LA MUJER EN LA HISTORIA Y LA HISTORIA REPRESENTADA POR LA MUJER.

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TÍTULO: LA MUJER EN LA HISTORIA Y LA HISTORIA REPRESENTADA POR LA MUJER. (Análisis basado en algunos cuentos del mexicano Juan José Arreola)

A.

ANTECEDENTES

Al realizar un estado del arte se encuentra que abundan los textos biográficos basados en Juan José Arreola, no se puede afirmar lo mismo respecto a la crítica de su obra, estudios que en la mayoría de veces analizan el estilo y las estrategias narrativas que utiliza el autor a la hora de escribir, limitando el desarrollo y profundización temática allí presente. De los libros biográficos se destaca el relato de múltiples experiencias (lecturas, formación autodidacta, docencia, actuaciones, talleres de arte etc.) que conformaron el espíritu estético, observador y crítico del escritor. Saúl Yurkievich1, en el prólogo a las obras completas de Arreola, une el comentario de aspectos biográficos como temáticos de la obra del mexicano. Cuando abarca lo segundo observa la evidente presencia de leitmotives reunidos –según el prologuista- en los siguientes tópicos: Humana animalidad.Constantemente Arreola mediante su prosa breve realiza relatos alegóricos, en donde los animales representan los elementos de la esencia humana. “El animal sirve como retícula de lectura de la condición humana.” (Yurkievich,1995:8) Más allá de la letra. Otro tema frecuente en la narrativa de Arreola es la presencia de una formación católica que -en palabras del prologuista – constituye un imaginario que se adentrará en la fantasia y se convertirán en materia prima de la fabulación literaria. El sentir religioso llevarán al escritor a observar con pesimismo y desilusión el curso del ser humano. Amor maldito. Bajo este título se plantea la temática femenina en la obra de Arreola. La mujer será el eje para determinar el comportamiento masculino ya como “seductor y seducido, verdugo y víctima…como el que idolatra y execra, como el que se ilusiona y se frustra, goza o es martirizado”. Igualmente ella pasará a permitir la experiencia del amor materno filial, posteriormente será objeto erótico y –cierra Yurkievich- permitirá la búsqueda de la forma más propicia de unión con la mujer que sea a la vez objeto de

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Para este trabajo monográfico se utilizaron las Obras completas de Juan José Arreola, prologadas por Saúl Yurkievich y publicadas en México por e F.C.E. en 1995. Todas las referencias y alusiones son tomadas de este libro.

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sublimación y objeto sensual, con aquella que concilie la santa con la puta. Sin duda en el prólogo a las obras completas, se busca presentar al lector una interpretación patriarcal de los relatos de Arreola, Yurkievich lo reafirma: En el imaginario de Arreola subyace la visión bíblica; la mujer es causante de rebajamiento de lo espiritual a lo sensual y a lo sexual, de regresión atávica de vuelta a lo instintivo, a lo animal. Tema preponderante en sus escritos, la relación de Arreola con la mujer es fatal, por lo inevitable, y cambiante; está signada por la necesidad y el rechazo.

Uno de los objetivos de esta monografía es deconstruir el discurso patriarcal mencionado anteriormente, estableciendo una idea de género femenino coherente con la actualidad, de esta manera la cita de Yurkievich es un antecedente de investigación, puesto que para deconstruir un imaginario es necesario conocer el proceso (en este caso histórico) mediante el cual la idea se forja en la colectividad.

La idea de discurso patriarcal es la que jerarquiza y establece marcadas diferencias entre el hombre y la mujer. Ya desde los titanes griegos, ya desde la mitología judeocristiana; dentro del imaginario occidental el ser primigenio es un dios masculino. Después de la nada, surge la creación del universo que será habitado por el ser humano. Pandora y Eva se convierten en los primeros seres femeninos y al mismo tiempo encarnarán la perdición de la raza humana. De manera ambigua son estas mujeres, inquietadas por su curiosidad las que cambiarán simbólicamente el curso de la historia.

