Creatura Ex-natura
Canción de Hielo y Fuego, por mencionar algunos.
Creatura Ex Natura
Dentro del bestiario de Dungeons & Dragons, los dragones se dividen en aquellos que se sirven al mal y los que sirven al bien. Los llamados malos serían los dragones cromáticos (negros, azules, blancos, verdes, azules…) y los buenos los metálicos (plata, oro, cobre…), pero en cualquier caso siempre se representan como la primera raza inteligente de este mundo, y cuyas vidas duran varias centurias.
El dragón
Tolkien creó al que, sin duda, es uno de los dragones más famosos de la literatura fantástica. Smaug, el último de los grandes dragones, aquel que expulsó a los enanos de la Montaña Solitaria apoderándose de su tesoro. Su color era rojo dorado y sus escamas (otro signo muy identificativo de estas criaturas) eran duras como el mejor de los aceros. Pero no es el único que creó el escritor. Tanto en el Silmarillion como en Los Hijos de Hurin aparece Glaurung, el padre de los dragones, protagonista en las Guerras de Beleriand, y en El Silmarillion también aparece Ancalagon el Negro, que fue muerto por Eärendil.
como celestial, siendo poseedores del conocimiento, la fuerza y la bondad.
Pero como no solo de Tolkien vive la fantasía, repasemos algunos de los dragones míticos que aparecen en las páginas de los grandes libros del género. Y qué mejor empezar este repaso con Fujur, el dragón blanco de la suerte de La Historia Interminable de Michael Ende. Tan grande como ligero y eso le ayuda a nadar por los cielos como si fuera una nube.
La representación de los dragones europea se acerca más a los aspectos terroríficos, representando a una bestia nacida del inframundo, tan temida que hasta los propios vikingos adornaban la proa de sus barcos (drakkas, cuya raíz comparte con la del dragón), para infundir temor sus enemigos y a los espíritus que guardaban las costas. Aquello mismo derivó hasta el ideal de luchar contra un dragón y derrotarlo en la Edad Media, dando lugar todo tipo de mitos y leyendas que forjaron la visión actual de esta criatura en el imaginario popular. Dragón (draco en latín) es una criatura mitológica cuyo simbolismo es tan variado como las formas de representarlo y en las culturas en las que aparece. Los más conocidos son las representaciones europeas y orientales. La figura del dragón no tiene un patrón fijo, y su representación varia dependiendo de la iconografía de la cultura, pudiendo aparecer como un poderoso enemigo o un temible monstruo, hasta un guardián o un dios. Y aunque con el tiempo la figura del dragón varía, y seguirá variando, solemos asociar a esta criatura cualidades como el poder de vomitar fuego por sus fauces, la avaricia que le empuja a arrasar poblaciones enteras para acaparar riquezas que acumula en su cubil, o su gran sabiduría. En algunos casos, se le otorga el don de la palabra, pudiendo hablar, aunque
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en otros casos tan solo emite gruñidos como cualquier otra bestia. El dato histórico curioso sobre estas criaturas se remonta a la época de Las Cruzadas, cuando los caballeros encontraron por la zona de Egipto y Arabia cadáveres de cocodrilos fósiles de dinosaurios. Aquellos hallazgos los llevaron al convencimiento de la existencia de los dragones. Mientras que en oriente próximo el dragón simboliza el mal, como según puede verse en la propia Biblia, en lugares tales como China o Japón es reverenciado, asociado siempre a la buena fortuna y al bien. Y a diferencia de los dragones occidentales, estos no escupen fuego ni tienen alas, pudiendo volar gracias a sus alas. Estos son el poder supremo, tanto terrenal
En América también tiene su propia visión del dragón, cuyo máximo representante es el Quetzalcoatl (serpiente preciosa), una bestia cubierta de brillantes y coloridas plumas, símbolo de reverencia y poder. Muchos le asocian con una divinidad. El imaginario moderno ha rescatado la figura del dragón, para deleite de aquellos a los que fascina esta criatura, y ha aparecido en infinidad de obras siendo el auténtico protagonista de la historia, dejando dragones cuyos nombres no son a todos conocidos. Cabe destacar la importancia de los dragones en obras como la de Tolkien, principalmente en El Hobbit, o en el famoso juego de rol Dungeons & Dragons. Igualmente de importantes lo son el sagas como la Dragonlance, de la que hablamos en el pasado número de marzo, o en
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