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Abriendo espacios a la fotografĂ­a latinoamericana

3° Aniversario

#26 Febrero 2014


BEX 26 FEBRERO / MARZO 2014

Sumario

CARLOS BARRIA Fotoperiodista / Bariloche

#26 Febrero 2014

staff

Jorge Piccini Director, Diseño, Edición, Contenidos. Colabora: Milena Amaya, Colombia Fotografía de Tapa: Carlos Barría Contacto: bexbariloche@gmail.com http://www.bexmagazine.com Bex Magazine es una publicación bimestral editada por Jorge Piccini - San Carlos de Bariloche, Patagonia Argentina. Distribución en línea: http://www.bexmagazine.com El contenido de los artículos y ensayos e imágenes publicadas es responsabilidad de sus autores así como de los anunciantes y Bex no asume como propia. Queda prohibida la reproducción total o parcial de su contenido. Los derechos de los textos e imágenes publicadas quedan reservados a sus autores. 2014 San Carlos de Bariloche, Patagonia.

Envíos de Trabajos: bexbariloche@gmail.com

Seguí a Bex: /2

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ESTEBAN PASTORINO Bs. As.

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POESIA DE LO PROSAICO García de Marina, España

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ALMAS GEMELAS Gaby Messina, Bs. As.

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CANTOR POPULAR Daniel Muchiut / Bs. As.

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PAISAJES Eduardo Gil / Bs. As.

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16X16 Tony Valdéz / Bs. As.

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BLUMEN Irene Cruz, Madrid

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ADN, HISTORIAS DE APARECIDOS Martín Acosta, Bs. As.

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VIVIR EN LA TIERRA Andy Goldstein, Bs. As.

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LA COMPARSA DEL NEGRO DIAS Chino Leiva - Reportero gráfico

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JOPARA PARAGUAY Colectivo a pedal - proyecto

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DES CON SOL HADA MENTE: MEMORIA DEL DESARRAIGO Milena Amaya, Colombia

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3 AÑOS

“…un objeto de arte es aquél que nos crea la vivencia de lo estético, la vivencia de lo maravilloso, con ese sentimiento subyacente de angustia, de temor a lo siniestro y a la muerte. Y que, por ello mismo, sirve para recrear la vida”. (Enrique Pichón Riviere)

Bex Recomienda:

En la búsqueda incansable de recrear la vida, de expresar lo que por otros medios resulta inadmisible, de sacar a la superficie los gritos silenciados por el dolor y la vergüenza, y de integrarse un poco más con el mundo exterior; surge la fotografía y de ella la idea de crear una revista que abra caminos con lo artístico y que continúe en el tiempo, como desde hace ya tres años, generando puentes y vinculando a profesionales de la fotografía artística de todo Latinoamérica… Es así que nació Bex, en una sociedad que cuando informa masifica… en un sistema donde se validan los dobles discursos, el “sálvese quien pueda” y las malas intenciones… en un mundo donde las realidades se niegan, se deforman y se ocultan… Desde ese mundo nació esta revista de fotografía que lleva a ustedes ritos, verdades y tradiciones llenos de belleza. Bex intenta aportar una realidad bien comunicada, imágenes vivas que linden con lo abstracto pero que ubiquen al otro dentro de los márgenes de la verdad, de la existencia, de lo cotidiano y, por qué no, de las fantasías bien contadas… Miradas fieles de quienes aman al mundo a pesar de todo y lo perpetúan en retratos… Fotógrafos que tienen el don de lo mágico, lo estético y lo periodístico. Y ponen al alcance del observador lugares llenos de misterio, de cultura ancestral y realidades latentes. Gracias por acompañarnos en estos tres años de esfuerzo y dedicación. Gracias a los fotógrafos por regalarnos el arte, la luz, y su pasión para despegarnos de una realidad inoperante y encontrarnos con aquella que otros nos niegan…

PROXIMO NUMERO Abril 2014

MEXICO

Envíos de Trabajos: bexbariloche@gmail.com

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CARLOS BARRIA Fotoperiodista / Bariloche

En la actualidad la tarea del fotógrafo Carlos Barría es reconocida a nivel mundial. Sus imágenes han sido motivo de numerosos premios nacionales e internacionales y fueron expuestas en varios países. Realizó coberturas de guerras, Juegos Olímpicos, desastres naturales, entre otros hechos.


“Trato de hacer mi fotografía lo más simple y directo posible.”

Rafael Nadal, Shangai (China)


Mi primer recuerdo de la fotografĂ­a es tomando fotos de mi familia en el cumpleaĂąos de mi abuela.

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Cuando tenía doce años yo estaba en mi casa y había una tormenta de nieve. Al otro lado de la calle había un hombre transportando madera en un carrito, se cayó, y se quedó abajo. Es posible que haya estado bebiendo. Salí y tomé una foto de él . Creo que lo recuerdo porque era un momento en que me estaba documentando algo, no sólo tomar fotos de mi familia. También recuerdo que estaba asustado de enfrentar a una persona con una cámara, pero no podía detenerme.

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En China cubrimos todo, desde los deportes a la política, los desastres naturales. Mis temas principales son historias sobre la vida o la economía diaria. También he estado en Japón después del tsunami, y he tenido la oportunidad de ir a Corea del Norte

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Me considero un pescador o un cazador. Cuando yo soy un cazador tengo una cosa especĂ­fica que tengo que fotografiar . Pero a veces me cambio a un pescador y no sĂŠ lo que va a venir, no espero nada en particular.

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Me conmovió mucho después de cubrir el terremoto en Haití. Fui uno de los primeros periodistas de Reuters en llegar, estuve allí por unos 45 días. Era largo y difícil. Se podía ver a los seres humanos en su instinto más básico para la supervivencia. Era una sensación muy extraña porque sabía que estaba allí haciendo mi trabajo, y me gustaría sentir que nuestro trabajo significa algo para la gente , pero al mismo tiempo me sentía impotente. ¿Qué se puede decir cuando un niño viene a hacia vos y te pide agua y comida, y no tienes nada , pero una cámara? Yo no podía responder a esa pregunta , y me sentía frustrado porque no podía hacer nada..

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Quiero tomar fotografías que pueden llegar a todo el mundo, desde mi madre hasta el presidente de un país o un artista . Trato de hacer mi fotografía lo más simple y directo posible.

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Carlos Barría, de 34 años, se encuentra actualmente basado en Shanghai, China donde trabaja para la agencia de noticial Reuters. Carlos nació en la Bariloche, donde obtuvo sus primeras asignaciones como fotógrafo en el periódico local. A los 18 años , se mudó a Buenos Aires para estudiar fotoperiodismo he ingresar mas tarde como fotógrafo staff del diario La Nación. Tiempo después fue contratado por Reuters y desde entonces ha sido asignado a una amplia variedad de historias: desde juegos Olímpicos, desastres naturales como el huracán Katrina y el terremoto en Haití. También ha cubierto las campañas militares de Estados Unidos en Irak y Afganistán.

http://barriacarlos.wordpress.com/ /15



Esteban Pastorino Bs. As.


