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La Literatura en Baja California Sur


ARMANDOTRASVIÑATAYLOR

La L i t e r a t u r a en Baja California Sur

LA PAZ, B. C. S. — 1971 —


Primera edición: 1 000 ejemplares.

© Derechos Registrados Conforme a la Ley

Imprenta LAURA

Fernando Alva Ixtlixochitl No. 145

Col. Obrera


A Carlos Cortés Verdugo y Rubén Vizcaíno Valencia


LA LITERATURA REGIONAL EN BAJA CALIFORNIA SUR INTRODUCCIÓN

Nunca antes se había intentado realizar un trabajo de esta naturaleza en torno a una literatura que, si bien puede catalogarse como existente en la entidad bajacaliforniana, responde a una múltiple secuencia de valores desarticulados, ajenos a escuelas, a estilos y a autores, como resultado de un desmembramiento social y geográfico que apenas hace unos lustros se ha logrado resolver mediante una red de comunicaciones marítimas y aéreas cada vez más creciente que ha permitido establecer con más fuertes lazos la efectiva asimilación socio-cultural con el resto de la plataforma continental. Si bien es cierto que no llegaron con su efecto estremecedor las candentes olas del romanticismo del siglo anterior, las frías marejadas del neoclasicismo o las vigorosas sonoridades del océano modernista de las primeras décadas de la presente centuria vigésima, eso no significa que las playas ardorosas y blancas del espíritu sudcaliforniano no se hayan sacudido al contacto con el paisaje sensible, con la naturaleza primitiva, con el ostracismo obligado y el olvido oficial en que ha vivido durante tanto tiempo la media península bajacaliforniana. Hasta hace unos 40 años, ni el radio, la prensa, los libros, los conciertos o conferencias, eran vehículos de trasmisión cultural para el término medio de la población, pues la capital del Territorio carecía de suficientes medios de comunicación, de energía eléctrica, de enseñanza posprimaria y recursos económicos para liberar de lacerantes grillos a las nuevas generaciones que en fuga desesperada comenzaban a emigrar fuera de las fronteras de la Patria. Para abarcar los más remotos orígenes de la formación del núcleo humano peninsular, propulsor de toda creación, hemos incluido un


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR brevísimo estudio de la incipiente civilización prehispánica, junto a la esforzada labor misional, hasta principios del siglo pasado, para considerar que sin complejo social, sin tradiciones, ni móviles de profundo carácter humano, la obra de la palabra queda oscurecida por la inexcusable búsqueda de las satisfacciones vitales. Un segundo aspecto del tema comprende el despertar literario a partir de 1910 en cuya organización hemos incluido a los poetas muertos hasta la fecha y considerando por ello una obra estática. La tercera parte comprende la literatura actual y los nuevos valores, entendiéndose por lo primero a todos aquellos escritores y poetas que, si bien han transmontado la edad de la madurez creadora, están aún en posibilidades de producir. La naciente generación literaria, con mayores brillos en la pluma que en otras épocas, se encuentra parcialmente esbozada en este último capítulo referente a la nueva juventud de las letras, entre quienes pueden hallarse auténticos valores, si el diamante resiste la presión de su propio polvo. Finalmente, quiero asentar una genuflexión reverente hacia todos los que, en sus hondas peregrinaciones poéticas, han marcado el camino hacia la conformación de la literatura regional, la que por hoy, no resiste la crítica severa, sino la revisión indulgente y serena. EL AUTOR


LA ESTRUCTURA SOCIAL DE BAJA CALIFORNIA. SUS ORÍGENES PREHISPANICOS Dice Arqueles Vela: "Las manifestaciones artísticas están en conexión directa con los principios constitutivos de la existencia. El carácter preponderante que ejerce en el hombre la actividad sensible, y la evolución de las impresiones sensorias — transformadas en fenómenos intelectuales— determinan el origen biológico del arte, latente en las sensaciones nacidas de la excitación exterior, creadoras de energía". Naturaleza y sociedad modelan, pues, la médula y el contorno de los productos psíquicos de la creación; los grandes impulsos del espíritu son producidos por las transferencias de los contenidos sociales en etapas de estancamiento o desarrollo. "En los tiempos primitivos —sigue diciendo Arqueles Vela— el arte se manifiesta más próximo a los impulsos inmediatos, y funge entonces —como en todos los tiempos— enalteciendo la realidad vivida: es un producto de fidelidad absoluta al mundo de los sentidos: no aparece tan complejo e intelectualista ..." La íntima correspondencia entre la ontogenia y la filogenia: la dualidad entre el niño y el hombre primitivo. Converge también el arte elementalista de los primeros hombres, pintura de realidades absolutas, con aquellos, que aún en la compleja actualidad, sobre el primer eslabón de la escalera estética, están reproduciendo la realidad con espíritu de cámara fotográfica, sin trasmutaciones, como si lo individual no fuera un factor ineludible dentro de lo estético y lo social.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR "Todo acto humano encierra una intención estética. Es falaz afirmar que la literatura primitiva es esencialmente antiestética. Reproduce lo natural de la realidad, sin altos valores formales. De ahí su primitivismo. La repetición y la aliteración, constituyen los recuerdos expresivos fundamentales. El idioma está hecho de frases: combinación de palabras que comunican algo. La fraseología es el estilo del idioma — alma de un grupo social— esencia de la expresión popular", termina diciendo el maestro Vela. Si bien es! cierto que el lenguaje es una creación del hombre y la literatura una función del lenguaje, permite suponer que todo trato social primitivo está sujeto a un modo de expresión característico a su forma de vida. De ahí que la caza y la pesca, la búsqueda incesante de vestido y alojamiento del más peleolítico de los seres, estuviera determinado por un esfuerzo cada vez superior en que, por táctica, la ley del hombre se imponía. La consecusión de mejores niveles de existencia daba lugar a la realización de hechos más significativos, lo que llamaríamos hazaña, y, hazaña tras hazaña en el devenir de la vida diaria, de los años y de los siglos y los siglos, el hombre se hubo de colocar en el pedestal de sus propios méritos, los que, en el momento de referirlo, por tradición oral, por medios rupestres y mucho más tarde por expresión escrita, el ser rodeado de individualismo por efecto de un núcleo social, fue el centro de la hazaña y así, traducido en danza, arenga, oración, consejo o elogio, nace una emoción poética. Nace la épica. Los 50 mil indígenas que habitan la península prehispánica, divididos en tres grandes grupos principales: guaycuras, cochimíes y pericúes, vivían en un estado cultural de notable atraso. Su ascendencia de dudoso origen nos permite entrever que el grupo cochimí vino del Norte, por tierra, porque se identifica con la raza yuma que habitó el suroeste de los Estados Unidos. De los pericúes y guaycuras, que pertenecen al grupo melanésico, difieren antropométrica y lingüísticamente


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR y se supone que vinieron por mar a la península de algún grupo de islas del Pacífico. Actualmente estos tres núcleos de población han desaparecido por completo, víctima de epidemias trasmitidas por los conquistadores europeos. Si los primeros pobladores trajeron una mayor cultura, se piensa que la fueron perdiendo por la falta de estímulos del medio ambiente. No existen restos de cerámica y si a esto no prestaron atención, se juzga que, menos razón existe para que se hubieran ocupado de las cosas del espíritu y el conocimiento. Entre ellos no existía la escritura, ni en el terreno jeroglífico. Las pinturas rupestres de San Borjitas y otros sitios, se atribuyen a culturas muy anteriores que no fueron conocidas por los españoles. En cuanto a la capacidad intelectual de nuestros indios peninsulares, el iracundo jesuíta alemán Jacobo Baegert los pinta así: "por regla general puede decirse de ellos que son tontos, torpes, sucios, toscos, ingratos, mentirosos, pillos, perezosos en extremo, grandes habladores y, en cuanto a su inteligencia y actividades, como quien dice, niños hasta la tumba; son gente desorientada, desprevenida, irreflexiva; gente que para nada puede dominarse y que en todo sigue sus instintos naturales, igual que las bestias".. . más tarde, el mismo P. Baegert expresa de los californios un contradictorio juicio agregando: "ellos tienen razón e inteligencia como otras gentes, y mi opinión es que, si se les mandara desde su infancia a Europa, progresarían en modales, artes y oficios". El P. Miguel del Barco que hace las "Correcciones" a la obra del P. Venegas dice que los indígenas que, después de cultivados, "muestran un entendimiento bastante despierto, no solo para el trato humano, sino para entender los misterios de la Santa Fe". Según otros misioneros, a los niños no había quienes les diera enseñanza, consejo, castigo, órdenes o buen ejemplo. Tampoco tenían ninguna clase de gobierno, y solo se elegía un guía para casos de guerra.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Los guamas o hechiceros fungían únicamente como médicos o directores de fiestas, no como autoridades. La carencia de religión —móvil de toda literatura primitiva— demuestra por otra parte la negación a actitudes reflexivas frente a la vida o los fenómenos de la naturaleza. Sin embargo, poseían su propia cosmogonía y mitología, tanto pericúes, como guaycuras y cochimíes, de la que hacían una idolatría familiar. Los jesuítas que entraron con Juan Ma. Salvatierra el 12 de octubre de 1697, después de 71 años de denodado esfuerzo por civilizar la población indígena, abandonaron la península por órdenes del rey Carlos III de España el año de 1768, saliendo por Loreto, entonces Capital de las Californias, la totalidad de los soldados de Cristo, que en suma de 16 estaban destacados en 14 centros de población diferentes. El primero de abril del mismo año de 1768 llegaron los nuevos misioneros, ahora franciscanos, al mando de Junípero Serra, a hacerse cargo de las mencionadas 14 misiones californianas. Después, el 14 de octubre de 1772 llegaron a Loreto los primeros 10 dominicos cuya orden, por serias diferencias con las autoridades civiles, vino a menos al iniciarse el siglo XIX. Para esta fecha existían sólo en la península una población indígena aproximada de 4 500 aborígenes y unos 1 500 entre españoles y mestizos, siendo el idioma español de uso general entre los naturales. Son muy escasos los restos literarios entre los siglos XVII y XVIII y casi puede decirse que poco se conserva, pues la historia nada agrega al respecto y de existir algo, habrá de encontrarse entre los polvosos manuscritos de los misioneros en los archivos oficiales de México, en El Vaticano o en otros países. Como dato curioso mencionaremos la canción de guerra que un grupo de aborígenes en rebelión, entonaban noche a noche, manifestando audacia y desprecio a los españoles. Esto


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR ocurrió en el año de 1736, cuando fue enviado el Gobernador de Sinaloa, Manuel Bernardo Huidobro, para calmar a los insurrectos: Iremos a Santiago, mataremos al Comandante, mataremos a los soldados, nos comeremos el maíz, fumaremos buen tabaco, quemaremos iglesias y casas, tendremos mucha ropa, cabras, mulas y caballos, nos llevaremos al padre, si no resiste, a las montañas; si se defiende, también lo mataremos. Un estudio detenido de la literatura primitiva equivaldría a emplear un esfuerzo de muchos años para hojear cada una de las crónicas misioneras, tanto de jesuitas, como franciscanos y dominicos, exponiendo la investigación de acuerdo con los antecedentes anteriores, a una búsqueda inútil, por la carencia absoluta de condiciones propicias. La historia de la Baja California ha sido posible escribirla gracias a las crónicas, relaciones y cartas que los misioneros dejaron, como producto de su contacto con la población indígena por más de cien años, consignando referencias sobre sus costumbres, sus formas de vida, su lenguaje, su idolatría, su cultura, su educación y hasta su incipiente arte primitivo. La crónica, como género literario, producto de la necesidad de comunicar los acontecimientos de una empresa de castellanización o evangelización, viene a determinar en la Nueva España un estilo característico que se distingue por su carácter epistolar, su sencillez en la descripción, su tono familiar, su realismo sin rebuscamientos y la constante preocupa-


ARMANDO TRASVÑA TAYLOR ción por la exactitud de los relatos de cosas, lugares y sucedidos. Las principales crónicas de la etapa misional son la "Noticia de la California" del Jesuita Miguel Venegas, cuya obra, plagada de falsas versiones e interpretaciones por el desconocimiento del medio peninsular, es objeto de la actitud reflexiva de otros dos jesuítas, los padres Lucas Ventura y Miguel del Barco, quienes, en honor a la verdad histórica, escriben un nuevo libro que ellos llaman: "Rectificaciones y Adiciones a la Noticia de la California", la que, aún existe inédita en la Biblioteca "Emmanuele" de Roma, escrita en dos lomos cuyo contenido revela una "auténtica historia de la península", al decir del historiador sudcaliforniano Pablo L. Martínez, ya que sus dos autores conocieron palmo a palmo las 14 comunidades donde estaban ubicadas las misiones respectivas. Francisco Javier Clavijero, que jamás estuvo en la California, utilizó las dos obras anteriores y realizó una enjundiosa labor de síntesis al publicar su "Historia de la Antigua o California", de gran estima y precisión. Esta crónica fue reeditada en 1944 en los Talleres de la Imprenta del Gobierno local, durante la administración del Gral. Francisco J. Múgica, pero su tiraje limitado no permitió la noble tarea de difundir el pasado peninsular como debió haber sido el objeto. Hoy se tiene como curiosidad bibliográfica, como libro raro. Otro jesuita que jamás pisó playas californianas fue Pedro Murillo Velarde que escribió la "Geografía Histórica". Finalmente, hay que mencionar el "libro negro de la Baja California", las llamadas "Noticias de la Península Americana de California" del jesuita alemán Jacobo Baegert, que fue publicado en 1772, y el cual es juzgado así por el historiador Pablo L. Martínez, en virtud de que denigra en alto grado la península. Existen, además, referencias sobre la vida californiana en


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR las relaciones escritas de los padres Wenceslao Link, Nicolás Tamaral, Fernando Consag, Francisco Eusebio Kino, Juan Ma. de Salvatierra, Juan de Ugarte y Jaime Bravo, entre otros, todos ellos de la Compañía de Jesús. Además, proporcionan noticias el dominico Luis Sales y el Franciscano Junípero Serra. Veamos un ejemplo de la crónica misionera californiana, tomada de la "Historia" de Francisco Javier Clavijero, y en la cual se refiere a un movimiento rebelde de pericúes y guaycuras que tuvo como resultado la muerte de los padres Tamaral y Carranco, en el año de 1734: "Cuando los conjurados vieron bien engrosado su partido, al que se agregaron también muchos neófitos, sin dejar por eso de asistir a los ejercicios diarios de la misión, determinaron comenzar la ejecución de sus perversos designios con la muerte de los pocos soldados que allí había, cuyas armas de fuego les inspiraban tanto miedo". "No había más que tres en Santa Rosa (Todos Santos), dos en Santiago y uno en La Paz; pero como aquellos cobardes traidores no se atrevían a asaltar ni a uno, a dos o tres soldados juntos, anduvieron espiando la ocasión de matarlos uno por uno". "En ese tiempo vino de Loreto a San José del Cabo un soldado con el fin de acompañar al P. Tamaral y con el de sangrarle, porque se había enfermado con los trabajos de una nueva misión. Este soldado había observado algunos indicios de la conjuración en el territorio de Santiago y vio otros en el de San José, de todos los cuales dio parte al misionero, diciéndole resueltamente que era necesario que se pusiese en salvo, porque su vida entre aquellos bárbaros estaba en peligro". "El padre, animado de la divina gracia que lo conducía a una muerte gloriosa, procuró disiparle el temor; más él temiendo perecer en manos de los salvajes, como infaliblemente habría sucedido si hubiere permanecido allí, se fue por otro camino a La Paz. Al entrar a aquel pueblo hizo la acostumbrada salva, disparando un tiro, pero ninguno respondió; acer-


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR cose a la casa del misionero y llamó en alta voz al soldado; más no oyendo la voz de éste ni hallando ningún indio de quien informarse, entró y vio algunos vestigios de sangre y la mochila . del soldado muerto con todo lo que tenía dentro esparcido por el suelo; y no dudando en virtud de tales indicios de la trágica muerte de su compañero, huyó precipitadamente a la misión de Los Dolores, en donde dio cuenta de todo lo que había observado el P. Guillen, que entonces era superior de todas las Misiones de California. Este, que ya por sus neófitos tenía algunas noticias, escribió luego a los tres misioneros de Santiago, San José y Santa Rosa, previniéndoles que se reuniesen inmediatamente con él". Puede advertirse en el relato la sencillez, la repetición de las palabras el descuido de la forma y la composición al correr de la pluma, común a toda crónica que sacrifica la elegancia por la veracidad y la imagen por el realismo de la descripción.

EL SIGLO XIX HASTA LA REVOLUCIÓN DE 1910 Al iniciarse el 1800, la Orden de Santo Domingo se batía en retirada en franca decadencia como resultado de las constantes pugnas en las autoridades civiles y los desórdenes en la vida pública y privada de algunos dominicos que habían llegado a producir el escándalo social. La inestabilidad de los Gobiernos que oscilaban entre el régimen virreinal y la República, fue la tónica del acontecer humano dentro de los primeros 30 años del siglo. Más tarde, la guerra contra los Estados Unidos; después el Gobierno de Félix Gibert y la entrega territorial al Imperio de Maximiliano ; y finalmente, el triunfo del Corl. Clodomiro Cota en favor de la causa republicana del régimen de Juárez. Luego vino la etapa antiporfirista en la capital de la Baja California Sur encabezado por el Gral. Manuel Márquez de


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR León, quien, en compañía de otros patriotas, publicaron un manifiesto de oposición al régimen dictatorial en el periódico local "Baja California". Este movimiento desapareció con el destierro voluntario del Gral. Márquez de León y la extradición del Corl. Clodomiro Cota, que fue aprehendido en San Francisco, Cal. La jefatura Política del Gral. José Ma. Rangel, que terminó en 1889, propició una etapa de completa paz porfiriana, que llegó a desquebrajarse hasta 1910 en que estalla la revolución maderista. El avasallamiento de inquietudes y conciencias correspondió a los gobernantes porfiristas Topete, García Martínez, Arróniz y Sanguinas, quienes con excepción del segundo, realizaron un trabajo constructivo y de incremento industrial, de comunicaciones, de educación, de agricultura y ganadería que con solo el dato demográfico resulta evidencia bastante: en 1880 la población peninsular era poco más de 23 mil habitantes y en 1910, la cantidad de pobladores superaba los 62 mil. Sin embargo, fuera del manifiesto político de Márquez de León, la oposición antiporfirista del periodismo local y la proclama final del insigne general todosanteño donde prometía regresar a la Patria a destronar al régimen de Díaz, no se encuentra en la historia ningún otro rasgo de quehaceres literarios, estando ocupados los brazos en las minas del Boleo, de El Triunfo y San Antonio o en los huertos y vergeles de las otroras risueñas villas del sur peninsular. El estado social estaba determinado por el filo de la dictadura en la espada damocliana de la frase: "mátalos en caliente", la que a su vez obedecía al desiderátum porfiriano de "menos política y más administración".


