ANAQUEL.Nº7.MAYO.2013

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ANAQUEL did gital Nยบ. 7

REVISTA DIGITAL DEL CENTRO DE ADULADU TOS DE SANTANDER

Mayo de 2013


Edita: Centro de Adultos de Santander Coordinación y realización: Julio Díaz Edición nº 7. Mayo de 2013 Portada: La Grúa de Piedra de Santander. Autor: Tito González (4º ESPA)


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ÍNDICE Opinión 2 Conversamos con… 4 Día del libro 7 Visto y oído 16 Visitas culturales 19 Creación literaria 22

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Opinión

Entre cifras anda el juego De 800 a 15.500 y de 90 a 70. Y ustedes pensaran… ¿Esto es un problema de logaritmos? Más bien es un ejercicio de nuestro gog bierno con la DGT por aumentar, y a mí pesar así será, las arcas tan despobladas de dinero con las triquiñuelas quiñuelas de sumar recaudación a costa de los ciudadanos de a pie. El nuevo carnet net de conducir pasará a tener 15.500 cuestiones en la base de datos, una cifra a mi manera de ver, bastante elevada a las que comúnmente se utilizaban hasta la fecha, alrededor de unas 800. Además de esto, los exámeexám nes teóricos serán individualizaindividualiz dos y el práctico constará de 25 minutos con una conducción autónoma y unas preguntas sobre mecánica como dónde nde está est el líquido de frenos, el del limpiapalimpiap rabrisas, etc… Si para muchos el

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obtener el ya antiguo antig carnet les suponía una auténtica lucha diaria con sangre, re, sudor y lágrimas, ahoah ra se va a convertir en una carrera universitaria, con prácticas de los mecanismos de un autoaut móvil y solo para gente con un alto poder adquisitivo, adquisitivo que puedan permitirse el dejarse los cuartos una y otra vez. Pero esto no finaliza aquí. Para máás inri a partir de primavera las carreteras nacionales de menos de 1,5 metros de arcén bajarán el límite máximo de velocidad desde los 90 km a 70 km. Y todo esto… ¿Con qué fin? SupuestaSupuest mente según nuestro tro gobierno pap ra paliar los accidente dentes que se producen por estas carreteras y así bajar la siniestralidad dad. Pero un dato curioso que me viene a la mem moria es la exención del uso de cinturón de seguridad de los taxistaxi tas, ¿Son acaso inmortales inmo los conductores de taxi en caso de


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colisión a 50 por hora en ciudad?. O ¿ess que ellos tienen un “K.I.T.” en su coche? Esta primaveraprim verano muchos se frotarán las mam nos viendo como sube el “money” de la recaudación y dando do carta blanca a la imposición de más raadares, que esta vez sí, saldrán rentables en esstas sendas secundarias porque es más fácil conntrolar velocidades locidades que costumbres y hábitos tos de conducción;; es más fácil atacar cosas difíciiles de sancionar. Y es que, que no lo dude abbsolutamente tamente nadie: todo lo que es fácil de verificar, ficar, es fácil de sancionar. ar. Y lo que es fácil de sancionar, cionar, es fácil de cobrar. Así que como si de un gran Casino se tratase, con un letrero l bien voluminoso so donde pone en grande de “Jueguen y ganen ”, ” podría empezar la nueva campaña paña publip citaria engañosa induciendo duciendo a las personas a jugar sobre las carretecarret ras del territorio nacioonal, o con

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otra frase tan conociida para sacarse el carnet de conducir, ducir, que los asiduos a jugar gar a la ruleta rul conocerán…“Hagan juego señores”. Una vez más no nos quequ dará mas remedio que jugar tarde o temprano no a una de las 2 nuevas directridirectr ces que nos imponen sin preguntarnos pregu qué nos parece. par Total; no nos ven como persopers nas sino no como c ganado al que exprimirle e hasta el último alienalie to; nuestro nue último billete. Las puertas del Gran Casino Cas se han abierto para todos los lo españoles, pero no olviden den que todo está est confinado finado para que tengamos que percibir, sentir y esscuchar la famosa frase se de… ”Gana la banca señores”. César Álvaarez García (Accesos a CC FF Grado Superior) Ilustraciones: Portal informáático de la DGT


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Conversamos con

Irma de Félix: polifacética y artista En un mundo hipertecnificado y que se mueve a golpe de crisis económicas y de muchas frustraciones personales, sorprende que haya personas que vuelvan sus ojos hacia el arte y la literatura. Y no se trata de dilentatismo barato ni de esnobismo oportunista. Es E la imaginación y la intuición como forma de vivir, como forma de alcanzar lo imposible,, de dar respuestas a un mundo lleno de contradicciones, de puntos oscuros y de lugares comunes.. Pero también es el esfuerzo cotidiano, la dedicación indesmayable y el interés por la perfección. perfección. Alma de artista y espíritu de creador. Irma de Santos ha hecho del arte y la literatura una forma de estar es en el mundo. Y el mundo es muy grande y tiene muchas perspectivas, muchas aristas: dibujo, pintura, guiones cinematográficos, narrativa, interpretainterpret ción… Todo es imaginación, intuición, trabajo y dedicación. dedicación Las palabras están aquí ya dichas y dispuestas para ser leídas. leídas Leemos y tomamos nota. Irma, para empezar, nos gustaría que te presentaras a tus compañeros; que nos hablaras de los estudios que cursas en el Centro y por qué estás en el CEPA. ¿Cuáles son tus proyectos más inmediatos desde el punto de vista profesional o académico? Hola Julio; antes de nada querque ía darte las gracias por esta entrevista (que hace que me

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sonroje) y por tu interés po mis dibujos. Estoy preparando el acceso a un modulo de gragr do superior y también me ese toy preparando la prueba de acceso a la universidad. ¿Por¿Po que estoy en el CEPA?, me ini toxiqué. Trabajaba desde hacía quince años restaurando antiant güedades de porcelana y cerámica y sufrí dos intoxicaintoxic ciones en un año con los propr ductos con los que trabajaba,


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que son altamente tóxicos, por lo que no puedo volver a resre taurar. Busqué alternativas y apareció el CEPA. Apruebe o no, en mayo o junio, estoy sas boreando el placer del estudio y la satisfacción personal de los aprobados y eso para mí m ya es lo más importante. Si apruebo, mi idea es cursar el módulo superior de artes plásticas y diseño.

Nos ha llamado la atención tu faceta artística. Sabemos mos que eres una persona polipol facética; has hecho incursiones cursiones en la pintura, el dibujo, el teatro... o... ¿Cómo nace esa vocación en ti? No nace; siempre ha estado ahí. Desde esde cría siempre me gustó dibudib jar y en el colegio era la única asignatura en la que destacadestac ba, el dibujo. El único diez que yo he sacado en toda mi carrecarr ra de estudiante (hasta el bab chiller), fue en dibujo bujo y de mam nos de un profesor sor muy estricestri to que nunca pasaba saba del 9.