La ficción técnica Por Juan Valentini 1. No es extraño que El gabinete de un aficionado, relato al que Georges Perec consagró lo mejor de su reconocida cualidad de virtuoso, se pregunte si basta el virtuosismo para dar a luz una obra de arte. Parte del oficio magistral de Perec consiste en insertar, en zonas y momentos no previstos por la historia central de la nouvelle, varias microhistorias que no son, en realidad, sino gérmenes de argumentos para historias que nunca se desarrollarán. Y cada vez que las introduce, cada vez que cuela estas otras historias semiclandestinas, en cierto modo acechantes, se vale de un objeto. El que más me llamó la atención es un panorama en miniatura que el coleccionista Hermann Raffke, comitente del cuadro que funciona como eje de la trama, descubrió en una tienda de viejo de París en –es de suponer- los primeros años del siglo pasado. De acuerdo con las especulaciones del narrador, es probable que el pequeño aparato giratorio haya provisto los decorados para una de las “charadas animadas” que estaban de moda en los salones franceses por el año 1880. Raffke no logra corroborar la suposición, y ése es un dato bien interesante para nosotros. Porque, descolocados por una información a fin de cuentas tan endeble, lo único que nuestra imaginación ve, a partir de la descripción del narrador, es un discontinuo de relatos apenas enunciados por cada uno de los paisajes que el panorama concentra en su diminuto universo. El panorama, de esta manera, no hace sino reproducir la estructura general de la nouvelle. “En primer lugar, uno se hallaba a la orilla de un canal bordeado de álamos, pasaba junto a una esclusa,

unas gabarras cargadas de grava y unas hileras de pescadores, adentrándose luego en un bosque de árboles sombríos”, pormenoriza el relato, e insiste con la encantadora enumeración hasta declinar así: “y al término de una breve travesía, se llegaba a un gran puerto, y se seguía por unos muelles cubiertos de bruma antes de ir a parar a un pequeño café triste y frío”. Tal como está, incompleto, el panorama resulta ser muy superior a su forma total, en la medida en que deja librada al espectador la tarea de la (re)construcción imaginaria. 2. El panorama de Raffke, por distintas razones, me hizo pensar inmediatamente en el proceso generativo de buena parte de la obra fotográfica de Esteban Pastorino. Muchas veces me había preguntado de qué modo funcionaba eso que para mí era su peculiar razonamiento técnico. Porque Esteban, pensaba yo, concebía sus imágenes fundamentalmente en sentido técnico, jugando con la técnica. Pensaba sus imágenes lúdicamente y no, al menos en un principio, con intención estética. En rigor de verdad, pensaba sus imágenes indisolublemente ligadas a sus cámaras, tanto si éstas ya existían como si él se ponía a inventarlas. A menudo los fotógrafos eligen la cámara según la imagen que pretenden obtener. Lo distintivo, en el caso de Esteban, es que él establece las reglas de juego de la imagen, pero el que juega no es él, sino su cámara. O, dicho de otro modo, que una de las tareas principales de Esteban es transformar la cámara (junto con los procesos de revelado y copiado) en la imperceptible protagonista de la imagen. Sus fotos, entonces, vuelven sobre el problema de la objetividad fotográfica, pero en el sentido de que se conectan con el mundo poniendo de relieve la

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tecnicidad de la fotografía, la fotografía explorada en su voluptuosidad técnica. Así es como, también, el fotógrafo se “tecnifica”: dejando de controlar, en gran medida, lo que hay del otro lado del visor, delegando esa tarea a las leyes internas del aparato. Como si fotógrafo y cámara entablaran una conversación (en algunos casos, incluso una discusión). Como si el fotógrafo le dijera a la cámara: te dejo sola (por ejemplo, frente a la costa del balneario uruguayo de Piriápolis, o montada en un barrilete que sobrevolará la Ciudad Universitaria de Buenos Aires), a ver qué sos capaz de hacer por tu cuenta. No se trata, así, de la objetividad como voluntad de documentación, de una fe en la verdad histórica del objeto fotográfico, sino de una retirada del ojo del fotógrafo en función del predominio de la materialidad y el proceso técnicos. Se trata, en suma, de un juego lingüístico. Entonces, trasladando la pregunta de Perec al problema que plantea la obra de Esteban, podría decirse que sus fotografías se organizan en torno a un artificio, pero sin que el artificio las tome de rehén. Esteban va construyendo un sistema a partir de la manipulación de materiales fotográficos, y cada serie o conjunto de obras resulta de la solución y desarrollo de la idea técnica que sirve de punto de partida. De aquí que esta lógica inventiva enfatice, por medio de una construcción de la que resulta una “realidad trastocada”, ciertas notas características –y para nosotros, inusualesdel paisaje que la cámara recorre. Como el panorama hallado por Raffke, el diccionario visual que Esteban confecciona designa las cosas de un modo nuevo, porque las recrea desde ese lugar de novedades que es la imaginación técnica. La particularidad de sus fotos no se cierra, sin embargo, con esta explicación. Contradiciéndola,

aunque sólo en principio, aparece un no menos particular aspecto ficcional. A nosotros, sujetos construidos en medio de un contexto ampliamente tecnificado, nos sigue asombrando el mundo que las imágenes de Esteban producen. Y no porque nos atraiga meramente lo técnico. En realidad, si el artificio que hay en esas imágenes desequilibra nuestra percepción, es porque quiebra, o excede, la normalidad de constantes innovaciones que la propia tecnología realiza. Y es también, a la vez, la clave que nos entrega a mundos imposibles, y aquello que, enseguida, estimula en nosotros un deseo irrefrenable de ficción. Ficción, de esta manera, en un doble sentido: la que se despliega a partir de los lugares creados por una forma técnica no conocida –o por lo menos no experimentada- por nosotros; y la que nosotros, como espectadores, generamos sobre la base de esa invención. Podríamos llamar a esta confluencia “ficción técnica”. Así como el panorama de Raffke establece, en la discontinuidad de sus paisajes, una acumulación y contracción espacio-temporal, las fotos de Esteban apuntan a la redefinición del tiempo y el espacio por medio de dislocaciones de diverso tipo. Uno de esos mecanismos es la recurrencia al ojo autónomo de la cámara; su efecto inmediato, conmover el punto de vista estandarizado del espectador. Las imágenes que se exponen ahora muestran ciertos sectores de Buenos Aires desde un punto de observación relativamente vacío de subjetividad –un lugar donde el ojo humano no suele estar presente-, lo cual provoca un extrañamiento. Como espectadores, no nos sentimos inmediatamente identificados con la imagen. Llegamos al paisaje atravesando los meandros de un procedimiento desconocido.