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR EL FLORECIMIENTO LITERARIO A PARTIR DE 1910 El Siglo XX, hasta nuestros días, época de transición y selectismo, se caracteriza, de acuerdo con Martín Alonso, en: a) Un retorno al clasicismo. Reacción hacia la tradición normativa. b) Retorno al romanticismo, prosaísmo e ironía sentimental. Independencia. c). Modernismo y postmodernismo. Escuelas de Vanguardia. ch) Literatura de posguerra. Nueva sensibilidad barroca. Técnica formalista. d) El ensayo y la prosa corta. Arte cerebral. Transición y eclecticismo. La literatura mexicana comenzó a surgir apoyada por un grupo selecto de renovadores, por una generación que rehuía ya la "torre de marfil" de la centuria pasada, que deseaba el trato directo con el pueblo en el afán de identificarse con sus necesidades e intereses. Se fundó entonces en la Capital de la República, la Sociedad de Conferencias, el Ateneo de la Juventud, la Universidad Popular y la Facultad de Altos Estudios en la recién reinaugurada Alma Mater. Grandes líderes intelectuales como Justo Sierra, Alfonso Reyes, Antonio Caso y José Vasconcelos comenzaron a formar para la Patria una de las más brillantes generaciones de auténtica trayectoria revolucionaria, que hoy, a más de 50 años de distancia, han producido o están produciendo sus mejores frutos en las más diversas disciplinas de las artes y las ciencias. En las soledades inhóspitas de la Baja California Sur, durante el Gobierno del Gral. Agustín Sanguinas que abarcó el periodo de 1902 a 1911, la paz porfiriana y la explotación extranjera, apenas permitían advertir la débil luminosidad de los espíritus inquietos. Las fiestas del Centenario de la Independencia en septiembre de 1910 en la ciudad de La Paz fueron objeto de un


LA LITERATURA EN BAJA CALJFORNIA SUR magno programa que incluía, principalmente, la realización de los Primeros Juegos Florales del Territorio. La convocatoria que el comité organizador lanzó a los cuatro vientos fue recibida con un entusiasmo inusitado. Una generación ayuna de estímulos, era sacudida por la inyección con la más fuerte dosis que vino a despertar las altas manifestaciones del espíritu. Una gran cantidad de trabajos literarios fueron recibidos por el H. Jurado Calificador que estuvo integrado por los señores Adrián Valadés, Dr. Ventura O. Viruete y Julio Mitchell. Después de revisados los poemas, declararon triunfadora la obra del Lie. David Gutiérrez Vázquez, entonces Magistrado del Tribunal Superior de Justicia, poeta de altos vuelos y orador elocuente. Los otros poemas premiados fueron los del Lic. Alfonso M. Maldonado, señor Arcadio Villegas y Alfonso Maldonado, hijo. El mantenedor de estos juegos fue el señor Mitchell; los directivos de la Junta organizadora de las fiestas del Centenario eran el señor Gastón J. Vives, como Presidente y el señor Villegas, como Secretario. Estos festejos conmemorativos estuvieron presididos por la reina de los Juegos Florales, señorita Beatriz Mac Hatton, cuya coronación fue hecha en el Teatro Juárez por el vate Gutiérrez Vázquez. El discurso del Mantenedor de los Juegos, señor Mitchell, se caracterizó por una elegancia parnasiana de gran orfebre preciosista. La obra literaria triunfadora fue una vigorosa pintura de cielo y mar, de aliteraciones y sonoridades retóricas, realistas, armoniosa, pintoresca y descriptiva, carente de imágenes vibrantes y de alegorías formalistas, pero acústica, de colorís-ticos paisajes y comparaciones. He aquí un fragmento: "El mar crinado y fiero resuena tenazmente y cuando choca y lustra la llambria del peñón, su linfa verdinegra se trueca en margaritas hialinas que desgranan su trémolo florón.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Veleros botes fingen enormes lanzaderas o cunas o almendreñas que algún titán dejó; el rastro de la luna que surge, tal parece el ígneo fogonazo de un drífico cañón. Al sesgo una gaviota que arriba lenta cruza antojase un arpón que aguarda que de pronto como un torpedo pase entre las gruesas olas un raudo tiburón; en tanto que en la arena rojizos los cangrejos se arrastran cual viñetas de lacre o bermellón. Tu tienes, mar, la fuerza y sin embargo lames la playa, quejumbroso, doliente, arrullador; como un ariete rompes cantiles y atalayas prisionero duermes, besando el malecón. El poema esconde, naturalmente, al poeta de un alma extraordinariamente sensible que sabe penetrar con su delicada inspiración los secretos del mirífico paisaje, expresados en sutiles antítesis románticas. Para darnos una idea de la prosa encomiástica de los inquietos literatos de 1910, basta citar una parte del discurso con que, el Mantenedor señor Mitchell hizo gala de verbo y esplendor. Veamos: "¡Oh, sí!.. una fiesta en la que al son de los sagrados sistros, entre el humo de los turíbulos, y hundidas las miradas entre las nebulosidades de femeniles gasas, el Arte, el gran Arte, sólo se sacrifique y loe, que es toda una epopeya de Amor, de Cultura y Patriotismo. ¡Juegos Florales! ¡Patria, Fides, Amor!.. Todo un nombre y todo un lema! Y ... rían en buena hora los que juzgan que sólo el lucro es bueno; que sólo el Culto del Becerro de Oro es ortodoxo! Y rían los que no pudieron abrevar en las aguas sagradas del Permeso, atiborran sus vientres estrellados con las hierbas del Ladón, y soplan en la rústica flauta que el bicorne Pan les brinda, mien-


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR tras llega para ellos, el máximo placer de hundirse en groseras lupercales". El altisonante estilo oratorio de la época, recargado de citas mitológicas, herencia del neoclasicismo en retorno, le dan a la pieza un acento recargado y conceptuoso. Estos primeros Juegos Florales de 1910, no volvieron a repetirse, sino hasta el año de 1948, en que fueron reanudados bajo los auspicios del Club de Exploradores "Huaxoros", fundado e impulsado por el profesor César Pineda Chacón, en cuyos eventos, que después se convirtieron en Certámenes Literarios con motivo de las Fiestas de Fundación de La Paz, hubieron de encontrarse nombres nuevos y valores de altos quilates, como lo vino a demostrar el triunfo del poema "Calafia" del vate suicida Fernando Jordán que ganó la Flor Natural un 3 de mayo de 1955. A partir de este siglo XX nuestro estudio se circunscribirá al análisis de autores y obras que hayan hecha pública su producción literaria dentro del ambiente regional, tomando como base, para las apreciaciones de juicio, el restringido ambiente social y cultural del Territorio debido al aislamiento geográfico, que no permitió consecuentemente el influjo de las corrientes poéticas que circulaban en México. Para evitar la estimación subjetiva en la tarea de jerarquizar autores de acuerdo con la calidad de su producción, adoptaremos el orden cronológico de sus fallecimientos para los primeros y las edades en orden descendente para los segundos, contando para su estudio con lo más significativo de sus obras que las fuentes, en forma directa o indirecta, nos hayan proporcionado.

ADRIÁN VALADES De Adrián Valadés no tenemos los datos exactos acerca de su vida ya que las fuentes de información con que contamos fueron muy limitadas. Nació en Mazatlán, Sin. a media-


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR dos del siglo pasado y murió en la primera década del actual. Fue empleado de Gobierno y Presidente Municipal. De su matrimonio nacieron en esta ciudad de La Paz, 6 hijos, entre ellos, Adrián Valadés Cobos, quien ha llegado a figurar dentro de la literatura nacional. Era de escasa estatura y físico proporcionado. Culto, ecuánime, probo. Gustaba de la literatura con pasión de iluminado. Escribió un libro de leyendas sudcalifornianas con el nombre de "Tipos, Tradiciones y Paisajes de la Baja California", editado en 1912 por la imprenta que entonces poseía don Prisciliano Díaz Bonilla. La obra contiene 6 narraciones legendarias y cuyos títulos son: "El Coromuel", "El Mechudo", "La Casa Colorada", "La Perla de la Virgen", "El Compa Aviles" y "Pichilingue". Además escribió ensayos históricos y opúsculos diversos, algunos de los cuales se supone que existen en el Archivo del Gobierno del Territorio que fue organizado en 1924 por don Francisco Jerez. Dejó una voluminosa obra sobre "Historia de Baja California" hasta 1910, con documentos y transcripciones de la segunda mitad del Siglo XIX, hasta los primeros días de la Revolución Maderista. Existe el manuscrito en poder de su hijo Adrián en la ciudad de México. Además, en 1963 fue publicado su libro "Temas históricos de la Baja California", en el número 24 de la Colección México Heroico, de la Editorial JUS, un trabajo de estudio y recopilación de datos en 160 páginas que comprende desde la etimología de la palabra California hasta la fundación de la ciudad de La Paz, con notas finales tomadas del Archivo de la ciudad desde 1832 a 1895. Esta obra de 2 000 ejemplares la editó y prologó su hijo Adrián Odilón Valadés.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR FILEMON C. PINEDA (1868-1922) Don Filemón Cecilio Pineda Contreras nació en La Paz, B. C. el 22 de Noviembre de 1868. Sus padres, don Víctor Pineda y Doña Refugio Contreras, procrearon cuatro hijos: Julia, Carmen, José y Filemón. Nuestro poeta, el menor de la familia, realizó su instrucción primaria en esta ciudad y cultivó su espíritu con la cultura superior que amorosamente recogió de los libreros del inolvidable preceptor Felipe de Jesús Pedroza, a falta de instituciones de enseñanza secundaria y profesional. Casó con doña Victoria Chacón, de cuya unión hicieron un matrimonio ejemplar que coronaron con la presencia de 9 hijos. Su afán por el estudio le hizo ser poseedor de una cultura universal y llegó a contar con la más numerosa biblioteca del Territorio. Su autodidactismo le llevó a dominar los conocimientos de la Contaduría Pública, que le permitieron ocupar la responsabilidad contable de las principales casas comerciales del puerto, entre ellas, "La Perla de La Paz" y "La Torre Eiffel" de las firmas Ruffo y González respectivamente. Durante el periodo gubernamental de don Agustín Arreóla ocupó la Tesorería General de Gobierno hasta la fecha de su fallecimiento el 17 de mayo de 1922. Su obra poética es inédita y se conservan, en poder de sus familiares, 128 poemas, que constituyen por lo menos, la totalidad de su producción literaria. Una edición de 10 poemas suyos se imprimió con carácter especulativo benéfico, con el título de "Hojas Dispersas" y con la siguiente aclaratoria en la portada: "El producto de la venta de este cuaderno se destinará al de la kermés del 25 de diciembre de 1916, dando cuenta del resultado el Banco respectivo". Filemón C. Pineda es el primero de los grandes poetas de Baja California. Es además, uno de los más cultivados, pues su obra toda demuestra un dominio cabal de las movimientos


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR literarios contemporáneos, lo que dificulta más su definición como poeta hecho, por una parte, en las calderas del romanticismo, y por otra, con la presencia inmutable de las rigideces del neoclasicismo. Su forma se denota invariablemente sujeta a los cánones de la preceptiva: empleó endecasílabos, octosílabos, decasílabos, dodecasílabos preferentemente, utilizados en cuartetos y cuartetas, con remates de sextetos, octavas y octavillas, coplas, etc. La obra es más de contenido que de creación formalista, más de pensamiento reflexivo que de ornamentación retórica. Sus versos divagan en la filosofía de la vida diaria, en la decantación del paisaje con la panorámica del estado interior, en la escritura de la fe de un promisorio mañana que delata en su grito social las deficiencias del pequeño mundo que descubrieron sus sentidos. ¡Adelante! La Patria, en vez de flores, en vez de sacerdotes y guerreros, quiere, para sus campos, labradores, quiere, para sus fábricas, obreros. Denota en su formación claras influencias de los grandes románticos españoles y de los postrománticos y premodernistas mexicanos. Entre otros a Espronceda, Núñez de Arce, Bécquer, Díaz Mirón, Gutiérrez Najera, Urbina y Acuña. Un gran país, en que el progreso impera como rey: un país en que la ciencia es el único Dios que se venera y en que hay un solo culto: la conciencia...


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Venid, gratos recuerdos de la infancia, venid a refrescar mi corazón; sobre mi frente pálida cruzando, formad una ilusión.

El ave, en medio de dicha tanta, cantó esta estrofa, tierna, sencilla, al son del arpa de su garganta: "sobre la nieve de una mejilla, un ígneo beso puso su planta". El didactismo de la armonía neoclásica a base de personificar las grandes fuerzas sociales, se expresa con sentido apológico : Llegó el Oro cubierto de sortijas, con las miradas fijas en las doncellas del hogar modesto, y el Deber, abrazándose a sus hijas, le dijo al Oro: "¡Marcha! ¡Te detesto! Altivo el rubio exclama: "La riqueza no te halagó jamás ¿de qué te ufanas? y el Deber, levantando la cabeza: "me ufano, —contestó— de mi pobreza", e irradió la honradez sobre sus canas. Una de sus creaciones más luminosamente expresivas son sus 12 cuartetos "A México" donde aparece ponderativo, hiperbólico, de una visión tonificante y optimista, en la que se acentúa la nueva poesía social revolucionaria producto de 1910:


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR "Al recordar la gloria de los grandes hombres, héroe que libertaron nuestro suelo, pienso en el cóndor que levanta el vuelo más allá de la cima de los Andes. Patria de Hidalgo, tu futuro asoma sin sombras, sin abismos, sin cadenas si fuiste tan guerrera como Roma, tienes que ser tan culta como Atenas. La amargura del romántico ante las limitaciones de un ambiente estrecho surge en la poesía de don Filemón, actitud pesimista pero cubierta de valeroso estoicismo: Sin ilusiones, como antes, ya no abrigas, si alguna esperanza te alimenta, tu pena es justa, pero no la digas y en un exceso de dolor, revienta.

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Su pincel retratista se vuelve pinturero al tocar su estro las realidades del nudo sensorial que forman el cielo y el mar: La barca se hace a la vela, y por la brisa empujada, corta el mar como una espada y hasta parece que vuela. Nieve que no se deshiela, velo de una desposada, una procesión alada. parece su blanca estela. El "Coromuel" encabrita el oleaje más y más; el timonel ve el compás y el grumete ronco grita: "Adiós!" mirando hacia atrás un pañuelo que se agita.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Se advierte, además como valor social de su obra, el espíritu socialista, visionario, producto de la hoguera democrática que se alimentó de la Revolución Mexicana, considerando que estos versos fueron escritos poco después del movimiento vindicador: Pienso en el mar enfurecido; pienso en la nube, en el rayo, en los volcanes, y sueño en un país grandioso, inmenso, poblado de una raza de titanes. En él, todos aspiran al renombre; en él, todos adoran al trabajo; y, como norma sacrosanta, el hombre proclama que no existen los de abajo. Con el desprecio poético de la conciencia latinoamericana hacia la "Bestia de Oro" que inmortalizó Santos Chocano, el vate sudcaliforniano advierte las amenazas del imperialismo, cuyas pretensiones se observan cumplidas durante la Segunda Guerra Mundial, tal y como lo anuncia en su poema "A la Bahía Magdalena": Uncle Sam, el tío Sam imperialista hojeando de Dewey un folio, leyó "Bahía" ... concentró su vista en el paisaje . .. y se sentó en su solio. Poco después en todo el Capitolio como en toda la Unión se oyó: ¡ Conquista . . ! Llega a lo más luminoso de su creación imaginística, como respuesta evidente a las explosiones modernistas de su época, en dos poemas en que hace gala de símbolo y parnaso, en los que, sin desensibilizarse y sin llegar a la abstracción intelectual del impresionismo formal, se recrea en colorísticas imágenes y alegorías simbolistas:


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR TRIUNFO DE LO NEGRO Me dirigí a los ojos de las niñas Pidiéndoles color para mis versos, Y las niñas me dieron de sus ojos El azul más hermoso de los cielos. El verde más profundo de los mares. El café de los rostros habaneros, El castaño más puro del castaño Y el negro de luctuosos pensamientos. Pero el negro sublime de tus ojos Darme nunca pudieron ¡ Son tan negros! Tan negros como el reino de la duda, Como el plúmeo ropaje de los cuervos, Como el velo del ángel de los tristes Que llora en el santuario del recuerdo. Ojos negros. Etíopes dormitando Sobre un lecho de nardos, Ojos negros: Si el sol es dibujante de paisajes, La noche es una artista que hace versos, Si aquél muestra sus lienzos: los celajes, Esta brinda sus trovas: los luceros. Celebremos el triunfo de la noche, Celebremos el triunfo de lo negro, Celebremos el triunfo de tus ojos, Esos negros artistas que hacen versos. CANTO A LA BELLEZA Belleza..............................? ¡ El mar! Oh, no le cantes, bardo, porque parece que del mar te mofas, Y el huracán, con su implacable dardo Poético, hará añicos tus estrofas.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Belleza..............................? ¡ El firmamento! Calla, Calla. ¡ Qué puedes tú ante tantos arreboles? Con tu cerebro y con tu lira estalla. ¿Qué vales ante Dios? ¡Dios rima soles! Belleza..............................? ¡El campo! Inspiraciones hondas Son el matiz, la esencia, los colores. Te falta a ti el cerebro de las frondas Y no tienes el alma de las flores. Belleza..............................? ¡ La mujer! Ignaro niño, ¿Con tu estro quieres conquistar la palma? Para cantar un corazón de armiño Existe un solo trovador: ¡ el alma! Belleza..............................? ¡ La natura! Al gran talento, Al gran poeta que de Dios se inspira, también pretendes arrojar tus mofas? Ya no intentes cantar. Rompe tu lira Y arrodíllate. El Mar, el Firmamento, El campo, la Mujer, son sus estrofas!


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR MARGARITO SANDEZ (1910-1938) Margarito Sandez Villarino, nacido en San José del Cabo, B. G. en el año revolucionario de 1910, fue hijo del matrimonio josefino que integraba don Margarito Sandez y doña Amparo Villarino de Sandez, quienes dieron al mundo seis hijos: María, Ricardo, Margarito, Atanasio, Adrián y Soledad, de los cuales los tres primeros han fallecido ya. Margarito hizo su educación elemental en su lugar de origen y a los 16 años se trasladó a la capital del país donde inició sus estudios secundarios que no llegó a concluir. De los hermanos Sandez, el profesor Jesús Castro Agúndez, cuenta en su libro anecdótico "Más Allá del Bermejo" que: "este grupo se distinguió en San José del Cabo, por sus travesuras rayanas en lo genial, con las que gozaron a hicieron gozar en forma intensa al vecindario". Adelante agrega: "Siempre actuaban en perfecto acuerdo, y todo lo que hacían tenía un sello inconfundible, por lo que la gente lo distinguía como "producto de los Sandez". Hacían glosa de la vida pública y en sus versos, de un folklorismo elocuente, cobraban fama en los corrillos populares. En cierta ocasión en que don Pablo L. Martínez dirigía el periódico "Baja California" fue objeto de persecuciones por parte del Gobierno al que atacó en sus columnas y llegó a recibir las descargas del cumplimientoso fuete militar. Ante tan indignante acontecimiento, Margarito Sandez compuso esta cuarteta: El ogro olímpico sacó su látigo y con mucho énfasis lo sacudió en los omóplatos de aquel raquítico que en su periódico lo profanó. Y así llegó a llenar toda una época de poesía popular. Sin embargo, lo que ha llevado al recuerdo imperece-


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR dero la memoria del legendario trovador josefino, es la letra que escribió para el canto sudcaliforniano que todos conocemos como "Costa Azul", de la inspiración musical del maestro Luis Peláez Manríquez. Costa azul, tropical, California, mujer indolente, es tu cielo tan ardiente y tu suelo fecundo y sensual. Bañada por la ola rumorosa que es beso de ternura espiritual, semeja la sirena que reposa arrullada por los cánticos del mar. Tus perlas y el coral, tus mares de cristal, ¡ Oh, tierra, eres visión, lejana y crepuscular! Sultana occidental, abanicada por la gentil palmera tropical. Vino a servir a la Capital del Territorio como Inspector General y Delegado Honorario del Gobierno durante el periodo del Corl. Rafael M. Pedrajo, y con tal carácter oficial, en un lance amoroso, fue asesinado con arma de fuego a las doce y media de la noche del día 21 de febrero de 1938. Sus padres habían muerto también y su tío Salomón Sandez recogió el cadáver y lo condujo hasta San José en donde se encuentra sepultado, este hombre, extraña mezcla de virilidad, nobleza y sentimiento.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR ULISES IRIGOYEN Ulises Irigoyen nació en el Estado de Chihuahua en los últimos años del siglo pasado y murió en la ciudad de México en el año de 1943, cuando apenas frisaba los 50 años. Irigoyen llegó al Territorio durante el periodo gubernamental del Gral. Francisco J. Mújica con el encargo especial de escribir un libro de estudios económico sociales sobre la entidad. Con tal fin, el escritor, en compañía del Lic. Moisés T. de la Peña, se trasladaron a la península a recorrer todas sus zonas en un precipitado viaje de tres semanas, con jornadas de quince a diez y ocho horas diarias, como en el prólogo de la obra lo confiesa el propio Lic. de la Peña. Esta voluminosa edición que lleva por nombre "Carretera Transpeninsular de la Baja California" está dividida en dos tomos y cuatro libros en un total de más de 1 500 páginas. Los mismos autores reconocen que: "cuando poco' o nada se ha dicho sobre los vitales problemas de nuestro lejano y desconocido Territorio, es sin duda útil aportar lo poco que podamos, por lo menos para despertar la curiosidad y hacer hincapié en la urgencia de que aquello se estudie y se conozca a fondo; la que no es pequeña aportación, si tal finalidad se logra, y en gracia a este propósito nos disculpamos, y esperamos ser disculpados, de la audacia de opinar sobre asuntos que no tuvimos la oportunidad de investigar y conocer con detenimiento y en forma satisfactoria". El libro contiene noticias históricas, económicas, geológicas, geográficas legislativas, etc. y hasta un ensayo de bibliografía californiana en que agrupa a más de 130 autores y fuentes de investigación diferentes desde las primeras edades hasta la época presente. Ulises Irigoyen, dio a conocer su obra mediante una conferencia inicial que dictó a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística en el año de 1943 en la ciudad de México, siendo entonces Auditor General de la Secretaría de Hacien-


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR da. Esta exposición fue un resumen del volumen que más tarde había de publicar. Desafortunadamente, para el 1" de agosto de 1945 en que terminó de imprimirse, Ulises Irigoyen falleció, sin haber podido hacer las correcciones necesarias, lo que determinó una secuencia de errores en su contenido. Irigoyen, hombre de grandes inquietudes, viajero incesante, político, investigador científico y amante de la literatura, ha dado, no obstante sus defectos, una obra que, de actualizarse debidamente, resultará un vivo retrato de las condiciones generales de la península bajacaliforniana.

FORTUNATO MORENO (1869-1947) Don Fortunato Moreno Corral, oriundo de La Paz, B. C. donde vio la luz un 9 de enero de 1869, pertenece a una de las familias de abolengo del terruño sudpeninsular. De su preparación cultural no se tienen datos concretos por la exigüidad educativa del siglo pasado. En la vida pública territorial ocupó sucesivamente funciones de comerciante, político, empleado público y bibliotecario. Sus primeros versos están fechados en el año de 1926 y los últimos, cinco años antes de su muerte. Parece ser que al final de sus 78 años de existencia dejó la pluma con la actitud serena de quien espera trasponer de un momento a otro las fronteras de la vida. En 1941 encuadernó con sus propias manos el último libro de sus versos,. El primero contiene más de 120 poemas; el segundo, 37. En éste se advierte una madurez sentimental y acrisolada, sensitivos ritmos del surtidor perenne de su corazón. Es uno de nuestros poetas más fecundos, pues su obra, aunque mucho denota la lírica improvisación, va más allá del centenar y medio de composiciones. Efusivo, complaciente y receptivo, traduce en equivalencias poéticas, los más ligeros roces del mundo exterior. Su te-


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR mática abarca fábulas, envíos cordiales, endechas familiares, glosas políticas, arengas cívicas, cantos épicos, loas a la naturaleza, poemas patrióticos, canciones amorosas y alabanzas sentidas a la geografía territorial, desde San José del Cabo hasta Santa Rosalía, pasando por el suave remanso de la bahía de La Paz. En no contadas ocasiones fue objeto de la crítica mordaz, para quien contestó, sin alusión personal alguna, con la siguiente trova: Poeta no soy, bien lo comprendo, produzco por afición y mis defectos entiendo, no me ciega la pasión. Lo que en cuartetos escribo, sin sentido ni hilación, en mi cerebro concibo sin ninguna pretensión.

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Sin embargo, cuando se propuso cuidar el viejo jubón de su poesía, cultivó el verbo anímico con amoroso encanto. Como abuelo que consiente a la hermosa nieta, así nacieron su "Oda a la Espuma", "El Anhelo Supremo", "A los Estudiantes Californianos", "La Oración del Mar" y el "Anhelo Póstumo", quizá una de sus últimas poesías. Esta oración marina la dedicó a su entrañable amigo Rosendo Robles. Fragmento: Mar inmenso, encendido y majestuoso que en abismo mágico e insondable guardas el cuerpo del pez coloso y el tesoro del múrice suntuoso, y de la perla, el iris admirable.