¿Un artista "se hace" o "nace" con la vocación? ¿En qué tanto por ciento

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influyen los genes o la ini fluencia de la familia? Creo que un artista realmente "nace" (partiendo de la base que yo no me considero una artista). Aunque creo que el medio influye significativamensignificativame te. Ell 80% está en los genes, tanto en el arte como en otras facetas de la vida. ¿Cuántos ¿C de nosotros, por mucho que ene trenásemos, semos, estudi estudiásemos, ect., llegaríamos amos a ser Messi, Calderón n de la Barca, Goya... Sinceramente inceramente creo que ninguning no, porque hay cualicual dades que vienen dad das, no se pueden aprender. Pues como bien dice el escritor Alemán Hermann HesHe se en su mejor obra Siddhartha : "El saber se puede transmitir a los demás;; la sabiduría no".

Tenemos entendido (o quizá estemos equivocaequiv dos) que, aparte tus estue dios en el CEPA, asistes a clases de pintura o dibujo. Cuéntanos cómo te arrearr glas para hacer compatible esas dos facetas. Si, efectivamente vamente acudo acu dos días as por semana, en horario de tarde, a clases de dibujo con


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un joven pintor ruso, uso, que es un fenómeno en todos los sentisent dos, ya que tiene una visión muy peculiar de ver el arte y la vida y lo más importante de todo, es que siente e verdadera pasión por lo que hace. Con éstas clases intento aprender las diferentes técnicas del did bujo jo y del color, para poder aplicarlas en mis traabajos. Casualmente sualmente la academia, está en General Dávila, muy cerca del CEPA, por lo que no estoy obligada a grandes desplazaamientos.

¿Cómo está el mundo del arte como forma de vida? ¿Se puede vivir del arte? Hasta prácticamente un año, yo vivía en cierta manera del arte, con mi trabajo de restauresta radora. El arte al que haces referencia, que en la mayoría de lass ocasiones yo no lo conco sidero así, da de comer a unos pocos privilegiados, que saben moverse muy bien en ése mundo, lo cual es tanto o más importante, que su propia obra.

Hemos comprobado que en

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tu currículum figura tanto el dibujo como la pintura. ¿Con cuál te identificas más? ¿Son técnicas absoluabsol tamente diferenciadas? Te decimos esto porque hemos visto que en ocasioocasi nes combinas las dos mom dalidades. Personalmente lo que más me gusta es el dibujo; dibujo es la técnica utilizada con la que me siento más cómoda.. También me gusta ta la combinación del lápiz con el color. Las diferentes rentes gamas cromáticas ticas las realizo con pastel, acrílico, pinturas ras de palo y en ocasiones siones incluso con el ordenador. El dibujo y la pinpi tura, no tienen nada que ver en su realización, pero para poder pintar hay que aprender primero a dibujar, por lo que ambas mbas son insep inseparables.

También comprobamos que en algún momento realizas composiciones a través del escáner. Es decir; compocomp nes dibujos, los escaneas y luego los repasas con pinpi turas. Creo que así lo has hecho en las dos ilustracioilustraci nes que hiciste para ANAAN QUEL y que tenían que ver


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con la tauromaquia. CuénCué tanos con detalle cómo lo has hecho; seguro que a más de un lector le intereinter sará esta técnica. En realidad sólo lo hice en una de ellas, la otra a está realizada en pastel. Básicamente sicamente se trata de una ilustración dibujada a bolígrafo en una cuartilla, que posteriormente y una vez ese caneada, procedo a colorear con los difeerentes pinceles, texxturas y herramientas que me facilitan proogramas de edición n como Photoshop, Illustrator, tor, etc.

¿Y qué nos dices de esos retratos que haces únicamente mente con bolígrafo o lápiz? ¿Se pueden consideconsid rar bocetos, ejercicios de aprendizaje, "caprichos" de artista o simplemente son composiciones que no ada miten "retoques" o figuraciones en color. Simplemente son cosas que se me ocurren sobre la marcha, en momentos en los que tengo mucha predisposición a dibudib jar. Casi siempre ocurre cuancua do estoy sentada en el sofá relajada, aunque va por temte poradas. Sobre todo influye mi

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estado anímico. Sii es alto, me apetece mucho dibujar, imagiimag nar, etc. Sii es bajo, las ganas desaparecen por completo. Por eso entiendo en cierto modo, la ingesta de cualquier tipo de sustancia a la hora de desarrodesarr llar un cuadro.

Y ahora la pregunta "a bob cajarro" que se hace a menudo m a los pintores y que exige una repuesta inmediata; diata; ¿Pintura figurativa o absab tracta? ¿Con cuál te identificas? ¿Se pueden compaginar ambas? Pintura que me guste, sin etiquetas, aunque es el imi presionismo la técnica nica que más me gusta y a mi modo de ver la más difícil. Cuando uando veo un cuadro, simplemente me gusta o no me gusta, independienindependie temente de la técnica, el autor, el precio, etc. Desde luego que se pueden compaginar ambas; ambas en el arte los límites los ponen tanto o el autor, como el cliente final.

La crisis es hoy día el mam yor quebradero de cabeza para las economías y ameam


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naza la estabilidad social de muchos países. Pero no parece que sea así en el mundo del arte (me refiero al Arte con mayúsculas, claro). Hace dos s años se dice que fue el magnate rur so Abramovich el que ada quirió, en secreto, el cuado de Picasso «Desnudo, hojas verdes y busto» por... ¡106 millones de euros! ¿Qué pasa con el mercado del ara te? ¿A más crisis, más coticot zación del arte? ¿Dónde está el techo o de las obras artísticas? En todos los órdenes de la viv da, el techo está donde quiera quier situarlo el que va a pagar. ¿Cuánto nto vale una botella de agua?... Pues ues desde 0,50 € a 3.000 €; ¿vanidad?, ¿exclusivi¿exclusiv dad?, no, simplemente si ala guien paga por ello, es que indudablemente es su precio.

En fin, Irma; ya nos metemet mos en un terreno complicompl cado y que da para mucho

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juego. Y ese no era el objeobj tivo de esta pequeña ene trevista. En todo caso sería materia para un comentacoment rio o artículo en otra secse ción de esta revista. Por cierto, tú también haces incursiones en el artículo periodístico y en el ensayo, y los lectores de ANAQUEL han tenido ocasión de comprobarlo en números anteriores. Así que te lanla zamos el reto... De momento, quedan aquí tus palabras y tus realizarealiz ciones artísticas para que todo el mundo pueda comco probar de primera mano tu talento y vocación. NosoNos tros te damos las gracias por todo ello y te deseamos un buen curso y mucha suerte en todo lo que eme prendas en el futuro.