Desde Eva hasta nuestros días, han existido y hecho historia muchas mujeres. Su denominación no puede pasarse por alto, la palabra mujer no representa una categoría social, ni una raza extraña de un pueblo remoto. El concepto de mujer establecido en este texto obedece a la identificación de diferencias sexuales que contrastan con el varón, diferencias que redundarán en un rol de género que se establece a partir de la convención cultural de cada sociedad. No se está pensando lo femenino, como lo minoritario, ni como la identificación de otras sexualidades, tal como lo plantea el discurso feminista actual. Retomando las figuras de Pandora y Eva, ambas se reconocen como mitológicas, su arquetipo proviene de una narración simbólica, de carácter extraordinario; la idea de mito explica el origen de diversos imaginarios propios de cada cultura. Los mitos fueron creados antes y durante la organización de sociedades antiguas, sin embargo -especialmente los griegos- son referentes obligados para realizar análisis de las sociedades modernas. Ya Levi Strauss afirmó que lo que para las sociedades primitivas es mitología, es ideología para las sociedades modernas; igualmente el autor plantea que los diferentes relatos mitológicos necesitan de

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diferentes fuentes del conocimiento para llegar a una adecuada interpretación. (Strauss.1980)

Occidentalmente se concibe el término mujer, definido por el varón; quien al hacerlo creó un sujeto con un rol definido dentro de la sociedad. Las diferentes ramas del feminismo (francés, norteamericano, de primera, segunda o tercera ola etc.) buscan transgredir este modelo, ya desde el uso del lenguaje, ya desde el reconocimiento de una nueva subjetividad. La tradición se encargó de presentar un modelo de mujer, pero paulatinamente empezó a cansarse del paradigma propuesto. Julia Kristeva utilizará el término mujeres para aludir precisamente al grupo social que es producto de la construcción de la sociedad patriarcal. El dilema ahora se centra en cómo definir la mujer. Llama la atención la propuesta de la francesa Toril Moi, en su teoría literaria feminista. Plantea el término female, - que en español se puede equiparar a la palabra mujer- como el aspecto fenotípico y natural de este ser. Por otro lado surge la expresión femenine, -en español femenino- que se refiere a la construcción de feminidad que el imaginario masculino creo en las mujeres, buscando la multiplicación cultural de dicho modelo. B. JUSTIFICACIÓN En la actualidad el problema de género e identidad sexual ocupa un lugar importante en el imaginario contemporáneo. La discusión ha trascendido a la idea de debatir las diferencias entre hombres y mujeres; la complejidad del discurso posibilita observar una serie de rasgos, actitudes, sentimientos, valores, comportamientos y otras variantes relacionadas con un sistema sociocultural que permiten que cada ser humano se ubique libremente en donde sexualmente se identifique. Un proceso de construcción histórica es el que permite la libertad sexual del mundo contemporáneo. Cada ente es como es y se define bajo una particularidad debido, en primer lugar al permiso histórico concedido a partir de la reflexión humanística y en segunda instancia a la superación de una lucha de opuestos que de manera dialéctica construye nuevos conceptos respecto a los roles sexuales convencionales. Para este caso los opuestos que se enfrentan son femenino y masculino, de aquí se derivan teorías y prácticas diferentes respecto a la identidad sexual. Juan José Arreola, escritor, dramaturgo, docente y en general un polifacético artista mexicano; desde su agudeza literaria analiza la eterna dualidad entre hombre y mujer, el recurso utilizado para lograr esta mirada es el uso del mito. A su manera establece un discurso de género relacionándolo con la historia de occidente, pasa por referencias intertextuales y confluye en la crítica a la 3


problemática de contemporánea.

las

relaciones

socioafectivas

que

padece

la

sociedad

Arreola reconoce la mirada del otro como la encargada de dar validez y fuerza a un opuesto. En nuestro caso la perspectiva masculina generará complementación y contraste frente al universo femenino, situación palpable y evidente de la cotidianidad de las relaciones de parejas heterosexuales. De manera magistral el autor mexicano mediante la escritura de los cuentos “El himen en México” del libro Palíndroma, “Homenaje a J.J. Bachofen” y “Tú y yo” de Cantos del mal dolor, “Eva”, “Una mujer amaestrada” y “Anuncio” del libro Confabulario, plantea una diégesis en donde la protagonista es la mujer, su relación con el género opuesto y su posición en la actualidad. Al contrario de lo que la crítica plantea respecto a los cuentos mencionados, el autor no utiliza un discurso machista y misógino.

