En el año 1983 se creó una de las primeras firmas de biotecnología del sector salud humana de América Latina. Su historia es destacable porque utilizó tempranamente técnicas de la ingeniería genética para producir biofármacos; fue una de las primeras firmas de América Latina que produjo interferón; logró la producción simultánea de siete proteínas humanas por recombinación de ADN y fue “viable” en términos comerciales (exportó el 75% de su producción a más de 30 países). Es decir que tuvo un comportamiento diferencial con respecto a la caracterización del patrón tecno-productivo argentino. El objetivo del trabajo es analizar como fueron cambiando durante la década de 1980 –los años de conformación de la firma– las siguientes dimensiones: la dinámica socio-cognitiva, el desarrollo de procesos productivos y las interacciones. Para explicar dichos cambios se reconstruyen los “marcos tecnológicos” –incluyen la interrelación de aspectos sociales, ideológicos, cognitivos y tecnológicos– que