Ilustraciones originales de Irma de Félix: http://arribayabajoproducciones.wordpress. com/el-rincon-de-irma-2/dibujos/ 2/dibujos/


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Día del Libro

Imaginación y reflexión Como cada año (y van ya 25), la jornada del Día del Libro es un motivo para vivir la cultura con entusiasmo y con espíritu creativo y participativo. Lecturas, representaciones, ventas de libros, charlas-coloquio, charlas coloquio, concursos, fotografías, diseños… todo se hace con ese afán imaginativo y lúdico. Una fiesta para la palabra, la imagen, el pensamiento y la cultura en libertad. La “Sopa de cuentos” resume mucho de ese espíritu imaginativo y creaticreat vo. Son reflejos y chispas chispa lúdicas, sentimentales, es, reivindicativas, críticas o sentimentales, que se expresan mediante la palabra y la sensibilidad indiind vidual, ante un término o un concepto seleccionado al azar. Aquí os ponemos los resultados de esa fiesta imaginativa y creativa:

La calma es siempre una buena opción para no perder la paciencia. Una madre y una capa todo lo tapan. Con mis sueños encontré un manuscrito. Quiero ser marioneta marioneta para que tires de mis hilos. Me gusta ser una grácil marioneta en el imperio de la libertad. Agua, líquido no dorado, pero sin ella no existiría el planeta Tierra. En lo más profundo del bosque encontré la esencia de la vida. Con un rayo de luz iluminaré tus sueños oscuros. Llámame si me necesitas, llámame si estás en apuros. Pero solo llámallám me si tienes ganas de verme.

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La princesa del saber es la curiosidad. De luz y esperanza se vive la vida. Y de repente cayó la noche y el aire se llenó de amor brujo. Tres deseos tengo: amor, felicidad y alegría. En mi corazón tengo un botín para compartir mis sentimientos. Madre, cariño, te quiero mucho. Me pierdo en tu mirada, boca, sonrisonr sa, alegría y amor. Tus pensamientos se desvanecen en tu cabeza como la espuma. Con la brisa de la memoria empujan las palabras. Una vez se reunieron todos los sense timientos de los hombres. Seré ladrón de todos tus pensamientos. Si fuera pirata navegaría por todos los mares conocidos por si encuenencue tro nuevos rumbos. El mejor compañero, un buen libro. Ladrón, me robaste mis sentimientos y espero recuperarlos. Santander y los vientos en un pergamino se pueden leer. Gracias a Miguel de Cervantes estamos hoy aquí conmemorando este día. Muchas gracias a Julio, que es un caballero además de maestro. En una novela de hechizo de amor me sentí feliz.

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No volveré a sentir miedo. En el planeta Tierra se creó el mundo. Un amigo es un tesoro que tiene un valor superior al oro y al diamante. La vida es un regalo. Leer es una torre de sabiduría. En los jardines de los libros siempre hay algún fantasma. El viento del este sopla una nueva sopa. La tormenta, la calma…leyendo no hay tormenta. Llevo dentro de mi alma tu gran amor. En lo alto de la cumbre, pensé detenidamente tantas y tantas cosas. Nadie es una isla. ¡No me cuentes historias! Esto es una ruina y de este pozo en el que ese tamos metidos no sé si podremos salir. En la selva de los sentimientos, el amor es el más fuerte. La vida no se vive por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento. El hilo de la rueca de los sueños de todos nosotros. Sueño a menudo que formo parte de un mundo mejor. Con estos cuerpos ¿cómo tendremos el alma? No tengas miedo de seguir tus sueños.

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La lectura es un pozo de sabiduría. La bruja de mis sueños me hizo tener mucho miedo cuando era pequepequ ña. Un hombre sin sonrisa es una ruina. No me olvides en el castillo. Te gustaría soñar dentro del libro de mi vida. vida. El imperio de la lectura. Te escribiré una carta contándote mis sentimientos. Sueño a menudo que vengo a clase porque lo pasé muy bien, pero ahoah ra no puedo. Los cuentos, ni cuestan dinero, ni cuesta esfuerzo narrarlos. Te llevaré a mi isla desierta metido en mi corazón. Con tu encantamiento me hechizaste y volé al viento. Al alba de media noche nací yo. Es divertido coger un libro de leyenda. Querida tía Christina: tengo impaciencia por ver a mi nueva prima Anabella, que todavía está en tu vientre. Besos a ti y a Anabella. Os quiero mucho. He empezado a leer un maravilloso libro que me ayudará a seguir el camino. Me gusta ver el globo subiendo al cielo.

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Me gustaría leer sin vergüenza.

Transcripción: Cristina Fernández Gallo (Jefa del Departamento de Actividades Culturales)

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Día del Libro

La vida secreta de los objetos Todo empezó como un ejercicio escolar. escolar See trataba de tomar un objeto cualquiera (habitual, cotidiano, casi intranscendente) y ofrecer al lector una visión nueva, imaim ginativa, audaz, insólita. Los resultados son espectaculares; los objetos toman una nueva vida, un nuevo aliento y una perspectiva renovada. Casi parecen otros seres; más cercanos a nosotros, más vivos, vivos, más entrañables. En definitiva, se ha producido una transformación creativa por medio de la sensibilidad imaginativa del escritor. De este modo, cada objeto es único e intransferible, a través de la mirada de su dueño; ya no hay dos seres iguales; todos tienen una “vida secreta” y “personal”. La transformación ha dado lugar a una verdadera “revelación” de lo que son las cosas que nos rodean. Todo parece insólito e imprevisto; estamos casi en otra dimensión de la realidad. Ahora, casi se podría decir que los objetos toman el aspecto y el espíritu de una persona; de un ser cotidiano que nos acompaña cada día, que nos observa y se deja observar paciente y humildemente. Ahora todos estos objetos-seres nos resultan imprescindibles; ya no los podemos dejar de lado; no podemos prescindir de ellos. Se han ganado nuestro reconocimiento, nuestra admiración y hasta nuestro cariño. También se ha operado en nosotros esa transformación mágica; somos otros y vemos las cosas de otra manera… Enhorabuena y felicitaciones para los escritores/observadores. escritores/observadores Ahí os quedan una muestra de estos objetos y sus múltiples “vidas secretas”.

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Visto y oído

Arte y feminismo El día 4 de marzo, y en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer TrabaTrab jadora, tuvo lugar en el CEPA de Santander una conferenciaconferencia coloquio a cargo de Dña. Marta ManMa tecón, experta en Arte ContemConte poráneo, profesora de la UNATE y comisaria y gestora de proyectos culturales, comunicación, investigación, y escritura de arte contemporáneo y de género. La conferencia, ferencia, que tituló: “Cuando lo personal fue político. Notas sobre bre arte y feminismo”, feminismo” captó el interés del público gracias a las muestras de pintura antigua, mom derna y contemporánea proyectaproyect das, al análisis de la presencia de la mujer como artista y como mum sa en la Historia de la Pintura, y a

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la amenidad expositiva de la pop nente. La profesora comenzó exe plicando mediante sencillos ese quemas como el término tér “feminismo” significa igualdad entre hombre y mujer, y que en absoluto es lo contrario de machismo, -esto es el hembrismo-.. Mostró y coc mentó distintas imágenes en las que la presencia de la mujer asomaba as a los ojos del especespe tador de un modo totalmente opuesto a la del hombre. Así, por ejemplo, llamaron nuestra atención varios cuadros en los que se representaban hombres en plepl na lucha y, junto a ellos, bastante apartadas, agachadas y simplesimpl mente sufrientes pero inactivas, ina unas cuantas mujeres que la prepr senciaban esperando horrorizadas horror su desenlace. Nos presentó tamta