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http://www.estebanpastorino.com.ar/ /25


POESIA DE LO PROSAICO García de Marina, España


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“García de Marina nace en Gijón (España) en 1975, y emerge sufriendo una profunda transformación en el año 2010. Una dormida pasión por la fotografía franqueó las barreras de la intimidad, comenzando una vertiginosa carrera fotográfica caracterizada por la reflexión de su fotografía, que contrasta con la personalidad impaciente de su autor. En menos de un año, García de Marina rindió su vida ante la pasión de la fotografía, desnudó su insólita mirada fotográfica en las redes sociales y presentó su trabajo en diversas exposiciones. Tras una vida sin grandes pretensiones y sin grandes cuestionamientos, la fotografía representa un cambio de actitud personal en un contexto de crisis económica y social. Este Poeta de lo Prosaico saltó en pocos meses de las redes sociales a las Salas de Exposiciones, y en su corta, pero presurosa carrera fotográfica, acumula ya varios premios. Su inusitada creatividad no ha pasado desapercibida en los medios de comunicación y ha sido portada en el mes de febrero de 2013 de la prestigiosa revista Arte Fotográfico On line. Medios de comunicación de España, Nueva York, Venezuela, México, Brasil, Rumania e Italia se han interesado por la mirada de este fotógrafo. Su fotografía es profundamente irreverente con lo real, busca transformar e imprimir nuevas identidades a los objetos, se subleva ante lo obvio y repara en la grandeza de lo cotidiano. La desnudez de su fotografía, deja todo el protagonismo a los objetos que son despojados de su esencia para ser reinventados. Busca dar emoción a un cubierto, a una cerilla o contar una historia, su propia historia, con una cáscara de un huevo. El artista no realiza ninguna manipulación fotográfica en las imágenes, sino que transforma los objetos creando escenarios y busca la mejor perspectiva para fotografiarlos. Desde el minimalismo, la creatividad de su mirada reivindica otra realidad. En el actual contexto de depresión económica, donde la mayoría se encuentra bajo las garras de “lo inevitable”, rehenes de decisiones “macro” que poco entienden de lo humano, el fotógrafo nos muestra que la vida empieza por abajo. Desde la observación podemos crear, desde la imaginación podemos innovar.”

http://www.garciademarina.net /30



ALMAS GEMELAS Gaby Messina, Bs. As.

ABRIL Y ZOE (2006) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

“Después de la gran sorpresa que casi me deja sin aliento por un buen rato, después de frenar un poco con la carrera permanente de lo que significa amar a dos bebés a la vez, después de reencontrarme y entender en donde estaba parada, después de volver a ver un millón de veces y más a cada uno de mis bebés, recién ahí decidí salir a ver de qué se trataba. “

Gaby Messina

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ALDO Y JOSE MARIA (2006) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

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CLAUDIO Y MARCELO (2006) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

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CRISTINA Y JUANA (2007) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

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NATI Y NOE (2006) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

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NOEMI Y LILIANA (2007) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

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DANIELA Y PAULA (2006) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

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MELISA Y CELINA (2006) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

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SEBA Y GUILLE (2006) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

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EMILIO Y GUILLERMO (2006) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

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YANISLEIDYS Y YUSLEIDYS (2006) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

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NATALIE Y GISELLE (2007) C-Print - Analog photography - Hasselblad Camera 6 x 6 - 100 x 100 cm / 39,37” x 39,37”

Video Almas Gemelas: http://www.gabymessina.com/Video-Documental-Documentary-Vide

http://www.gabymessina.com /43


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Cantor popular Daniel Muchiut / Bs. As.

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Etica y estética de la cultura popular Por Elias Suarez Como en anteriores ensayos de Daniel Muchiut, resulta difícil al espectador articular algunas palabras estrictamente sobre el trabajo fotográfico sin pasar la línea que separa la fotografía de lo fotografiado, sin confundir efectivamente el plano quieto de la imagen con el mundo móvil del que surge. De hecho una vez impresa la cosa detenida en el papel de la foto, pasa a formar parte del vértigo incesante de quienes también miramos, cae en un nuevo círculo de tiempo (pensamiento) y materia (emoción), de donde se desprende quizá la posibilidad de un arte fotográfico. En este caso José Esperanza, también conocido como Chico Sprint, es la encarnación del Cantor Popular, tal como lo estudió y retrató en algunas de sus canciones Don Alfredo Zitarrosa. Solo que habiendo transcurrido cuatro décadas, la suerte del guitarrero viejo de Zitarrosa se nos presenta como un lecho de rosas ante la Esperanza de Muchiut. En términos formales advertimos la posibilidad de que el orden contemporáneo produzca una degradación incesante de lo que conocemos como cultura popular. Sobre todo si se toma como parámetro el legado del pasado reciente, en la producción de géneros auténticos surgidos desde el “folk” (pueblo: zamba, baguala, tango, rock nacional, chacarera). Los efectos de la concentración económica podrían traducirse en este punto en concentración de escenarios, que encuentra su máxima expresión en el anhelo decadente de soñar por la televisión. Toda la expectativa de una carrera en la música, la actuación o la danza, reducida a la tonta verdad de una aparición efímera. Dadas estas condiciones materiales es lógico que la producción se empobrezca y el público como verdugo se aleje cada día de lo que pueda haber de sustancial o experiencia de lo particular en cada uno de estos géneros. Puertas adentro la vida es otra cosa: los músicos se juntan a ensayar con instrumentos por allá viejos, por acá rotos; preparan cautelosamente el repertorio para una peña, una kermese rentada o la participación solidaria en una noche de baile en el campo. Y entre mates y chistes repetidos hasta el hartazgo comienza a germinar el calor de lo que desde tiempos inmemoriales ha venido cobijando al hombre. He ahí la historia de Chico aplanadora Sprint, convaleciente de la aplanadora histórica del capitalismo y del triste final que guarda para los humildes esta cronología. Finalmente solo frente al espectro sombrío que nos empieza a devolver el espejo cuando nos hemos embarcado demasiado lejos en la persecución de un camino propio, de un capricho, de un destino. Tránsito insalvable hacia la locura a no ser por la realización de un milagro en la voz clara y altisonante regresando desde aquel espejito espejito. Esto corresponde en el plano realista a la aparición de un amigo de mirada transparente, léase Muchiut, arrastrando en esta oportunidad a otros dos cofrades, Manavella y Oteiza; portadores de una técnica cara a las altas esferas: cámaras de video y fotografía. Apropiando esta tecnología, tal la tradición de Martín Chambí, llegan, y si alcanzan finalmente el alto desafío de la transparencia pueden resignificar algunas viejas palabras de acuerdo a las dificultades enormes que plantea el presente humano y político a la tarea del artista. Canción, cultura, imagen, popular, amistá. Entonces, en este encuentro imprevisto de dos mundos contrapuestos se trazan interrogantes nuevos ¿Se cumple el sueño inverosímil de aquel cantor popular adentrado en el silencio nocturno de su instrumento? ¿O comienza una nueva pesadilla?. La interrogación de la imagen dura lo mínimo, el chasquido en que se abre y se cierra el diafragma de la cámara, o el espectador pestañea apartando la mirada ante lo que no quiere ver. Entonces una alegría.