De los cuentos se derivan acciones tales como caminar erguida en “una mujer amaestrada”, vivir en prehistóricos palafitos en “Eva”, mientras que “Tú y yo” menciona el hablar del alfabeto, la invención de la rueda, la odisea del conocimiento. Aquí, hasta el lector más desprevenido encontrará indicios para empezar a descubrir la historia de la humanidad representada por el personaje femenino, historia que terminará en la esperanza del renacer de la mujer, que como afirma el autor ha sido esperado por la humanidad durante mucho tiempo. Juan José Arreola realiza un juego con el mito, la historia y la actualidad de la mujer. Tres temáticas se encuentran para demostrar que la literatura, además de generar un goce estético-filosófico, permite un diálogo con diferentes campos del conocimiento. Dicho diálogo se convierte en una herramienta académica para afirmar la importancia de la interdisciplinariedad e intertextualidad en el momento de realizar una interpretación crítica de los textos, en este caso los del autor mexicano. A través del tiempo, las diferentes bellas artes se han encargado de manifestar estéticamente las emociones y sentimientos del ser humano, además de esto universalizan los sentires individuales. La literatura, siendo una de las siete artes, permite descubrir en sus diferentes formas la esencia emocional de la humanidad. Arreola tiene una forma particular de escribir, -es lo que lo hace único-, destacándolo entre otros autores de su generación. Sin embargo, el estilo como enfrenta la dicotomía hombre-mujer, convierte al mexicano en un lector “deconstructor” (bajo la mirada derridiana) del contexto patriarcal y propulsor de una differancé temporal, en donde el resultado final será la actualidad de la mujer. Mito, historia, hombre-mujer, Intertextualidad, interdisciplinariedad, interpretación universal, forma particular, deconstrucción y diferencia; son las palabras que resumen la importancia de abordar a Juan José Arreola desde una perspectiva histórica-deconstructiva.

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C.OBJETIVOS GENERAL  Hacer una lectura histórica del género femenino a partir de los cuentos “El himen en México” ,“Homenaje a J.J. Bachofen” , “Tú y yo”, “Eva”, “Una mujer amaestrada” y “Anuncio” escritos por Juan José Arreola. ESPECÍFICOS  Identificar los relatos de Juan José Arreola como intertexto de diferentes épocas históricas.  Establecer una analogía entre el Mito del Matriarcado propuesto por J.J. Bachofen, los relatos de Juan José Arreola y la historia de la mujer.  Deconstruir el discurso patriarcal estableciendo una idea de género femenino coherente con la actualidad.

D. MARCO TEÓRICO MATRIARCADO, MITO Y LITERATURA

De los diferentes relatos mitológicos se pueden encontrar múltiples interpretaciones, algunas de ellas son tan elaboradas que se convierten en teorías para el estudio de la humanidad. J.J. Bachofen se detuvo a observar el mundo antiguo, conceptualizando su mirada bajo la idea de ginecocracia o matriarcado que descrito en modo superficial establece que la mujer, en una época antigua tuvo superioridad en su familia y sociedad. Según el autor, los mitos proporcionan universalidad a los estudios humanísticos y recuerdan la subjetividad cultural de cada pueblo, siendo una forma de releer la historia pero esta vez bajo la mirada literaria que permiten las narraciones. Analógicamente el jurista suizo afirmaba que el curso de los pueblos se asemeja a cada uno de los individuos y estos a la naturaleza. El ser humano necesita nacer para posteriormente llegar a la madurez, así como el pueblo requiere surgir para llegar a una organización social estructurada y pos su parte la naturaleza necesita germinar para cumplir con su ciclo. La tierra, madre original, Gea, permite la germinación; la madre biológica posibilita el nacimiento de los hijos y según Bachofen fue la madre, mujer madura que siguiendo el modelo biológico también guiaba el curso de la historia antigua. Este planteamiento fue denominado por el autor “derecho natural” Una primera etapa del “derecho natural” se da por el hetairismo, que representa la libertad total de la mujer, hasta el punto de terminar en una sexualidad desenfrenada (promiscuidad) que no permitirá el reconocimiento de los hijos por 5


