y México) es, sin duda, un innegable orgullo. Más aún cuando pensamos que en tan selecto club se encuentran, por ejemplo, localidades como Arequipa, Puebla, Dubrovnik, Quito, Meknes, Jerusalén, Évora, Macao, Colonia de Sacramento, Cusco, La Habana o Ciudad de México, por citar algunas. Sería imposible enumerar la infinidad de posibilidades que cada una de las españolas por sí sola acumula para que el viajero piense en ella como su próximo destino. Las huellas romanas de la milenaria Emérita Augusta, el desbordante plateresco de la culta Salamanca, la esbelta belleza de las murallas de Ávila, la solemnidad de un paseo por el interior de la mezquita-catedral de Córdoba, la plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela repleta de agotados peregrinos, el paseo entre patios y balcones centenarios por San Cristóbal de la Laguna, la omnipresente impronta romana y medieval de Tarragona, las vestigios de un Toledo musulmán, cristiano y judío, la presencia en cada rincón de la huella del cardenal Cisneros en la universitaria Alcalá de Henares, el inolvidable paseo al anochecer por el casco antiguo de Cáceres, el impactante interior de la catedral de Cuenca, la solidez y firmeza de la inexpugnable fortificación de la ciudad alta de Ibiza, o la deslumbrante panorámica del Alcázar de Segovia al ponerse el sol son sólo pequeños retazos de lo cada una de ellas atesora. La fuerza imparable y el poder de persuasión de estas ciudades es tal que su capacidad de atracción de turistas resulta tremendamente versátil. El viajero viene deseoso de conocer su historia, sus leyendas, sus rincones, su artesanía y su gastronomía. Todo esto debe inducirnos a pensar que, en ocasiones, los paraísos no están tan lejanos. No es preciso planificar grandes viajes o recorrer miles de kilómetros para encontrar lo asombroso y lo sorprendente. No hay mejor consejo que dejarse empapar por las calles de estas localidades, por sus templos, por sus plazas, por sus historias. En este caso, “las piedras hablan”. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. ¡Qué gran verdad!. Sean entonces estas fotografías el preludio de nuestro próximo viaje a algunas de estas ciudades. yyy Club Mundo Social
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