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http://www.danielmuchiut.com.ar/ /57


PAISAJES

Eduardo Gil / Bs. As. /58


Inicié Paisajes en el 2005 e igual que con otras búsquedas, desarrollos y tanteos experimentales que tiene el mismo sustrato estético e ideológico: me permite profundizar un proceso de auto-deconstrucción permanente, de revisión y reelaboración crítica de mi producción anterior. Las fotografías que integran Paisajes son de rostros y parte de torsos de personas que “miran” a cámara manteniendo los ojos cerrados. Los retratos ocuparon un lugar importante en mi primera obra y continuaron siendo esenciales en muchos trabajos posteriores. La cuestión de la mirada, que siempre estuvo presente en mis fotografías y en mi discurso, aquí es suprimida. Todo surgió como un juego mientras fotografiaba a Gabriela Liffschitz. En algunas tomas habíamos acordado que mantendría los ojos cerrados. Luego de su muerte, por pudor o quizás miedo a incurrir en un golpe bajo, no me decidía a exponerla, a pesar de la atracción que me provocaba. Finalmente, la amplié a gran tamaño y la expuse en la Fundación Federico Jorge Klemm. Verla en la pared, funcionando en el espacio, produjo el insight! Fue un desafío que me habilitó para ponerme a trabajar en Paisajes (aunque la foto de Gaby no está incluida) repensando la tradición del retrato, el tema de los géneros, la escenificación de la pose, los códigos, sobreentendidos, etc. Me interesa el efecto de los ojos cerrados, la ausencia de la mirada y la tensión que esto desencadena. Como dice Cristina Bacchetta a propósito de Paisajes: “La mirada del otro refleja mi propia mirada, ‘me’ refleja, es donde puedo ver que me confirma o me rechaza, y en definitiva me confirma aunque me rechace... Si no veo los ojos, la mirada que me mira, si no soy mirada, corro el riesgo de perderme. De no ser, o también de ser nada. Algo queda sin definir, algo queda suspendido…” El fondo, gris, es siempre el mismo y el esquema de iluminación idéntico. No hay prendas, joyas ni elementos que puedan sugerir algo más de los fotografiados que lo que la vida les ha ido grabando en sus caras… Según Cecilia Cerutti: “en las fotografías que componen la serie Paisajes la temporalidad ha sido intensamente cuidada y el cuerpo ha resultado el primer objeto atrapado en ese miramiento. Aparentemente semejantes entre sí y carentes de identidad, subjetividad y distinciones. Son cuerpos despojados, desnudos, desarraigados y desterritorializados. Es movilizador encontrarse con cuerpos sin disimulos, sin adornos, sin maquillajes en una época de espectacularización, de identidad forzada, de apariencias”. Tanto en Paisajes como en Aporías y en el resto de mi producción reciente, trato de alejarme de toda anécdota, de toda tentación expresionista y también de cualquier intento de “simbologización” para plantarme solo con los recursos del instrumento -de la máquina- ante aquello que por su sola potencia referencial se me impone. Trato de despojarme del oficio, de la “experiencia”. De correrme. Forzarme a una cierta abstinencia. Dejar que la potencia indicial de la fotografía se manifieste silenciosa, pertinaz… y si de alguna emoción pudiera hablarse en mi obra, es de la que surge de la pura percepción, en palabras de Jean-Marie Schaeffer “del susurro de la huella visual de la que proviene”. Dejo que cada espectador confronte con la obra desde sí. Creo que hay distintas posibilidades y niveles de abordaje: desde lo inmediato visual, más perceptual y epidérmico, hasta lecturas más elaboradas con variados estratos de complejidad conceptual. Todas me interesan. Eduardo Gil


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16x16

Tony ValdĂŠz / Bs. As.

Agobio de lo cotidiano a partir de la multiplicidad de gestos. Usando los recursos de Edward Muybridge sobre el movimiento y la app Hipstamatic de los Smartphones... ...usar lo Ăşltimo partiendo de los inicios

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Irene Cruz, Madrid

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BLUMEN se presenta en forma de foto-libro, en el que las imágenes de Irene Cruz -conformadas en sugerentes dípticos de paisajes y mujeres - dialogan con textos poéticos de diversos autores. En este trabajo, la fotógrafa madrileña, afincada en la actualidad en Berlín, asume un nuevo riesgo en su trayectoria, haciendo partícipes a sus más íntimas amigas del momento sublime de la creación fotográfica. Obligándolas a introducirse en sus paisajes más queridos, Irene Cruz invita a algunas de las mujeres de su vida a sumergirse con ella en un bello juego de creación en el que la luz mágica del momento en el que el día se convierte en penumbra explota haciendo volar a sus modelos por los territorios de un romanticismo muy estilizado. Como dice el prólogo del libro (publicado en español y en inglés): Irene Cruz fotografía siempre descalza, siente descalza la húmeda tierra del bosque, crea descalza porque le gusta volar por la naturaleza en esa hora bruja del atardecer tardío o del anochecer temprano. Volar, fluir, vivir y saltar. Para caer de nuevo pesadamente en la tierra real; para sentir en sus pies la

humedad de la neblina que ya no es naturalista porque se ha convertido en poesía romántica. Un proyecto tremendamente descarnado, pero al mismo tiempo sutil y tierno, que surge casi por casualidad con las primeras imágenes de una amiga, Altea, en un paisaje. Un primigenio diálogo con el que se inicia un largo camino por muchos paisajes y muchas mujeres. Un juego visual que se va convirtiendo en poético. Un poema de luces y atardeceres que precisa y reclama la literatura para hacerse material. Y así -como de nuevo se señala en el prólogo del libro- primero fue de nuevo una amiga la que encendió el fuego de la palabra. Más tarde, la amiga de una amiga que también quiso participar en el juego (…) Después gente de lejos, que respondía con sus poemas a un grito de auxilio en las redes sociales. Gentes cercanas y lejanas, que compartían la pasión, que se dejaban atrapar por las imágenes de Irene; que hacían suyo el mensaje visual convirtiéndolo en palabras. (…) En español, en inglés, en francés, en italiano, incluso en coreano. Hasta en diez idiomas. Porque la poesía no está en el sentido ni en el intelecto sino en la pasión y en la emoción. Eduardo Rodríguez Merchán /79


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http://www.irenecruz.com/#!reserva--booking/c1gp /83


ADN,

HISTORIAS DE APARECIDOS Martín Acosta, Bs. As. “No hay fotografías que puedan ser negadas. Todas las fotografías poseen categoría de realidad. Lo que ha de examinarse es de que modo la fotografía puede o no dar significado a los hechos.” [John Berger]


