INFORME
brEVE hISTOrIA dE LOS cONcENTrAdOS • La minería comenzó la exportación de minerales escogidos de mina, sobre todo de oro, plata, cobre y plomo-plata, usualmente transportadas con animales en grandes distancias. También se vendió plata fundida, llamada piñas de plata, con muy baja recuperación metalúrgica. • Posteriormente, se generalizó la producción de concentrados con instalación de plantas de entre 100 a 500 tpd, siendo las del Banco Minero del Perú orientadas a la pequeña minería. • Algunas plantas de las mineras privadas han crecido a medida que aumentaba la actividad. En este caso cabe destacar a Milpo (El Porvenir), que comenzó con 50 tpd y gradualmente han llegado hasta las 5.000 tpd a la fecha. • En los años 80 Tintaya inició la producción de concentrados de cobre para exportación. En tanto, a fines del siglo pasado, Antamina inició la producción de concentrados de cobre y zinc, también para exportación. • La Cerro de Pasco Corporation (CPC) fue la primera en establecer una fundición en La Oroya, a principios del siglo pasado, para producir barras de metal de cobre, plomo, zinc y una variedad de sub productos como oro, plata, bismuto (fue primer productor mundial) y otros metales. • En los años 50, la SPCC instaló la fundición y refinería de cobre en Ilo, las cuales fueron ampliadas el año pasado. En los años 70, Minero Perú instaló la refinería de zinc en Cajamaquilla, también ampliada el año pasado. Mucho después la fundición de estaño de Minsur en Pisco. • Minero Perú comenzó a producir cátodos de cobre a partir de minerales oxidados de cobre. Algunos años después Tintaya produjo óxidos de cobre y la SPCC minerales secundarios en Toquepala y Cuajone, aumentando la producción de cátodos de cobre. • Con la producción de metales de La Oroya, siempre se proyectó aumentar el valor agregado de éstos, pero la escasa demanda nacional limitó la transformación a pequeñas industrias de cables eléctricos, tubería y perfiles de cobre, baterías en pequeña escala, zinc para galvanizado, polvo de zinc, entre otros.
Para lograrlo, sin embargo, se deben establecer políticas nacionales. Al respecto, Astucuri cita el caso de Brasil, país que tiene una rigurosa política que prohíbe la venta de concentrados simples de mineral generados en el país. “Ahí, usted tiene que vender metal”, dice Astucuri entonando cada palabra. Isaac Ríos argumenta en la misma dirección. Sostiene que si bien la exportación de concentrados de mineral es bastante grande, sobre todo de cobre y zinc, es necesario instalar nuevas fundiciones y refinerías para exportar no solo en concentrados, sino minerales con mayores niveles de transformación. “Las ampliaciones de Ilo y Cajamarquilla del año pasado todavía son insuficientes, situación que es agravada por la paralización del Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMO)”, explica.
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