Comunicación con el Más Allá (IV parte) Psicofonias on el paso del tiempo van evolucionando las formas de comunicación con el Más Allá. Lo que antes solo estaba reservado a unos cuantos elegidos (pitonisas, médiums, oráculos), se va haciendo más factible para todos. Todo el mundo quiere (y puede) comunicarse con sus fallecidos o, incluso con entidades de otras dimensiones o mundos paralelos.
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No voy a pararme en técnicas chamánicas, ni santería, ni a detallar usos de alucinógenos o cualquier tipo de droga utilizados en estas prácticas y otras muchas, con lo que se consiguen estados alterados de conciencia en los que supuestamente se lograría traspasar la fina frontera entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos y abrir un canal de libre comunicación. Voy a se-
guir centrándome en cosas más “de andar por casa” como he hecho en los capítulos anteriores, pero atendiendo a que el tiempo pasa y las personas y las mentes evolucionan, este tipo de práctica también nota la mecanización de los nuevos tiempos y deja de ser algo totalmente manual y subjetivo, para ir adoptando un cariz más científico y automatizado. Bien, habíamos dejado el tema con cierto tipo de artilugios que nos permitían contactar con los espíritus de forma que nosotros preguntábamos y ellos nos respondían dictándonos las respuestas o bien a través de cierto código de golpes o sonidos, o bien a través de nuestra mente o directamente en un papel (escritura automática) o, con más facilidad, señalándonos las letras que formarían palabras en un tablero que llamamos OUIJA. Pues bien, la mente humana no para de idear y, aunque los médiums siguen siendo los únicos que dicen comunicarse directamente con el mundo espiritual, los que no tenemos esa facultad necesitamos de alguna manera creer, ver y oír con nuestros propios sentidos, en definitiva, tener pruebas de que realmente existe algo después de la muerte. De esta manera pensadores e
Thomas Alva Edison.
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inventores ilustres como Thomas Alva Edison, inventor del telégrafo, el fonógrafo y la luz eléctrica, se interesaron por este tema y también quisieron comunicarse con el más allá mediante sus inventos. En 1920 Edison dijo a la revista Scientific American que estaba trabajando en un aparato para comunicarse con los muertos.