Son apenas ciento nueve. Ciento nueve de cuatrocientos. Ciento cinco niños recuperados, cuatrocientos niños desaparecidos. Sólo un puñado, un puñado que muestra, que grita, que niega que la sangre se pueda borrar. Ellos, los ciento cinco niños recuperados del plan siniestro con que la dictadura militar quiso aniquilarles su identidad, muestran que no todo puede ocultarse, que no todo puede hacerse desaparecer. Fueron más de cuatrocientos los bebés que desaparecieron durante el régimen militar instaurado el 24 de marzo de 1976. La mayoría de ellos fue secuestrado junto a sus padres o nació en alguno de los centros clandestinos de detención. Hasta el día de hoy se pudieron localizar a ciento cinco de ellos, gracias a la incansable lucha de sus familias y el apoyo de las Abuelas de Plaza de Mayo. Algunos fueron entregados en adopción a familias que desconocían su verdadera identidad, o simplemente abandonados. Otros fueron apropiados por los mismos secuestradores de sus padres. Pero lo que se intentó en todos los casos fue borrar su identidad, las huellas de su sangre. Que jamás puedan ser como sus padres. Comencé a fotografiar a esos niños, hoy hombres y mujeres, en agosto de 2001. Quise retratarlos junto al familiar que trabajó durante años en ese proceso de búsqueda y recuperación. Para mí, la unión de estas dos personas en una sola imagen representa el fracaso de la política del miedo que la dictadura militar quiso imponer. Estas fotos intentan mostrar que el quiebre y la disolución de los lazos familiares por medio del ocultamiento y la mentira no pudo imponerse porque también existió la perseverancia de sus familias y de ellos mismos cuando fueron creciendo. Al incluir una reproducción de una fotografía de sus padres desaparecidos, las dos imágenes se convierten en una unidad donde se encuentra el presente con el pasado. En definitiva, la esencia de lo que es la fotografía: el haber sido y el ser en una misma cosa. El texto nos cuenta quiénes son, qué les paso y cómo llegaron a ser quienes son hoy. Los tres elementos: el texto, la foto del presente y la foto del pasado cierran un tríptico que encierra parte de nuestra historia.

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MANUEL GONÇALVEZ

Gastón Gonçalvez, secuestrado el 24 de marzo de 1976. Ana María del Carmen Granada, secuestrada el 11 de noviembre de 1976.

Manuel fue él único sobreviviente de la casa de San Nicolás. Su madre se había refugiado allí después de que secuestraron al papá de Manuel. Pero todos murieron en el operativo. Su mamá, una pareja amiga y otros dos niños. Manuel estaba en un placard y por eso se salvó aunque su estado era muy malo por los gases disparados contra la casa. Unos policías lo llevaron al hospital y allí quedó internado como NN y con custodia policial durante cinco meses. Sólo lo visitaba la familia de un policía que lo había sacado de la casa. Querían adoptarlo pero el juez no lo permitió y lo entregó en guarda a los Novoa. Manuel volvió a aquella casa cuando fue a llevarle flores a su madre al osario de San Nicolás. Allí es donde Ana está enterrada después de haber sido trasladada desde una tumba NN. En el osario hay una placa recordatoria que colocó la familia del policía que participó del operativo en que asesinaron a su madre. Hoy Manuel lleva una relación maravillosa con Matilde, su abuela y Gastón, su hermano. Aunque se pone triste cuando la abuela le cuenta que a veces le hace muy mal verlo, por los recuerdos de su hijo, pero él la entiende.

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Guernica, Buenos Aires, 23 de septiembre de 2001: Manuel Gonรงalvez con su abuela Matilde de Gonรงalvez y su hija Martina.

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PAULA CORTASSA / CAROLINA GUALLANEZ

Enrique Cortassa y Blanca Zapata, secuestrados el 11 de febrero de 1977.

“Cuando me vio por primera vez gritó ‘¡Paula!’. La abuela Delfina es la única persona que me llama Paula”. A los tres años me enteré que era adoptada. A los doce más o menos tenía pesadillas con hechos de violencia. Empecé a asociar las fechas y le pregunté a mi mamá si yo era hija de desaparecidos. Lloré como una condenada, pero fue un gran alivio”. En 1995 comencé a buscar. Una señora me vio en canal 3 de Rosario. Enseguida pensó que era la nieta de Agustín, mi abuelo, el papá de Enrique. Ella ubicó mi teléfono por la guía. Habló con mi mamá y se encontraron. Fueron a ver a Delfina y ella le mostró una foto de Blanca. Ahí mi mamá pensó que podía ser posible”. Paula / Carolina trabaja por saber sobre sus padres y encontrar a su hermano, o hermana. Blanca, su mamá, estaba a punto de parir cuando la secuestraron. Dos años después de recuperar su identidad, PaulaCarolina encontró los restos de Blanca y los enterró en el cementerio de Venado Tuerto. “Estuvimos juntos hasta el final. Blanca era una madraza. Me encanta saber que ellos tenían una idea y creían en ella. Me encanta saber que ellos trabajaban en las villas. Estoy orgullosa de lo que hicieron mis viejos”.

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Rosario, Santa Fe, 26 de agosto de 2001: Paula Cortassa / Carolina Guallane y su abuela Delfina Abba de Cortassa.

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ELENA GALLINARI

María Abinet, secuestrada el 16 de septiembre de 1976.

“Justo a mí me tiene que pasar esto”. Elena tenía diez años y pensaba en eso cuando la jueza le explicaba que era hija de desaparecidos y que sus padres no eran sus padres sino quienes la habían robado y apropiado al llevársela desde un Centro Clandestino de Detención en donde ella había nacido. Ese día de abril de 1987 había terminado para siempre la vida normal de escuela de barrio en City Bell y fin de semana en el club policial que le había armado el Subcomisario de la policía bonaerense Domingo Luis Madrid. Elena tomó las cosas con asombrosa naturalidad e inmediatamente aceptó a su familia. Ella quería quedarse con su abuela Leonor pero la familia resolvió que viviera en Bella Vista con el tío Guillermo y sus primos. La abuela vivía sola en La Rioja desde que fue liberada tras pasar tres días secuestrada junto a su hija María. Elena se acomodó rápidamente a la vida de pueblo de Bella Vista donde terminó sus estudios. De su padre supo poco. Que fue secuestrado, liberado, secuestrado nuevamente y después fusilado. Sus restos fueron localizados en el cementerio de Moreno. De su madre absolutamente nada. Continúa desaparecida desde el 16 de septiembre de 1976. Dio a luz a una niña en algún lugar desconocido del territorio bonaerense dos meses después de haber sido detenida.

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Bella Vista, Buenos Aires, 25 de julio de 2001: Elena Gallinari y su tĂ­o Guillermo Abinet.

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JUAN CABANDIE

Damián Cabandié, secuestrado el 23 de noviembre de 1977. Alicia Alfonsín, secuestrada el 23 de noviembre de 1977.

“Me acerco a Abuelas en el 2003. Yo ya no podía sostener mi vida, mi incertidumbre, mis depresiones”. Juan Cabandié nació en marzo de 1978 en el Centro de Detención Clandestino de la Escuela de Mecánica de la Armada. Sus padres, Damián Cabandié y Alicia Alfonsín, eran militantes de Montoneros y fueron secuestrados de su casa en la calle Solís al 600 y estuvieron prisioneros en el Banco y el Atlético. Alicia estaba embarazada de cinco meses y medio y fue trasladada a la ESMA para dar a luz. Hasta el día de hoy Damián y Alicia continúan desaparecidos. “Yo nací aquí adentro. Bastaron los quince días que mi mamá me amamantó y nombró aquí para que yo les dijera a mis amigos, antes de saber quién era mi familia, antes de saber mi historia, que yo quería llamarme Juan”. Esas fueron las palabras de Juan, en un acto masivo frente a la ESMA el 24 de marzo de 2004, cuando ya sabía que era Juan. Hasta hacía pocos meses atrás seguía llamándose Mariano, como lo había bautizado Luis Falco, el agente de Inteligencia de la Policía Federal que lo había apropiado. “Con la identidad falseada uno no puede construir mucho, siempre falta algo. Uno busca algo y no sabe qué es lo que busca”.

