ONG | FUNDACIÓN ACUDE
plantar árboles. La idea, entonces, es simple: Usar el árbol como medio para sensibilizar a los chicos y que aprendan a respetar el ambiente, produciendo y plantando árboles desde las escuelas. Su realización, todo un trabajo en equipo y un esfuerzo que llevó años. Kopta cuenta que el proceso comenzó en 1980, cuando alguien le abrió los ojos. “Vi los problemas. Y cuando uno ve, ya no hay vuelta atrás. Hay un proceso acelerado de deterioro de los recursos naturales y si no se actúa de forma urgente, algunos se van a volver irreversibles. Me di cuenta de que tenía que poner mi energía y tiempo para tratar de abrir los ojos a otros”. En 1986, Kopta y un grupo de 30 voluntarios de distintas profesiones, unidos por el afán de hacer algo positivo en pro del ambiente, decidieron poner manos a la obra. Así, en una jornada, plantaron 800 árboles. “Nos sentimos muy bien. Pero al año volvimos, y no había sobrevivido ninguno. Ahí nos sentimos muy mal”, asegura. Así descubrió que no alcanzaba con que ellos vieran el problema. Ellos tenían la certeza de que para evitar la erosión, debían forestar. Pero la gente de la zona no lo veía, entonces todo el trabajo hecho no prosperó porque no fue cuidado. Kopta afirma que para que su sueño de un mundo cuidado y sustentable se convierta en realidad, hay que conseguir que la gente se involucre: “Nosotros apuntamos a lograr un cambio de actitud. ¿Y este es fruto de qué? De lo que pensamos y de lo que sentimos. Cuando trabajás sobre la mente y el corazón de las personas, se hace un click. Si no hay algo que te sensibilice, no hay un cambio. Esa es la estrategia de nuestro trabajo”. Hoy, la actividad de ACUDE se centra principalmente en la capacitación en educación ambiental y forestal dirigida a
docentes. Abordan el desarrollo y fortalecimiento de ciertos valores como el respeto hacia los recursos naturales, la participación ciudadana, la solidaridad, la tolerancia y la visión a futuro. A través de cursos presenciales y online, promueven un desarrollo sustentable; al enseñarle a las maestras a enseñar, pueden prescindir de la tutela directa. A la vez, se trabaja en escala: capacitando a 80 maestras, se llega a 2.400 chicos. “Nosotros estábamos buscando un impacto mayor, como ese”, detalla el emprendedor. Esta idea innovadora con vocación de alto impacto fue el motivo por el que Ashoka seleccionó a Kopta en el año 2004 para formar parte de la red de emprendedores sociales más grande del mundo. ACUDE nació en Córdoba, pero el “know how” ya fue transmitido a organizaciones locales de otras provincias e implementado en Jujuy, Mendoza, Río Negro, Santiago del Estero. Desde 2003, se realizan cursos semipresenciales también en otros países latinoamericanos, como Perú y Paraguay. El programa traspasa fronteras y funciona, todo fruto de una gran visión emprendedora y perseverancia. “Mi sueño es llegar todavía a más gente. Hay otras estrategias en la cabeza, me gustaría pasar a otros temas. Pero a la vez, uno ve que esto genera cambios. Nosotros trabajamos en marzo, y en noviembre ya vemos el cambio, vemos el árbol creciendo. Al niño hay que seguir afianzándolo, en un par de años se ve una persona con una cultura diferente”, concluye Kopta.
DESDE 1990 A LA FECHA, LOS RESULTADOS CUANTITATIVOS OBTENIDOS SON: • 200.000 alumnos involucrados. • 4.200 maestros capacitados. • Más de 1.000 instituciones involucradas. • Más de 500 localidades y comunidades rurales participantes. • 513.345 árboles producidos en los viveros escolares. • 202.941 árboles plantados en forma comunitaria. • 204.200 familiares y vecinos miembros.
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