LA LITERATURA. EN BAJA CALIFORNIA SUR Su "Oda a la Espuma" también recibió cuidadoso acento. He aquí la estrofa final: Y van y vienen las olas bulliciosas en cascadas de espumas convertidas, y el vaivén de las aguas procelosas con los iris del cielo fingen rosas sobre ondinas y náyades prendidas. Y ese "Anhelo Supremo" que señaló en sus decasílabos finales, sigue siendo la búsqueda incesante de todos los días de todos los tiempos: Horas dichosas, instantes magos, anhelo póstumo de mi quimera. ¡ Sentir el alma, con sus halagos, en larga fáustica primavera! Testa al amor sus postreros deliquios poéticos en este "Anhelo Póstumo": No me atormentes más. Déjame en calma. Quiero morir serena y dulcemente, dando la paz al vértigo del alma y el sosiego a mi pecho reverente. No lleves flores a mi pobre fosa, ni lágrimas derrames de tortura, porque todo es falaz en la engañosa comedia del vivir, todo es locura. Si todo acaba allí, ¿por qué el fingido tormento que en la tumba se revela? Nada quedará al cabo. Todo olvido sigue siendo en la mísera candela. Incinera mi cuerpo en una pira ya los vientos esparce el polvo leve. Deja tan sólo indemne de mi lira las cuerdas puras y el hechizo breve.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Y si puedes, con férvido y contrito corazón, guarda el póstumo consuelo, fundiendo en una mole de granito, el alma enardecida sobre el cielo. Don Fortunato Moreno Corral, expiró el 22 de agosto de 1947.

CUAUHTEMOC GUERRERO GONZÁLEZ (1913-1952) Originario del Distrito Federal. Hijo del profesor Arturo Guerrero Granados y de la señora Aurora González de Guerrero, hizo su escuela primaria en San José del Cabo y egresó de la Escuela Normal Regional de La Paz en 1930. Posteriormente radicó en México y terminó la carrera de Derecho en 1939. Su estancia en Baja California le hace sentirse nativo y su mejor producción literaria está dedicada al solar de su niñez. Su talento sensitivo y creador le permiten producir 46 poemas de diversa índole, la mayoría de ellos inspirados en la tierra, la mujer, el paisaje, el mar, el recuerdo y la idiosincrasia sudcaliforniana. Su familia editó los versos en un volumen con el nombre de "Ofrenda Devota" que apareció en la ciudad de México en 1966, de cuya obra tomamos esta delicada "Remembranza Californiana": Baja California: apéndice mexicano de dos vertientes al mar; algodón hay en tu testa y Cáncer pasa a tu pie;


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR oro tienen tus entrañas y plata y cobre también; perlas tus mares, cristal y yacimientos de cuarzo que no han podido agotar. Mas si todas tus riquezas hacen de alguien la ambición, tus alegrías y tristezas, mis recuerdos infantiles y mi primera ilusión, forman una pega-pega que llevo en el corazón. Tu tierra guarda callada mis cariños infinitos, tus noches ¡toda mi pena! Y cuando lejos me encuentro de tu hóspito solar, soy de tus playas arena que el viento ha echado a rodar; soy un algo tan pequeño que cual si fuera nativo siendo libre, ¡soy cautivo de tus recuerdos de ensueño!

LEOPOLDO RAMOS (1896-1956) Leopoldo Ramos Cota, nació el 8 de junio de 1896 en el pueblo de El Triunfo, B. C. Fue hijo de doña Teresa Cota y de don Leopoldo Ramos. El mayor de los cuatro hijos del matrimonio. Su abuelo materno fue el Corl. Clodomiro Cota, de ilustre memoria en la historia de Baja California, quien a su vez era sobrino del Gral. Manuel Márquez de León, el gran patriota. Estos datos los confió por escrito y personalmente a


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR un íntimo amigo y paisano suyo, el profesor Francisco Cota Moreno, cuentista, triunfeño también, con quien conservó cordial correspondencia. En una de sus cartas confiesa: "Mi madre recuerda perfectamente la casa donde yo nací, pero no puede indicar su ubicación porque en El Triunfo no había nomenclatura. En las biografías andan equivocadas las fechas de mi nacimiento. La exacta es la que queda escrita: 8 de junio de 1896, como consta en el Registro Civil de El Triunfo, pueblo al que yo quisiera volver, aunque fuese por un solo día, antes de que Dios sea servido de recoger mi vida"... "Exprese usted mi agradecimiento a todos los que se interesaron en aclarar mi origen y dígales que siempre he tenido orgullo al reconocerlo". Esta carta fue escrita el 9 de febrero de 1950. Seis años más tarde moría el bardo sin haber regresado, como deseaba, a su solar nativo. Otros biógrafos señalan que solamente vivió en su Patria Chica los primeros seis años de su vida, habiéndose trasladado su familia a Guaymas, Son., en donde creció y estudió. Llegó a ser Jefe de Telégrafos en ese puerto. Más tarde ingresó a las filas de la Revolución donde demostró lealtad, valor y honradez. Al triunfar el movimiento se trasladó a la Metrópoli acomodándose en la Dirección General de Estadística. Se inició en el periodismo. Fue corresponsal de una Agencia noticiosa francesa y permanente colaborador del diario "Excélsior", como crítico de libros y comentarista de asuntos sociales, literarios y artísticos. Perteneció al Bloque de Obreros Intelectuales, del que formaban parte Samuel Ramos, Djed Bórquez, Silva Herzog y otros. Don Leopoldo publicó en 1932 su primer libro de poemas llamado "Urbe, Campiña y Mar", su mejor obra, cuyos versos recorren las bellezas del mar Bermejo y el hechizo de los valles sonorenses. Expone con fervor el peligro inminente de que Baja California caiga en las redes del colonialismo norteamericano. Sus siguientes libros, "Presencias" (1937) y "Bau-


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR prés" (1942) revelan una importante evolución poética de carácter introspectivo, de acuerdo con el juicio crítico del Lic. Manuel Torre Iglesias. En su cuarta y última obra "El Mantel Divino" (1950) advierte su arribo hacia los últimos peldaños del monte místico. Tiene otra obra de menor alcance: "Un hombre en la calle" que es un ensayo psicológico de las características de los mexicanos en la vida, en el arte, la política y el amor. En 1952 se le brindó un homenaje nacional por haber alcanzado el triunfo en un certamen de la obra poética más perfecta. El bloque de Obreros Intelectuales de Tuxtla Gutiérrez, Chis, encabezado por el poeta Armando Duvalier sugirió al Gobierno del Territorio en el año de 1958 se le rindiera un gran homenaje colocando una placa conmemorativa en la casa de su nacimiento y un busto de bronce con la efigie del cantor extinto. Los esfuerzos fueron inútiles y ni siquiera una calle lleva el nombre del más grande hombre de letras que ha surgido del terruño sudcaliforniano. Su libro "Presencias" está editado en México por los Talleres Gráficos de la Nación y hemos encontrado, en esta ciudad, uno de ellos ofrecidos a personas de su íntimo afecto, cuya dedicatoria encierra el ruego de que "lleve un abrazo a los que se acuerden de mí en la dulce tierra donde yo nací". Está rubricado un 3 de abril del año de 1937. Contiene 10 poemas breves de diferentes estrofa y metro, cinco sonetos alejandrinos y un grupo de tercetos endecasílabos en que evoca la presencia del Golfo de California. En todos ellos está la desvelada imagen del recuerdo nativo; vuelca en él (lo mismo que en "Urbe, Campiña y Mar") su espíritu salobre de mangle y estero, de cielo y gaviota, de sal y bahía, de sueños marineros, de naves y velámenes asidos al recuerdo de las horas pasadas, recuerdos prendidos en viejas pistolas y cuentos de aparecidos; de amores otoñales; de rincones tristes de casonas vetustas; de designios ocultos; de caminos añosos; de indicios de muerte; de acicate de la belleza


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR y de creación portentosa y permanente; del ayer y del mañana. El mar es una angustia que a cada momento rememora en imágenes de gran artífice: Poesía, es su marco, es su mirada. Como en años consuntos, a la orilla del mar, la luz abierta de la rada, que intentó la azarosa maravilla de revelar el cuerpo de la amada. Golfo de California: del esquema cambiante en tus brumas, un reflejo viene a mí con la magia del poema. ¡ Neblina de remota exhuberancia que en el paisaje, aérea, se asegura como los mismos sueños de la infancia. :

Esa filosofía que viene de la hora de la muerte, desdobla la ruta de las naves; más todos los pilotos, vueltos hacia la aurora esperan los augurios del vuelo de las aves. Como una lima insomne, certera y secular, la ola pule el filo de un escollo saliente que medita el problema prodigioso del mar ... De la noche en el mar llega un murmullo por la ventana abierta hacia la sombra.

Nuestro único valor nativo que pertenece al panorama nacional de la literatura mexicana, dentro del grupo de autores revolucionarios, es estudiado por Carlos González Peña, quien juzga que es un "poeta límpido, de rara exquisitez, de


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR noble y robusto espíritu que propende a la nueva técnica del verso, muy personal, muy suya, en el pausado desarrollo de su obra hasta hoy conocida". Su último destello de febril poesía nos la entrega en "El Mantel Divino" dado a luz en 1950. Se opera en él una transformación casi radical, aparentemente inexplicable. De las sutilezas de la estructura poética se traslada repentinamente a la sutilidad del fondo en categorías ascéticas anteriormente no esbozadas. No se trata de un epígono amadonervista, porque la serenidad fue pauta de su vida, ajena a altibajos o disonancias. Don Leopoldo ascendía a un estado casi místico, no por la escalera de la contemplación divina, sino por la experiencia existencial. Arqueles Vela llama a ésta estado, "misticismo tardío", con las siguientes razones: "simultáneamente al intelectualismo espacial, se proyectan sobre la aridez contemporánea de las letras, manifestaciones poéticas emanadas de misticismos tardíos —producto de la atmósfera letal, creada por decepciones sentimentales y políticas— estremecidos de sensualidad insatisfecha, o de carne arrasada por condescendencias innumerables y transeúntes". Sin embargo, un crítico de Leopoldo Ramos, —Luis Bruno Ruiz— dice de su última producción que "cada verso está estremecido de personas y nos hace pensar que el poeta ha llegado a la perfección del verso edificante". Lo cierto es que, ante una reconciliación de espíritu, en un acto de catarsis psicológica, la idea de la culpa y el perdón se refugia en el intrincamiento y en la intelectualización de la imagen hasta llegar a desnaturalizarla. Se asimila en la potencia verbal y en la recreación del lenguaje siguiendo las obscuridades del arte formativo, vértice en que culminan los ángulos del pensamiento. He aquí un reclamo del silencio medieval: ¿ Por qué, perdón, Dios mío del centro de la cruz hacia lo alto


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR del mástil, no ha surgido, todavía, el guardamano de una espada? que responde a la actitud consoladora del requiescat final: Empero, hoy te lo digo: gracias te doy, Jesús, no por el agua para batir los remos, que me diste, sino porque descubro —papel que empuja el viento del tramonto— mi marca de agua en el bautismo; y por tu sangre que me aquieta y mece ... ¡ para siempre! La última etapa de su vida, expresada en la más experta sutileza de su arte, identifican su propio yo con la angustia de la humanidad misma sujeta al potro de su tormento. Hay un poema, dentro de su postrer creación, que define, no solo el nombre del libro, no sólo su conflicto interior, no solo la imposible conciliación entre el idealismo y el materialismo, sino la tragedia insospechada del mundo futuro. Sobre el entretejido camino de la forma se asoma con asombro la verdad del filósofo: EL MANTEL DIVINO Si no te toco, Jesucristo, será por esta telaraña de iris, fugaz muralla entre tu rostro y mis manos tendidas... ¿De qué me sirve a mí tener mirada si ni siquiera puedo ver la orla de la túnica tuya que dejas, con tu pan, sobre mi mesa?


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR ¡ Tu pan! El pan que yo no miro en mi ceguera luminosa, hasta que tiene hundido el diente... Mi tristeza es sentir, no con los ojos, sino con la mandíbula, la estrella. Personifica la imperfección de la individualidad insólita frente a una época atónita de contrasentidos. Reniega del formalismo endecasílabo y estructural de la composición latina, quizá inconcientemente, ante la imposibilidad de sujetar a normas la anormalidad del mundo y de la vida. Hay en sus últimos ramos cristianos la desesperación de un tránsito insatisfecho. ¿Será —como dice Luis Bruno Ruiz— Leopoldo Ramos, el forjador de la escuela latinoamericana de la más alta poesía? Su espíritu y su estilo quedan plasmados en este poema: INTENCIÓN EN LAS BRUMAS DEL MAR DE CORTES Golfo de California: del esquema cambiante de tus brumas, un reflejo viene a mí con la magia del poema. Son tus nieblas el nítido bosquejo de una rima infantil, cuya prestancia un día fuera junto al mar Bermejo ... ¡ Neblina de remota exhuberancia que en el paisaje, aérea, se asegura, como los mismos sueños de la infancia! Y que esparcida en la radiosa hondura, sujeta sus contornos al influjo versátil de una muelle arquitectura:


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Cuando no es un alcázar, es un lujo de mujer que se cifra en una enagua: o el fragmento de un místico dibujo ... ¡ Flora que se envanece sobre el agua y que en tiempos perdidos impusiera temor supersticioso a la piragua! Golfo de California: en otra Era, y en la mano del Génesis, cuchilla fuiste que contra el golfo se esgrimiera ... Porque en acto de ruda maravilla y geológico insulto, la dorada Península saltó como una astilla... Vibras con emoción no fatigada, como cuando el bauprés adamantino de Don Hernando te pidió una rada; Y un gnomo, desde el mundo submarino, al velamen inflado de aventura habló, con madreperlas, de tu sino. Como cuando indicabas la segura majestad de los siglos a la enhiesta nave de prodigiosa arboladura. Una randa de ubérrima floresta, un grito de gaviotas, y la flama telúrica y erguida de una cresta. En las ondas que el viento desparrama dejas que el ocre de tus islas queme la nívea encajería en una llama


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR que con augurios de dominio, treme. ¡ Por tal te canto, Adriático de oro, con este ardido aliento de trirreme! En tus playas escúchase un sonoro bullicio de alarifes y de antenas: es de la nueva humanidad el coro que fluye en un dialecto de colmenas, y que al nauta de México impresiona más que a Ulises el grupo de sirenas. Acoge, pues, la florecida lona, dulce mar, del esquife que te hienda y su mástil de pájaros corona. Porque ese trapo, convertido en tienda, humildoso amparar puede el destino de un futuro adalid que te defienda. Y que la bruma elabore con lino, en trémulo conjuro de centellas, la blanca aparición del Padre Kino. Y el Santo, el evangelio de sus huellas, en esa albura de óptica prestancia, te deje señalado con estrellas. ¡ Neblina de remota exhuberancia que en el paisaje, aérea, se asegura, como los mismos sueños de la infancia! Y que esparcida en la celeste hondura, Golfo de California, es un esquema: el de la fervorosa arquitectura que erige la intención de este poema.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR FERNANDO JORDÁN (1920-1961) Fernando Jordán Juárez nació en la ciudad de México el 26 de abril de 1920. Inició en la metrópoli sus estudios de Ingeniería, de los cuales se apartó para continuar más tarde la especialización de Etnología durante cuatro años. Se inició en el periodismo desde oficiante menor. Escribió en "Novedades", en "Mañana" y en otras publicaciones. En su agitada vida de reportero de la Revista "Impacto" llegó a las soleadas tierras bajacalifornianas para no regresar jamás. Sus aventuradas misiones periodísticas lo llevaron a recorrer la cuenca del Grijalva, la alta sierra de la región tara-humara, el selvático Estado de Chiapas, las costas del Golfo de California en su velero "Urano" y la península entera a bordo de un pequeño vehículo de doble tracción. Hizo matrimonio con la antropóloga Bárbara Dalgrhen, hoy Vda. de Jordán, de nacionalidad noruega, con quien procreó dos hijos que radican en la Capital de la República. En esa metrópoli vive aún la madre del infortunado poeta suicida, la señora Elena Juárez Vda. de Jordán, quien tiene, además, dos hijos y una hija, hermanos del más audaz de los reporteros mexicanos. Su apellido Jordán es de origen francés, y, de acuerdo con sus propias investigaciones genealógicas, sabía que su tronco familiar se había dividido en dos ramas: una que se estableció en la ciudad de México y otra que partió al noroeste del país, de cuya localización tenía la absoluta certeza en la descendencia Jordán establecida en el Territorio, la que consideraba el nexo directo con sus antepasados europeos. Producto de sus intrépidas incursiones de viajero incansable son sus decenas de artículos periodísticos publicados en las Revistas "Impacto", "Mañana" y diarios capitalinos. Además escribió el libro "Crónica de un País Bárbaro", en que relata la fundación de Chihuahua, y su celebrada creación


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR geográfica-histórica-novelesca, "El otro México", en que pinta de cuerpo entero la vida de ayer y hoy de la península occidental de México. Dejó inconclusa otra obra que él llamaba "Historia del Mar Rojo de Cortés" o "Biografía de un Golfo". Poesía escribió poco. Era un género que casi no cultivaba. Para un concurso local convocado con motivo de las fiestas de. la fundación de La Paz y bajo la continua presión e insistencia de su amigo César Atilio Abente, se dispuso a darle cordial cumplido y una noche, en el domicilio de ambos, ubicado en Revolución 587, empezó a darle forma hasta que llegó a su fin "Calaña", que ha llegado a convertirse en himno de promesa y esperanza. Al acorde del aullido lastimero de los perros, el maullar de requiebro de los gatos y la ráfaga atronadora de algún automóvil en la silenciosa calle empedrada: así nació el poema, en una sola noche de ardiente inspiración. Más tarde, el 3 de mayo de 1955, en un improvisado entarimado frente al antiguo kiosco del malecón porteño, se leía el canto que había ocupado el Primer Lugar y la Flor Natural de los Juegos Florales del Territorio. Su autor no había puesto el nombre y el poema carecía de identificación. Tiempo después llegó a conocerse su paternidad. Al recorrer de los días, entre máquinas de escribir, libros, cuartillas, desvelos y hondas preocupaciones económicas que trataba de disipar en su rancho de "San Juan de la Costa", situado en la angostura del "Mogote", ante la creciente depresión nerviosa que noche tras noche derrotaba su espíritu, hecho en la fragua del peligro, decidió quitarse la vida y un certero disparo de arma de fuego, cegó la vida del pintoresco intelectual. La Paz, haciendo honor a su memoria le impuso su nombre a una de sus escuelas primarias. En la carta que dejó para su más íntimo allegado, el Mayor César Atilio Abente, explica los motivos de su decisión y expresa la postrera voluntad sobre bienes y familiares, entre otras cosas, el firme propósito de ser sepultado en esta "tierra larga y lejana", capital de su "Otro México", a la que amó


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR con el fervor entrañable del profeta, como a una tierna expósita. Su canto a la Baja California es la voz del indígena, del conquistador, del misionero y del hombre actual que juega a los dados sobre la mesa de las promesas. Sin embargo, la voz del aborigen y del español no corres* ponden a la realidad histórica, sino a una concepción personal del poeta que olvidó de momento el pasado peninsular. Es una falacia cuando dice: A tí, conquistador, yo te ofrezco la tierra. Quédate aquí, pues has venido. Si en la persecución de una ilusión el viento te ha traído no hubo escala mejor para tu nave que ésta mi tierra de ilusión. ¡ Quédate aquí, conquistador, que toda es tuya! Cortés fue rechazado por la población indígena cuando trató de internarse a la Bahía de la Santa Cruz en 1535 y a consecuencia del rechazo constante optó por retirarse. Fue la peor escala para su nave porque no era precisamente una tierra de ilusión, sino todo lo contrario, inhóspita y desértica, donde imperaba la hostilidad por el temor y la desconfianza. Y esa actitud presentóse en los siglos subsecuentes. Tan poético, como inexacto resulta la declaración del conquistador que venía en pos de una isla poblada de amazonas, ataviadas con ricos joyeles de oro y piedras preciosas, cuando dice: Nombre si te daré, no mi presencia; tu tierra un nuevo galardón será para mi gloria, la llamo California, la del mito,


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR para ligarla así con mi leyenda. Mas no puedo quedarme, mi pasión y mi espada, mi arcabuz y mi alma, hanse quedado al Sur con la Malintzin y con Guatimoc. Aquí no soy conquistador. Soy el descubridor y el conquistado. Aunque no literaria, considero de suma importancia esta connotación histórica porque el poema, que ha recorrido los cuatro vientos, puede asentar una impresión injusta en relación con el pueblo nativo que, desde el punto y hora de su existencia, ha manifestado el recelo natural de quien habita en compañía de la soledad, la miseria y el abandono, producido por el desarraigo geográfico. En cuanto al resto del contexto, la obra respira indignación y reclamo, sentimiento común en el hombre pensante de Sudcalifornia. En cuanto a la estructura del poema, su verso libre se encuadra al lirismo de la pasión y los valladares del canto épico. A pesar de su realismo contemporiza con la poesía sensitiva y se frena ante la intelectualidad erudita de las corrientes actuales. A pesar de la formación periodística de Jordán, "Calaña" no asoma el afán de versificar y en ningún momento resulta prosaico, ni improvisado, ni incorrecto. Posee una unidad extraordinario de concepción virgen y delata la presencia de un poeta universal. He aquí la obra que se eleva, del primer peldaño del regionalismo, hacia las lógicas consecuencias de toda conquista.


