_______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ La piel, como cubierta del cuerpo, revela en qué condiciones se encuentra el organismo. Lo mismo ocurre con el cabello y las uñas. Una mala alimentación, la falta de descanso, la deshidratación y otros problemas de salud, que son consecuencia de una higiene deficiente, dejan secuelas en ellos, como se explicó en la secuencia anterior. La salud es bienestar. Estar bien se nota y se transmite. La salud, entonces, es belleza. Cuando nos sentimos bien por dentro, en lo emocional y en lo físico, esto se refleja en nuestra piel, ojos, cabello y postura, haciéndonos lucir bellos. Para verse bien sin necesidad de cosméticos, conviene practicar todos los días las siguientes recomendaciones:
• Comer bien. Una dieta balanceada, apoyada en
el Plato del buen comer, nos brinda energía y vitalidad. Tomar un buen desayuno por las mañanas, nos permite concentrarnos mejor durante el día.
• Beber suficiente agua. El agua hidrata al
La salud es el mejor cosmético.
organismo completamente, mantiene la elasticidad de la piel y la suavidad del cabello, además facilita la eliminación de toxinas. Se recomienda beber de un litro y medio a dos litros diarios.
• Activación física. El ejercicio mantiene el organismo en buen estado, pues oxigena los tejidos
y estimula la mente. Caminar, bailar o practicar algún deporte, nos ayuda a relajarnos; dormir bien y tener los músculos firmes y flexibles, ayuda a mantener una buena postura y da una apariencia agradable.
• Tomar un baño energizante. Friccionar la piel con un zacate o una esponja al enjabonarnos mientras nos bañarnos, estimula la circulación de la piel, retira las células muertas y nos activa.
• Dormir bien. El dormir poco es perjudicial para la salud, pues el metabolismo requiere del
descanso para cumplir con sus funciones. No dormir altera los nervios e impide que se cumpla con las actividades diarias.
• Sonreír. La sonrisa es la manifestación del bienestar. Nos permite relajarnos y ubicar los problemas en su dimensión correspondiente para resolverlos bien.
• Interesarse por otros. Dedicarle tiempo a otras personas favorece los vínculos sociales y
expande el bienestar, lo que forma parte de la salud emocional. La integración con la comunidad nos brinda oportunidades de crecimiento personal y favorece nuestra autoestima.
• Dedicar tiempo a meditar. Conectarnos con nosotros mismos nos ayuda a percibir cómo está
nuestra salud, especialmente la emocional, además fortalece la voluntad y la autonomía. La aceptación de lo que somos nos permite tener una actitud de seguridad, que es un elemento importante de la belleza.
• Atender los problemas de salud. Acudir al médico cuando sentimos alguna molestia es una manera de prevenir inconvenientes. Dejar pasar un malestar puede llevarnos a complicaciones innecesarias. Una revisión de rutina al año nos dará tranquilidad.
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