las transformaciones que en lo social se requieren. Los papás tienen un papel clave, no sólo en lo que se refiere al hogar, la alimentación o la educación, sino en el crecimiento de sus hijos, que es un experiencia que los enriquece diariamente.

“Aprendí a amar diferente” Alfonso Hurtado tiene 47 años. Es nativo de Guardatinajas, estado Guárico, pero reside en Barcelona y desde hace 24 años se convirtió en papá. Tiene tres hijos. Un joven de 24 años, una hembra de 16 y un chico de 13. Para Hurtado, el nacimiento de sus hijos le cambió la vida. Asegura que es una experiencia única y maravillosa. “Ser padre fue una etapa especial en la que aprendí a amar de otra manera, porque amar a un hijo es totalmente diferente. Es lo máximo”. Atribuye a las diferencia de edad entre sus hijos el que a

veces sienta que a pesar de los esfuerzos que realiza para ser un buen padre, estos no lo consideran y no comprenden el valor de las cosas. “Creo que a la mayoría de los padres nos sucede que los hijos se revelan a medida que van creciendo y no consideran lo que hacemos por ellos. Gracias a Dios no es todo el tiempo. En otras ocasiones pienso que no he hecho un buen papel como padre. Cuando ellos adoptan conductas inapropiadas. Allí me detengo y pienso si será que hace falta más comunicación y confianza entre nosotros”. Aún así considera que en sus

años como padre ha sabido cómo tratar a sus hijos. Así como tiene una mano suave para consentirlos, también puede poner mano dura para reprenderlos, sin llegar a los maltratos corporales ni verbales. “Tengo normas para mis hijos. Ellos deben portarse bien dentro y fuera del hogar y sobre todo tienen que respetar el horario a la hora de regresar a casa, si salen a una fiesta o a pasear”. Este guariqueño no comparte la idea que el padre sólo debe llevar el dinero a su hogar, sino que debe involucrarse más en los quehaceres domésticos y

darle una mano a su pareja. “Sinceramente ayudo a mi esposa a cocinar, a fregar y me encargo de botar la basura. Otros oficios como lavar y planchar no los hago porque no me gustan. Tampoco soy un padre que llega del trabajo y se acuesta porque está cansado, para nada. Me gusta compartir con mi familia, no importa si no es un evento especial”. Aparte de poner para los gastos de la casa y de sus hijos, Hurtado también aporta comprensión y ayuda para cada uno de sus seres queridos. “En cada uno de los nacimientos de mis hijos he estado

con mi esposa en todo momento, y de esa misma manera que estuve en su gestación también trato de estar siempre para ayudarlos en cualquier cosa que necesiten”. Al nacer su única hija, fue un día de tomar decisiones, se cumplió su sueño de tener una niña y él lo afrontó como todo un buen papá. “Ese día cuando nació mi hija dejé de fumar, lo hice por ella y hasta ahora no lo he vuelto hacer. Repito, ser padre es maravilloso”.

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