parte de los padres, quienes -en palabras de Bachofen- sembrarán al azar. Este momento telúrico hetairista será dominado por la diosa Afrodita, diosa sensual que se opone a la institución matrimonial. Las mujeres de la primitiva Grecia, cansadas de la lubricidad del momento, reaccionan convirtiéndose como amazonas, mujeres guerreras que se niegan a aceptar la superioridad masculina, se oponen al depravado uso de la sexualidad que se estaba generando entre los hombres (varones, entiéndase así el término cuando se observe en el transcurso del escrito). El estado aquí referido, es propuesto por el jurista como una transición entre el primer y el segundo momento histórico de la Grecia antigua. Sutilmente empieza el decaimiento de la figura femenina. Pues Dionisio, enemigo de las amazonas termina seduciéndolas e invitándolas nuevamente al placer. El suizo interpreta este pasaje como evidencia de “la fragilidad y la precariedad de la victoria del padre” frente a la moderación y medida de las féminas. (Bachofen.1955) El segundo momento será dominado por Démeter, diosa de los cereales, quien organizará la vida social a partir del matrimonio y la vida agrícola. Aunque en este momento permanece el derecho natural, la moralidad empieza a aparecer. Aquí Gea no sólo permite la germinación, sino que observa que para lograrla necesita la presencia de alguien que la cultive. El varón observa la creación de la vida, la respeta y la engrandece otorgándole un religioso poder familiar y social. Aquí se puede percibir la verdadera ginecocracia o gobierno femenino, denominado por Bachofen como “derecho materno conyugal” El gran problema occidental se generó cuando el hombre fue consciente de su paternidad, ya no reacciona como un niño desplazando de esta manera la figura materna. La posesión del varón se percibe en tres etapas representadas por el sol. En el amanecer es el hijo radiante que todavía es dominado por la madre. En el Zénit alcanza una paternidad victoriosa pero que intenta recordar el pasaje dionisiaco, en donde el placer será el protagonista. Para generar una madurez social, el hombre pasa a un tercer estadio en donde reconocerá su paternidad como un acto divino que hará generar dependencia frente a la creación de vida. Aunque el jurista tiene argumentos factuales para defender su planteamiento como una teoría histórica, la idea tuvo pocos seguidores. Los estudiosos prefieren catalogar el concepto de matriarcado como un nuevo mito. El apartado que Historia de las mujeres en occidente, dedica al autor termina afirmando: “Su error (refiriéndose a Bachofen) consistió en creer en la palabra del hombre griego, persuadido de que con el apoyo de los mitos, reconocía su larga historia. Pero al proceder así ha construido, involuntariamente, un relato mítico digno de convertirse a su vez en un objeto de atención y de estudio: ha creado el <Mito del matriarcado>” (Duby, 1993)

Como se había planteado anteriormente, el mito como relato hace referencia a otros tiempos cercanos al origen del mundo. Strauss afirma que el mito se define 6