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bién otra obra contemporánea en las que los tonos predominantes predomina son el rosa y el azul, en una imaim gen dividida en ambos tonos. En la zona azul hay un niño rodeado r de objetos que simbolizan sus juegos, aficiones, hobbies, instruinstr mentos de trabajo, herramientas… en todos los tonos de azul de la escala crómática, que representan la actividad, la fuerza, la frialdad, la intelectualidad, frente a los juegos, las ropas o los utensilios de las mujeres, representados en el lado opuesto por el color rosa: lo dulce, lo suave, lo inactivo, lo consideraconsider do siempre femenino. Durante aproximadamente 65 minutos, la profesora Dña. Marta Mantecón fue mostrando distintas obras, tanto de pintura como de fotografía fía , y pequeños cortometrajes conducentes a ded mostrar los datos que había ofreofr cido al principio de su ponencia: cómo las mujeres son más musas que artistas y cómo la presencia de éstas como artistas apenas se percibe en libros ni en estudios especializados. s. Concluyó mosmo trando la obra de Judy Chicago, titulada The dinner party, party que presenta una mesa con forma triangutriang lar, que contiene en cada cateto,

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respectivamente, los nombres y la simbología referente a trece mujemuj res relevantes en tres grandes époép cas: en uno de ellos, las mujeres desde la prehistoria hasta el munmu do grecorromano, en el segundo, desde los inicios del cristianismo hasta la reforma protestante, y en el tercer cateto o ala de la mesa, desde la conco quista de AméAm rica hasta el inicio de la lul cha por po los derechos de la mujer. Al finafin lizar su confeconf rencia, la propr fesora, que es también coaucoa tora del libro Damas Ilustres, Ilu Mujeres dignas. Algunas Alg historias extraordinarias del siglo XX en Cantabria,, editado por la Dirección ción general de la Mujer del Gobierno de Cantabria, nos exe plicó como ella misma había eleel gido la obra precedente como porpo tada del mismo –nosotros, nosotros, en el CEPA, la hemos incluido también en la exposición posición de libros relativa a esta celebración, que hemos titutit lado LAS MUJERES EN LA LIL TERATURA, con una selección de novelas, relatos u obras de teate tro que contienen en su título nombres de mujer- y dio paso a un ameno y breve coloquio que contó con la intervención de varios de los interesados asistentes.


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Asimismo hemos completacomplet do la celebración del Día Internacional de la mujer Trabajadora con una exposición realizada por el Departamento de Sociedad ded dicada a ilustrar con explicaciones e imágenes el origen de esta efeméride y su vigencia en nuesnue

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tros días. Dicha exposición puede ser contemplada en el pasillo pa “María Blanchard” del CEPA de Santander. CRISTINA FDEZ. GALLO (Profesora CEPA Santander)


Visitas culturales

Salida cultural al oriente de Asturias Organizado por el taller “VIAJE POR EL TIEMPO A TRAVÉS DEL ARTE” se realizó una salida, al oriente de Asturias, el 11 de abril de 2013. El grupo va bien dotado de ánimos y sobre todo, de paraguas. Salimos de Santander con el cielo encapotado y con algo de lluvia. A lo largo del camino, llovió con diferentes intensidades. En unos momentos lució el sol, aunque en otros estuvo cubierto de nubes. En fin; un tiempo propio de la primavera en estas tierras.

Plano del conjunto monacal

Tras una breve parada en Villaviciosa, llegamos a Valdedios, enclavado en la parroquia de Puelles, concejo de Villaviciosa. Allí, además de un monasterio, hay dos iglesias: la iglesia de san Salvador y la de Santa María.

Vimos, en primer lugar, la iglesia de San Salvador de Valdedios, conocida popularmente como “El Conventín”. Es de finales del siglo IX y fue mandada edificar por Alfonso III. Esta iglesia engloba algunas de las características más significativas del arte prerrománico asturiano. Fue consagrada en 893 por siete obispos, según consta en la inscripción de su fundación, que aún se conserva en una lápida de mármol empotrada en el exterior de la cabecera. Dispone de planta basilical, totalmente abovedada, con tres naves y tres ábsides de la misma anchura que las naves y un compartimento superior sobre cada uno de ellos, a los que no se accede desde el interior de la iglesia; sólo el central tiene una gran ventana al exterior. En el interior se conservan algunos restos de pinturas, que nos permiten imaginar su aspecto original, formado básicamente por dibujos geométricos y vegetales. El Conventín se trata de uno de los monumentos asturianos, que


ha sido menos modificado, a lo largo de la historia. Fue declarado Patrimonio d ela Humanidad en 1985. En el siglo XIII se construye el monasterio cisterciense de Valdedios, uno de los conjuntos más relevantes del arte medieval asturiano. Los primeros monjes que habitaron este frondoso y verde valle asturiano lo bautizaron con el nombre de Valdediós, «Valle de Dios». En nuestro recorrido particular, primero visitamos la iglesia de Santa María y, a continuación el monasterio. Éste se organiza en torno a un claustro –reconstruido tras un incendio en el siglo XVI-, que cuenta con dos pisos. El inferior con arcos de medio punto sobre columnas elevadas encima de un podio corrido. El superior, de arcos carpaneles y antepechos macizos. La tercer planta, de estructura adintelada, es ya de hacia 1776-1777.

Y seguía lloviendo… Fuimos a comer a Ribadesella. La mayoría comimos en el restaurante “Cuetu”, en la zona del puerto. Nos atendieron muy bien. Otros fueron a comer por libre. Por la tarde nos trasladamos hasta Ribadesella para visitar la Cueva de “Tito Bustillo”. Ya

dejó de llover, de momento, y hasta lució el sol. Allí, visitamos la cueva en tres turnos. Mientras el primer grupo veía la cueva, los demás visitamos el Centro de Interpretación, que está situado muy cerca de la cueva.

La cueva de “Tito Bustillo” Está considerada como uno de los mejores ejemplos de Arte Rupestre Paleolítico. En julio de 2008 fue declarada, junto a otras cuevas del Cantábrico, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, debido a sus extraordinarias representaciones de Arte Paleolítico Rupestre. Fue en abril de 1968 cuando un grupo de espeleólogos acceden a la cavidad y se encuentran, por casualidad, con las figuras grabadas y pintadas en las paredes. El nombre de la cueva se debe a que uno de los integrantes del grupo, Tito Fernández Bustillo falleció en un accidente de montaña, apenas dos semanas después del descubrimiento y como homenaje póstumo se bautizó la cueva con ese nombre. La entrada actual a la cueva se encuentra en el lado contrario a la entrada natural. Caminamos unos 700 metros hasta llegar a la zona de las pinturas que se muestran a los visitan-


tes. Hay pinturas por toda la cueva, pero solo se ven las de un gran panel, que es el que más representaciones contiene. El trayecto nos hizo estar muy pendientes del suelo que pisábamos, pues estaba bastante embarrado y resbaladizo. Esto era debido a que la cueva se había inundado la semana anterior. La dificultad para caminar y la poca luz que se requiere para su conservación, hizo bastante complicada la visita; pero en todo caso, mereció la pena; por supuesto.