ARMANDO TRASVIÑA TÁYLOR CALAFIA A tí Conquistador —habló el guaycura— que tienes la piel blanca, el alma dura, una llama de sol en la rizada barba y en la mirada el odio y la ambición; a tí, conquistador, yo te ofrezco la tierra. Quédate aquí, pues has venido. Si en la persecución de una ilusión el viento te ha traído, no hubo escala mejor para tu nave que ésta mi tierra de ilusión. ¡ Quédate aquí, conquistador, que toda es tuya! Tuya es la costa mágica de perlas y de arena, los bosques de cardones, la sierra que se eleva para mirar al mar, las fuentes que recortan esmeraldas sobre la tierra seca, los valles donde el sol duerme la siesta, las islas de misterios y de peces y las vetas; esas vetas fundidas por el diablo con el fuelle de Dios. Tuyo todo es, conquistador, pues has venido. Las mil generaciones de mis padres te esperaban en las noches sin fin y sin estrellas, y es tan solo por esto, que en nombre de mi pueblo, hoy te ofrezco la tierra. El guaycura calló, y Cortés, que escuchaba,


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR una mirada vaga dedicó a la tierra Los ojos entornó y abrazó de un vistazo al indio, al mar y al infinito. Con los labios resecos por la angustia de la tierra sedienta, el indio contestó: —Nombre sí te daré, no mi presencia. Tu tierra un nuevo galardón será para mi gloria, la llamo California, la del mito, para ligarla así con mi leyenda. Mas no puedo quedarme, mi pasión y mi espada, mi arcabuz y mi alma, hanse quedado al Sur, con la Malintzin y con Guatimoc. Aquí no soy conquistador, soy el descubridor y el conquistado... Levo anclas otra vez, regreso al pueblo con cuya sangre decoré ¡mi escudó. Mi espíritu es guerrero... y esta tierra es de paz, indio, ¡Tu tierra! Hombre que marchas con la cruz, —pidió el guaycura— monje de la sotana, misionero, apóstol, peregrino de Dios; detente y salta al mar. Te necesito. Hace un millón de lunas que abandonado estoy, perdido en los caminos que siguiera la raza.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Mis hermanos de ayer llegaron a la tierra prometida arrastrados por Tláloc y por Quetzalcóatl. Yo solo estoy aquí, solo, sin Dios, sin esperanza, sin sino y sin fortuna Huitzilopochtli (el de ellos) me negó la enseñanza de la guerra; Chac me ocultó la lluvia; no hubo Dios de las mieses, ni una Xóchitl del vino, pero la tierra es buena, es noble, es tierra. Te espera y nos espera. Sólo nos faltan guías y una pizca de fe. Hombre de la sotana: ¡ Salta al mar y ven! Peregrino de Dios: ¡ Te necesito! El monje de la cruz oyó el llamado y vino. Habló al indio de cerca, cara a cara. —Por tu esperanza, hijo aborigen —dijo— por tu amor a la tierra, indio extraviado, yo te daré la fe, la voluntad, la facultad de crear y el anhelo de ser. Ocuparé tus brazos y tu espíritu, te llevaré conmigo por playas y por sierras; marcaremos jalones en la tierra desierta y plantaremos juntos el ejemplo.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Habrá nombre de Dios en las misiones, (asilos en la tierra calcinada) sangre nueva en el fruto de las vidas,carne dulce de trigo, miel de dátil y aroma de jardines. Te dejaré una herencia, crearé tu tradición y otra leyenda de tierra generosa y misteriosa. Ven conmigo, guaycura, por un tiempo. Te dejaré después, cuando tengas la fe y no extrañes ni dioses ni tutelas. En este amanecer habló la tierra misma. Ya no hay guaycura que tome la palabra, (pues murió en la espera). La raza se ha perdido creando la nueva raza; y de indio y misionero solo quedan recuerdos. Se han fundido los cuerpos y el anhelo guaycura quedó mezclado a la ambición del blanco. En el hombre moreno, fustigado por guerras y tragedias, quedó fija la idea de aprovechar la entraña, de perforar la roca, de encadenar los ríos y levantar la vida. ¡Mas faltaba la fuerza! por ello habló la tierra y dijo: Yo sufro, hombre de México. Sufro el hambre y la pobreza, de un triste abandono secular,


ARMANDO TRASVIÑA TAYLQR de estar tan sola y tan lejos. Un día llegó el conquistador y más tarde la fe. Uno me legó el nombre y el hombre de la cruz, la tradición... más luego solitaria me dejaron. Quedó el color del indio en la piel de los blancos. Nació el moreno de mi tierra; tu hermano en las angustias de la Patria. ¡Mis hijos son los mismos, mexicano, y mi rugosa superficie un trozo de tu mapa! ¿Por qué olvidada estoy? ¿Por qué tan sola? ¡ Basta ya de dolor y vana espera! ¡ Quiero también la fuerza! ¡ Quiero luchar contigo! ¡brazo a brazo! ¡ Quiero hacer realidad de mi promesa! Dame una mano, hermano, hombre de México, Es tu mano en mi mano la que quiero, un poco de tu fuerza y una gota de sangre, que me mate la anemia. Aquí está la belleza y la luz. Tus ojos beberán paisaje tierno. Aquí tienes mi piel pródiga y rica esperando los granos. Aquí tienes el agua de mis venas, mi estructura de plata y cobre y oro; mis perlas legendarias, mi enteresa y mi fe; mi mar de nácar con sus peces y la repetición eterna del milagro en la cena de Dios y la del pueblo. Compartiré contigo mi oasis,


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR la tierra perfumada del Sur, la llanura infinita del algodón y el trigo, los puertos de promesa, los huertos de la fruta y si después quieres la paz, yo te la ofrezco en la soleada Paz de la Bahía. Oyóla el hombre (el hijo de la Patria). Acercóse a la playa (a la otra playa); distendió los pulmones para abrazar de un grito los espacios y respondió: —Tierra larga y lejana, te he escuchado. Ante tu angustia llora mi egoísmo por no haberte sentido; rompo mi llanto por no haber conocido que la Patria es sola una y tu cuerpo un pedazo de mi mapa. Di a tus hijos ¡Oh, tierra legendaria y olvidada! que mis hermanos son y estoy con ellos. Iré hacia tí por siempre y no por ambición. Ni soy conquistador, ni conquistado, ¡ Soy tu hermano, repito! Soy tan solo la fuerza necesaria, el apoyo que añoras los brazos que me pides, el amor que te falta. ¡Di a tus hijos! ¡Oh, Tierra!


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR que mañana es la cita, que mañana es la cita para cruzar de surcos tu perfumada piel; para beber el agua en las legumbres y salpicar de copos la llanura. Que mañana es la cita para hacer realidad de tu esperanza y trocar tu tristeza en alegría Que mañana es la cita y que mañana es hoy, ¡TIERRA PROMESA!

LIC. EDUARDO BATIZ (1892-1961) El devenir de la tarea cotidiana, nos produce, la más de las veces, una indiferencia sensorial. El paisaje, la brisa, la policromía del celaje marino, las heráldicas palmeras del contorno costero, resultan parte de ese cósmico acaecer íntimo, que se vuelve, con los días, insensible a toda percepción estética. Mas no para el poeta y menos para el que, con la retina del alma abierta, llega por primera vez a identificarse con la urdimbre de luces y armonías de una fragua distinta. Así llegó, por el año de 1920 a tierras sudcalifornianas el Lic. Eduardo Bátiz Blancarte, poseído de un alma poética extraordinariamente vibrátil que había comenzado a manifestar desde las primeras inquietudes de su infancia. El joven abogado de 24 años, nacido en Culiacán, Sin. el año de 1892, se integró entonces al Territorio como Magistrado del Tribunal Superior de Justicia que en aquella época funcionaba en el Distrito Sur de la Baja California. Más tarde, durante la administración del señor Agustín Arreóla, ocupó el cargo de Asesor Jurídico del Gobierno; después fue representante de la entidad en la Capital de la República y finalmente Secretario de Gobierno durante el ejercicio gubernamental del Gral. Amado Aguirre. Nueve años de su vida permaneció en la Capital del


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Territorio, periodo del que surgieron más de 20 poemas, a los que deben agregarse otras obras premiadas en certámenes y concursos literarios obtenidos en el transcurso de su etapa estudiantil. Después de casi dos lustros de estancia en la península, volvió al torbellino profesional en Tuxtla Gutiérrez, más tarde en Guadalajara y posteriormente en México en donde, a la edad de 69 años, murió el 24 de noviembre de 1961. Los periódicos locales y de Tijuana de aquella década de 1920 al 30 publicaron sus versos, en cuyas sencilleces poéticas rezumó un contenido temático del más delicado sentimentalismo, ayuno por completo de retóricas formalistas. En las escuelas y en las competencias atlético-deportivas del Territorio se recuerda todavía su "Himno al Deporte" que músico el profesor Gilberto R. Mendoza. Una de las obras características de su lírica, mezcla de realismo y romanticismo, es su poema "A la Baja California". A pesar de la corriente modernista que en la literatura americana influía la obra de Rubén Darío y otros, el Lic. Bátiz se mostró, insensible ante la retórica del cisne y se mantuvo en los serenos cauces de la elegancia sin aliños, con una marcada inclinación hacia lo valorativamente perdurable de la ternura del mensaje, de la pureza del fondo, como puede apreciarse en la fuente cristalina de su expresionismo verbal. Ofrece evidentes influencias de dos grandes figuras de la época: Amado Nervo y Luis G. Urbina, ambos muy leídos por las juventudes universitarias de principios del siglo. De Urbina, la sencillez, la naturalidad de aparente improvisación, la interjección, el ritmo; de Nervo, la melancolía, el metro largo, la angustia indefinida, el ritornelo, marcando la tesitura de la emoción poética. Yo iba por la vida—poeta sin aliño— ansioso buscando siquiera un cariño; yo iba por la vida —viajero sin calma—


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR lleno de tristeza, que roñe el alma: mas llegué contigo y encontré placeres. pues amando a una, pienso haber amado a todas las mujeres. La simetría de sus acentos que proporcionan una larga musicalidad en versos de medida diferente y dísticos llenos de emoción, encierran también valores sociales escritos con el dolor de la evidencia: Yo sé de los vientres de tus cordilleras y de los saqueos que hacen las conciencias malaventureras. Dicen que eres pobre, pero de tu seno salen mil riquezas y con ellas nutres el caudal ajeno; ¡Salve, tierra bella, tierra hospitalaria! tierra calumniada que brillar podrías como luminaria! Fue en su obra un romántico del siglo pasado, un pintor de cuadros interiores, cuyo fondo se alimentó de las realidades sociales. Su poema "A la Baja California" es una mutua correspondencia del alma y el paisaje, de una tierra y un poeta, de una dádiva y una entrega, de cuya naturaleza psíquica y geográfica brotó como un venero, sin pretensiones vanas: A LA BAJA CALIFORNIA ¡Baja California, tierra consentida En donde he pasado los mejores años de mi errante vida! ¡ Salve, tierra hermosa, para mí sagrada Por guardar tu seno cariñosamente a mi hija adorada! ¡ Tierra de las palmas y de los molinos Y de los honrados, francos y valientes, rudos campesinos! ¡ Salve, tierra bella, tierra hospitalaria, Tierra calumniada que brillar podrías como luminaria.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR California: iba por la vida derrochando amores, Cargado de penas y grandes dolores; Yo iba por la vida —poeta sin aliño— Ansioso buscando siquiera un cariño; Yo iba por la vida —viajero sin calma— lleno de tristeza, que roñe el alma; Mas llegué contigo y encontré placeres, Pues amando a una, pienso haber amado a todas las mujeres! Dicen que eres pobre, pero de tu seno Salen mil riquezas y con ellas nutres el caudal ajeno; Te llaman estéril, mas de tus entrañas Salen hijos fuertes, recios y macizos, como tus montañas; Y cual los sarmientos de tus dulces vides, Nudosos y secos, más plenos de savia, tu potencia mides. Son en tí sencillos, sanos los placeres, Como los aromas de flores agrestes, como tus mujeres; silencioso y fuerte es en tí el amor, Cual tus soledades hondas y románticas, pero sin dolor, Son tus noches suaves, lo mismo que el día, Plenas de misterios, de melancolía. Y en el sueño en esas noches tan serenas, Reposado, dulce, como son las mieles de tus mil colmenas. Yo he pisado ansioso tus solares, Y sé de las furias y de los secretos de tus ricos mares; ¡ Mares generosos que pródigamente Te ofrendan las perlas del más puro oriente, Gemas que se engastan después, con orgullo, En coronas regias y en collares ricos, que lucen lo tuyo! Yo sé de los vientres de tus cordilleras Y de los saqueos que hacen las conciencias malaventureras Que roban con seña la plata y el oro Que guardabas cual guardarse debe virginal tesoro,


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR He cruzado todo, la mansión del rico, La cabaña pobre, la casa asoleada... y así, no me explico Por qué tales sitios, que son diferentes, Resultan los mismos para mí, que veo tan diversas gentes ... ¡Más! ¡Ah! .. no lo ignoro: son mis sensaciones Las mismas, porque es un sólo el noble latido de mil corazones. Conozco los dulces, beatíficos nombres De todos los pueblos, y sé de los hechos de tus grandes hombres; Sé como tus costas, tus montes, tus mares Que aún vive el espíritu de tu héroe epónimo, el sin par Mijares; Y si el Norte tuvo a Junípero Serra, Así tú has tenido, para gloria tuya, al gran Salvatierra, Y que un culto rindes en tu corazón A la gran figura, rebelde y patriótica de Márquez de León. A mi voz se turba, se vuelve muy queda, Guando evoco ahora aquél hombre bueno, tu mejor poeta: FILEMON PINEDA. ¡ Baja California, tierra consentida En donde he pasado los mejores años de mi errante vida! ¡ Salve, tierra bella, tierra hospitalaria. Tierra calumniada que brillar podrías como luminaria! Yo iba por la vida —poeta sin aliño— Ansioso buscando siquiera un cariño: Más llegué contigo y encontré placeres, Pues amando a una, pienso haber amado a todas tus mujeres.

PROFESOR ROSARIO GARCÍA (1917 -1962) José Rosario García Sánchez, nació el 7 de octubre de 1917 en el vergel literario de El Triunfo, B. C., cuna de otros grandes valores de las letras sudcalifornianas como son Leo-


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR poldo Ramos y Francisco Cota Moreno. Fue el menor de los tres hijos que dieron a la vida el matrimonio integrado por don Encarnación García y doña Evarista Sánchez de García. Su educación elemental la realizó en la Capital del Territorio y sus estudios profesionales para maestro en la Escuela Normal Rural de Todos Santos, B. C. y en la Regional Campesina de San Ignacio, B. C. A partir de su graduación se integró a las filas del magisterio con afán prolijo. Muy pronto caracterizó su presencia por sus estimables dotes oratorias, como periodista y poeta. Escribió versos, ensayos teatrales, estudios biográficos, memorias de la educación en el Territorio, leyendas regionales y otras obras de diversa índole. Glosó la vida cotidiana a través de las columnas de diversos órganos periodísticos paceños, hasta que su vida se apagó a las doce de la noche del día 6 de junio de 1962. Una escuela primaria de La Paz lleva su nombre. Lo más estimable de su obra literaria está en la poesía, y especialmente en la poesía cívica, con cuyo verbo patriótico logró consolidar para las escuelas, fuertes tonalidades de contagiante espíritu patrio. Su producción lírica está matizada con las elegancias y vibraciones de los moldes románticos del pasado siglo, a cuya influencia pocos han logrado sustraerse. Su formación pedagógica y su fervorosa entrega a las tareas escolares en las instituciones primarias, secundarias y superiores, lo condujeron a llenar de optimismo, colorido y juventud sus musicalidades poéticas. Y en la prosa, dos trabajos didácticos dan testimonio de su labor educativa que heredó a las generaciones venideras: "Cómo elaborar una tesis profesional" y su "Memoria de la Educación Normal en el Territorio", así como otros ensayos y opúsculos con ese carácter. SUDGALIFORN1A Sudcalifornia: tierra de ventura, admiro el esplendor de tu pureza, creación sublime de amor y de dulzura, pasión fecunda de insólita grandeza.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR En esa solemnidad en que reposas con ofrendas de encanto en tus paisajes, estás ante nosotros, digna, hermosa, derrochando la luz de tus celajes. Sudcalifornia: cuna de titanes permíteme seguirte en tu destino y vivir con tu estrella mi camino. Soy un ciervo que admiro tus afanes, tu nobleza y tu fe jamás vencida, ¡permíteme quedarme entre tu vida!

FRANCISCO COTA MORENO (1903-1963) Francisco Cota Moreno nació en El Triunfo, B. C. el año de 1903 y murió en el mismo lugar el 23 de julio de 1963. Realizó su instrucción primaria en su pueblo natal y estudios secundarios y profesionales en la ciudad de México, formando parte del primer grupo de estudiantes que fueron becados por el Gobierno del Territorio en el año de 1920 durante la administración del señor Agustín Arreóla. Contrajo matrimonio con la que llegó a ser su compañera inseparable, amor y estímulo de sus andanzas literarias de Quijote Moderno, doña María Cota, hoy viuda de Cota nativa de Todos Santos, B. C. Los 40 últimos años de su existencia los consagró a las .letras, leyó incansablemente las fuentes de la más alta literatura, estudió a clásicos y modernos, nutrió su vida de libros y de la poesía que en sus años juveniles cultivó, abrazó fervorosamente la técnica del cuento, en cuya labor es, sin lugar a


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR dudas, uno de los mejores cuentistas sudcalifornianos, de apasionado tono regional. Su contacto diario con la niñez como profesor de escuela y con la pueblerina sociedad de su rincón natal, en donde llegó a ser Director del único plantel escolar, supo de la bondadosa sencillez de las almas nobles, del sentimiento purísimo en el holocausto del dolor y el abandono, del olvido infame, de la angustiosa miseria, del estímulo que nunca llegó, del trabajo incesante, de la incomprensión y de la muerte espiritual. Escribió aproximadamente 15 cuentos, muchos de los cuales, ante su severa autocrítica llegó a destrozar, sin el in centivo de una palabra de aliento, de un reconocimiento extraño o de una frase bondadosa. Así vivió, en el obligado ostracismo de su pueblo, otrora próspero fundo minero de miles de habitantes, que cayó en franca decadencia ante la inexplotación de las agotadas vetas que redujeron la población a poco más de 400 habitantes. La ruina material había, aniquilado su alma. Colaboró con don Pablo L. Martínez en la Revista "Baja California" que editaba en México, D. F. durante el año de 1951. También la revista "PROA", del magisterio sudcaliforniano, se engalanó con la producción del profesor Cota Moreno, en sus últimos días de infatigable labor educativa. Sus mejores cuentos son "pitahayeros", "La Mina Perdida", "Parajes" y "De hombre a hombre", que algún día habrán de publicarse en reconocimiento póstumo a sus altos méritos literarios. La expresión vernácula del ranchero sudcaliforniano cobra estilo y vigor en las narraciones exactas de su talento descriptivo. En todos sus cuentos logra comunicar la presencia física y sensorial del espíritu campirano y logra hacer vivir al lector en el ambiente singular del rancho y del ranchero, a la manera de Pereda o Pérez Galdós, del costumbrismo del siglo anterior. Veamos este pasaje inicial del cuento "Pitahayeros", que


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR pinta, de cuerpo entero, al autor, al estilo y al ambiente de sus estimables obras: "—¡Date prisa, Chencha! Nieta y abuela —con pañuelos floreados en la cabeza, huacales y "huichutas" al hombro—, jadeaban por el camino polvoriento, bajo un sol de oro- derretido que parecía verterse por el aire y abrazar la tierra yerma, plagada de lagartijas y chicharras. La muchacha alcanzó a la vieja. —Oye —díjole ésta—, venía pensando en una cosa. —¿En qué, nana? —Eres mi neta y tengo que alumbrarte. Ansina se lo prometí a tu madre cuando estaba en agonía. En el paraje hay muchos hombres, y los hombres todititos son iguales, nomás huelen mujer y empiezan a corraliar. . . — ¡Hijos de un caramba! Y quiero hacerte un encargue. —Usté dirá. —Que no quiero verte chacotiando con naide. ¿Me ententites? —Pos sí. Pero con naide! Los hombres son como los "caribes", hay que mirarlos de lejos ... porque de cerquita pican . .. —¡ Ah, qué mi nana! —Sí, hija, y no se te olvide. —Pierda cuidado, nana. —Oye, ¿sabes? El único que puede visitarnos, asina a ratos, pá platicar, es Másimo. Güen muchacho, pá que veas, mayormente que viene sin interés de nada, y podemos darle la incumbencia del mandado cuando baje al pueblo. Una mirada maliciosa iluminó fugazmente la cara morena de Chencha, que sonrió a escondidas, como diciendo: "si mi nana supiera que Másimo es mi querer, el berrinche y los extremos que haría" ... Pero la abuela, ni en sueños le daba aquello por la nariz.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR

Toda la narración está salpicada de tipos, costumbres, sentimientos y localismos como "caribe", "cuchilla", "chacuaca", "queso de apoyo", "chicharra", "huichuta", etc. que le dan a sus obras una escala de regionalismo que va, de lo más vigoroso, hasta lo más enternecedor.