por un sistema temporal cultural, que proviene de tiempos pasados, sin embargo a pesar de haber sucedido antaño tienen una estructura permanente y analógica con la idea de pasado, presente y futuro. A partir de esta afirmación y teniendo en cuenta las ideas expuestas en el transcurso del texto, se puede proponer que así como surgieron figuras arquetípicas en un pasado mítico , en el momento actual se pueden reconocer dentro de un imaginario que generará una nueva concepción histórica. O tal como plantea L. Strauss (1980. Pág 124-125) -realizando una lectura de V. Propp 2- que los personajes y los motivos presentes en los mitos, pueden aparecer transformados como cuentos. Es precisamente esta transformación la que hace perder la esencia mítica a los relatos. Afirma nuevamente el antropólogo, que ante la transformación del mito, evidente cercanía a su muerte “quedan dos vías libres: la de la elaboración novelesca y la de la reutilización con fines de legitimación histórica”.(Strauss 1980). Los planteamientos elaborados por Strauss son realmente amplios y complejos, algunas de sus ideas serán un punto para interpretar los relatos de Juan José Arreola. El mexicano se acerca a la primera de las vías sugeridas por Strauss, es decir la elaboración novelesca de los mitos, camino que según el antropólogo llevará a la muerte de este tipo de relato. Sin embargo, en un estadio histórico como el que nos encontramos, la ciencia y la razón, priman sobre la fantasía y la conjetura literaria. DECONSTRUCCIÓN Y DIFFÉRANCE

Ahora bien, observando que el mito decae y que los planteamientos del imaginario occidental también empiezan a ser cuestionados por la contemporaneidad; surge un nuevo concepto “La deconstrucción”, propuesta teórica planteada por el francés Jaques Derrida. Se tiende a pensar que deconstruir es simplemente deshacer o desmontar una idea ya establecida. La propuesta si abarca dichos presupuestos, pero la finalidad se acerca a lo factual ya que se busca comprobar como está estructurado el discurso, pero también cuáles son las piezas que allí no encajan. Sin identificar la deconstrucción como una crítica, un método o una estrategia lectora. Se observa que la idea conceptual está cercana a la de una lectura interpretativa, que invita a identificar símbolos, signos y conceptos que aparecen en un texto; dándoles una apreciación racional de carácter afirmativo o negativo. La confluencia de dichos conceptos es el diálogo y análisis discursivo al interior del texto. Tal integración llevará a la identificación e inclusión del otro, es decir la búsqueda de la diferencia inmersa en un texto escrito, diferencia que permitirá cuestionar y “desmontar” imaginarios establecidos; esta idea que fue acuñada por Derrida recibirá en este escrito el título de différance.

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Situación que ha generado polémica intelectual, pero que no considero necesaria atender en este escrito. Para la temática a trabajar es más pertinente la interpretación que L. Strauss ha realizado respecto a los relatos mitológicos.

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Para que exista el acto deconstructivo, se hace necesario el acompañamiento de la différance. Elemento que reconoce el ser distinto y la interposición o retraso. El primero quiere decir ser diferente, señalando a lo otro, al fuera de una mismidad, es decir no ser idéntico a un modelo original. De la interposición se puede afirmar que implica un dejar para más adelante, retardar, dialogar con el origen; tal como funciona en la lectura de relatos míticos. La temporalidad crea el sentido y con este se generan las dicotomías. Hombre, mujer; patriarcalismo, feminismo son dos claros ejemplos de esta idea, cuya causa es la différance, encargada de bifurcar los conceptos para reconocer la importancia del otro dentro de un nuevo discurso deconstructivista. De aquí se puede deducir que el producto final de la deconstrucción y la différance es la ambigüedad. Al pensar en un elemento de la dicotomía, necesariamente se recae en una cadena, ya que si se referencia un elemento, este tiene un antecesor o sucesor. A su vez el antecesor o sucesor tiene un igual, continuando de esta manera la idea de Traza o cadena. Finalmente se llegará al origen o a la incertidumbre del futuro, pero cuando las ideas se transmiten mediante la escritura se llegará al fin, debido a que el texto no siempre necesita un intermediario que lo explique o justifique, simplemente es. La deconstrucción no se centra únicamente en la búsqueda de opuestos, también apunta a remover la jerarquía de los elementos de un todo que se encuentra definido. Ya no primará el día frente a la noche, tampoco se puede proponer supremacía del varón frente a la mujer. En palabras de Derrida, una vez establecido el juego de oposiciones conceptuales y jerárquicas, además de la identificación de contradicciones internas del texto. La deconstrucción debe: “Por medio de una acción doble, un silencio doble, poner en práctica una inversión de las oposiciones clásicas y un corrimiento general del sistema. Será sólo con esa condición como la desconstrucción podrá ofrecer los medios para intervenir en el campo de las oposiciones que critica y que es también un campo de fuerzas no discursivas” (Derrida.1972)

