OPINIÓN
Para Constanza Por Rodrigo Hernández F. Vamos a contar una historia de año nuevo. La protagonista de la historia terminó la fiesta y empezó a zigzaguear. Primero a pie, caminando hasta su auto. Luego en su auto. La fiesta siguió en la carretera, chocando a un camión. Se enojó con el camionero. Siguió su camino. Ebria, pero “siempre digna”. Algo apareció en frente. Un obstáculo. Siguió adelante… Y desde ahí, puros problemas para ella. Han sido todos unos desconsiderados. Ella ha sido una persona responsable, porque nunca ha tenido ningún problema de este tipo. Lo único que hizo fue dejar a una joven sin una pierna y a otros lesionados. Nada más. Por eso, cuando la llevan a hacerse una alcoholemia, siente que nada malo le va a pasar. No es esta la oportunidad para discutir sobre la aplicación del delito de lesiones graves gravísimas del artículo 397 n°1 del Código Penal, por haber resultado una de las víctimas impedidas de un miembro importante. Tampoco la obvia existencia de dolo eventual en el actuar de nuestra protagonista, que no pudo menos que haberse representado el resultado de su conducta, poniendo en riesgo la vida de todos quienes se encontraban cerca de ella cuando decidió conducir un vehículo en estado de ebriedad. Esta es la oportunidad de aplicar una necesaria cuota de visceralidad. La historia que le cuento no es de fantasía. Sería bueno que así fuese, pero no. La protagonista de nuestra historia sí existe, y los hechos descritos sí ocurrieron. Y quien los sufrió fue una compañera mía, en la carrera de Derecho de la Universidad de Talca. Aunque bien pudo haber sido usted, o yo. Cuando los borrachos toman el volante todos somos víctimas. Pero lo triste, es que esta frase recién dicha es un cliché para muchos. La moda del interés político está con temas que implican una alianza ideológica con su fondo. El problema del manejo en estado de ebriedad es que no es un “tema país”. Es tema para comerciales, pero no es intelectualmente sofisticado discutir sobre esta clase de hechos. En este caso, pareciera incluso que el tratamiento con los conductores ebrios que cometen delitos es distinto, es privilegiado. No parece tan delincuente, porque el conducir ebrio no es tan lejano a nuestra realidad como lo podría ser por ejemplo, una violación. Es más bien un “error”. “Curado manejo mejor” es más chiste que brutalidad. El defensor de la persona que atropelló a 10 inocentes pidió por razones “humanitarias” que no se le dé prisión preventiva a su defendida, por tener hijos. Por razones “humanitarias”, que imagino yo, debieron haberse considerado antes de haber puesto las llaves en el automóvil. Ella no pudo menos que saber que con alcohol no podía manejar y que si lo hacía, por media cuadra que fuese, podía causar daños, lesiones o la muerte a quien se le pusiera en frente. Hoy, por culpa de una irresponsable tenemos que estar sintiéndonos inútiles, por no poder ayudar como quisiéramos a alguien que no eligió estar en la situación en que está. Ni su familia, ni sus amigos. No sólo por culpa de la conductora ebria. La culpa también es de nosotros, porque hay temas que quedan en la cola de las agendas porque a nadie le interesa, hasta que pasan. La culpa también es mía, y suya. Mientras, estoica, una joven está en un hospital intentando demostrar que es capaz de dar vuelta la situación. La lección esta vez es de ella, para nosotros. Porque esta historia está lejos de terminar gracias a su coraje. Nuestro ánimo está contigo, Constanza.
PÁG. 5 EL CENTRO
Lunes 7 de enero de 2013
Campaña preventiva
El abuso no es un cuento TALCA- Libros didácticos, guías para padres y videos educativos, son sólo algunos de los materiales presentados por los ministerios de Justicia y Educación, con la colaboración de Fundación Integra, como parte de la campaña nacional “El abuso no es un cuento”. La iniciativa pretende generar conciencia e informar a la ciudadanía en cuanto a delitos sexuales contra menores. Tres fascículos orientados a niños y niñas de enseñanza pre-básica, básica y educación media respectivamente, ejemplifican las situaciones de riesgo, accionar de los abusadores y ayuda para víctimas, todo esto guiado por psicólogos para cumplir con los requerimientos de cada nivel. Al respecto, Javier Ramírez, seremi de Justicia en el Maule, aclaró que “aproximadamente el 92% de los delitos de carácter sexual son cometidos en contra de niños, por lo tanto, la protección de la infancia pasa a ser un tema muy importante para el Ministerio de Justicia”. La prevención desde la temprana edad y la entrega oportuna de información a los apoderados es lo que motiva a Fundación Integra para apoyar este tipo de iniciativas. “Esta campaña viene a reforzar en gran medida el trabajo realizado por nuestra institución en el plano educativo y de prevención de delitos sexuales. Nosotros estamos ad portas de lanzar las políticas de promoción y protección de la infancia, en ese contexto nos hacemos cargo de vitalizar el trabajo al interior de nuestros establecimientos y con las familias”, asegura José Patricio Flores, director regional de Integra. SIGNOS DE ALERTA Las víctimas de abusos sexuales por lo general comienzan a manifestar cambios conductuales a los que los expertos hacen el llamado a estar atentos: diferencias en el rendimiento escolar, huidas del hogar, retroceso en el lenguaje o autoestima disminuida, pueden, en algunos casos, ser señales inequívocas de actos de los que su hijo o hija puede ser víctima. Al respecto, Pamela Quevedo, apoderada del Jardín Micaeliano de Talca afirma que “es una muy buena campaña, ya que no sólo instruye a los padres, sino que también a los niños y a las educadoras con respecto a este tipo de delitos, como mamá es una preocupación constante el comportamiento de los hijos para no dejar pasar ninguna señal que indique un abuso”. El denunciar los hechos es responsabilidad de todos, para ello se han dispuesto números de ayuda gratuita como el Fono Infancia 800 200 818. Jorge Albornoz
Servicios de Ayuda En todas las regiones del país existen instituciones especializadas en apoyar y guiar tanto a niños y niñas víctimas de abuso como a sus familias. Están conformados por equipos multidisciplinarios para que las personas puedan superar la experiencia traumática del abuso y sus consecuencias. La intervención se realiza en forma ambulatoria y contempla el reforzamiento del vínculo con algún familiar protector.
Con este sugestivo nombre, la iniciativa impulsada por los ministerios de Justicia y Educación, en conjunto con Fundación Integra, pretende prevenir los delitos sexuales contra menores
Autoridades regionales en el lanzamiento de la campaña “El abuso no es un cuento”.
92
% de los delitos sexuales es en contra de niños
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CRÓNICA
TALCA
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