MIGUEL LIERA IBARRA (1925-1964) Miguel Liera Ibarra nació en La Paz, B. C. el 12 de marzo de 1925 y murió el 10 de enero de 1964. Su instrucción primaria la realizó en la escuela "Melchor Ocampo", la Secundaria en la "José Ma. Morelos" y su carrera de maestro en la Escuela Normal Urbana, todas de La Paz. Posteriormente realizó la especialidad de Lengua y Literatura en la Escuela Normal Superior de México, D. F. donde terminó en 960. Laboró en Santa Rosalía y en la Capital del Territorio. Fundó en 1954 la Escuela Secundaria Nocturna para Trabajadores No. XLVIII y llegó a ocupar la Secretaría General de la Sección III del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza. Fue un orador brillante y un poeta exquisito. De sus primeras andanzas románticas por la literatura llegó a cultivar con vehemencia las formas vanguardistas de la gaya ciencia.. Consiguió varios triunfos en Juegos Florales convocados en la entidad y revistas y periódicos dieron a conocer sus altos dones. De Liera Ibarra recordamos su maestría en la técnica y en la facilidad para la creación poética. En sana competencia de juvenil divertimiento llegó a forjar un soneto perfecto en 11 minutos, pesado de valores y esgrimido en torno a una supuesta luna. El grupo de 14 versos desapareció con la misma rapidez como fue compuesto.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Liera Ibarra cantó al amor, al futuro, a los héroes, a su tierra natal y a la muerte. Se conservan más de veinte poemas, pero escribió más, que se encuentran dispersos en diferentes publicaciones. Una deliciosa cadena de cuartetos de su primera lira romántica y sensual, que empieza así, ha desaparecido: Cuando vuelvas tendrás en mis estancias residuos de néctares y azucenas, y en tus manos nacáreas y serenas beberé las pretéritas fragancias. En los albores de su muerte volvió a encontrarse con los cauces de su poesía que el ambiente profesional y sindicalista, le habían apartado. El dolor de la proximidad ante la ausencia inevitable lo condujeron a espacios nunca antes alcanzados: Y es que de moribundo tengo todo: la lucha de los garfios con la estrella. Yo sé que siempre llevo en el cuerpo la más fiel estatua de mi muerte; el hombre sabe más del infinito cuando se pone triste. Pero en ningún lugar yo soy tristeza con domicilio justo como en mi propia casa ¡ Mi casa se llena o se vacía de soledad conmigo al mismo tiempo! Muchos de sus versos se incorporaron forzadamente al roce del compromiso social. Cuando su preocupación estética era crear, produjo realmente arte en las palabras.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Desgarraré tu luz, y tu mi sombra, se acabarán las noches y el pasado, se fundirán las rosas y los vientos en loca y estridente carcajada. Así se perderá ya de mi mente tu forma diluida en minerales rojos de llamas de clamor vehemente germinadas en fraguas siderales. Y de ese todo quedará la esencia impregnada en el éter que redime, donde hay genio, verdad, omnisapiencia, nimbo y anhelos de creación sublime. Liera Ibarra es el último de los poetas muertos y seguirá conservando su estimable altura poética dentro de los valores de ayer y de hoy. He aquí su postrer poema: EL RECUERDO Después de un hondo viaje por los sueños, por las almohadas húmedas del alba, como una espuma andando sobre arenas, o sobre azules olas —pasos de agua—, sandalia hasta en la huella del silencio, he vuelto a recordar lo que es mi casa. ¡ Y yo en ningún lugar seré tristeza con domicilio justo como en mi propia casa! En ella muero a diario como todas las tardes, como todas las tardes sin saber por qué viudas quedan a diario ...


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR En las noches del insomnio pongo al silencio pasos con prisas de poema. Y hay ventanas abiertas, donde a veces, mi corazón se queda subiendo hasta la frente cuerpos tristes. Y es que del moribundo tengo todo: la lucha de los garfios con la estrella. Yo sé que siempre llevo con el cuerpo la más fiel estatura de mi muerte; el hombre sabe más del infinito, cuando se pone triste, y el viento del espacio con los pájaros que mil tormentas juntas en el cielo. Todo se ve en mi casa, y es que en ella, el silencio se acuesta con la muerte: los dos conmigo nacen cuando duermo y van creciendo bajo el mismo techo. Sin embargo, cuando estoy en mi alcoba, la tarde modifica ventanas a lo lejos y en ellas sólo miro, los colmillos invertidos del pino y de la sierra. Y hay ventanas sin párpados de selva que me enseñan a usar mejor los ojos. Yo no tengo retratos que sostengan la ausencia en las paredes. Pienso y sueño con mis gentes, en mi madre, y como sé lanzar los ojos cuando escribo, allí lo miro todo" de un modo tan azul como mira el océano..


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Cuando cierro los ojos viene el mar a mi pecho, ¡Y sólo tengo el mar!; si el mar tuviera agujas otra cosa sería de la espuma, y también de las selvas que lanzaron los puertos., Y me gusta el retorno a la inocencia en un borrón de páginas. Me siento sin la herencia del humo y de los años, liviano y casi duda como el árbol que nunca ha dado un grito con sus frutos. Pero en ningún lugar yo soy tristeza con domicilio justo como en mi propia casa, ¡ Mi casa se llena o se vacía de soledad conmigo al mismo tiempo!


II P A R T E

LA LITERATURA ACTUAL Después de la conmoción social y política que México sufrió con los movimientos revolucionarios de 1910 y la etapa constitucionalista de 1917, un ciclo de gobiernos emanados del régimen democrático vino a propiciar un ambiente favorable de rebúsquedas en todos los campos de la vida civil. El Territorio de Baja California, a cuyo seno llegaron tarde las lejanas vibraciones, comenzó a sentir los efectos de una nueva vida durante la presidencia provisional de Adolfo de la Huerta, quién concedió a los habitantes del Territorio el derecho de elegir libremente, mediante el voto plebiscitario, a las personas que dirigieran la administración. El acto electoral se efectuó el 15 de agosto de 1920 y resultó Gobernador el Sr. Agustín Arrióla, hijo, lo que detpertó el regocijo natural de la ciudadanía sudcaliforniana. Los dos años de su ejercicio fueron caracterizados por una etapa de reorganización, embellecimiento, moralidad, respeto constitucional y de visión hacia el futuro. El señor Arrióla mandó al primer grupo de estudiantes pensionados a la ciudad de México, que resultaron profesionistas capaces, hijos de la región, primeros en su historia. Después vinieron los gobiernos de lento paso del Gral. Miguel Pina, Corl. Librado Abitia, del Sr. Carlos Ezquerro, del Lie. Daniel Galindo, del Gral. e Ing. Amado Aguirre, el primer periodo en 1929 del Gral. Olachea Aviles, después del Gral. Ruperto García de Alba y el Gral. Juan Domínguez Cota.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Una etapa de administraciones posteriores que iniciaron el Tte. Corl. Rafael M. Pedrajo en 1938 y el Gral. Francisco J. Múgica en 1941, pusieron la pauta para la realización de un trabajo más vigoroso y de altas miras. En este tiempo, y aún tiempo atrás, comienza a figurar en la vida civil sudcaliforniana aquella esperanza juvenil que un día del año de 1922 saliera en busca de futuro a las aulas metropolitanas, y a cuya primera brigada estudiantil, siguieron otras. El árbol comenzaba a dar sus frutos. Del grupo inicial constituido, entre otros por Jesús Castro Agúndez, Domingo Carballo Félix, Luis Peláez Manríquez, Francisco Cota Moreno (Q.E.P.D.), Gustavo Moreno Uruchurtu, Raúl Estrada, Braulio Maldonado, Rafael Osuna, Pedro Peláez Manríquez, Arturo Delgado (Q.E.P.D.) y Roberto Pineda, siguieron otros en distintos campos del profesionalismo, como los doctores Francisco Cardoza, Raúl Carrillo; ingenieros Félix Agramont y Félix Pérez Amador, etc. Nacieron al calor de estos espíritus inquietos los Encuentros Atléticos, Deportivos y Culturales del Territorio, mejor conocidos como "Olimpíadas". En 1946 se iniciaron, en el aspecto literario, los concursos de composiciones acerca del tema: "Como es el Pueblo Dondo yo Vivo", en cuyos certámenes era ganador permanente Jesús López Gastélum, de Santa Rosalía, y más tarde Néstor Agúndez Martínez, de Todos Santos. A este despertar de letras se agregaban las competencias en Declamación, Oratoria y Cuadros Teatrales, cuyos resultados publicaba un órgano periodístico encargado de relatar los eventos y que se aparecía con el nombre de "Diario Deportivo". Eran obligados los almibarados envíos poéticos que se formulaban a las reinas de aquellas jubilosas "Olimpíadas", que dejaron de existir en el año de 1958, después de haberse celebrado 18 años casi consecutivamente. Estas justas del músculo y el arte se reanudaron hasta 1966. Las fiestas del Carnaval que cobraban auténtica alegría popular, a mediados de este siglo, fueron motivo también para


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR convocar a Juegos Florales, en los, que se dieron a conocer Miguel Liera I barra y José Alberto Peláez Trasvina, que llegaron a poseer la Flor Natural. También, a instancias del Club de Exploradores "Huaxoros" se realizaron eventos de esta naturaleza que trascendieron a las conmemoraciones de la Fundación de La Paz en cu-. yas justas poéticas nacieron Fernando Jordán, Rubén García Verdugo y otros. La actividad teatral y musical sintió el agua redentora, por los años 40, con la labor apasionada y febril de don José y Hernán de Sandozequi, que estuvieron al frente de la Escuela de Música, dependiente del Instituto Nacional de Bellas Artes. En 1945 se publicaba una revista de cultura y sociedad donde colaboraron Luis Rosado Vega, el poeta yucateco que vivió entre nosotros durante el régimen del Gral. Múgica; Enrique Max Estrada, Josefina Meza Olmos, el Ing. Rafael de la Cerda, Carolina E. de Múgica, Esther G. de Márquez y otros. En el año de 1948, sangre nueva vino a formar el Ateneo Bajacaliforniano "Prometeo", fundado por iniciativa de un pintor, ávido de contemplaciones estéticas: Héctor Correa Zapata, a quien secundó otro pintor, Fernando de la Toba y le siguieron José Alberto Peláez Trasvina, Juan Jiménez García, José Real Bareño, César Pineda Chacón, Miguel Liera Ibarra, Jorge S. Carrillo, América Oropeza y otros. Se publicaron tres boletines, cuyas portadas decoraba a mano, con estampas diferentes, el pintor Correa Zapata. En estas ediciones mensuales colaboraban también el Lie. Manuel Torre Iglesias, Profr. Jesús Castro Agúndez, Lie. Emilio Garmendia, Gerardo Zapata Acosta y Linda Pando Ramos. Su contenido era estrictamente cultural, desde poesía hasta arquitectura, desde pedagogía e historia, hasta ciencias administrativas. El ateneo promovió conferencias conciertos, recitales, exposiciones y homenajes distinguidos. En 1951, vino a impulsar la cultura territorial, la Revista


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Típica Peninsular "Baja California", de corta vida, dirigida por don Pablo L. Martínez y Alfonso Landera, en cuyas páginas colaboraron Leopoldo Ramos, Francisco Cota Moreno, el Lic. José Ma. Meza Olmos, el Dr. Javier Carballo y el Dr. Carlos Zaragoza Cota, entre otros. Desde entonces a la fecha, salvo publicaciones esporádicas, algunas de carácter político, nada se ha hecho en favor de las letras territoriales. El último esfuerzo editorial en ese sentido, lo realizó el Órgano Cultural del Magisterio Sudcali-forniano, la Revista "PROA", que fue fundada por Miguel Liera Ibarra, en el año de 1957, con especialización pedagógica. En este siglo de vaivenes y acontecimientos, la literatura regional se ve enriquecida por un mayor número de autores, considerable en relación con el siglo pasado, de mayor valor inclusive, tomando en cuenta, entre ellos, a nativos o avecindados, lo que, en algunos casos afortunados, están incluidos ya en el relieve nacional de las letras. Tomando en cuenta sus edades, cronológicamente mencionaremos a los siguientes:

MANUEL TORRE IGLESIAS (1896) El Lic. y Profr. Manuel Torre Iglesias, nacido en Lezama (Vizcaya) en el año de 1896, hizo sus primeros estudios en Bilbao y posteriormente la Secundaria y Preparatoria. Terminó las carreras de Abogado y Maestro en Literatura. Desde los 10 años de edad comenzó a manifestar sus inquietudes literarias, las que por espacio de 60 años ha venido cultivando, tanto en los terrenos de la prosa, como en el verso. Tiene una veintena de libros publicados que comprenden comedias, cuentos, crítica, ensayo, tratados, historia, geografía, cursos didácticos de diferentes disciplinas, prólogos y traducciones.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Desde 1928 ha venido obteniendo primeros premios literarios en Mazatlán, Chihuahua, Guasave, Tampico, Aguas-calientes, Tijuana, México y Tucumán, Argentina. Su profunda sabiduría y su tarea diaria en la enseñanza superior lo colocan como el más notable de los eruditos de Baja California. Su cultura abarca, en especial, la literatura española y universal; la filosofía, y la lingüística. Además, la Historia del Arte y la Pedagogía. Tiene, aparte, conocimientos sobre el francés, italiano, portugués, latín, griego y hebreo. Su obra poética asciende a casi medio millar de composiciones, cuya fecunda labor creadora está matizada por la influencia de tres grandes: Rubén Darío, Amado Nervo y Francisco García Lorca. Considera a Octavio Paz como lo más avanzado de la poesía mexicana, y entre otros, a Miguel Alvarez Acosta y Rubén Bonifaz Nuño. El Lic. Torre siempre ha considerado que más allá de este nivel poético, la literatura se torna deficiente. Para estudiar su obra toda, requeriría un tratado especial. Con base en sus mejores producciones "Romance de Espejo y Voz", "Alma de México", "Epinicio y Rapsodia Triunfal" (Quintana Roo), "Canto Epifánico a la Provincia" y la "Bajada del Aventurero de la Locura", nos deja entrever a un poeta de armonías trascendentales, donde la gracia del verbo se convierte en una suave marca de corriente nacionalista. Cuando loa a Quintana Roo, sus alas musicales se elevan hasta la creación lógica de la palabra, en un intento supremo de romper las barreras de la prisión académica del lenguaje: Símbolo de Mayab encantado, —quetzal, maguey, cielo azul, cenote sagrado— el canto en que te albricio emeritense patricio, es tributo ganado


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR en mi ardiente epinicio por el airón flordelisado de tu numen propicio Su poesía se vuelve simbólica, luz y color, capricho maestro, aliteraciones sucesivas, con la magia de la técnica sonora: Tierra de nuestra tierra, lueñe y sola, batida por legendaria espuma de ola, con ecos de quetzal y caracola, tan lejos del capulín y la amapola. Guarda tu nombre, un sello virginal en la selva tupida y frondal, con urbes, que nos saben a rondel, y a madrigal y rosal desde Cozumel a Chetumal y Susal y Dzonotchel. En 1947 fue laureado en los Primeros Juegos Florales de Guasave, Sin. con su "Romance de Espejo y Voz", que aquí copiamos la parte final: RINCÓN PROVINCIANO Laguna tenue y saliente que apenas riza la brisa, hechizo grato al ensueño con recato de provincia. Mariposas sobre el agua las canoas se deslizan; canto añorante en las redes que se secan en la orilla


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Horizontes de añil y oro en las horas vespertinas; entre vidrieras de púrpura el crepúsculo agoniza. Y en el remanso geórgico con castidad de novicia la luna espeja su faz sobre las aguas dormidas. Los ojos del pueblo, lejos parpadean con luz tímida, y los sapos en su insomnio preludian sus campanillas. El bronce del templo apremia, con voces de plata fina, y enlutadas, por las cuestas, las mujerucas cansinas. Con el rosario en las manos y en la testa, negra fimbria, procesión de luto y fe hacia las preces camina. Y el son profundo y solemne del bronce mayor, culmina, con un trémolo que el aire diluye en la serranía. MARIACHI

Trova doliente y sentida como una aurora sin sol, flor de un ensueño truncado sobre un perpetuo dolor.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Trova untada de ternura que cuenta en su evocación, el éxodo de los parias de una raza que finó. Clepsidra de miel y acíbar gota a gota en su licor, destila el zumo remoto de algo que jamás logró. La guitarra evocadora cual divino caracol, plañe el corrido guerrero que es símbolo de valor. El bandido generoso que a los pobres socorrió y el caporal de la hacienda que mató en celo de honor. Hallan las cuerdas vibrantes, bajo su cálido son, tierno oasis del refugio, al cobarde corazón. En el cordaje del arpa y el celo del guitarrón, como en salterio recóndito se halla lo que se perdió. Y hay en los labios que cantan un embrujo de ilusión, para ahogar bajo la propia, la ajena y cruel decepción.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Sollozos quiebra el trovero, al final de su canción, "malagueña" primorosa que llora el perdido amor. El ritmo de la "Adelita" y "Valentina" nació entre fusiles y sangre de tu enardecida voz. Arengas para el combate, grito de Revolución, consigna de hombría y muerte, reto audaz al paredón. Nostalgias quiebra la hembra con celos de antiguo ardor, y arrulla en vivaques lúgubres al soldado soñador. Trinos quiebra la garganta del broncíneo trovador, ¡ en su voz canta la raza! ¡llora la raza en su voz! Ya el alma ruge su vértigo al amparo de su son, ¡para amar, como paloma, y lidiar, como un león .. ! JARABE Sombrero jarano, alfombra del corazón y los pies, para trenzar un jarabe y ganar una mujer.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Gallardía en el compás, y vigor en el traspiés; triunfo del mozo que amaga y nunca sabe perder. El charro no se pandea —tal el chinaco de ayer— y cuando pierde, arrebata la vida, por un querer. Danza ritual que estiliza en vértigo de corcel, alma y carne, luz y brío, del mexicano joyel. Fin de fiesta de la Patria, friso que pide el cincel, sobre el águila y nopal mármol de perpetua fe.

ENVIÓ

Romance de tierra hidalga, espejo de sol y llanto, poesía y sortilegio amasados con tu barro. Panorama de tu seno el poema va engarzando en el collar de los versos de tu espíritu los gajos.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR PABLO L. MARTÍNEZ (1898-1969) El historiador Pablo Leocadio Martínez Márquez vio la primera luz en San José del Cabo, B. C. un once de enero de 1898. Sus estudios elementales los realizó en su pueblo natal.' De esta época conserva diplomas firmados por Porfirio Díaz y Francisco I. Madero. Al concluir su primara, ingresó en la Academia para Maestros, especie de Escuela Normal Rural, que el Profr. Vicente V. Ibarra creó en ese lugar, habiendo terminado el ciclo de tres años de 1912 a 1915. Sin embargo, desde 1914, al triunfar la Revolución Mexicana obtuvo el cargo de maestro de la Federación. Simultáneamente a su preparación docente, cursó con el sacerdote italiano Celestino Grisciotti un año de Geografía e Historia Universal y dos de Latín y Raíces Griegas. De 1922 a 1924 estudió las materias del programa de la Escuela Normal de México bajo la dirección del educador poblano D. Pedro González Orduña. De 1947 a 1952 cursó cinco años de inglés en el Instituto Mexicano-Norteamericano de Relaciones Culturales. Ha estudiado, además, francés e italiano. Sus primeras andanzas por las tareas literarias datan de 1917 en un periódico escolar. El maestro González Orduña, su preceptor y poeta laureado, encaminó sus pasos por ese sendero. De 1930 a 1933 dirigió en esta Capital del Territorio un pequeño periódico llamado "Sudcalifornia". De 1950 a 1952 dirigió en México la revista "Baja, California, en compañía de Alfonso Landera Quijada, quien la sostenía económicamente en forma altruista. En la Ciudad de los Palacios escribió dramatizaciones de carácter educativo, como "Las Partes de la Oración", "La Vacuna", y "Boda de Gitanos". Sus obras pueden catalogarse en dos grupos: Didácticas e Históricas. Sus libros didácticos son "Caja Gramatical", "Loterías Gramaticales" y el "Método Comondú", para enseñar fácil-


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR mente la Gramática Española, procedimiento que el mismo Profr. Martínez califica como único en su género en todo el mundo. Sus trabajos históricos comprenden "Efemérides Californianas", obra con 300 fechas históricas, editada en 1950; su gran "Historia de Baja California", publicada en 1956 y traducida al inglés en 1960; "Lecciones de Historia de Baja California", que constituye un texto escolar para el Tercer Grado de la Escuela Primaria en la Península de Baja California, fechado en 1958; "El Magonismo en Baja California", que es un folleto de 64 páginas en que se prueba por medio de documentos que no hubo ningún movimiento separatista en 1911 en la Entidad Norte y otras más. Su última obra, "Guía Familiar de la Baja California", es un trabajo genealógico de 1016 páginas en el que aparecen 14 200 extractos de partidas de nacimiento, matrimonio o defunción, correspondientes a los siglos XVIII y XIX, amén de otros datos de interés general para la población de la península, En vísperas de aparecer se encuentra la "Historia de la Alta California". Sus mejores obras son indudablemente, en el terreno de la investigación, "Historia de la Baja California", y en el campo de la enseñanza, el "Método Comondú". Ha manifestado siempre especial inclinación por la prosa del pensador argentino José Enrique Rodó, de cuyos "Discursos Parlamentarios" y "Motivos de Proteo" recibió influencia directa si no en la forma, sí en la penetración psicológica. Don Pablo Martínez, se jubiló del servicio profesional del magisterio en 1959 y se entregó totalmente a la difusión de sus obras y la búsqueda de nuevas corrientes de esclarecimiento histórico bajacaliforniano, península a la que entregó los mejores esfuerzos de su vida. El Profr. Martínez, quien, asegura, nadie puede llamarlo profesor sin infringir el artículo IV Constitucional, fue merecedor del aplauso territorial con general reconocimiento.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR El Municipio de Tijuana, B. C. instituyó el Premio Anual "Pablo L. Martínez", para un concurso sobre Ensayos Históricos y en Baja California Sur lleva su nombre el Archivo Histórico del Territorio y la Biblioteca Pública de San José del Cabo, su tierra natal. Falleció el 9 de enero de 1969, en la ciudad de México y sus restos fueron trasladados a la ciudad de La Paz, en donde se le rindió póstumo homenaje y posteriormente se le condujo a San José donde fue sepultado.

IRENE MORA DE CALVAN (1892) Doña Irene de la Mora Ibarra de Calvan nació en Tepic, Nay. en 1899 y desde temprana edad se sintió atraída por la lectura, que más tarde y por siempre ha sido la pasión de su vida. Muy joven llegó al Territorio de Baja California a cuyo vértigo de contrastes se incorporó definitivamente, pues más de 30 años los dedicó a las nobles tareas de la enseñanza. Conoce casi todos los pueblos de los puntos cardinales de la Península y ha cantado a ellos con singular vehemencia. Su obra consta de más de 200 poemas y en prosa ha escrito unos 20 cuentos, que, acumulados a leyendas y dramatizaciones breves, integran una cosecha de lirismo que ha ido abonando con la dulzura de los años. Muchas de esas producciones han ido a parar a publicaciones diversas, álbumes familiares y archivos. En un Concurso Literario convocado por el Estado de Morelos obtuvo un alto reconocimiento a sus méritos poéticos. Doña Irene deviene de una honda extracción romántica. Amor, naturaleza, patrios solares, son temas perennes de su diáfana consonancia. Todos sus ámbitos del pensamiento están


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR orlados por un contagiante optimismo, sed de vivir, alegría y esperanza que dan la nota blanca en donde jamás respira la pesadumbre, la amargura o el desconsuelo. Cuando acaso al reino de la duda, su escepticismo se convierte en corazonada: Si no existe el espíritu, si en el laboratorio de la muerte todo acaba., ¿qué es esta intensidad indescriptible que nos toca en los nervios y nos habla. poniendo en movimiento la materia cual sumiso resorte de nuestra alma? A su tierra adoptiva, la Baja California Sur, que dentro de ella se convierte en luz de paisaje, grita a sus entrañas y a su superficie, a su pasado y a su futuro y con la jovialidad y frescura del anhelo, deja, en su testamento de amor, la última voluntad: California, escamada de brillantes, náyade bruna que el amor forjó, quiero dormir feliz, como un amante abrazando tu geográfica extensión. En prosa, produjo en 1960, una leyenda que considera lo más acabado de su estilo: "La Herencia del Pirata". Ubica la escena en la Bahía de La Paz en los tiempos primitivos de los viejos pericúes, durante la realización de las Fiestas de Repartimiento, suceso durante el cual arriban temerarios piratas que violan, saquean y dejan desolación y muerte. La necesidad de seguir coexistiendo reúnen las vidas de unos y otros en la dulce comunicación. Símbolos de entrega entre las manifestaciones del acaecer cotidiano hacen aparecer mezcladas nuevas tra-


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR diciones épicas de la cosmogonía legendaria del Volcán de las Vírgenes y del fruto agridulce de la pitahaya montecina. "La Herencia del Pirata" es la historia romántica del mestizaje peninsular; es la frase de amor en el tálamo nupcial de dos razas que se funden en heroico enlace.