Las historias de Juan José Arreola, presentan dicotomías claras. Aparentemente plantean un modelo social perfectamente definido, retoman arquetipos y modelos femeninos, juegan con la historia canónica y buscan que el lector descubra el “ganador” del enfrentamiento entre hombres y mujeres. Bachofen y su mito que permite una nueva lectura histórica; Strauss y su desmonte de lo mítico en lo literario; Derrida, la différance y la deconstrucción, se convierten en los sustentos teóricos para realizar una lectura histórica de algunas historias escritas por Juan José Arreola. FEMINISMO Los antecedentes del feminismo se ubican en el renacimiento, se fortalecen en la ilustración, se evidencian a finales del siglo XX; pero es en el siglo XX cuando se 8


hacen palpables y empiezan a cobrar importancia histórica en la sociedad occidental. El término tiene diferentes acepciones pero en este trabajo se entenderá como una política cultural, entendiéndose política como una ideología que puede adentrarse tanto en los terrenos de la práctica y teoría social; cuestionando la historia patriarcal y la realidad inmediata a partir de la conciencia de la igualdad de géneros. Por su parte lo cultural obedece a los elementos materiales y espirituales que caracterizan a un grupo social determinado por costumbres, prácticas, símbolos, códigos y otros elementos semejantes que identifican a dicho grupo social. Observando la historia contemporánea de esta ideología se pueden definir tres momentos históricos denominados olas. Un primer momento está representado por la figura de Simone de Beauvoir quien afirmaba que el sometimiento de la mujer hacia el hombre no era natural, sino que provenía de una práctica cultural velada con el nombre de determinismo biológico. La marginación de la mujer se justificó al decir que existía cierta predisposición biológica que les impedía la realización de trabajo intelectual. Beauvoir en su obra Segundo sexo consideraba que a las mujeres habían vivido una situación análoga a la de los esclavos, pues dependían de la voluntad de un hombre. La obra publicada en 1949 se divide en cuatro partes: en la primera, se hace un análisis de lo femenino desde lo científico biológico; en la segunda, está latente el tema de la mujer vista desde la historia que parafraseando a la autora ha permitido que la mujer estuviera construida a partir del imaginario que el hombre crea de ella; un tercer apartado, observa los mitos femeninos más antiguos llegando hasta la imagen de la mujer creada por la literatura; la cuarta parte, se convierte en una reflexión sobre la vivencia femenina en las diferentes edades de la vida, desde la infancia hasta la vejez. La autora analizó a la mujer desde diferentes ámbitos, la crítica resalta que es valiosa la forma igualitaria y totalizadora en que abordó la temática de género de identidad sexual femenino, sin embargo el afán totalizador deja ver falencias permitiendo concluir que ninguna teoría puede abarcar de manera completa el fenómeno social de la “inclusión” de la mujer a la sociedad. Antes de Beauvoir existió Virginia Woolf quien en su obra Una habitación propia reflexiona en torno a la escritura de mujeres aristocráticas, expresión que surgió durante los siglos XVIII y XIX. En la obra mencionada, Woolf identifica características de lo denominado literatura femenina y transgrede el espacio íntimo y cerrado de la mujer, cambiándolo por el mundo social masculino pero observado desde una perspectiva femenina. Ambas autoras iniciaron una serie de reflexiones acerca del rol de la mujer en medio de la sociedad patriarcal, sin embargo el contexto no permitía reforzar estas ideas, pues no había oportunidades culturales, laborales, familiares ni académicas que permitieran la praxis de las ideas planteadas. 9