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Ciudad de Buenos Aires, 5 de febrero de 2005: Juan CabandiĂŠ y su abuela Yole Oppezzo.

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GABRIEL CEVASCO

María Leiva y Gabriel Cevasco, secuestrados el 11 de enero de 1977.

“A mí me robaron, yo nací de nuevo el 25 de octubre de 2000” dice Gabriel, quien en ese entonces se llamaba Ramiro. María, su mamá, está desaparecida desde el 11 de enero de 1977. Ser desaparecido en la Argentina es no estar más, no existir más, no ser más. Conocí a Adriana, hermana de María y tía de Gabriel en mi primera visita a Abuelas de Plaza de Mayo, cuando fui a pedir ayuda para mi proyecto. Yo estaba justo analizando los posibles casos a fotografiar cuando entró ella y dijo “¡qué están haciendo con mi nene!” Poco conoce Adriana de lo que pasó. Nada conoce Gabriel de lo que pasó. Poco sabemos nosotros acerca de lo que pasó. María era militante del PRT – ERP y psicóloga. Trabajaba en una fábrica y la secuestraron a la salida mientras esperaba el colectivo. Enrique, el papá de Gabriel, fue quien avisó a la familia que María había sido secuestrada. Ahora vive en Brasil. Gabriel terminó en Pergamino, con familia sustituta y ansias de saber quién fue. Se acercó a la religión y después a Abuelas. El análisis de ADN le confirmó quién era y de dónde venía. Hoy empieza a construir quién será.

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Lobos, Buenos Aires, 20 de octubre de 2001: Gabriel Cevasco y su tĂ­a Adriana Leiva.

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109 historias de aparecidos JULIEN GRISONAS Anatole Boris | JULIEN GRISONAS Victoria Eva | RUARTE BRITOS Tatiana Mabel | JOTAR BRITOS Laura Malena | MOYANO Juan Pablo | ARZE Tamara Ana María | BAAMONDE Martín | COLAUTTI FRANSICETTI Humberto Ernesto | FERRI FRANSICETTI Elena Noemí | ROSENFELD MARCUZZO Sebastián | GARBARINO Eduardo | HISI Ana Laura | PATIÑO CARABELLI Astrid | SPOTURNO Federico Luis | LA BLUNDA FONTANA Andrés | GARCIA HERNANDEZ Amaral | MENDIZABAL ZERMOGLIO Diego | LOGARES Paula Eva | JUAREZ Sebastián Ariel | GATICA CARACOCHE Felipe Martín | GATICA CARACOCHE María Eugenia | LÓPEZ RUTILA ARTES Carla Graciela | MOLINA PLANAS Jorgelina Paula | ÁLVAREZ María Fernanda | BAU DELGADO Marina Leonor | BAU DELGADO Liliana | BADELL ACOSTA Paula Eliana | BADELL ACOSTA Esteban Javier | PINTOS Ramón Ángel | SCACCHERI Laura Ernestina | MOSCATO Marcos Lino | ORLANDO CANCELA Paula | GALLINARI ABINET Elena | GALLARDO Gabriela Alejandra | LAVALLE LEMOS María José | DUCCA Hugo | MOYANO ARTIGAS María Victoria | VICARIO Ximena | REGGIARDO TOLOSA Gonzalo Javier | REGGIARDO TOLOSA Matías Ángel | RUIZ DAMERI Marcelo Mariano | CASTRO TORTRINO Emiliano Carlos | ZAFFARONI ISLAS Mariana | ABDALA FALABELLA José Sabino | FUENTE ALCOBER María Alehandra | FUENTE ALCOBER Stella Maris | FUENTE ALCOBER Raúl Roberto | D´ELIA CASCO Carlos | ACOSTA Laura Fer-

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nanda | GONÇALVES GRANADA Manuel | PENINO VIÑAS Javier Gonzalo | CORTASSA Paula | HERNANDEZ HOBBAS Andrea Viviana | GALLO SANZ Carmen | RUIZ DAMERI María de las Victorias | POBLETE HLACZIK Claudia Victoria | MONTENEGRO Hilda Victoria | GELMAN GARCIA Marí Macarena | PEREZ ROISINBLIT Guillermo Rodolfo F. | CASTRO ROCCHI Martín | CEVASCO Gabriel Matías | GATTI MENDEZ Simón Antonio | SAMPALLO BARRAGAN María Eugenia | COLOMA LARRUBIA Susana | PIETRAGALLA Horacio | GODOY FERREYRA Gustavo | CABANDIÉ ALFONSÍN Juan | DONDA PEREZ Victoria | NADAL GARCIA Pedro Luis | FOSSATI ORTEGA Leonardo | CASADO TASCA Sebastián José | SUAREZ NELSON (Natalia) | SANDOVAL FONTANA Alejandro Pedro | SUAREZ VEDOYA Marcos | CASARIEGO TATO (Pablo Hernán) | MANRIQUE TERRERA Celina Rebeca | ALTAMIRANDA TARANTO Belén | BAUER PEGORARO (Evelin) | RUIZ DAMERI Laura (Carla) | CASTELLI TROTTA (Milagros) | GOYA MARTINEZ ARANDA Jorge Guillermo | CUGURA CASADO (Alejandra) | DE SANCTIS OVANDO Laura | CAGNOLA PEREYRA Federico | VALENZUELA NEGRO Sabrina | GARCIA RECCHIA (Bárbara) | AMARILLA MOLFINO (Martín) | ESPINOSA VALENZUELA Matías Nicolás | MADARIAGA QUINTELA Francisco | ROCHISTEIN TAURO Ezequiel | ROSSETTI ROSS | KLOTZMAN BARRAL María Pía Josefina | REINHOLD SIVER Laura octubre 2011

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Guatemala. Los limones. 2010 Candelaria Gonzalez Chacón, ama de casa, (36 años) y sus hjos Odilia García González (15 años), Gladys Consuelo (13 años), Melvin Adonia (10 años), Wilmer Daniel (7 años), Mirza Yesenia (6 años), Maritza Marisol (4 años), Jessica Roxana (2 años) y dos más sin datos.


VIVIR EN LA TIERRA Andy Goldstein, Bs. As.


Vivir en la Tierra es una serie de 67 fotografías de gran formato a través de las cuales Andy Goldstein documenta las condiciones de vida en la que se encuentran más de 174 millones de personas del continente americano que viven en situaciones de extrema pobreza y de exclusión social. Todas las fotografías han sido tomadas en el interior de las casas de quienes han aceptado posar. Los modelos ha elegido dónde ubicarse y decidido en qué momento debe tomar la fotografía el fotógrafo. De este modo se acentúa la conciencia del acto fotográfico. La técnica empleada es la del “Panorama”: una compleja tecnología digital de última generación que permite ofrecer en imágenes de gran formato un alto nivel de información visual, con gran finura de detalles. Las distintas imágenes se han tomado en catorce países de Latinoamérica, gracias a la colaboración inestimable de la Organización Techo, quien ha facilitado la entrada a estos asentamientos y ha puesto al artista en contacto con sus habitantes. Los países visitados son: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Perú y República Dominicana. Parte del trabajo de campo ha sido financiado por la Fundación Ford. Las ampliaciones de gran formato para la muestra itinerante que está recorriendo diversos países del continente americano se realizaron con la ayuda de Epson Argentina que ha puesto su impresora Epson Stylus Pro 9900 al servicio de este proyecto.