JORGE S. CARRILLO (1900) Don Jorge S. Carrillo Peña, es originario de La Paz, B. C. Nació el año de 1900. Ahí realizó su preparación elemental y la segunda enseñanza en la Escuela Politécnica de Los Angeles, California. Estudió, además, matemáticas y Literatura con el profesor Alberto Alvarado. Después de los 15 años se inició en sus afanes literarios y ha producido cuentos y leyendas de sabor regional. Nunca ha cultivado la poesía pero mantiene relación con las corrientes poéticas de su época. No en balde juzga a Octavio Paz como el mejor poeta mexicano y gusta con avidez de la temática de Díaz Mirón, Amado Nervo, Asunción Silva, Darío y García Lorca, lo que le permite aceptar una franca decadencia en la poesía intelectualista de las escuelas revolucionarias post-modernistas. Ha publicado recopilaciones de documentos históricos y de otra índole que le han valido el ingreso como miembro activo de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística en donde se encuentran algunos trabajos suyos. En los últimos 15 años se ha dedicado al periodismo y es actualmente Director de los Talleres Gráficos de su extinto periódico "Baja California", de grata memoria desde los albores del siglo pasado.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR JESÚS CASTRO AGUNDEZ (1906) El Profr. Jesús Castro Agúndez, originario de San José del Cabo, B. C. nació en el año de 1906 y comenzó a escribir después de 1922, en que inició su vida estudiantil en la Capital de la República, tanto Secundaria como profesionales en la Escuela Nacional para Maestros, cuando era Director el ilustre maestro mexicano don Lauro Aguirre. Pertenece a una brillante generación de profesionistas que han destacado en la docencia, en la política y en la cultura nacional. Es un admirador ferviente de la prosa de Jaime Torres Bodet; del nacionalismo de Rómulo Gallegos; del romanticismo de Víctor Hugo y de los estilos costumbristas que se encarnan en Pérez Lugín. Bajo su tesonero espíritu promotor han nacido los libros "Cuentos de Niños para Niños", "Los Héroes de México vistos por los Niños" y "Danzas folklóricas de México", que fueron editados cuando ocupaba la Dirección General de Internados de la Secretaría de Educación Pública. Tiene dos libros: "Patria Chica" y "Más allá del Bermejo". Este último de más centuados valores que unifican su contenido en torno al hombre singular del lienzo pintoresco bajacaliforniano, el que describe con perfiles claros y acentuados hasta brillantar su sorprendente estatura humana. Sus relatos, de un realismo exacto, emparejados a un poder descriptivo fotográfico y minucioso, tienen el valor extraordinario de la verdad, fuera de los moldes tradicionales del arte por el arte que sucumben ante el valor trascendente del espejo social. Lo anecdótico se refleja en lo tragicómico de la brega diaria; las narraciones brotan del dolor y la angustia, y la sonrisa surge de los contornos íntimos de la bondad y la nobleza del espíritu terrisureño. En el preámbulo de "Más allá del Bermejo" explica la


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR virtud intrínseca de la obra: "En esta ocasión —dice— publico lo que he podido recoger de modo incidental en el campo inagotable de la anécdota y el relato. De paso, aprovecho la ocasión para exponer mi criterio sobre algunos problemas sociales o simplemente humanos del Territorio". En este terreno, pisa los campos de la literatura social de José Hernández, de Miguel Ángel Asturias y de Ezequiel Martínez Estrada, los grandes sociólogos sudamericanos que intuyen la realidad histórica. Sus dos libros son un tributo y un homenaje a los hombres que luchan y han luchado por el mejoramiento del solar nativo, de la "Patria Chica", a la que ama con obsesión, con la pasión febricitante de un predestinado. Esta oración pagana lo define de cuerpo entero, la que encontramos en su primer libro: "¡BAJA CALIFORNIA! que cual madre amorosa has visto con goce infinito y un raudal inagotable de ternura y renovadas esperanzas, nacer y crecer a todos tus hijos acogiendo luego en tu seno de mater dolorosa los mortales despojos de quienes llegaron al fin de la jornada rindiendo su tributo a lo inexorable; tú que estás presente en todos los caminos para recoger el dolor del que sufre, el ruego del que implora, la esperanza del que implora, la esperanza del que lucha y el anhelo del que sueña, tú que eras veta de oro en el socavón de la mina, perla en el fondo de los mares, flor de pitahaya en el desierto, agua fresca en el manantial, trino de pájaros en el monte, afilado puñal en las montañas, mezquital en los valles, paz en el hogar del ranchero y sonrisa de luz en la cara de los niños, recoge en este canto la oración que aprendí a decirte con el pensamiento, desde aquella época lejana y querida en que sólo eras para mí, arrullo materno, barro moldeable y perfumado después de la lluvia, camisa almidonada los domingos, dorado fruto en el naranjal, cuento fantástico en boca de la abuela y temor inconfesable hacia el aprendizaje del alfabeto"...


ARMANDO TRASVINA TAYLOR Es todo un verdadero poema escrito con acentos de profunda emoción y rimas de lágrimas lloradas en el silencio del recuerdo. Sus dos libros contienen paisajes, relatos, tipos, anécdotas, artículos y discursos que van, desde la frase del ranchero sudcaliforniano, pasando por un concepto de regionalismo definido, hasta las profundas filosofías de los que viven a la sombra del cardón en esta media península sureña. Su última publicación aparecida en septiembre de 1970 se titula "Medio siglo de la Casa del Estudiante en México" en donde recuerda amorosamente los últimos cincuenta años de constantes sacrificios y desvíos por consolidar esta institución en la capital del país para sostener, hasta su culminación profesional, a estudiantes de modestos recursos económicos del territorio. En enero de 1971, el Gobernador de Baja California Sur, Ing. Félix Agramont Cota, lo nombró Cronista del Territorio por su apasionado y profundo conocimiento de su "Patria Chica", como él la ha llamado y la ha cantado.

JOSÉ MARÍA GARMA GONZÁLEZ (1906) José Ma. Garma González, capitán y profesor, oriundo de Las Minas, Ver. (28 de junio de 1906) representa una de las formas más depuradas de la poesía que tiene el dulce sabor de lo humano traducido en contenidos líricos enternece-dores. Se educa en Puebla y recoge la cultura superior de los Estados Unidos de Norteamérica. Viandante de todos los caminos, desde los 15 años comienza a respirar la tierna atmósfera del corazón, que va esculpiendo con la caricia sutil de un artífice. Su admiración por la creación ademada de valores del poeta jalisciense Enrique González Martínez, la manifiesta


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR con la más alta expresión anímica, como un auténtico seguidor de su difícil signo humanístico. En muchos aspectos supera las influencias de Manuel José Othón, López Velarde, Díaz Mirón, Gutiérrez Nájera, de quienes ha bebido las sabias mieles. La poesía actual, —dice— se ha liberado de las normas clásicas; han caído en el olvido las armonías gloriosas de Virgilio, Dante, Petrarca, Boscán y Garcilaso, bajo la picota de la deformación, —agrega—, la incomprensibilidad de la forma y el fondo del siglo, deshumanizan las virginales sensaciones de lo que debe ser la estética del pensamiento en el colorido maravillista de la imagen verbal. A pesar de que considera la tendencia romántica como obra del pasado, él mismo, ante la vacuidad de la época,- trasciende en valores y regresa con su alforja cargada de anhelos al refugio de ensueños epopéyicos: En mi vida inconforme no ha quedado ninguna ambición que no urge mi espíritu en alarde; he sentido el impulso de llegar a la luna o fundirme en el orto grandioso de la tarde. Cuanto hubiera querido vivir esas edades, en que tal vez uní estirpe de una heráldica recia, halló con sus corceles musulmanas ciudades capitulando, acaso, por alguna Lucrecia. Ser caballero andante; sin la triste figura del Quijote que "fizo" en divina locura un minúsculo reino; ser un Díaz de Vivar ensanchando Castilla ante su cabalgar, o un Alejandro el Grande que lloró de amargura cuando sobre la tierra no había que conquistar. Garma González entrega en poesía una clámide de luz


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR territorial a través del soplo enajenado del paisaje. Su estro californiano, de métricas exactas y vuelos de gaviotas, limpia el cielo clarísimo de San Ignacio con esta evocación de pintor y poeta: MISIÓN DE SAN IGNACIO Misión de San Ignacio, de evocación tan fuerte, tan grande, tan sublime; cabe la eternidad. Los siglos han pasado y el olvido y la muerte sin dejar mella alguna en tu serenidad. Arrulla la paloma y se acurruca la alondra en el penacho airoso del verde datilar, como lo hiciera antaño bajo la augusta fronda de los viejos viñedos en el quieto solar. La epopeya mudéjar que habla una lengua hermosa y propicia al descanso del bregar peregrino, es un bello trasunto de la amistad piadosa que profesara al indio el noble Padre Kino Todo pasa en la vida. El señor y el ilota cavan la misma fosa; son un átomo igual, no obstante que germina con sucesión ignota tan disímbolamente para el bien y el mal. Misión de San Ignacio, todavía es primavera y aún deja oír su acento el bronce medieval que despojara al indio de su arrogancia fiera haciéndole presentes de amor, fe y caridad. Nada ha cambiado; siguen los crepúsculos rojos pintando su acuarela de color magistral, y el padre tiempo guarda para nuestros antojos las mieles y amarguras que nos deja al pasar.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Meditación del alma, litúrgica y profana que se acurruca hondo, muy hondo dentro del ser, y se extasía en la obra de la criatura humana que nace, vive y muere, sin saber, sin saber.

LIC. ABEL CAMACHO GUERRERO El Lic. Abel Camacho Guerrero, vivió y conoció el Territorio baja californiano durante el periodo de la administración gubernamental del General Francisco J, Mújica que se inició el mes de enero de 1941, y terminó un mismo mes de enero de 1946. Indudablemente que su posición política como uno de los más cercanos colaboradores del constituyente michoacano, le colocó en situación privilegiada para conocer a fondo y desde su alta esfera oficial todos y cada uno de los problemas económicos y sociales de la media porción peninsular. Atendió la situación educativa con bastón de jerarca y su enérgica actitud extremista y su militancia rigorista, le causaron profundas enemistades y conflictaron con el gremio magisterial bajo el efecto de disposiciones arbitrarias, De probada cultura y definida vocación literaria, con la conciencia universitaria de estricto legalismo, escribió un libro, "Alma California", que vio la luz pública en septiembre de 1950 con-mocionando de uno a otro extremo la entidad sudcaliforniana. Lo dejó caer como puñalada trapera a la distancia de la ausencia, con la intención panegirista de exaltar el régimen constitucional del Gral. Francisco J. Múgica y devorar en las entrañas de un rencor profundo los sinsabores de su actuación política. La obra contiene un estilo apurado, de cumplimiento personal, sin aparente revisión en el que maneja con méritos maquiavélicos, la ironía, el ridículo y la intriga. Sus páginas están plagadas de velados insultos y reprimida serenidad al


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR abordar cuestiones trascendentales en las que, invariablemente, resulta escarnecida la tierra, la sociedad y la cultura territorial. Es el "Segundo Libro Negro de la Baja California". El primer libro oscuro llama Pablo L. Martínez a la obra del jesuita alemán Jacobo Baegert, quien, en un plan denigratorio, juzga a los californios como "tontos, torpes, tercos, sucios, toscos, ingratos, mentirosos, pillos, perezosos en extremos y grandes habladores", hasta agotar la rica vena de los adjetivos ultrajantes. "Alma California" no echa mano de calificativos, pero sí de innumerables apreciaciones falsas, dando por resultado un mayor agravio de cumplida venganza hacia un pueblo que, con los defectos de todos, reconoce aún la meritoria actuación en muchos aspectos del culto abogado a quien todos llamaban Camachito. En sus 294 páginas, escritas con la afición de quien ciertamente posee valores novelísticos aparecen con sus nombres apenas disimulados, desde la figura del Gobernante hasta la pintoresca estampa del "Mañozón", pasando por personas aún existentes en la sociedad sudcaliforniana, quienes no merecían la mofa o el escarnio. Pretendió hacer un espejo distorsionante de la realidad sudcaliforniana. Bien podría llamarse "La Tragicomedia de Armando y California", en donde estos dos personajes representan, el uno, la figura inhóspita, de naturaleza tuberculosa de la tierra sudcaliforniana y, la otra, California, el alma predispuesta de la población peninsular que se muestra indecisa ante las eventualidades del presente. El suicidio de Armando encarna nuestra propia tragedia y la actitud noble y bondadosa de California, la última esperanza de abrigo. El Ing. Hurtado, tenaz pretendiente de la bella protagonista, al morir en un accidente aéreo al regreso de una comisión, sintetiza nuestro propio resurgimiento guillotinado por la supuesta ingratitud de un


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR grupillo político que con el nombre de "Bloque Regionalista" obliga al Gral. Mágica a renunciar de su puesto. Aparte de que en el capítulo VII se engolosina con la tesis del amor libérrimo, con secreto y lujurioso simbolismo, se alarga en otros con reiteradas reflexiones. En términos generales, siempre con la marcada tesitura del doble fondo, el Lie. Abel Camacho, se expresa así: Pag. 7 "... extendiendo las manos, ofreció al Gobernador recién llegado un ramo de flores invernales, tanto más hermoso y significativo cuanto que representaba la matizada floración del pardo desierto, presente halagador de muchachas de La Paz, que ajenas a inútiles filosofías y libres de estériles reflexiones, sólo pensaban en gozar de la vida con irresponsable alegría". El desahogo personal, su situación en la entidad, su extraño resentimiento, lo resume, torciendo la historia, en los siguientes versos adjudicados a Ignacio Ramírez "El Nigromante" : Pag. 239: "Pues verá, ofendido el "Nigromante" por la ignominia con que se le insultaba por no haber nacido en Baja California, escribió lo siguiente: "Cuando un mastín forastero pasa por esta ciudad, canes de la vecindad salen a olerle el trasero. El mastín torvo y mohíno ve la turba que babea, alza la pata, los mea, y prosigue su camino". El Lic. Camacho se sentía víctima del regionalismo exacerbado y encuentra la mejor explicación de su estado interior en esta falacia, pues aun cuando efectivamente estuvo en esta ciudad el ilustre poeta de la Reforma, los versos que Abel Camacho señala son ubicados en Sinaloa en contra de unos


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR periodistas españoles, de acuerdo con el dato biográfico que Alfonso Sierra Partida ha escrito en la página 46 de su libro "Ignacio Ramírez, Espada y Pluma" y a quien, por su afán especializado consideramos una fuente más autorizada. Sin embargo, no todo es inquina en la obra. Tiene párrafos elogiosos para la condición humana y geográfica, natural e histórica del apartado girón del Levante Mexicano. El Lie. Abel Camacho Guerrero, se encuentra actualmente ocupando la cátedra en la Universidad de Sonora, en donde, esperamos haya rectificado, con la convicción que da el tiempo, sus apreciaciones de la vida territorial, que la presentan ante el juicio del público lector, como una parte de la Patria, sin alma y sin cerebro. Sin embargo, nadie podrá juzgar a "Alma California" sin reconocer las circunstancias en que la obra se produjo.

GUILLERMO ARRAMBIDEZ ARELLANO (1919) Don Guillermo Arrambidez Arellano de San Pedro de las Colonias, Coah. nació el 12 de marzo de 1919 y llegó a radicar a La Paz en 1949, donde se casó, permaneciendo desde entonces casi ininterrumpidamente en sus funciones técnicas dentro de la Gerencia de la Secretaría de Recursos Hidráulicos. Cinco de sus siete hijos han nacido en esta ciudad y ha producido al contacto con la virgen naturaleza de monte y ladera, de cielo y mar, varios cuentos, todos ellos de característico ambiente regional. La Revista "PROA" ha publicado algunos de ellos, entre otros, "El Guardabosque", la tragedia del ranchero uncido a la sierra, al borde del peligro que representa el hambre y la fiera. Su relato, vivido, con acentos dramáticos y aterrado-


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR res, contaminan de perplejidad el escenario de los montes de Santiago. Legítimo triunfo obtuvo el 20 de noviembre de 1967, en el Concurso Literario de la XX Olimpíada Territorial celebrada en La Paz con el cuento "Isla de Santa Cruz", y en la misma fecha de 1970 volvió a triunfar en el mismo género, pero en Santa Rosalía, con el cuento "Baldomero y su perro". Unos días antes el Municipio de Tijuana premió los esfuerzos documentales de Arrambidez, en un concurso de ensayo histórico, con un trabajo monográfico sobre Baja California Sur. ("Breves Apuntes del Territorio de Baja California"). Como cuentista y poeta representa el empeño más denodado por conocer y dar a conocer la tierra de su adopción.

DR. FRANCISCO JAVIER CARBALLO LUCERO (1926) La ciudad de La Paz volvió a dar, —el 15 de enero de 1926— en la figura del Dr. Javier Carballo, otro de los autores de las letras regionales que, después de haber realizado su instrucción primaria en la antigua Escuela "Allende", hoy "Miguel Hidalgo" y su Secundaria en la "José Ma. Morelos y Pavón" de la Capital del Territorio, se dio a conocer nacionalmente con un cuento premiado en el Concurso Anual del periódico "El Nacional", el año de 1959, en México, D. F. Estudió medicina en la Universidad Autónoma y desde sus primeros pasos en el Bachillerato comenzó a manifestar sus inclinaciones literarias. Tiene tres trabajos premiados: dos ensayos y un cuento. Sus ensayos son: "Sangre de la Revolución" que concursó en el certamen literario organizado por el Gobierno de Guanajuato y la Asociación Cívica "Álvaro Obregón", cuyo jurado estaba integrado por don José Rubén Romero y el Dr. Fran-


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR cisco Castillo Nájera, entre otros. Un ensayo más fue "Los Sudcalifornianos", premiado en los III Juegos Florales de Tijuana, B. C. ante un Jurado presidido por el Lic. Agustín Yáñez, del Seminario de Cultura Mexicana. Su tercer galardón nacional lo obtuvo con "La hierba de los vencidos", que ocupó el mencionado Primer Lugar en el Concurso del Cuento convocado por el periódico "El Nacional" y publicado en el Suplemento del mismo el 24 de enero de 1960. Colaboró con don Pablo L. Martínez en la edición de su Revista "Baja California", de donde tomamos el siguiente diálogo vernáculo que nos demuestra la agilidad de su prosa, y que lo amerita a ocupar un primer lugar indiscutible dentro del cuento sudcaliforniano que dejó vacante, al morir, Francisco Cota Moreno. DOS MUJERES Y UN FINAL Venga aquí Chuchita, le digo que está muy bueno. Lo trajo Enrique ora que fue a Oaxaca; dice que es de gusano, pero no veo el gusano, tal vez se lo colaron antes de venderlo; pero venga ¡tome! ¡Ay, Petrita, me dispensa mucho; pero usté sabe, luego me hace mal, ¡Y luego el hígado!, mis cólicos no juegan..! Pues los cólicos le han venido desde que.. . ¡ bueno í mire, tome, tiene un saborcito dulce, ni más ni menos que si le hubiera echado azúcar. Venga, venga con esto se le quitan los cólicos y si no se le quitan, ya sabe que yo la sobo... El que me va a sobar es mi hombre; no se crea. El nunca me toca ni la punta del cabello. ¡El es borrachísimo! ¿Borracho mi marido? Mire Petrita, yo nunca me meto en sus cosas ni quiero meterme, conmigo lo que quiera. Mi hombre es el más decente que he podido encontrar porque


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR hoy en día ya no se puede tener confianza en nadie y sepa que me pretendían tres ¡ tres!; es cierto que yo estaba mejor, más delgadita, la cintura, así, pero pasan los años; y todavía, no crea. No se fije en lo que digo, es que ésta no es la primera que me tomo. Estaba allí la botella y como Enrique viene hasta mañana, y yo sola ¿ qué hacía? ¿ lavar? Lavé ayer, ¿ planchar? Mañana me toca plancha, ¿barrer.. ? el suelo está como espejo ... ¡ Ah bueno! si es así, se lo dispensa ... ¡Sí, está bueno el gusanito, dice que es de Oaxaca! ¡ Ah de Oaxaca. . ! Déme otro oaxaqueñito, porque éste ya se me acabó. Se siente en la lengua una cosquilla, como la de un gusanito... Es por eso que lo dicen "del gusanito", ¡Y usted que creía que tenía gusanos adentro! No, de verdad, de verdad, tiene gusanos ... ¡ Aaah . . ! ¿ya se acabó? Otro, otro . . . Llenita ¡ Écheselo que hay más! Vamos a poner el radio pa'que no esté triste esto ... ] Ay! ¿Que le pasó? Me golpié con la mesa, menos mal que no se rompió el vestido, porque, sabe usté, es americano y costó no sé cuántos dólares. ¿Por qué no ve a la muchacha que lo trae? es una amiguita. Tiene surtido de todo; negros, blancos, floreados ... todo es muy buena tela, americana, había uno muy mono, escotado con manga hasta aquí, con falda abajito de la rodilla,, pero ésos a Enrique no le gustan... Usté sabe como son los; hombres. . . Y ella los compra allá o .. ? Ella va y viene. Porque éste que cargo es ya una garra. No. Está bien. No. ¡Qué bien va estar! ¡Bueno, no está tan mal! Lo compré en el Palacio de Hierro, pero en la tintorería me lo hicieron una desgracia. ¡ Y tan caros.. ! Les hablé por telé-


