La Iglesia Restaurada

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UN PUEBLO AUTO SUFICIENTE "Comenzamos hace más de doce años organizando un departamento mercantil que constaba de cuatro accionistas, incluyéndome a mí, con un capital de más o menos tres mil dólares. Los dividendos se pagaban en mercancía, importando, por lo regular, el veinticinco por ciento anual. "Al prosperar esta empresa, continuamos recibiendo nuevos capitales, agregando también nuevos nombres a la lista de accionistas, hasta tener un excedente en el capital o recursos, y tuvimos éxito en unir los intereses de la gente y asegurar su patrocinio. Resolvimos entonces comenzar industrias caseras y recibir nuestros dividendos, si los hubiera, en los artículos producidos. "Erigimos un edificio para curtiduría de dos pisos, de 13 x 24 mts., con mejoras y comodidades modernas, a un costo de $10,000 (diez mil dólares). La mayor parte de los materiales del trabajo de albañilería y carpintería fueron proporcionados como capital por las personas que podían y deseaban participar en nuestra institución. "La mayor parte del trabajo se hizo en la temporada de invierno, cuando no se podía conseguir otro empleo, una cuarta parte fue pagada en mercancía a los que lo necesitaban. Ganamos capital adicional con esta medida, así como veinte o treinta accionistas nuevos, sin inmiscuirnos en la propiedad ni el negocio de otros. Esta curtiduría ha estado operando durante los últimos nueve años con éxito y con ganancias razonables, produciendo un cuero de excelente calidad de $8,000 a $10,000 (ocho mil a diez mil) anuales. De esta rama de la industria derivamos un taller de botas y zapatos; también un taller de arneses y sillas de montar, sacando nuestros dividendos en los artículos manufacturados en esos departamentos. "Nuestra siguiente empresa fue el establecimiento de una fábrica de tejidos de lana, siguiendo el mismo curso utilizado para la curtiduría; procurando los materiales de construcción, y haciendo el trabajo de albañilería y carpintería en la temporada en que los obreros estarían sin empleo. Esto también incrementó nuestro capital, aumentando el número de nuestros accionistas sin interrumpir el negocio de ningún hombre. Las ganancias del departamento mercantil, con algún capital adicional, produjeron lo necesario para comprar la maquinaria. Durante los siete años pasados esta fábrica ha hecho satisfactorios negocios y no hemos tenido necesidad de cerrar por falta de lana, en invierno ni en verano, habiendo manufacturado como $40,000 (cuarenta mil dólares) en mercancías anualmente. Este establecimiento con sus dependencias, costó unos $35,000 (treinta y cinco mil dólares). "Previendo probables dificultades para obtener lana, empezamos entonces un rebaño de ovejas, comenzando con mil quinientas cabezas entregadas como capital por varias personas que podían prescindir de ellas. Ahora suman cinco mil, y son una gran ayuda para nuestra fábrica en tiempos como éstos, cuando el dinero es escaso y se nos exige que paguemos la lana al contado. "Nuestro siguiente paso fue el establecimiento de

275 una lechería; y, habiendo escogido el lugar adecuado, comenzamos con sesenta vacas; erigimos algunos edificios provisionales, haciendo una pequeña inversión en tinas, aros, prensas, etc. La hemos ido mejorando poco a poco y ahora, quizás sea la más fina, mejor y más amplia de las lecherías en este territorio. Durante los dos años pasados hemos tenido quinientas vacas lecheras, produciendo cada temporada alrededor de $8,000 (ocho mil dólares) en mantequilla, queso y leche. A continuación, empezamos un hato de reses, contando hoy con un millar que abastece, junto con el rebaño de ovejas, un mercado de carne propiedad de nuestra asociación. "Tenemos un departamento de horticultura y agricultura, el último dividido en varias ramas, y cada una cuenta con un capataz experimentado. "También tenemos una fábrica de sombreros, en la que se fabrican todos nuestros sombreros de piel y lana. Hacemos todos nuestros utensilios de hojalata, tenemos una alfarería, fábricas de escobas, cepillos y melaza, un taller de ripias, dos aserraderos hidráulicos y uno de vapor; también departamentos de herrería, sastrería y muebles y uno para guardar y reparar carretas y carruajes. "Tenemos un edificio grande de dos pisos, de adobe, ocupado por maquinaria hidráulica para tornear, cepillar y trabajar molduras. "Hemos establecido una granja algodonera de cincuenta hectáreas en la parte sur del territorio, con el propósito de proveer urdimbre para nuestra fábrica de lana, donde tenemos una colonia de unos veinte jóvenes. Esta empresa se comenzó hace como dos años, y ha sobrepasado nuestras esperanzas. El primer año, además de hacer mejoras en los edificios, levantar presas, construir divisiones de agua, plantar árboles, sembrar viñedos, arar, escardar, plantar y preparar la tierra, levantaron una gran cosecha de algodón que produjo alrededor de 63,980 mts. de urdimbre. Más del doble de esa cantidad se ha levantado en esta temporada. "Tenemos un departamento para manufacturar sombreros de paja, en el que empleamos de quince a veinte señoritas. El año pasado empleamos veinticinco en nuestra lechería, y las tenemos empleadas constantemente en nuestros departamentos de sombrerería y sastrería, también haciendo flores artificiales así como tiras de sombreros y zapatos, como tejedoras en nuestros talleres de lana y dependientes de nuestros departamentos mercantiles. "Los dos o tres años pasados hemos pagado a nuestros empleados cinco sextos en artículos del hogar, un sexto en mercancía importada, sumando en total en tarifas comerciales, como por $160,000 (ciento sesenta mil dólares). En el año 1875, el valor de los productos de todas nuestras industrias, en tarifas comerciales, llegó a $260,000 (doscientos sesenta mil dólares)" 6 .

Otras industrias El Dixieland de Utah, llamado así por la


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