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La misericordia vencerá al diablo
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Pero está también la otra cara de la moneda, pues además de ser examinados en el amor, seremos también examinados por el Amor, es decir, por Dios. Al convocar el Jubileo extraordinario de la Misericordia el papa Francisco ha querido explicar a toda la Iglesia, más aún, al mundo entero justamente esta verdad asombrosa y nunca completamente indagada: el juicio que nos espera es un juicio de misericordia: «La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona»2. A cada ser humano se le ha dado la esperanza de que no existe ningún pecado, ninguna situación de vida, ningún fallo humano que no pueda ser recubierto y acogido plenamente por el amor de Dios, con la única condición de que se manifieste el arrepentimiento y el deseo de perdón. Este es el mensaje cargado de expectativa confiada que quiero hacer propio y proponer en esta feliz ocasión del año jubilar según la perspectiva particular de quien, como yo, ejerce en la Iglesia el ministerio del exorcistado, es decir, de la batalla cara a cara con el diablo para erradicar de la vida de los hombres su acción extraordinaria. El Enemigo de la raza humana, que se ha rebelado contra Dios y que quiere llevar la creación entera a la perdición y a la destrucción, quiere también hacernos perder la esperanza de amar y de gozar –ahora y en cada momento de nuestra vida, incluido el momento final– de la misericordia del Dios-Amor, 2
Bula Misericordiae vultus 3.
Caminos 78 XL LA MISERICORDIA VENCERA AL DIABLO tripa.indd 8
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