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR fono para reclamarles y me salieron con que ya estaba así. Mándalo a la Limpia y Fija, allí limpian bien. Pero si todos son iguales, nomás quieren sacar el dinero, y luego dice mi hombre que se gasta y gasta. Pero Petrita, ponga pues el radio; ¡póngalo en la doble u; allí canta el Chato Paredes ... ¿No la encuentra .. ? ¡ no le dije .. ! ¡ es él.. ! Lo vi el otro día en "El sombrero del Chinaco", ésa que está en el Cine Latí. Es guapísimo ... ¡ Y una voz . . ! Tiene un aire a Charles Bóyer. Charl Boayé, Chuchita. Enrique que le hace al francés, dice que así es. Sí, pero déjeme oír. Échese otro, otro. ¡Por el Chato me echo veinte! ¡Pts! Chuchita; voltee para allá. A mí no me la tapa. Yo no he querido decir nada. Pero, ¿ qué le nota usteé? A ver ... Yo, nada ... Fíjese bien ... Se fijó? Sí, un poco gordita; pero... Eso. ¡ No la ha visto, allí afuera, a un ladito de la escalera? ¡Ya ni se esconde! Como si una no tuviera que pasar y ver... Pero ¿qué has visto? Yo francamente nada. Pero Matilde, que no se calla nada... ¡Claro, allí que van hacer! ¡Pero imagínese usted! otro... Bueno al fin que ora tengo a Juana que me hace la cocina ... ¡ Ay, se me sube el gusanitooo.. ! Ya, ¿tan pronto? No, no es eso; es que estoy un poco débil; usté sabe, me siento como si no comiera nada. Pero, si en estos tiempos, quién come.. ! Si uno come es de purito milagro


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Por fortuna, Petrita, a Dios gracias, a mí no me falta nada ... pero lo que dice es cierto, todo está tan caro que sale usté con diez pesos, ¿Y qué compra? ¡Ay si, la lechuga! ¡La lechuga! ¡Chuchita! diga usté. Por una lechuguita quieren sacarle a uno un ujo de la cara y regatea usté, como si nada! Y después de todo esto, ¿qué hora será? Ya llegó Lupita, la de enfrente, y ella sale a las doce. Déjeme ver si tienen agua los frijoles, orita vengo. Toe ... toe ... ¡ Toe, toe, toe! ¿ Qué le pasó? ¡ Ay, una cascara .. ! Han de ser los niños de arriba que tiran porquerías a la azotehuela ... Todo el día los estoy regañando... como la madre trabaja ... La niña está muy mona. Sí, pero el grosero es el muchacho, es un sangrón; lo regaño y me saca la lengua, me tira con piedrecitas, el otro día me gritó barrigona. . . Se lo dije a la madre cuando regresó; pero, ¡ ay, tiene una calma .. ! Es media presumida, ¿verdad? ¡ Usté no la conoce! Yo apenas la saludo. Usté ya se picó. ¿ Cuántos se echó ora que no la veía? Ya ni sé. Ponga más reciecito el radio, al fin que es día... " . . . y es en el amor donde te busca mi corazón. . . " Todavía canta bien. Cantaba cuando estaba en la escuela. Sígala... Chits, Chuchita, a'i pasó su marido ¿no la irá a regañar? ¿ Quién, mi marido? si le digo que es hombre más decente y más bueno. Ya lo quisieran muchas. Parecía que iba borracho ...


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Roberto nunca bebe, por eso lo adoro. Se devolvió ... ¡Allí viene . . ! Pase, ¡pase .. ! ¡No me pegues en la cara! ¡Vieja borracha! ¡Ni la comida, ni nada! FIN

JOSÉ ALBERTO PELAEZ TRASVIÑA (1922) José Alberto Peláez Trasvina, despertó al mundo en la ciudad de Los Angeles, California el 15 de noviembre de 1922, durante la estancia temporal de su señora madre en aquella angelópolis norteamericana. Sus primeros estudios los realizó en La Paz en la Escuela Primaria Particular "Emilio Carranza" y en las federales No. 1 y 8. Su segunda enseñanza la efectuó en la Secundaria "José Ma. Morelos y Pavón", continuando de ahí sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música y en la Escuela Bancaria y Comercial de la Capital de la República. El Lic. Manuel Torre Iglesias, maestro en el Tercer Curso de Literatura de Secundaría despertó sus aficiones literarias que lo condujeron a producir una gran cantidad de poemas que la autocrítica ha destruido en su mayoría. Tiene, además, algunos cuentos regionales y una novela en preparación. En este autor, inclinado por las formas vanguardistas que sucedieron a la revolución de Rubén Darío, encontramos, después de Leopoldo Ramos, al segundo poeta definido por la poesía subjetiva que trasmite lo real de las palabras en combinaciones de imágenes, símbolos y figuras que dan al lenguaje un nuevo poder de comunicación, brindado en atmósfera de sugerencias inauditas. Este poema por ejemplo, tiene un irresistible influjo de la belleza que cautiva:


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Hermana ausente: cuando muera llena con tus lágrimas mis cuencas vacías y tira los miembros de mi cuerpo a los perros de la sombra. Hermana ausente: cuando muera toma en tus manos negras mi cráneo. Rómpelo y esparce mis ideas en la ruta simbólica del viento. Siente como suya la emoción poética de Paul Eluard, García Lorca, Pablo Neruda y César Vallejo, de quienes extrae, con apasionada obediencia los cánones misteriosos de una técnica avanzada. No llega, sin embargo, a la otra orilla del extremismo poético, pues no requiere un exceso de mentalidad, ni cae en el inconsciente prosaísmo. Su verso es materia sonora fecundada de poderes sentitivos en un afán de lograr equivalencias nuevas. Este breve poema, por ejemplo, tiene la fuerza serena de la trayectoria de un rechazo: Fue como un grito de ausencia. Un grito triste que no tuvo eco y se perdió veloz por el desierto de nieve de tu cuerpo. Fue una sonrisa amarga. . . tuvo la fuerza de un complejo y huyó como beso rechazado por el desierto de nieve de tu cuerpo.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Peláez logra seguir la huella de los grandes simbolistas del siglo pasado con un raro enervamiento de formas que hacen polvo las rejas de la sencillez. Para aludir a una mujer, madre o amante, no se conforma con las indicaciones exactas de sus cualidades físicas, engoladas en frases de amor con calificativos obvios. Va más allá de la expresión cualitativa y llama a LA OTRA La otra tiene en la cara una luna luminosa, como cicatriz profunda por donde se mete el aire acompañado de estrellas. Cultiva este estilo con el prurito estético de un arte personal que lo proyecta más allá. Para apreciar el potencial creador de su verbo poético, lleno de substancias, de hombre y de universo, detengámonos cuando mira el rodar de sus semejantes: PINCELADA ¡ Que inmensa soledad la de esa nube! Hacia la eternidad huérfana sube y mancha la tela fría del cielo. Ausente de huella sigue su vuelo triste en el vacío.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Sueña con ser rosa y besar el río, Y ser mariposa, gota de rocío. Una luminosa perla del estío ¡ Qué inmensa soledad la de esa nube! Con el jugueteo prístino del verso, enjaulado a sus superficies clásicas, logra obtener la Flor Natural de los Juegos Florales del Carnaval con "Canto a mi Ciudad" y otro Primor Lugar el año siguiente con un trabajo en prosa: "Pescadores" hecho a manera de cuento regional. Peláez Trasvina es un artepurista. Un creador que no puede volver las espaldas a la rueda incesante que gira en busca de lo nuevo. En "Canto a mi Ciudad", muy a pesar de su completa negación por la mezcla de valores sociales y políticos en la dinámica del pensamiento poético, ante la necesidad de su canto, y en estrofas solo comparables con los más ensoñadores amaneceres primaverales, exclama en Ritornello. Novia en eterna espera: ¡La Paz! ¡Mi ciudad dormida! donde parece que impera la muerte, más que la vida. Origen de mis sueños de poeta: tu malecón, tus playas, tu bahía; me incitan con frenética alegría a disparar del verso la saeta.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Aquí estoy con mi lira agradecida nutrida en un concierto de celaje, para seguir en pos de la escondida y rara ensoñación de tus paisajes. Cantar quisiera tus bellezas todas y esparcir la quietud de tu floresta al conjuro fugaz de antiguas odas en el mágico arpegio de una orquesta tiene temblor de queja en la mirada la tarde que se muere lentamente y en el mar se refleja apasionada tu cara de mujer, plácidamente. Novia en eterna espera: ¡La Paz! mi ciudad dormida donde parece que impera la muerte, más que la vida. Por tus silentes calles pueblerinas trota loco y veloz en plenilunio y en las suaves transparencias marinas se retrata la tristeza de junio. ¡ Como no he de quererte, ciudad mía! si mi primer amor fue serenata que recorrió tu malecón un día teñido de crepúsculo escarlata. Tu paisaje romántico y bravío abarca la montaña hasta la duna y enloquece de luz en extravío ante el mágico espejo de la luna.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR La aguamarina azul donde destaca el velero fugaz que se desliza, con vuelo de gaviota va de prisa hacia el Arco Triunfal de la Resaca. Novia en eterna espera: ¡La Paz! ¡Mi ciudad dormida! donde parece que impera la muerte, más que la vida. Quiero ser el pastor de tus molinos, apacentar mecánico rebaño que tenga por maná los vespertinos colores que enamoran al extraño. ¡Déjame verte bien! que en mi retina bella imagen se incruste como guija y mi cerebro más insomnio exija para admirar tu estrella matutina. ¡ Así te quiero siempre, ciudad mía! tendida junto al mar como doncella que espera a su doncel con alegría para correr una aventura bella. Que el paisaje salobre que te inunda, de luz mi corazón siga llenando, que el mar, tu hermoso mar siga inspirando verso triunfal que la razón confunda. Novia en eterna espera: ¡La Paz! ¡Mi ciudad dormida! donde parece que impera la muerte, más que la vida.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR NÉSTOR AGUNDEZ MARTÍNEZ (1925) El profesor Néstor Agúndez Martínez, nació en Todos Santos, B. C. el 26 de febrero de 1925; su educación elemental la recibió en la Escuela "Melitón Albáñez" del mismo lugar; estudió 4 años en la Escuela Regional Campesina de San Ignacio, B. C., donde se recibió de maestro, se tituló en el Instituto Federal de Capitación del Magisterio y concluyó la especialización de Lengua y Literatura en la Escuela Normal Superior de Tepic, Nay. Sus primeros arrestos literarios fueron producto de las Olimpíadas Territoriales y en los Concursos Literarios donde comenzó a sonar su nombre. Más de 200 composiciones han salido de su pluma y muchas de ellas han desaparecido ante el descuido por natural insatisfacción. Ha producido cuentos regionales, artículos periodísticos, letras que se han empleado en canciones e himnos, dramatizaciones históricas y relatos. Tiene especial preferencia, e influencia, del sonetista guerre-rense Isaac Palacios Martínez, por su profunda inspiración, su realismo y clasicismo que aspira a la perfección preceptiva, dentro de la marabunta de autores y estilos que caracterizan la nueva hornada de la poesía americana. Sus mejores poemas son: "Mi Credo Eres Tú", que es un canto a la ciudad de La Paz; "A California Sur", himno de octavas reales; "El Perro", "Canto a Nayarit", "Camino de Compostela", "Mentor y poeta", dedicado a Palacios Martínez, y muchos más. Piensa que la poesía actual no obedece a leyes preceptivas y los nuevos valores dan mayor importancia a la descripción de la vida onírica y a las manifestaciones subconcientes, sin abonar la realidad humana. Su forma poética se regala con poder decir las cosas como son, del color con que se presentan ante el mundo exterior. En este punto, Néstor Agúndez limita su fuerte persona-


LA. LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR lidad artística, su poder sensorial al campo estricto de la cámara. La trasmutación de valores intrínsecos a modalidades funcionales, es decir, la cambiante y lujuriosa coloración de la idea, es vital en la dinamia del lenguaje poético. No se extasía en la ventana del mundo exterior, sino que penetra a recoger los ropajes de forma, armonía y colores que crea la omnisapiencia del verso. Néstor Agúndez posee una indiscutible musicalidad y una fuerza sonora que dan a sus obras valores contingenciales. Cuando se despreocupe de sus órdenes formalistas, colgará los hábitos ancestrales que, por hoy, le atan a su naturalismo anacrónico, desacorde con sus posibilidades poéticas. Sus elementos expresivos transitan en la zona de los tropos, —metáforas y símiles— sin llegar a lo que él llama "zona vedada" de la imagen, la alegoría y el símbolo, nódulos intelectualizantes. Los cactus son guerreros de mí tierra que toman por asalto las laderas, erizando de púas las praderas, descienden bélicos de la sierra. El cardón oteando el horizonte que dibuja el crepúsculo del cielo, desgrana lanzas rotas en el suelo mientras vigila la quietud del monte. La "choya" se refugia en la hondonada donde rompiendo el ritmo de los lampos la biznaga entre los riscos se halla junto a la clavellina abandonada; y es la brava "Adelita" de los campos la gentil sonrisa de una pitahaya!


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR En 1970 publica su primer libro de poemas, "Voces del Tiempo", que se ha difundido por toda la península baja-californiana.

ESTHELA CALVAN DE MORENO (1925) Esthela Galvan de Moreno, hija de la poetisa Irene Mora de Calvan, vino al mundo en esta ciudad de La Paz en el año de 1925 y ante el inquieto sonar de rimas y acentos, cuartetos musicales, madrigales enternecedores y loas e himnos del hogar materno, le nació la primera canción en los habitáculos románticos de la adolescencia. Sus balbuceos literarios fueron brotando de las páginas vibrantes de los sueños, del drama y la declamación, en donde depositó sus búsquedas iniciales. Sus versos, como en casi todos los casos, ante la ausencia de estímulos edificantes, se han perdido en el archivo de la indiferencia. El día 12 de noviembre de 1948, en un homenaje que el Ateneo Bajacaliforniano "Prometeo", rindió a la maestra Rosaura Zapata, Esthela Irene Calvan de Moreno, estrenó, quizá, la última obra que ha brotado de sus claras tonalidades: FANTASÍA COSTEÑA La tarde muere entre amaranto y oro en un regio dosel de pedrería, de algún corsario del celeste coro que hizo rodar luceros a porfía. Hay placidez en todo, hasta la vela como una ala blanquísima se apunta y en cardúmenes bulle la sardina cual saetas de plata entre la espuma.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR La oscuridad no llega hasta la tierra por la luz zodiacal que se retrata y la luna redonda surge lenta puliéndolo todo, con luz de plata. ¡ Cuántas ansias de amor adormecidas incúbanse en enjambres impacientes! Un marino, tal vez desconocido, un náufrago que lucha en la rompiente. ¡Verde, roja y azul! Luces del puerto, brisa que mueve nuestra mente loca; una hoguera encendida en nuestro pecho y un incógnito beso en nuestra boca.

VALENTE DE JESÚS SALGADO CALDERÓN (1925) Nació en Todos Santos, B. C. el año de 1925. Su instrucción primaria la hizo en la Escuela "Melitón Albáñcz" del mismo lugar y, posteriormente, realizó estudios como maestro en la Escuela Regional Campesina de San Ignacio, B. C. y en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio. Sus manifestaciones estéticas surgieron muy tempranas y fueron despertando desde los años de la enseñanza elemental. No obstante, su obra es breve, pues ha escrito hasta hoy una veintena de poemas, algunos cuentos y dramatizaciones cortas de índole regional. Su mejor obra poética es su "Canto a la Campiña", compuesto de ocho sonetos; además, las "Décimas a Márquez de León", entre otros. En su lírica se encuentra filtrado el influjo de la maestría formal del soneto de Manuel José Othón, la actitud atrona-


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR dora de Díaz Mirón y la musicalidad de Amado Nervo. Su poesía es tonificante, airosa, optimista y venturosa con la moralidad del aula y el espíritu patrio y familiar de la aldea. Esta "Invitación" es un llamado a la mesa de la amistad: Ya sal de tu prisión. ¡Hoy es mañana! Pues en vano los años nunca pasan y las sombras claustrales surcos trazan en tu faz varonil que fue lozana. Ya la vejez asoma a tu ventana; las nieves del invierno te amenazan. Tus anhelos al espíritu se abrazan presintiendo la muerte soberana. Si tu abatida frente, del pasado acaso guarda triste una memoria que el odio y el rencor no harí disipado, en lontananza veo la victoria: ya no te sientas solo, abandonado, que la amistad es símbolo de gloria.

ROGELIO OLACHEA ARRIÓLA (1926) José Rogelio Olachea es paceño de origen. Vino al mundo el 19 de marzo de 1926 y desde 1940 se inició en las tareas del periodismo, al que ha dedicado más de 25 años de continuo ejercicio. De este estrecho contacto con las letras y la vida social de la Capital del Territorio han surgido más de 20 poemas, de metro libre, de los que "Baja California del Nauta", está considerada como su mejor producción.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Tiene dos obras inéditas que llevan por nombre "Lira pueblerinas", con leyendas regionales, y, "Por los senderos del Pensamiento", que contiene prosa y verso. Ha reunido, de los viejos archivos, una considerable cantidad de datos referentes a la vida política y social del presente siglo y las pretende publicar con referencia de 1907 a la fecha. Olachea Arrióla es un autodidacta que se ha significado por sus actividades en la prensa como un claro ejemplo de superación constante.

JESÚS LÓPEZ GASTELUM (1927) Jesús López Gastélum es nativo de Santa Rosalía, B. C. donde nació el 10 de Mayo de 1927. Fueron sus padres Jesús López Miranda y la profesora Juana Gastélum. Hizo su primaria en el mineral y sus estudios para maestro en San Ignacio, B. C. hasta obtener su título en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio. López Gastélum es también producto de los concursos literarios y de oratoria de las Olimpíadas Territoriales, en cuyos eventos ganó el primer premio a la edad de 23 años. En 1961 ganó un Campeonato Nacional de Oratoria, previas participaciones en otros concursos en el Estado de Baja California. Sus estudios especializados de Lengua y Literatura los realizó de los Cursos de Verano de la Escuela Normal Superior de México, D. F. lo que le ha permitido, no sólo figurar en la oratoria, sino en la poesía misma, habiendo ganado Flores Naturales de tres certámenes, dos en Baja California Sur y uno en el Estado de Guerrero. En 1954 se radicó en Ensenada, B. C., año en que ganó


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR el campeonato Estatal de Oratoria. Fue Presidente del Ateneo "Baja California" y actualmente es Inspector Escolar y Diputado local. Su obra poética es numerosa y tiene además algunos cuentos de tipo acostumbrista regional. López Gastélum, que es admirador de Octavio Paz, Torres Bodet y León Felipe, demuestra escasas influencias de ellos. Retórica y poética se dan la mano en intentos comunicantes, lo que resulta, a veces una pieza de elocuencia lírica o un poema de trazos retóricos. Ha publicado un folleto que se titula "Tres Cantos a la Baja California", donde aparecen sus celebradas obras "California del Sur", "Estado 29" y "La Bufadera". Está impreso por la Editorial Californiana de Tijuana, B. C. La poesía actual, que él considera que está en transición, en la rebúsqueda de un nuevo nombre, impregna en mucho su propio acto creador, frenado por circunstancias burocráticas. Su verso es venero inagotable de elegancias poéticas, ahito de caprichosas metáforas e imágenes subyugantes que, a trechos, salpican la superficie del poema como un firmamento poblado de astros: Deja ya tu indolencia y tu abanico ... Yo adoro la epidermis del poema ¡ para rendiros culto. Y tus valles rumiaban perezosos el balbuceo de una nueva vida. Languidece la tarde negligente en el bostezo gris del horizonte. Tijuana iluminada: bella jaula de luz y de cemento.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR He aquí una parte de "California del Sur". I Occidental arteria de mi Patria. Silueta caprichosa parida en el océano gigantesco, hermana de los vientos, yaciga de leyendas, de cactus, arreboles y piratas . . . . Tierra huérfana de agua y pródiga de sales y de espumas, agreste geografía, húmeda con la leche del cactus voluptuosos; montañas inviolables que se yerguen ocultando el tesoro de su entraña... Mares que la circundan: pobres mares talados con las redes y harpones que buscan el aceite: óleo virtuoso que se vuelve oro, mercados, despilfarres y esperanzas ... Occidental arteria de mi Patria que palpitas oculta en el océano, llevas en tu caudal un río humano que la historia registra. Tribus de viejo yuto: pericués con plumas, guaycuras con el arco, cochimíes descalzos... indios hostiles con los alcatraces, ¡artistas de San Borjas! —Joya enquistada entre la cal y el tiempo—


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Indios paridos junto a la piedra salvaje y volcánica, ara natural, que más tarde fue templo y absorbió las aromas del incienso, y escucho las campanas y la misa y el secreto... Aquella piedra anárquica y soberbia, hermana de las águilas, diamante de la entraña y de los siglos, perdió su geometría y estructura para ganar la simetría en cruz. El indio fue por ella a la montaña. Lo mandaba el látigo: imperativo mísero que mata, que denigra, que corrompe.