El Centro de Interpretación El Centro de Interpretación de Arte Rupestre nace con el objetivo de convertirse en un centro de divulgación de los conjuntos artísticos de la Cueva de Tito Bustillo. Su moderna concepción, basada en las técnicas más novedosas y atractivas, hace interesante la visi-

ta y permite conocer zonas que no se ven en la visita ordinaria a la cueva. Tras una pequeña explicación del contenido y la disposición del Centro de Interpretación, cada uno fue a “su aire”. Hubo tiempo suficiente para verlo bien, pasear, etc., ya que hubo un tiempo de libre disposición. Luego regresamos a Santander y, a lo largo del camino, igual que a la ida, hubo: sol, lluvias torrenciales, nubes y de todo. Llegamos bien y pensando en la próxima salida, ya que en esta ocasión hemos visto dos lugares considerados Patrimonio de la Humanidad, y eso no se ve todos los días. Felicidades a las profesoras Mª Eugenia y a Cristina, y sabed que estamos muy animados a seguir aprendiendo y disfrutando. Paulina López


Creación literaria

CUENTO 99. CUENTO ZEN PREFACIO: En la jaula las cosas parecen seguras. Se cree que lejos nos espera una intempestiva jungla de vacíos y dolor. Se prevé inmundicia, lamentos, culpas, se idealiza la propia cueva como un lugar lleno de tan solo pequeñas molestias. Si Platón hubiera dicho lo contrario... Si hubiera callado, otros habrían inventado ejemplos similares, que a su vez otros habrían copiado. El problema está en romper las cadenas, las paredes, la ceguera primigenia, y ver que una persona, en realidad, solo está sujeta a sus aprendizajes pasados y posibles. Si los pasados imposibilitan los posibles, el futuro se convierte en algo mecanizado, repetitivo y lleno de dolor ante la incertidumbre de un posible cambio. Se verán futuro y presente llenos de temores y dudas que se niegan a sí mismas. La cadena es lo preestablecido, lo que nos cuentan y no revelamos su verdadera causa, asimilándolo como verdad inamovible. Los grilletes son la búsqueda de la seguridad, del amparo, de la certidumbre sin esfuerzo, de la fe ciega. Son aprendizajes condicionados por quien temió perdernos, y nos quiso suyos a toda costa, asimilándolos como ciertos bajo un eterno chantaje. EL CUENTO Un alumno contemplaba a su maestro mientras este garabateaba cuentas en un elegante pergamino enmarcado. El joven pupilo se maravillaba de la parsimoniosa determinación con la que su maestro contemplaba la vida, actuando siempre según sus detenidos cálculos. Entre trazo y trazo de dichas cuentas sobre dicho elegante pergamino enmarcado, Ching-Gao, que así se llamaba el maestro, pensaba mirando a su alrededor como deteniéndose admirado, embelesado por la belleza de todo cuanto le rodeaba. Al final de uno de esos lentos y cadenciosos movimientos de cuello, el el maestro acabó por depositar su mirada en la del alumno, Que lo observaba con ojos ansiosos y una mueca en los labios


difícil de interpretar. El maestro, mesando pacientemente su luenga barba blanquecina, preguntóle a su discípulo: -¿Qué miras?El discípulo sonrió estúpidamente, pero al fin dijo: - Maestro Ching Gao, ¿qué he de hacer para ser como usted?El anciano educador pensó su respuesta durante un par de horas o quizás cuatro. Lapso de tiempo durante el cual su pupilo no dejó de mirarle boquiabierto y sin parar de emitir molestos ruiditos, los cuales conseguía chasqueando repetidamente la lengua contra el paladar. Al fin, contesto el maestro de la siguiente manera: -Bien, Tang Tze Gao, te lo voy a mostrar con un ejemplo práctico. Para el cual necesito que cojas el higo más alto de la higuera, lo tritures con un palillo y luego me lo traigas en un cuenco de vidrio acompañado de un estropajo y unas tenazas. El alumno obedeció cuan mula fustigada, y al rato volvió con todo el pedido. Cuando Tang le presentó a su maestro los objetos reunidos, hallábase el anciano midiendo, ayudado de una lupa, las distintas distancias entre las diminutas hondas del agua contenida en su viejo cuenco de finísima cerámica. El alumno, intrépido, le interrumpió diciendo: - Maestro, aquí tiene lo que me mandó usted traer. El maestro miró a su alumno con gesto irónico y le preguntó: -¿Pero qué te ha pasado en la jeta desvalida bestia de carga?El alumno respondió humillándose ante el sabio. -Se rompió la última rama de la higuera, De la cual tuve que colgarme para alcanzar su último higo, y al caer, di de bruces contra el suelo. ¿Me va a explicar ahora lo que he de hacer para ser como usted?El anciano volvió la mirada a su viejo cuenco mientras pronunciaba: -Si, claro, ¿Vaciaste el saco de alfalfa y lo rellenaste de arroz tostado para luego traérmelo todo envuelto en hojas de lombarda tal y como te ordené? - Eh... no maestro, creo que eso se me olvidóContestó el jovencito, intentando recordar cuando le habían ordenado tal cosa. Y aunque no se la hubiesen ordenado, jamás a Tang Tze Gao se le habría ocurrido llevarle la contraria a su anciano maestro. - Pues ve por ello.- Dijo el anciano.-Me gustaría contestar a tu pregunta antes del anochecer. Una vez más regresó el joven Tang con su bizarro cargamento y esta vez, el anciano se puso en pie para decir: -Bueno, Tang Tze Gao, veo que lo tienes todo. Ahora quiero que cojas unos sargentos y los pones sobre la mesa con chicle, todos orientados exactamente cuarenta grados en dirección nor-nordeste. Que bajes al sótano y subas la caldera, la despieces, ordenes sus componentes alfabéticamente


y por último, que con el motor de mi cuchilla de afeitar construyas un hacha eléctrico de cinco velocidades. Cuando hayas terminado, ve a buscarme al templo pues marcho a meditar un poco. Eran ya las siete de la tarde cuando el joven llegó al templo y distrajo a su maestro de la meditación mediante el ronquido diciendo: -Perdone, maestro, ya está todo listo. El anciano se incorporó siguiendo un antiquísimo ritual consistente en estiramientos, gruñidos, bostezos y repetidas fricciones de la palma de sus manos contra la cara. Una vez en pie, pronunció gravemente. -¿Trajiste el carro para llevarme?-No, maestro.-Contestó el alumno.-Como usted vino andando yo pensé que... -¡Pensé que pensé que…!-Dijo entonces el anciano visiblemente encolerizado.-¡Anda, anda. Ves por él!- y se dió la vuelta murmurando:-Yo pensé que, yo pensé que...El jovencito fue a por el carro, volvió arrastrándolo el mismo, cogió a su maestro en brazos y lo subió al tontomóvil. Esperó a que hubiese hueco en la calzada, siempre saturada por el tráfico a esas horas de la tarde y emprendió el camino de regreso a casa llevando a rastras un carro de maderas nobles, con un viejo sentado encima, que no dejó de desentonar durante todo el viaje una conocidísima canción popular:-Chiiiiiiiiing taaaaaaooooooo laaaaaaay. Miiiiiing aiiiiiiiii iuuuuuuuuuu.- mientras fumaba en pipa y saludaba sonriente a los conocidos. Al llegar, y una vez recuperó el joven el resuello, Peguntóle este a su maestro: -Y bien, señor. ¿Qué vamos a hacer ahora con todo esto que le he estado preparando y trayendo durante todo el día? El maestro, acariciando el rasurado cráneo de Tang, rió entre dientes instantes antes de pronunciar las que serían sus últimas palabras de aquella jornada: -Tú, jovenzuelo alocado, lo que tienes que hacer ahora es limpiar toda esta mierda. Volver a montar la caldera en el sótano que yo por las noches ya tengo frío. Y, por último, has de recordar que uno debe conocer siempre de antemano la finalidad de los actos que uno emprende, pues, de lo contrario, correrás el riesgo de ser embaucado cuan pez en anzuelo. Pero, no obstante, si es tu maestro quien lo manda, por muy extraño que te parezca dicho mandato, sea el que sea, has de hacerlo sin rechistar, guardándote las conclusiones para mas adelante. ¡Ciao Gao!- Y se retiró el maestro a sus aposentos. Tang Tze Gao no supo entonces, durante un considerable lapso de tiempo, si lo que debía hacer ahora era matar a su maestro o simplemente darle una paliza. Sin embargo, se acabó decidiendo por una tercera mucho


