Dinero
Casa nueva, vida nueva La adquisición de inmuebles y propiedades ha crecido considerablemente debido a la gran cantidad de alternativas de créditos hipotecarios y mecanismos que ofrecen los bancos.
E
l sueño de la casa propia es una realidad que cada día más familias chilenas están cumpliendo. Sin duda han influido las bajas tasas de interés de los créditos hipotecarios, la facilidades que otorgan los bancos y la repercusión que ha tenido el bajo precio del dólar. La mayoría de las entidades bancarias otorgan un financiamiento de hasta un 80 por ciento del menor valor entre el precio de venta y la tasación del inmueble o terreno. Este tipo de financiamiento cuenta con tasas de interés fijas o variables. La particularidad de estas últimas es que varían de acuerdo al índice predeterminado por el banco. O sea si este sube, las tasas harán lo mismo, y si pasa lo contrario, bajarán, con lo que el dividendo a pagar será menor. Claro que también hay una preocupación detrás de las variables, ya que su precio se podría disparar notablemente, lo que provocaría una alza en la cuota a pagar por la propiedad. Para frenar esto, generalmente, se ofrecen con “un techo” o tope máximo, con lo que los dividendos no sobrepasarían niveles preocupantes. Esto va a depender del banco y del período a pagar el crédito, que
Crédito hipotecario Es un préstamo a mediano – 20 años- y largo plazo –30 años- que se otorga para la compra, ampliación o construcción de una vivienda, adquisición de sitios, oficinas y locales comerciales. Los requisitos básicos van a depender del banco en donde se solicite. Los elementos esenciales para acceder a estos créditos son: renta líquida mensual familiar, igual o superior a $500 mil pesos, edad de 25 a 75 años, no presentar deuda morosa ni protestos vigentes.
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Crédito hipotecario con letras Se financia con letras que son transadas en la Bolsa de Comercio. El valor va a depender netamente de las condiciones del mercado. El solicitante deberá asumir con sus propios recursos la diferencia entre el valor de las letras y el precio al que éstas se vendan en la Bolsa de Comercio.
puede ser de 20 años, 25 años, e incluso, un tope máximo de 30 años. Pero el número no debería subir del 7 por ciento de interés. La tasa fija, en cambio, siempre respeta un mismo valor, por lo que cada mes se paga una cifra similar, que se puede ir acortando con bonos de dinero. Las letras permiten financiar hasta el 75 por ciento del valor de la propiedad, mientras que los mutuos endosables hasta el 80 por ciento. El resto debe ser financiado por ahorros previos o créditos complementarios. A todos estos mecanismos hay que sumarles un pago de seguro contra incendios, daños y sismos, que deben ser saldados juntos con el dividendo. Una alternativa interesante es la superhipoteca del Banco Santander que permite a los clientes comprar una propiedad nueva o usada, sin necesidad de vender previamente su actual casa o departamento. Quienes contraten el producto tendrán hasta 3 años para realizar la venta de su anterior propiedad, pagando sólo intereses y seguros de su crédito antiguo. Además, financia hasta el 100 por ciento de la nueva propiedad, con 6 meses para pagar la primera cuota.
Mutuo hipotecario Se diferencia del crédito con letras, debido a que el Banco financia con recursos propios las transacciones. Así garantiza al solicitante el porcentaje completo del monto aprobado, sin que este tenga que hacer ningún desembolso adicional para cubrir una eventual diferencia en la venta de letras. A cambio, suele tener un precio un poco más elevado.