La segunda ola que circunda la revolución de 1968 plantea un feminismo crítico, a nivel social se centra en las políticas de reproducción y la libertad sexual. En A reader’s guide to contemporary literaty theory se contemplan cinco tópicos centrales relacionados con la discusión de la diferencia sexual: biología, experiencia, discurso inconsciente, condiciones económicas y sociales. Dentro de este imaginario liberador se destacan: Kate Millett: Autora estadounidense, reconocida por su obra Política sexual. Desde la psicología y la literatura critica el falocentrismo social. De la misma manera consideraba que era importante observar el contexto socio-cultural para poder comprender auténticamente la obra literaria y el nuevo imaginario de mujer que se estaba presentando. Un aporte importante de la autora, es la diferenciación que hace entre los términos sexo y género, el primero es una determinación biológica y el segundo es una construcción psicológica que esta referenciada por el aspecto cultural en donde es claro que hombres y mujeres se han encargado de darle continuidad a los roles tradicionales generando relaciones de dominación y subordinación. Elaine Showalter: Su ginocrítica parte la idea de mujeres autoras y la crítica sencilla de las mujeres lectoras. La autora afirma que la mujer escritora imita e interioriza los modelos dominantes masculinos. Recuerda la presencia de modelos femeninos tradicionales: el ángel y la bruja, modelos que según la autora son aceptados y ahora deconstruidos. Mary Ellman: En su Thiking about women la autora reflexiona a partir de los modelos de mujer que se presentan en la literatura, resaltando que estos han sido construidos por los varones, generando así una lectura distorsionada dirigida por una sola perspectiva. Julia Kristeva, Helene Cixous y Luce Irigaray: Constituyen el aporte francés y analizan el fenómeno de la otredad (la mujer como el no ser hombre) , además tienen una clara influencia del psicoanálisis de Freud y Lacan. En palabras de Terry Eagleton el psicoanálisis en la literatura no sólo se interesa por leer el escrito del inconsciente si no busca descubrir el proceso en donde el autor produjo el texto literario. Dentro de este psicoanálisis es indispensable hacer la lectura semiótica de los símbolos fálicos y el surgir de lo elementos femeninos. Retomando la idea de deconstrucción Kristeva propone esta técnica para propiciar el surgimiento del discurso femenino tradicionalmente reprimido, este discurso se asocia a lo semiótico y a lo materno. El segundo aspecto es importante en la obra de la autora, ya que permite la presencia de la subjetividad desde el origen del ser. Para lograr esta deconstrucción la autora amplia dos

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propuestas del psicoanálisis de Lacan3. La primera afirma que el ser humano se constituye como sujeto mediante un proceso y que este se da mediante el lenguaje; la segunda está cercana a los planteamientos de Freud en donde el inconsciente se convierte en una teoría de lenguaje autónomo que debe ser interpretado de una manera especial ya que afecta la subjetividad de cada ser. Las tres autoras hacen una re interpretación de lo femenino a partir de las convenciones lingüísticas, la mujer se re inventa a partir del lenguaje, de un metalenguaje. Como ya fue mencionado la mujer en la literatura se crea a partir de la mirada del hombre o se autocrea desde su propia perspectiva. Esta vez y al igual que algunos de los autores mencionados, Juan José Arreola creará a la mujer desde el lenguaje, sistema simbólico que no la presentará bajo la mirada tradicional si no desde nuevas convenciones que reivindiquen y resalten su papel en la sociedad.

E.PLAN TEMÁTICO Cada uno de los siguientes temas se convierte en un eje intertextual, indispensable para un análisis profundo de los cuentos “El himen en México”, “Homenaje a J.J. Bachofen”, “Tú y yo”, “Eva”, “Una mujer amaestrada” y “Anuncio”. Se observan tópicos que tejen relaciones entre las historias, abordarlos no significa que lo teórico prevalezca sobre lo literario ni viceversa, más bien diferentes ciencias humanas, temas e historias confluyen para demostrar una vez más que la literatura no es un fenómeno aislado dentro de la construcción histórica de la sociedad.