mas conservadora opción. Seguir viviendo con su maestro no estaba mal después de todo. Tenía comida, casa, entretenimiento y si uno no hacía demasiadas preguntas, -o en realidad sabía cuándo y cómo no hacerlas, se podía vivir cómodamente y sin inútiles trasiegos que en realidad, sí que no sirven de nada. Juan ISUARDI (4ª ESPA)


Creación literaria (De la novela inédita Siempre por mí) Capítulo 1 El éxito y el vacío De nuevo conseguía un objetivo y de nuevo, la satisfacción que le produjo, quedaba muy lejos del horizonte soñado. No era la primera vez que Carlos experimentaba un ligero vacío que le impedía disfrutar plenamente de un éxito. No, no era la primera vez ni pensaba sería la última. Cada conquista, cada meta alcanzada con enormes inversiones de esfuerzo y dedicación, terminaba con las mismas silenciosas exclamaciones: “¡Ya está!, ¡Conseguido!”. Exclamaciones íntimas, motivadas por una satisfacción que rehusaba compartir para hacerla perdurar, sabiendo que no sería posible que, sin tiempo para saborearla, surgieran los interrogantes de siempre: “¿Y ahora qué?, ¿Otro objetivo?, ¿La rutina?”. Interrogantes que conseguían mudar en nostalgia, todo su gozo. ¿Por qué no podía disfrutar plenamente de un éxito? ¿Por qué no detectaba en los demás las mismas sensaciones? ¿Por qué sus amigos y conocidos, celebraban eufóricos, con la máxima intensidad ―al menos eso demostraban― cualquier logro? En cambio él; ¿Por qué no era capaz de alcanzar, ni mínimamente, una euforia parecida? Celebraba cada triunfo con la misma ensalada de sentimientos; siempre el mismo coctel; un combinado de sentimientos alegres por el éxito; sentimientos nostálgicos por un adiós, por algo irrepetible, que finaliza, que se va, que no vuelve; sentimientos cansinos por la incertidumbre de un nuevo comienzo, por volver a empezar, por... ¿la energía gastada en alcanzar el fin?; ¡no sabía por qué!, pero ciertamente, eran sentimientos cansinos. Este surtido de sentimientos que siempre fue compañero de Carlos, se hizo presente cuando le comunicaron el aprobado de la asignatura más difícil; la que ponía fin a la carrera de Ingeniero. No se produjo el grito que había imaginado; no hubo saltos, jaranas, carreras; por no haber, no hubo ni una copa. Toda celebración se redujo a un suspiro de resignación seguido de un comentario que, los compañeros


presentes, pasaron por alto, considerándolo “desvarío”. ¡Se acabó lo bueno! Y es que para Carlos, el final de la carrera era también el final de “su juventud”; se acababa para él la alegre y desenfadada vida de estudiante, “sus aventuras”, sus clases, los nervios e incertidumbres de los exámenes. Con el último aprobado, terminaba la relación con muchos de los compañeros; terminaban sus mejores vivencias ―algunas inolvidables―; concluía la maravillosa irresponsabilidad de la edad; perdía, ¡en fin!, la tranquilidad de que otros estuvieran pendientes de sus necesidades. A partir de ese momento dejaba de ser dependiente para constituirse en responsable de todo lo suyo y de aquellos que en el futuro dependieran de él; a partir de ese momento, el trabajo, el trabajo y solo el trabajo, era la única ventana que Carlos conseguía abrir, cada vez que pretendía escudriñar en el futuro. No era este tipo de reflexiones habituales en Carlos, y no porque no intentaran asaltarle con frecuencia, sino porque hacía mucho tiempo que se había jurado buscar cualquier justificación, para no implicarse emocionalmente con asuntos o personas que no le procuraran algún interés. Fue al final de su juventud cuando decidió desmantelar ciertos ideales, adiestrando su mente para que pudiese justificar con muletillas y frases hechas, el rechazo de todos los pensamientos que demandasen respuestas emocionales. No, no podía permitirse determinadas debilidades; tenía muy presentes aquellos años de su juventud cuando su conducta ante la injusticia, el dolor, la bondad o maldad era dictada por todo su aparato emocional, sin análisis ni razonamientos. Era indiferente que el hecho se produjera en su entorno o en las antípodas; sus sentimientos, pasiones e inquietudes ―irracionales siempre― dictaban sus réplicas. Pelear con pasión y honestidad por aquello que consideraba justo, le producía la enorme satisfacción que reporta hacer lo que uno cree que tiene que hacer ―cueste lo que cueste― y la estúpida vanidad que conlleva ser aclamado líder. Cuando el grupo ganaba, su liderazgo se confirmaba por aclamación. En esos momentos era imposible evitar los halagos y aplausos de unos acólitos, necesitados de “hechos” para contarse y contar a los demás; para llenar su historial de trasgresiones y confrontaciones, que resultaban obligatorias para cualquiera que pretendiese encuadrarse en la categoría de “joven”. Pero no olvidaba de qué manera los mismos que le aclamaban en los éxitos, se apartaban y le entregaban, a poco que se complicara la lucha y la sociedad exigiera culpables. En esos momentos renegaban del líder y de todo lo que hubiese que renegar y defendían a ultranza su conformidad con


