La Candelaria

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Un vecino de La Candelaria se alza contra el imperio español En La Candelaria vivió el canario Juan Francisco de León (ca. 1775), natural de la isla de El Hierro, quien fuera Teniente Cabo de Guerra y Alcalde de Panaquire. El 19 de abril de 1749, llega a Caracas para levantar su voz de protesta contra los abusos y el monopolio de la Compañía Guipuzcoana. La Real Compañía Guipuzcoana fue una empresa comercial de capitalistas vascos, procedentes de la provincia de Guipúzcoa al norte de España. Fue constituida el 25 de septiembre de 1728, con el objeto de monopolizar el comercio de la provincia de Caracas con España. Funcionó en nuestro país desde 1730 hasta 1781, te-

Fachada de la Compañía Guipuzcoana. 12 / La Candelaria de Caracas

niendo gran influencia en el desarrollo económico, social y político de la Venezuela colonial. El alzamiento de Francisco de León se mantuvo por un período de dos años. En 1752, luego de ser presionado y chantajeado, se entrega al Gobernador Felipe Ricardo, quien lo envía a Cádiz junto con su hijo. Sus propiedades fueron confiscadas y su casa destruida y sembrada de sal. En el terreno se levantó una columna con la siguiente inscripción: «Esta es la justicia del Rey nuestro señor mandada a hacer por el Exmo. Señor don Phe. Ricardos The. General de los Exercs. De su majestad su Govr. y Capn. General desta Prova. de Caracas con Francisco León, amo de esta casa por pertinaz, rebelde y traidor a

la Real Corona y por ello reo: Que se derribe y siembre de sal pa. perpetua memoria su infa»” 1. Ya declarada la Independencia en 1811, la columna es demolida y allí mismo se celebraron homenajes a este canario, uno de los primeros precursores de nuestra nacionalidad: «... demoler con toda solemnidad el poste de la ignominia que desde mediados del siglo próximo pasado [siglo XVIII] hizo levantar el sistema de

opresión y tiranía en un solar que está frente al templo Nuestra Señora de la Candelaria, y en donde tenía su casa de habitación el magnánimo Juan Francisco de León, para manchar inicuamente la memoria de éste, como caudillo de los valerosos varones, que en aquel entonces pretendieron sacudir el duro yugo mercantil, con que la avaricia y despotismo de los Reyes de España estancaron el comercio en estas provincias, por medio de la estafadora Compañía Guipuzcoana» 2.

Lavanderas en el río Anauco, sin fecha. Tomado de: SCHAEL, Guillermo. Caracas la ciudad que no vuelve, p. 75.


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