I. Mito. Dentro de este primer capítulo se trabajará el concepto general de mito abordado desde la antropología y algunas ideas de Levi Strauss. El capítulo se ampliará tomando referentes mitológicos arquetípicos femeninos de la historia occidental, de igual forma se observará como estos han trascendido construyendo el imaginario tradicional que la sociedad tiene acerca de la mujer. II. Mito y literatura. El segundo capítulo dará continuidad a la idea de mito, esta vez la analizará desde la teoría literaria, posteriormente se empezará a relacionar la temática de mito y arquetipo femenino con las historias escritas por Juan José Arreola.

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Se hace necesario aclarar que Kristeva utiliza el término semiótico de la misma manera que Lacan utiliza “lo imaginario”.

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III. Mujer histórica. Después de la lectura mítica, es pertinente realizar una histórica, por esta razón este tercer capítulo la realizará observando como los elementos míticos permitieron crear la imagen convencional de mujer, idea que se desarrollará en este capítulo porque esta historia canónica es la que se pretende deconstruir más adelante. IV. Psicoanálisis y otredad. El psicoanálisis se ha encargado de estudiar lo màs profundo e intangible cada ser humano como sujeto individual, aunque son ideas pensadas para cada individualidad, las construcciones de imaginario social surgen a partir la agrupación de diferentes inconscientes, uno de ellos es el inconsciente colectivo que permitió la construcción de la imagen de mujer dentro de la sociedad. Arreola en sus historias presenta ejemplos de inconsciente colectivo femenino, temática que se ampliará al lado de una lectura general de algunos conceptos de Lacan y Freud. En este capítulo también se observará a la mujer represendo la idea de otredad, el ser otro que se convierte en un sujeto que se opone a lo canónico. V. Deconstrucción Arreola sin darse cuenta utilizó en su escritura herramientas que le permiten al lector contemporáneo hacer una lectura deconstructiva de la historia patriarcal. El diálogo con la teoría literaria se generará en este capítulo, pues el análisis de la forma de las historias de Arreola se desarrollará a partir de la teoría de la deconstrucción propuesta por Derrida. VI.Feminismo, construcción de un nuevo discurso. Los postulados feministas apoyarán las ideas propuestas en el capítulo anterior, de la misma manera propondrán un último escalón del análisis históricointertextual generado a través de los anteriores capítulos. Se busca llegar a la conclusión la cual reafirmará la literatura de Arreola no como una expresión misógina –tal como la crítica lo plantea- si no como una defensa al género femenino. VII. Conclusiones.

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F.BIBLIOGRAFÍA BÁSICA Arreola, Juan José. Obras completas.México. F.C.E. 1995. Bachofen, Johann Jacob, 1815-1887. El derecho natural y el derecho histórico. Introducción y versión del alemán de Felipe González Vicen. Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1955. Derrida, Jaques. La escritura y la diferencia. Barcelona.Editorial Anthropos 1989. Derrida, Jaques. Márgenes de la filosofía. 1972. Duby Georges y Perrot Michele (directores) Historia de las mujeres en occidente. Madrid,Taurus Ediciones, 1993. Eagleton, Terry. Una introducción a la teoría literaria. México.F.C.E. 1988. Lévi-Strauss, Claude. Antropología estructural .Traducida de por Eliseo Verón. Buenos Aires,Eudeba, 1980. Martínez Adelaida.”Feminismo y literatura en Latinoamérica” Publicado en http://www.sololiteratura.com/fer/ferfeminismoylit.htm, consultado el día 28 de julio de 2008. Moi, Toril. Teoría literaria feminista. Madrid, Cátedra. 1988. Torregroza, Enver Joel. Una introducción a Derrida. Bogotá, Universidad Libre. Facultad de Filosofía. Centro de Investigaciones, 2004. Ventura Lourdes. La mujer placer, hacia un nuevo hedonismo femenino. Barcelona.Velacqva.2004. Yurkievich, Saúl.Juan José Arreola: “Los plurales poderes de la prosa”.Prólogo Obras Juan José Arreola. México. F.C.E. 1995

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