el orden establecido, evitando que alguien les clasificara como “perturbadores”. Así, dejaban limpio el camino que, en un futuro, podría llevarles a un puesto social de relevancia, preferentemente con coche oficial. No, no se lo iba a permitir; le había costado mucho fabricar y automatizar réplicas —a base de gestos y frases hechas— para justificar la mayoría de sus actos, como para dejar que una euforia, desazón o cualquier otro sentimiento indomable, gobernara su vida a su antojo y no como él la tenía programada. Pero ahora estaba cerrando otra etapa de su vida; otra larga etapa de más de diez años; una etapa absorbente, intensa y atractiva; una etapa que almacenaba la energía suficiente para bloquear un instante, los automatismos “anti-emociones” y permitir la libre entrada de imágenes y evocaciones que, conscientes del escaso tiempo que tenían para manifestarse, se agolpaban ante él con el propósito de entrar e instalarse definitivamente en su memoria. ¡Difícil empeño el suyo! Traspasar las barreras defensivas construidas por Carlos, era una misión reservada a una selecta minoría, y esta minoría, por ser portadoras de altas cargas emocionales, tenían que esconderse en las zonas más profundas y obscuras de su mente para no perturbar, con severas recriminaciones, los actos y actuaciones pre-racionalizados. Recogiendo los últimos documentos de interés que aún quedaban en el pequeño y viejo local que sirvió de oficina y despacho, a la empresa constructora que decidió crear terminada la carrera, Carlos no tuvo más remedio que ceder al empuje de las imágenes que evocaban aquellos difíciles, absorbentes, pero ilusionantes comienzos de la empresa y los comprometidos y solidarios, pero alegres años de crecimiento hasta llegar aquí, al momento actual, en que clausuraba las viejas instalaciones, para inaugurar otras nuevas que situaban a la empresa en un nivel que aparejaba cierto estatus social. A punto de cumplir los 36, Carlos era una persona que la mayoría de la gente calificaría de normal. De mediana estatura, delgado por la actividad que no por una constitución que sugería una tendencia hacia un ligero redondeo de cuerpo y cara, según denunciaba su armazón y los marcados surcos que delimitan el labio superior, prestos a rellenarse al menor aumento de peso. Su rostro estaba curtido por la vida en obra; era moreno, de pelo corto, ajustado a la moda y encubridor quizás de múltiples rizos, en desuso en aquellos años. Su gesto de habitual concentración y fácil sonrisa con sus cercanos, trasmitía confianza en la normalidad y cierto grado de agresividad en “la pelea diaria” —casi siempre relacionada con la actividad de la empresa—


Desde que percibió, siendo muy joven, las diferencias de trato, dentro de las familias de varios de sus amigos, valoró y agradeció la alegría y armonía habituales en su casa, consecuencia de la estupenda relación entre su padre —un obrero metalúrgico satisfecho con su profesión— y su madre — encantada de ocuparse de ellos y de su casa— No recordaba aprietos ni holguras económicas pero era muy consciente de que, tanto él como su hermana, habían sido tratados como personas; ni como niña ni como niño, ni como hombre ni como mujer; siempre se consideró tratado como persona. Escucharon sus opiniones seriamente; dialogaron y decidió ― exponiendo sus razones ― quien tenía la autoridad; igual que ocurría ―suponía― entre adultos, en cualquier ámbito de la sociedad. La familia paterna la completaba su hermana Eva, próxima a cumplir los 29 años; una guapa morena de pelo largo, gordita por su afición a la comida basura, pero alegre y muy responsable. La honestidad de Carlos, su ascendencia sobre el grupo de amigos, acrecentados por la diferencia de edad entre ambos, hicieron de este, no solo la referencia de la Eva juvenil, sino, su ídolo. En aquellos años, todo lo que Carlos hacía o decía era lógico, indiscutible, verdad; era ley para Eva que atendía con prontitud cualquier deseo de Carlos. Está idolatría, depurada a medida que crecía su horizonte y decaía el inconformismo de Carlos, le dejó un poso de admiración y cariño hacia su hermano que, a día de hoy, aún permanecía vivo. Como la mayoría de sus compañeros, Carlos recibió una educación basada en la necesidad del esfuerzo y el trabajo para “ser alguien en la vida”, aunque, para los padres de la época, “ser alguien en la vida” era alcanzar el nivel económico conseguido por sus referentes o un puesto similar al que estos ocupaban en la sociedad, sin otros análisis que pudieran determinar la desdicha, insatisfacción, desamor, violencia o corrupción que pudieran soportar aquellas personas. Recordaba la frecuencia de aquellas frases que pretendían indicarle la meta: “esperamos que llegues a ser alguien en la vida”; “copia de fulano, que empezó como empezó y mira donde ha llegado”, frases que nunca pudo asumir porque sus mejores amigos, estaban inscritos en familias que — “sin llegar a tanto”— propiciaban el cariño y el respeto entre sus miembros; contrariamente al de aquellas con padres “de nivel”, donde las relaciones eran más frías, rígidas y protocolizadas y, por lo general, dirigidas a la consecución del objetivo que los mayores tenían previsto para sus hijos, aunque estuviese muy alejado del escenario que estos soñaban para su futuro.


Aunque todo y todos los que nos rodean influyen en nuestras decisiones y Carlos deseaba convencerse de que sus padres merecían un esfuerzo de su parte, con toda seguridad que no fueron estos consejos sino su carácter, su inquietud, en definitiva, la genética heredada, la que dispuso que Carlos decidiera estudiar una carrera que le facultara para que sus ideas y decisiones pudieran llevarse a término y, porque no reconocerlo; “de élite”; valorada y admirada socialmente; es así que optó por la difícil carrera de Ingeniero de Caminos Canales y Puertos, aglutinadora de ambas condiciones. Terminar una carrera sencilla requiere capacidad y un cierto interés. Si los estudios exigen una dificultad media, el aspirante debe poseer capacidad, interés y estar dispuesto a renunciar a ciertas diversiones. Solo aquellas personas que reúnan capacidad, interés, espíritu de sacrificio, tenacidad y ambición -todas al más alto nivel- pueden aspirar a titulaciones de máxima dificultad, que llevan inherente reconocimiento social y autoridad profesional. Carlos, titular de todas estas cualidades, tuvo además que echar mano de esfuerzos complementarios y renuncias no previstas, para solventar cierto que con brillantez reconocida por compañeros y profesores- los estudios de ingeniería. Abdicar de ciertas alegrías no le impidieron disfrutar de momentos de asueto para ir al cine, salir a tomar unas copas, asistir con amigos y amigas a alguna que otra fiesta que le permitiera desconectarse temporalmente de los libros y ampliar su círculo de conocidos. Hasta entonces estos abarcaban, solo en una minoría, la lista de personas con las que llegaba a una liviana amistad que, en ocasiones -muy pocas- progresaba y cristalizaba en amistad; una amistad más o menos cercana pero, en ningún caso, “íntima”; si exceptuamos a Maite, ¡claro! Maite era una estudiante de arte y decoración que conoció en una de aquellas fiestas, continuó viéndola casualmente en otros ámbitos, hasta que la amistad les permitió citarse, en principio para acudir a eventos de interés común. Más tarde, acabada ya la carrera, aquellas primeras citas acabaron cristalizando en una atracción mutua que, con el paso del tiempo, desembocaría en ceremonia de boda. Maite, tres años menor que Carlos, era una mujer menuda, de facciones muy bellas, realzadas por un estilo cuidadosamente descuidado, moderno y siempre atractivo. Su fuerte personalidad se acentuaba extraordinariamente en el rostro, circunstancia que, a sabiendas, utilizaba para trasmitir a las personas que en cada momento la rodeaban, el agrado, desagrado, alejamiento o cercanía que le merecían. Su gesto, serio por defecto, aconsejaba esperar antes de abordarla, hasta ver la expresión de su rostro al ser detectado. La invariabilidad del


