LA REFLEXIÓN del obispo
por Obispo Michael G. Duca
Un Compromiso más Profundo con Cristo
(CNS photo/Gregory A. Shemitz)
Y
a para el mes de octubre estamos bien adentrados en la rutina del otoño. La escuela ya está en camino y el recomienzo de organizaciones y responsabilidades está ya en nuestro pasado además de que el verano es ya un recuerdo distante. Cuando yo era el rector del seminario anticipaba la rutina del año escolar. La rutina nos da una estructura para ordenar una vida ocupada, asegura que nuestras responsabilidades vocacionales básicas son cumplidas y que nuestros valores de fe formen nuestra vida de cierta forma con cada tarea diaria. Aun nuestra vida de oración en la Iglesia esta ordenada con el tiempo Litúrgico y nuestra misa dominical reconfirma nuestra conexión con el Cuerpo de Cristo y nos da testimonio a la centralidad de nuestra fe en la vida diaria. Pero nuestra rutina diaria, y especialmente nuestra rutina espiritual, se puede hacer anquilosada o pesada por su dificultad o por nuestros deseos egoístas. De vez en cuando los santos nos recuerdan de romper la rutina, por medio de un retiro por ejemplo, para examinar la rutina y las opciones en nuestras vidas y para que podamos limpiar lo que es pecaminoso y comprometernos de nuevo a cumplir el mensaje del Evangelio de Jesus y las enseñanzas de Su Iglesia. Nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI ha proclamado el Año de la Fe comenzando el 11 de octubre del 2012 para marcar el 50 Aniversario del Concilio Vaticano II y el 20 Aniversario de la publicación del Nuevo Catecismo. Voy a 4 Catholic Connection
abrir el Año de la Fe para la Diócesis con una Misa el 11 de octubre del 2012 en la Catedral de San Juan Berchmans a las 6:00 p.m. Este es un año de retiro para la Iglesia. Durante este Año de Fe todos deberíamos considerar alguna acción u opción que rompa nuestra rutina diaria de una manera que nos rete a un compromiso más profundo con Cristo y a reflexionar nuestra fe como católicos en las opciones y acciones de nuestra vida diaria. Mi compromiso este año será visitar cada parroquia en la diócesis y tener una tarde de oración con cada comunidad eclesial. Nos reuniremos para la Liturgia de la Palabra. Será un tiempo de oración y reflexión sobre nuestra fe en Jesucristo y Su Iglesia. Los animo a invitar a sus amigos no-católicos a unirse con nosotros. Esta también será una oportunidad para que yo considere, en mi quinto año como su Obispo, como ser un mejor servidor y cómo podemos crecer juntos en la fe y la respuesta de fe, la Caridad. En esta carta Porta Fidei, traducida “puerta de fe,” (Hechos 14:27) el Santo Padre nos da una reflexión maravillosa, un tipo de letanía, de como la fe que tanto estimamos ha formado y continua formando la Iglesia y asegura la proclamación del Evangelio. “Por la fe María aceptó la palabra del Ángel y creyó el mensaje que iba a ser la madre de Dios por la obediencia y su devoción (cf. Lucas1:38).” Por la fe, los apóstoles dejaron todo para
seguir a su Maestro (cf. Marcos 10:28). Por la fe, los discípulos formaron la primera comunidad, reunidos con las enseñanzas de los apóstoles, en oración, en celebración de la Eucaristía, unían sus bienes en común y los repartían según las necesidades de cada uno. (cf. Hechos 2:42-47). Por la fe, los mártires dieron sus vidas, siendo testigos de la verdad del Evangelio que los había transformado e hizo capaces de obtener el regalo más grande de amor: el perdón de sus perseguidores. Por la fe, hombres y mujeres han consagrado sus vidas a Cristo, dejando todo atrás para vivir en obediencia, pobreza y castidad con la simplicidad del Evangelio, señales concretas de la esperanza que el Señor viene sin tardanza. Por la fe, innumerables Cristianos han promovido la acción por la justicia para poner en práctica la palabra del Señor, que vino a proclamar libertad a los oprimidos y un año favorable para todos (cf. Lucas 4:18-19). Por la fe, a través de los siglos, hombres y mujeres de todas las edades, y cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida (cf. Ap. 7:9, 13:8), han confesado las maravillas de seguir al Señor Jesus por doquier y fueron llamados a ser testigos del hecho de ser Cristianos: en la familia, en el lugar de trabajo, en vida pública, en el ejercicio de los carismas y ministerios a los que han sido llamados.” Porta Fidei #13 Benedicto XVI. Durante este Año de Fe pido a Dios que nuestros corazones se llenen de fuego y creamos más profundamente y gustosamente “confesemos la maravilla de seguir al Señor Jesus.” Rezo para que seamos testigos de esta fe en la familia, en el lugar de trabajo, en la vida pública y en la práctica de nuestros carismas y ministerios a los que hemos sido llamados. Hay un artículo en la página 12 de esta revista Catholic Connection por Dianne Rachal con más información sobre el Año de la Fe y algunas celebraciones en nuestra diócesis durante este Año.