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Argentina, Buenos Aires, Nicole. 2009 Dice Pedro (alrededor de 40 años): “Fui a buscar a mi hijo menor para la foto, pero estaba durmiendo, así que me traje al hijo de mi vecina”.

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Brasil. Grande São Paulo, Suzano. Jardim Gardenia. 2011 Débora de Jesús da Silva, (28 años), empleada doméstica sin trabajo, y sus hijos Yuri, (1 año y 11 meses); Carla, (3 años); Gabriela, (6 años) y Vitória, (9 años) Dice Débora: “Vou pedir para aumentar a pensão, né. Com R$ 100 não dá pra viver e criar os filhos”.

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Haití. Canaán. 2011 Marie Erline Pierre Louis, 18 años, vendedora, y su hijo Frederic Fredelanole. Viven aquí tras el terremoto del 12 de enero de 2010.

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Ecuador. Azuay. Quingeo. 2011 María Alexandra Maita (27 años), madre soltera, trabaja en la agricultura; sus hijos Roxana Isabel (7 años), Carolina Alexandra (4 años), Carlos Ismael (2 años), Luis Fernando (1 año) y su abuela María Mercedes Chillogallo (79 años). Para la foto, la abuela se quitó las hojas de agchogcha de las mejillas: “Me alivian el dolor de los ojos. No tengo dinero ni para remedios ni para llegar hasta el hospital”



Honduras. Mirador de Oriente. 2010 Juan Andrés Matamoros Girón (49 años), guardia de seguridad, ahora desocupado; Santos Belarmina Rosales (43 años), limpiadora de hospital, y sus hijos Udin Rosales (18 años), Leidy Rosales (9años) y Fernando Rosales (7 años). Juan Andrés es analfabeto. Trabaja como guardia de seguridad armado, pero actualmente está desempleado. “Construí esta casa contra los muros de la colonia porque ya no podía seguir alquilando”.

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Nicaragua. Managua. 30 de Mayo 2010 José Natanael, (18 años), Oscar Antonio, (16 años), Ferdi Nasin Hamed, (10 años) y Misael Jesús, (3 años). Dice José: “Mi padre trabaja fuera de Managua en la construcción. Mi madre lava ropa. Yo cuido a mis hermanos, les preparo la comida”

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Colombia. Bogotá. El Recuerdo, 2011 Gloria Alaguna López (80 años), fileteadora en una empresa de confecciones. La comunidad la quiere y la apoya porque es la persona que fundó el barrio hace 30 años y una gran luchadora, preocupada por su comunidad. A pesar de lo cual, dice Gloria: “Hace poco me entraron ladrones y se llevaron unas cuantas cosas”

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Chile. Coquimbo. El triángulo. 2011 Alejandra Lorena Vivanco Rivera (31 años), casada, ama de casa y sus hijas, las mellizas Constanza y Ailine (7años) y Belén (11 años). Dice Alejandra: “La humedad traspasa la madera, sube y por eso se me enferman todos mis hijos”.

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LA COMPARSA DEL NEGRO DIAS Chino Leiva - Reportero grรกfico BARILOCHE


La Comparsa del Negro Dias, Esquiladores de la Patagonia. Durante 4 meses y en un viejo Mercedes Benz, el negro Dias recorre, junto a sus esquiladores y el resto del equipo de trabajo, la interminable Patagonia rionegrina y chubutense, esquilando miles de ovejas cada año. Con sus colchones y sueños al hombro, llegan a las Estancias en busca del primer galpón, donde acomodar sus pilchas y el mate, compañero fiel del interminable camino. Agachados, como quien no quiere ver el cielo, esquilan en turnos de 3 horas, a partir de las 7 de la mañana,

mientras el cocinero prepara a temprana hora, el primer asado del día, que será acompañado con unos humeantes amargos. Afuera el frío no te perdona. Entre sonrisas y gritos, estos artesanos de las ovejas van juntando sus fichas en una lata, ubicada sobre sus cabezas, como para no olvidar las promesas que dejaron servidas en la mesa de sus hogares. Una ficha, una oveja, una oveja un sueño... así hasta casi entradita la noche, que los vuelve a reunir, esta vez, junto al fogón, donde las historias danzan y se pierden en la inconmensurable Patagonia, para regresar el año siguiente. /112


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JOPARA PARAGUAY Colectivo a pedal - proyecto

Fotografías de Matías Barutta y Diego Marés (Bs. As.) “Por el borde del monte, por la orilla del río, por la comisura de los labios... Jopará” /122


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Jopará en guaraní quiere decir “mezclado”, y es precisamente esa mezcla entre guaraní y castellano que hoy prevalece como lengua de uso general en un Paraguay con una población mayormente mestiza. Pero más allá del mestizaje que recorre al Paraguay, Jopará es una construcción social única, tangible y visible, que rebalsa lo lingüístico y se impregna en los cuerpos y la cultura de un pueblo sin olvido, donde la brecha entre ricos y pobres es inocultable y la democracia se encuentra maniatada. Nuestras lentes, como un machete oxidado y sin filo, inagotable en su labor, abren camino entre la maleza que oculta al Paraguay. Un lago azul de canciones donde flotan leyendas y grandezas de pescadores;

un desierto verde entrecortado por picadas donde deambulan “poras” al caer la noche y nada se oye más que esa música, sabor a fiesta de copetín, en la lejanía. La Patria, una isla perdida entre fronteras en un Chaco hostil y a la vez hospitalario. Allí donde todos son pasajeros y nadie es de ningún lado, el silencio se comparte en torno al tereré fresco que aliviana el agobiante calor de la intensa jornada de trabajo. La fragancia del burrito, la frescura del quebracho y la fortaleza del lapacho. Yuyos pa´ curar y caña pa’ brindar por alguna nostalgia perdida o por la pasión de esa muchacha de dulces curvas, ojos negros y tez morena. En un mercado flotante, navegamos por /124


el río Paraguay. Sus tibias aguas corren de norte a sur y dividen al país entre Chaco y Oriente, mientras que las vetas de oro atraviesan de este a oeste los frondosos cerros del departamento de Guairá y los condenan a una muerte a cielo abierto. La cal y el cemento de Vallemí no alcanzarán para reconstruir lo irreparable en un país donde un 2% de la población posee un 70% del territorio. Un país de repartos injustos, donde los campesinos sin tierra valerosamente enarbolan la resistencia pasiva de aquel que sabe esperar, con el monte como guardián, y en busca de una sociedad más orgánica y equitativa. Por este Paraguay profundo transitamos, intentando desgranar a ese ser ligado al

monte y contrariado con el sojal; de raíces originarias y adoctrinado en el cristianismo; vocero terrenal en la dicotomía entre campo y ciudad; poseedor de la robusta sabiduría de vivir con la tierra y contra la correntada.