semblante era una clara muestra de indiferencia hacia el concurrente. En cambio, un gesto altivo con levantamiento de ceja, denotaba inoportunidad y desagrado con la visita. Si además el gesto se acompañaba con una mano extendida, rígida, arqueada en el sentido contrario a su palma, el momento era ideal para largarse de su lado. Solo cuando su cara se iluminaba con una amplia y efusiva sonrisa ―difícil de adjudicar a la Maite de expresión altiva― el concurrente podía considerarse agraciado con su afecto y su cariño; sentimientos que, incluso con los más cercanos, mantenía controlados para evitar desnudarse. El temor a descubrirse la hacía en ocasiones ligeramente fría y distante; en todo momento su compostura y apariencia social eran las esperadas en una persona estudiada y de familia acomodada. Le molestaba lo ordinario, lo vulgar, lo grosero y todo aquello que denotara una pobre educación o incultura. También sentía aversión por las personas que se comportaban bajo alguno de estos parámetros; no tenían cabida en los distintos grupos con los que se relacionaba. Esta forma de ser conectó perfectamente ―cuando se conocieron― con la forma de ser de Carlos. Los dos mantenían cierto control sobre sus sentimientos, los dos pasaban la mayor parte del tiempo centrados en terminar su carrera y una vez terminada, los dos dedicaron la mayor parte del tiempo en orientar premeditadamente su vida. Maite, montando una tienda con ayuda de sus padres y Carlos hipotecándose con el fin de crear una empresa. Se casaron y los dos se dedicaron por completo a sus negocios… Pero, no; por completo, no. Carlos, por ejemplo, dedicaba entre doce y catorce horas ―incluidas comidas y copas posteriores a la jornada laboral ― a gestionar la empresa. Maite, por el contrario, se vio obligada a compaginar la dedicación a su negocio, con la atención a su hija Clara, nacida al año de casarse. Era pues una pareja socialmente perfecta, atractiva, simpática y bien avenida; sin poder asegurar si la concordia se debía al encuentro de caracteres, al encuentro de intereses o a la imposibilidad de discrepar en el poco tiempo que permanecían juntos. Conocido el carácter de Maite, no es difícil concluir el poco interés que prestó a la empresa de Carlos en sus comienzos. Esencialmente, por la poca satisfacción que la producía referirse a una empresa de insignificante entidad, pobres instalaciones y cutres oficinas. Además, por su carácter, evitaba entrometerse en asuntos donde su opinión no fuera definitiva, y ella tenía en propiedad bastantes ocupaciones y preocupaciones que necesitaba resolver personalmente.


Pero diez años habían sido suficientes para que “L.P.”, la empresa de construcción creada por Carlos, experimentara un crecimiento que exigía la ampliación y modernización de las instalaciones y el cambio sustancial de su imagen. No fue fácil conseguirlo. Además de utilizar todo el tiempo disponible, Carlos necesitó de muchas frases hechas, convencionalismos y otros “prefabricados”, para justificar muchas de las renuncias a sus principios, en pos de conseguir la adjudicación de obras que hicieran crecer la empresa. Sus relaciones más frecuentes tenían que ver con la actividad de la empresa. Con los operarios comía, con ellos tomaba las últimas copas del día, a ellos tenía que atender, escuchar y agasajar; con ellos tenía, en ocasiones, que compartir beneficios. Pero todo ello no constituía ningún problema!; estaba en su agenda perfectamente justificado. En realidad, todo podía justificarse por la supervivencia de la empresa; porque tienes una familia que mantener y eres una persona responsable; porque la vida es como es; porque es lo normal y habitual; porque todo el mundo hace lo mismo. Por supuesto, nunca se permitió pensar que su dedicación laboral también se realizaba para ampliar su prestigio personal y convertirse en “alguien” dentro del círculo empresarial. Alguno de los fines de semana que le dejaban libre sus compromisos laborales, se reunía con otras amistades afines a su mujer, escuchando dimes y diretes, controversias y discusiones, a los que aportaba opiniones socialmente correctas, evitando profundizar en ellas y así poder ocupar su pensamiento en los problemas que tenía que resolver al día siguiente o ese mismo día. No, no fue fácil, pero tampoco penoso. La intensidad de la actividad no le permitió atender ni preocuparse por otras cuestiones que no estuviesen relacionadas con el crecimiento de la empresa. Era tanta la satisfacción de ver su progresión; veía tan cerca la meta de conseguir una empresa “reconocida”, que no encontró tiempo para atender, con total entrega, a las personas de su entorno; tampoco para recapacitar sobre las conductas adoptadas para alcanzar aquella meta; una meta hoy conseguida aunque, sería mañana cuando todos pudieran palparla. Mañana inauguraba en un polígono industrial, una excelente nave y unas extraordinarias oficinas que darían la medida real del potencial alcanzado por “L.P.”… “su empresa”. Allí con la mano sobre la manecilla de la puerta de las viejas oficinas, Carlos echó un último vistazo al viejo ventilador, que constituyó todo el sistema de refrigeración de la empresa en aquellos diez años. Allí estaban también al tablero de dibujo desgastado por el uso; las mesas de sus fieles empleados Marina y Martín, más viejas de lo que parecían cuando estuvieron llenas de papeles. Ante sí estaban aquellas paredes repentina-


mente sucias, en contraste con los claros recuadros que habían dejado los planos, cuadros y calendarios que los cubrían. Como siempre le ocurría, no pudo evitar echar un vistazo a los recuerdos; a los innumerables recuerdos que trataban de devolverle esos años de prisas, risas, esperanzas, desesperanzas, tristezas y alegrías. Unos recuerdos que ahora no afloraban con la misma incertidumbre de antes; ahora se reproducían de manera tranquila, sosegada; aparecían envueltos en una nostalgia y agridulce sensación, pues conseguían transformar en maravillosos todos los momentos vividos, ya fueran agradables o desagradables. Mientras Carlos recapitulaba su reciente pasado, Maite, bastante más entusiasmada con la nueva imagen y dimensión de la empresa, recorría sus tiendas favoritas en compañía de su amiga Sofía. Buscaba la indumentaria apropiada para asistir a la inauguración de las nuevas instalaciones y contratar los servicios de un catering de calidad, para obsequiar a los invitados con un coctel, acorde con el nivel alcanzado por “L.P.”… “la empresa de su marido”. Pero, en definitiva, Carlos cerró la puerta de su oficina y, con ello, cerraba también otro capítulo de su vida; un capítulo con acciones y decisiones de adulto, asumidas para conseguir el fin premeditado, sin entrar en otros exámenes, en otras reflexiones. Este último capítulo lo apuró, en sus inicios, de manera rápida y fugaz, hasta llegar lo más pronto posible al momento actual, al éxito actual, a su meta. Sin embargo ahora, una vez conseguido ese objetivo, no se encontraba eufórico; quizás se lo impedía el cansancio acumulado en los últimos días, mientras intentaba rematar las nuevas instalaciones. Pero, tal vez fueran también los nervios de la inauguración o la fidelidad a lo que dejaba. Lo cierto es que no saltaba de alegría por haber conseguido un objetivo largamente esperado; la inicial satisfacción que le producía aquella situación quedaba muy lejos del horizonte soñado. Fernando Prellezo e Irma de Félix



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