HELIODORO LÓPEZ ALMADA (1929) Heliodoro López Almada, nacido en La Paz, B. C. el 14 de Agosto de 1929, es una de las figuras literarias que es ejemplo de formación en el especialísimo campo de las bellas letras y las artes en general. Su primaria la hizo en su solar nativo; la Secundaria en la ciudad de México; tres años más en la Facultad de Leyes y dos en Filosofía y Letras, dentro del curso de Literatura Iberoamericana. Simultáneamente a estos estudios, llevó tres años en la carrera de Artes Plásticas en la Academia de San Carlos. En Cuernavaca asistió a un Seminario de Técnica Literaria, y así, desde los 15 años hizo entrega de toda su afición a la literatura, la música y las artes plásticas.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Su obra está notablemente influida por las corrientes neorrealistas de autores como Hermann Hess, Curzio Mala-parte y Cario Coccioli. Escribe cuento y poesía. Entre los primeros tiene los siguientes títulos: "Post Mortem", "El Pescador de Ilusiones" y "Yaldabacth", que trata de la cosmogonía de la doctrina budista. En el terreno cuentístico siente especial inclinación por Juan Rulfo. En poesía ha hecho unas 20 obras saturadas de un lirismo febril. Son Octavio Paz y Gabriela Mistral los autores que, si no han intervenido en la mecánica de sus versos, están presentes en su ciclo poético. TERCER ADIÓS Despedirme de tí que no has llegado, absurdo adiós a lo que no ha venido. Renuncia a la esperanza del futuro y nada en el pasado; nada, sino tu símbolo, tu sospechado espíritu, tu adivinada carne y tu aliento cercano. Yo te podría aguardar, ¡tanto he aguardado! Pero la arada tierra que esperaba tu lluvia se ha secado, y es una roca estéril el manantial que hubiera satisfecho tu ilimitada sed.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Y son diez huesos lacios las manos que se hubieran disputado los hollados caminos de tu piel. Y no podrán llegar nuestras dos vidas; van paralelas hasta el infinito y ahí se perderán. Mi barco te esperó en el hondo puerto: entraña para huir o para amar, velas tendidas, hacia cualquier viento y timonel sin rumbo que seguir. Pero nunca llegaste, pasajero que no podías llegar. El viento sólo trajo tu fragancia ¿Y el barco? El barco se perdió entre las brumas de los ensueños de un capitán. Este poema de Heliodoro López fue publicado en 1951 por la Revista "Proteo" de la Universidad del Estado de Morelos.

FRANCISCO ARÁMBURO SALAS (1930) En el año de 1930 (30 de diciembre), también en la ciudad de La Paz, B. C. vio la luz primera, Francisco Arámburo Salas, que es otro de los grandes valores jóvenes de la literatura regional por su unción natural a las manifestaciones artísticas, que comenzó a sentir desde su más tierna edad, en la


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR escuela "18 de Marzo", donde realizó su instrucción primaria. Continuó plasmando sus inquietudes a través de la Secundaria. En Los Angeles, Calif., posteriormente, continuó sus estudios de apreciación musical, periodismo y redacción en la Escuela Politécnica de esa ciudad californiana, que culminó con la presentación de un trabajo titulado "El Estudiante Extranjero en Norteamérica". También hizo cursos especiales sobre la lengua inglesa. En la capital sudcaliforniana inició sus estudios de piano que prosiguió en Guadalajara, Jal. durante la realización de su carrera de Contador Privado, que concluyó en 1948 en la Escuela Superior de Comercio. Ha escrito artículos y relatos, con la tónica de lo descriptivo, en periódicos locales y foráneos. Esto lo condujo a escribir cuento, con los que ha obtenido algunas Menciones Honoríficas, en particular con "El Llamado de la Tierra" y "La Pequeña Muerte". La obra más completa es su libro "La Europa que yo vi", síntesis narrativa de un viaje por los países del Viejo Continente, en el cual Arámburo Salas nos lleva, con el agradable deleite de su prosa descriptiva, por las calles, los cafés, los museos, las grandes obras de arte y la cultura en general, hasta enfrentarnos al espíritu disímbolo de las colmenarias idiosincrasias europeas. Esta obra que apareció en 1962 fue recibida elogiosamente por la crítica de la gran capital azteca y llegó a ocupar el primer lugar en ventas durante una semana. Uno de sus últimos cuentos es "El Loco del Estero", una extraña historia de un personaje singular de la costa sudcaliforniana que oía hablar a la tierra en una enajenación divina de filosofía contagiosa y estremecedoramente humana. La narración empieza: "Sería tal vez un hombre raro, un extraviado, un infeliz ermitaño o quizás hasta un profundo pensador, un genio o un filósofo incomprendido. Pero, ¿acaso es esto una locura?. .


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR ¡ tiene que ser necesariamente la mayoría normal, sólo por ser mayoría? "El Loco del Estero" es un llamado de la tierra, una exigencia de atención, una lágrima del dolor de la ausencia y la soledad, es la confesión del secreto de la angustia. Es el reclamo de la amorosa madre —la tierra— al núcleo desarticulado de sus hijos en demanda del milagro de sus afanes y del pan vivificante de su esfuerzo común. Arámburo Salas inició hace poco sus primeros pasos por los floridos senderos de la poesía.

RUBÉN GARCÍA VERDUGO (1932) Rubén García Verdugo es originario de la capital sud-californiana en donde nació un 31 de enero de 1932. Los seis años de su enseñanza elemental los llevó a cabo en las escuelas "Venustiano Carranza" y "Francisco I. Madero", para pasar después a los tres años de Secundaria en la "José Ma. Morelos y Pavón". En la ciudad de México ha estudiado Periodismo, inquietud que comenzó a sentir desde 1946 en sus días de estudiante. Ha escrito unos 20 poemas y tiene dos libros en preparación. Sobre su poesía, simplista y delicada, de una inspiración exuberante, de mensajes líricos conmovedores, devienen de la forma de Luis G. Urbina y del estilo amoroso de Gustavo Adolfo Bécquer. Llegó a ocupar un primer lugar en poesía territorial y dos segundos puestos con obras de subido mérito, como su ofrenda a "La Bahía de La Paz". De la falta de autenticidad valorativa que estima en las corrientes literarias actuales, considera que no habrán de dejar


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR huella definida en las generaciones subsecuentes, de la misma manera que la materia sensible que debe contener su función comunicativa, no ha influido en él ni remotamente. Sus dos obras pendientes son: "Hojas Sueltas sobre mi Escritorio" y "Crónica de la Colonización Territorial", que recogen una serie de motivos pintorescos, históricos, sociales y económicos del Territorio bajacaliforniano, obtenidos a través de una larga carrera dentro del ambiente oficial.

ARSENIO LEÓN COTA (1934) Aunque nacido en Mexicali, B. C. el 10 de mayo de 1934, sus padres son oriundos del Territorio y su escuela secundaria y preparatoria la realizó en la ciudad de La Paz, Baja California. Cultiva el verso desde los 18 años y tiene en su haber una colección de veinte poemas aproximadamente y algunos cuentos. Obtuvo el Tercer Lugar en los Juegos Florales de la Fundación de La Paz, en 1966 y Primer Lugar y Flor Natural en los Juegos Florales de Carnaval en 1967. Intenta introducirse en los "ismos" de las corrientes poéticas contemporáneas, como lo demuestra en su siguiente poema de amargura siglo veinte. HACIA ALLÁ Voy a vagar por los senderos de la voz y el pensamiento inmerso en la piedad del infinito.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Voy a pensar con alas que me lleven donde se pierde el algo: a la región callada de los prismas; la que lleva en espaldas de universo una carga de galaxias y llora con la luz de eternos soles. Allá donde se canta sin idiomas, al acorde fugaz de los cometas. Pisaré con furor astro por astro hasta llegar a ese lugar de inmensidades. No sé siquiera dónde es el comienzo, pero presiento en este mundo, microbio de universo, un principio de alma gélida, que estamos consumiendo con calor de abrazos nucleares. ¡ Glomérulo de eternidades que llevan en su entraña de misterio algo del todo y de la nada! Voy a medirlas porque ya me pertenecen, porque mi muerte será mi nacimiento a los espacios .siderales, donde no imperan ni el rencor, ni el odio. Quiero reírme con estrellas en el negro profundo del etéreo, para dormir con ellas y no acordarme jamás del mundo de humanos inhumanos que buscan la paz haciendo guerras.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Allá no habrá quien discrimine el color de los astros; todos ellos serán mis hermanos porque valdrán lo mismo y yo seré un átomo más de aquella inmensidad de inmensidades Vagaré sin retorno a mi sin esperar finales, sin encontrar miserias, ni ciegos de alma que tiendan una mano al desvalido para explotarla No tendré más Solo el espacio donde more, sólo el camino de éter que yo elija y así seré feliz, sin complejos de oro, sin parodias de ayudas, sin promesas que jamás se cumplan. No volverán a engañarme con falsos dioses. Donde sólo la verdad impere allí creeré. Si hay Dios, allí estará. Nadie, aunque quisiera, truncará la gloria de mi viaje, ni la vida. Y si aferrada a mi cuerpo lo intentara, desgarraré mi pecho y mis entrañas para que escape mi alma,


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR y desde aquí, de este mundo de principios y finales, he de empezar el ascenso ¡hacia el último rincón del infinito!

FERNANDO SCOPINICHI OSUNA (1938) La Paz, B. C. vuelve a ser la cuna, ahora del más destacado de los valores de la última hornada: Fernando Scopinichi Osuna, que nació el 7 de noviembre de 1938 y que ya en la ciudad de México, sus bien logrados merecimientos le valieron para ser admitido como miembro de número en la Unidad Mexicana de Escritores. (1964). Scopinichi estudió su Primaria en la Escuela Particular "20 de Noviembre"; su segunda enseñanza en la Secundaría "Morelos" y la carrera de maestro en la Escuela Normal Urbana. Desde los 15 años se ha dedicado a escribir y, a la fecha, ha intentado el cuento, el ensayo y la crítica literaria, en donde se desenvuelve con aptitudes valiosas. Considera a Juan José Arreóla como el mejor narrador mexicano. Sus estudios literarios le han permitido leer con vehemencia a Dostoyevski, Tolstoi, Wilde, Flaubert, Renán, Kafka, Goethe, Poe, Borges, Reyes, Carpentier y otros. No ha publicado ningún libro aún, pero tiene dos en preparación: uno de crítica literaria sobre la obra de varios escritores mexicanos y entre quienes se encuentran dos fuertes personalidades ligadas a Baja California: Fernando Jordán y Manuel Torre Iglesias. La otra es un ensayo respecto a la obra literaria de varios escritores, particularmente americanos. Lo mejor de su producción de estudioso tratadista, son los ensayos sobre Jordán, Poe, Borges, West y Shakespeare.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Piensa que el cuento mexicano está inmaduro. Juan José Arreóla y Juan Rulfo, que son los principales cuentistas latinoamericanos, han tratado de conducirlo por sendas nuevas. Agrega que, Rulfo, de menor categoría intelectual que Aricóla, trasciende más por el singular carácter social que imprimo a su obra. La madurez del cuento mexicano —repite— llegará cuando los autores lo encaminen hacia el principal objetivo y la primordial preocupación de nuestra época: el aspecto social. En cuanto a la cultura de México, a cuyo centro motor se encuentra ligado, denuncia la existencia de "maffias", de falsos valores, de escritores metidos a políticos y de politicastros metidos a escritores, de falsos redentores en los medios culturales, de talentos no reconocidos y de gente sin tal en t o . Scopinichi Osuna está llamado a ocupar un sitio des tacado en la literatura nacional, no sólo por sus relevantes rendiciones naturales, sino por su buen principio de investigador pujante y escritor tenaz. Sus más publicados relatos son: "El Portafolio", "Subasta de Hombres", "Compraventa de ojos" y "Obregón Perla", este último extraído —personaje real— de la pintoresca sudcaliforniana.

CARLOS DOMÍNGUEZ TAPIA (1939) Carlos Domínguez Tapia es originario de Santiago, B. C. donde nació el I9 de mayo de 1939, habiendo realizado su instrucción primaria y secundaria en La Paz, B. C. Estudió periodismo en un curso intensivo de un año en la Escuela "Septién García", incorporada a la UNAM en la ciudad de México y un curso de Arte Dramático en la Escuela Nacional de Teatro del INBA, en la misma capital de la República, a


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR donde lo llevaron sus alborozos artísticos que comenzó a manifestar desde la edad de 11 años. Ha escrito un promedio de cien poemas de diferente índole y cuatro obras teatrales en un acto. Se ha distinguido en los siguientes concursos literarios: segundo lugar en los Juegos Florales de las Fiestas de la Fundación de La Paz en 1957; segundo lugar en los Juegos Nacionales de Santiago Ixcuintla, Nay. en 1963; primer lugar en el Concurso Literario de los XII Juegos Atléticos, Deportivos y Culturales del Territorio, celebrados en Santa Rosalía, B. C. el 20 de noviembre de 1970 y Flor Natural en los Juegos Florales de Carnaval en febrero de 1971 con su poema-corrido "Catalina Gutiérrez", en La Paz, B. C. Domínguez Tapia pertenece al grupo de los que piensan que la poesía actual carece de belleza y de sentimiento, ofreciendo una síntesis abstracta y mecánica, arrítmica y desprovista de valores. En el periodismo ha incurrido a través de casi todas las publicaciones que circulan en la Capital del Territorio con característica de fuego crítico y lenguaje audaz. Tiene en su haber un libro de poemas, "Paquete de Cosas", editado en mayo de 1971, con prólogo del profesor Jesús Castro Agúndez, cronista del Territorio. LAGO CRISTALINO Mi florecilla triste: si el destino a vegetar sin rumbo te condena, déjalo que te arrastre, ve serena en tu vagar eterno y peregrino. Si las espinas cubren tu camino, 110 te detengas a llorar tu pena; sigue constante, de esperanza llena, al final está el lago cristalino.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR Florecerán de dicha tus antojos; convertiránse en perlas tus mentiras y tus pecados en claveles rojos. Hallarás en el lago en que te miras el imponente verde de los ojos de ese príncipe azul por quien suspiras.

JOSÉ SALGADO PEDRIN (1941) Uno de las jóvenes promesas de la literatura regional lo es José Salgado Pedrín, nacido en. La Paz, B. C. el 27 de agosto de 1941, con estudios primarios en Todos Santos, B. C. y secundaria y normal en su tierra natal, de donde partió a la Escuela Normal Superior de Tepic, Nay. para estudiar la especialización de maestro en Lengua y Literatura. Incursiona en el campo del relato con acierto y en cuya tarea ha producido hasta la fecha 6 cuentos de los cuales "El Amigo" y "La Máscara de Hielo", considera sus más acabados trabajos. Sigue la línea cuentística de Rojas González, Rulfo y Carlos Fuentes, con acentuada temática social.

ELIGIÓ MOISÉS CORONADO (1943) Eligió Moisés Coronado nació en la ciudad de La Paz, B. C. el 5 de marzo de 1943. Hizo sus estudios primarios en la Escuela "Allende", hoy "M. Hidalgo" para continuar de ahí la Secundaria "José Ma. Morelos" e iniciar posteriormente la carrera de profesor en la Escuela Normal Urbana de donde egresó en el año de 1961.


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Fue comisionado como maestro al Estado de Sinaloa donde tuvo ocasión de laborar cuatro años. En abril de 1965, pasó a pertenecer al personal docente de la Normal de La Paz, en la promoción de actividades teatrales. Tiene estudios de letras en la Normal Superior de Tepic, Nay. los que considera su inclinación nativa. Admira, en la naturaleza poética a Pablo Neruda, su orientación humanista dentro de las posiciones de las escuelas de vanguardia. Sus incipientes alas de poeta comenzó a batir con el trémulo roce de la primera caricia. Abre las puertas al mundo colorístico del paisaje y traduce en armonías su estado emotivo. He aquí un encierro de imágenes y símbolos sugerentes en la prisión sensorial de un soneto: DECLARACIÓN DE AMOR A NAYARIT Hoy te vi, Nayarit, y me decía —con presentir de augur y de profeta— que hasta el sur, a partir de Acaponeta serían tuyos mi amor y mi poesía. Hoy traspuse tu umbral, y en mi porfía de llegar a Tepic, la ansiada meta, quiso ser el pensamiento saeta y tu paisaje lo volvió alegría. Tornóse todo en fin: en flor la grieta, el cauce tumultuoso en onda quieta y el Seboruco enorme en alcancía. Robé feliz tu encanto el primer día que recorté en las manos tu silueta de verde, rojo, azul y fantasía. Intenta con buena fortuna la poesía social, con hondos matices revolucionarios, en consonancia con el influjo de la época.


LA LITERATURA EN BAJA CALIFORNIA SUR ANÍBAL ÁNGULO COSIÓ (1943) Aníbal Ángulo, oriundo de La Paz, B. C., cuyas luces vio el 24 de agosto de 1943, trasciende como un artista nato de fina sensibilidad. Educado en la Capital del Territorio —primaria, secundaria y normal— realizó la especialidad de artes plásticas en la Escuela Normal Superior de México, D. F. Aníbal fue poeta, cuando se propuso serlo, lo que evidencia su singular personalidad estética. Aparte de sus aleteos literarios, resulta un magnífico pintor, un excelente fotógrafo y un talentoso actor, que, como albatros, dejó su tierna provincia para buscar los ilimitados espacios de la Capital de la República. He aquí uno de sus primeros poemas juveniles que es un vientre de inquietudes, justa desesperanza de quien desea llegar muy lejos, escrito poco antes de partir en busca de la aventura maravillosa por la perennidad y su destino. TUMBA Mar. Celaje. Cardón. Horizonte. Baja, California-cuna Mar-egoísmo: virgen líquida que llora escamas cuando grita día con día la humillante caricia de una sonrisa rubia. Baja California-juego


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Celaje-red: cáncer de aire y luz que aletarga el ímpetu geométrico del ser y duerme al nervio en la obscuridad del sol. Baja California-inquietud Gardón-guardia: múltiplo de esperanza desértica, de una era que se perdió en el espacio estéril de una espina. Baja California-prisión. Horizonte-vida: abismo lineal de nada, ilusión aritmética de todo, temor, xerófilo de mucho. Mar, celaje, cardón, horizonte: Baja California-tumba.


Epilogo Las manifestaciones literarias hasta aquí enunciadas son solamente voces significativas de un gran concierto en lo que corresponde al presente siglo. Falta incluir, como dijimos, las letras que hayan florecido en el siglo xix y aún, quizá, en el xviii, dispersas en las escasas publicaciones periodísticas de fines de la pasada centuria o empolvadas, como las hay algunas, en los Archivos de! Gobierno del Territorio o en el Archivo Histórico en formación, en álbumes familiares, sobre algún abanico francés o en la amorosa estampa de alguna vieja fotografía. Sabemos, por ejemplo, que en las mocedades de don Felipe Cota, editor de un periódico del siglo pasado, los versos sonaron en sus oídos y aparecieron publicados en aquellas paginas, y, don Eduardo S. Carrillo, tuvo también desesperados deliquios poéticos en los años de su tierna juventud. Y así


ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR como ellos, habrá otros que valga la pena investigar durante la época del porfiriato en el Territorio. De los contemporáneos y aún actuales falta agregar algunos nombres, que por hoy, sólo mencionaremos a reserva de realizar estudios más completos de sus actividades literarias: Enrique Moreno Uruchurtu, Pablo Nolasco, Efraín Fiol, Efraín Cornejo, César Pineda Chacón, Dominga G. de Amao, Ernesto Eutimio Pinzón Espinoza, Gilberto Ibarra Rivera, Félix Ortega Romero, Carlos Zaragoza Cota, Eduardo Guz-mán Diveni, Héctor Lucero Antuna, Alfredo González, Rogelio Olachea Arrióla, Luis Manuel Diveni, Humberto César García, Carlos Castro Beltrán, Federico Galaz Ramírez y otros más. Muchos son, pues, los que cultivan ocios poéticos; otros menos el relato y alguno que otro, la novela, el teatro y el ensayo, géneros mayores a cuyos niveles nuestra incipiente literatura no ha llegado a escalar. Los estímulos, las oportunidades, el nudo social y el paso acelerado del mundo, producirán, en su momento, la obra que no se ha hecho, combinado a todo ello la tarea editorial, carretera sin la cual no circularían los nombres y las obras



Índice

Introducción ....................................................................................7 La Estructura Social de Baja California .........................................9 El Siglo XIX hasta la Revolución de 1910 .......................................16 El Florecimiento Literario a partir de 1910 ....................................18 Adrián Valdés ................................................................................ 21 Filemón C. Pineda ........................................................................... 33 Margarita Sandez ........................................................................ ..30 Fortunato Moreno ........................................................................... 33 Cuauhtémoc Guerrero González ...................................................... 36 Leopoldo Ramos ............................................................................... 37 Fernando Jordán .............................................................................46 Lic. Eduardo Batiz ...........................................................................56 Profr. Rosario García ..................................................................... 60 Francisco Cota Moreno ..................................................................62 Miguel Liera Ibarra ....................................................................... 65 SEGUNDA PARTE La Literatura actual ...................................................................... 71 Manuel Torres Iglesias ................................................................... 74 Pablo L. Martínez .......................................................................... 81 Irene Mora de Calvan ..................................................................... 83 Jorge S. Carrillo .............................................................................. 85 Jesús Castro Agúndez ........................................................................ 86 José María Garma González .......................................................... 88


Lic. Abel Camacho Guerrero ......................................................... 91 Guillermo Arrambidez Arellano ...................................................... 94 Dr. Francisco Javier Carballo Lucero ............................................. 95 José Alberto Pelaez Trasvina ........................................................... 100 Néstor Agúndez Martínez .............................................................. 106

ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR Esthela Calvan de Moreno ........................................................... 108 Valente de Jesús Salgado Calderón ................................................ 109 Rogelio Olachea Arrióla ................................................................. 110 Jesús López Gastelum .................................................................... 111 Heliodoro López Almada ............................................................... 114 Francisco Aramburo Salas ............................................................ 116 Rubén García Verdugo ................................................................... 118 Arsenio León Cota .......................................................................... 119 Fernando Scopinichi Osuna ............................................................. 122 Carlos Domínguez Tapia .............................................................. 123 José Salgado Pedrín ......................................................................... 125 Eligió Moisés Coronado .................................................................. 127 Anibal Ángulo Cosió ....................................................................... 128 E p í l o g o .................................................................................. 129


SE TERMINO LA IMPRESIÓN DE ESTA OBRA EL DÍA 22 DE MAYO


DE 1971, EN LA IMPRENTA ''LAURA'' MÉXICO 8, DISTRITO FEDERAL.


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