Imágenes tomadas entre el 15 de Abril y el 15 de Junio del 2011 en Asunción, Estancia la Patria, Filadelfia, Capiibary, Colonia Independencia, Paso Yovaí, Troche, Concepción, Vallemí, Aregua, Ypacaraí, y por los ríos y caminos del Paraguay.

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“…Y los sueños aparecen en las páginas de Jopará. Sin apuro, las fotos recorren un Paraguay que nace para Occidente como un territorio de mixturas, de cuerpos que se enfrentan y se entrelazan, se violan y se gozan… Ese territorio ardiente de sol y de cuerpos mixturados, ese mestizaje permanente que se da en Paraguay con sexos enfrentados y de naturaleza desafiada por el fuego, fue captado en profundidad por Diego y Matías en sus retratos. Y así lo corporizan en la extraordinaria expresión de los rostros preexistentes, que estaban allí, y de otros que vinieron a través de los mares y que esa tierra mestizó. De allí el nombre: Jopará. El castellano de Cervantes rodeado por el guaraní, reafirmando la mixtura de culturas, el mestizaje de unos y otros y el choque brutal del progreso erosivo sobre la selva devorada por el lucro irracional que convirtió al Paraguay en el país de América con la mayor tasa de deforestación… Las fotos de Diego y Matías me devolvieron a esa tierra hermosa y doliente… Espero que los lectores puedan advertir y gozar con la sutileza de las imágenes el hermoso viaje que propone Jopará, por el rojo corazón americano.” Marcelo Valko

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“¿Y después?” Paraguay, tierra roja, como la sangre que la trabaja y que la tiñe. Grandes latifundios y los sin tierra entrelazándose en la constante lucha por y contra la propiedad. Los pocos incluidos y los vastos excluidos redefinen lo que les queda aventurándose a vivir o a sobrevivir en una tierra de repartos injustos por excelencia. Un Estado definido por sus aguas: el Pilcomayo, el Paraguay, el Apa y el Paraná Guasú; venas mestizas que se desangran caudalosamente cuando el privado se afianza en la economía. Una nación que crece mirando al otro lado del río, mientras el monte agoniza en nombre del progreso y los transgénicos se comen de a poco al pueblo. Trashumantes de la desgracia, las guerras de la Triple Alianza y del Chaco diezmaron su población, hasta convertir niños en soldados en pos de una patria traicionada por su misma sangre latinoamericana. Puñales que dejaron su marca en el incipiente estado paraguayo, como la perpetua mentira democrática de Stroessner por más de treinta años. “Ellos trajeron las cosas, antes no había cosas”, relata una anciana tupí-guaraní. Occidente, abrazado al cristianismo, trajo un nuevo dios para llorar, mientras que saquea el monte, y con él, a una cultura que no encuentra en el dinero un medio para proyectarse. Imágenes que explotan frente a inquietas miradas y dulcemente, el guaraní, les da su sonido y su voz. Colorado, de izquierda o liberal; indígena, menó, rapaí, paragua, kurepa… la mulatez de la tierra recorre la blancura de las manos. Polkita paraguaya, whisky paraguayo, sopa paraguaya… jopará. El nacionalismo enfrentado al éxodo masivo. Armas y mujeres, machismo, deforestación, turbias fronteras, contrabando, comercio de puchero e impunidad cotidiana. Marihuana y soja, “Paraguay forexport”; y el comercio interno alcanzando niveles inocentemente dañinos. La ausente legalidad de un Estado de derecho, recompuesta sin violencia en el día a día. Hoy, en el “Paraíso de Mahomet”, en ese Paraguay que no fue, un originario se lanza con agua sobre el parabrisas de un auto en Ciudad del Este, mientras que las grandes corporaciones definen el rumbo de un país que a los ojos del mundo merece ser agroexportador de primera, siquiera para que al menos exista. En el olvidado patio trasero de Latinoamérica, la serenidad y la hospitalidad extrema de un pueblo oculto bajo un profundo mirar: el Paraguay rebosa de vida en su tranquilo andar.

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DES CON SOL HADA MENTE: MEMORIA DEL DESARRAIGO Milena Amaya, Colombia


“Des con sol, hada, mente”. Juan Gelman Reconstruir la memoria para pensar desde el presente la sensación opresiva del pasado… del tiempo cercano y lejano que juega siempre en nuestras manos y llega para cuestionarnos, refutarnos, incriminarnos o salvarnos, no lo sé. El desarraigo fue una palabra que transitó mis pensamientos durante días y noches, fue como un escudo y una espada, una justificación del sin sentido, un pretexto para pensar en la libertad, en no poseer nada, ni ser poseído, fue como gritarle a todos que puedo marcharme sin dejar huella, sin dar explicaciones, sin pedir excusas ni adelantos de afecto. Sin embargo fue también reconocer que la huida puede ser menos simple de lo pensado, que la muerte está siempre a un paso de mi mirada y qué más allá de todo pretexto estamos inmensamente solos, pero necesitamos sentirnos atados al mundo, no sé si estos cuestionamientos tienen que ver con la condición del autoexilio, o son sencillamente inherentes a mi descreimiento por lo vital. Ilmer decía “la vida tiende a la vida”, pero él ya no está, se fue, desapareció y nos dejó a todos pensando en que tal vez se había equivocado y nosotros tratábamos incansablemente de recomenzar. Una vida sin pasado parece la excelente huida, el pretexto para inventarse unos nuevos escenarios, una nueva fantasía… pero no sé viaja sólo cargado de maletas, se viaja cargado de memoria, de olores, de lugares y cuerpos conocidos, se viaja cargado de tiempo, de añoranzas, y deseos. Es curioso como todo se transforma y permanece, como todo se mueve dentro de mil dicotomías, soy lo que era antes, pero también soy lo que soy ahora, soy el desarraigo, pero también la permanecía, soy la incredulidad, pero también el convencimiento, soy esta mezcla confusa e imprecisa de imagen y palabra, de lealtad y engaño, de búsqueda y estatismo. En medio de todos y de todo me reconstruí, me encontré, tal vez esto hace parte de un extraño rito personal, ese deshacerse de uno mismo para ser otro y visceversa, lo único que importa es que sigo aquí para enunciarlo y hacerlo cíclicamente hasta el cansancio, por aquello de que tal vez y sólo tal vez la vida tiende a la vida. Buenos Aires, septiembre 27 de 2011 Agradezco profundamente a Carlos Bosch por abrirme una puerta a la expresión fotográfica y ayudarme a extrapolar en su momento mi desarraigo. Biografía Fotógrafa Colombiana radicada en Buenos Aires. Interesada en los procesos de comunicación a través de la fotografía y la palabra. Ha desarrollado propuestas formativas en literatura y fotografía con niños y jóvenes. Actualmente desarrolla talleres fotográficos y trabaja en proyectos visuales de carácter personal.

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milenafotografia@gmail.com /137


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PROXIMO NUMERO Abril 2014

MEXICO

EnvĂ­os de Trabajos: bexbariloche@gmail.com

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