de la Ilustración. Porque, con el Evangelio, arrancó ya el proceso de renovación de la moral. La renovación que consiste en que, antes que las obligaciones "religiosas" están las obligaciones "éticas". Si es que, por "obligación ética", entendemos la plena realización de lo humano, lo verdaderamente humano, que hay en nosotros. Porque justamente en la realización de lo humano es donde podemos encontrar al Dios que se humanizó en el hombre Jesús de Nazaret.