Revista España Abril

Page 24

muchos de esos valores son personales y su escala varía de acuerdo a lo que se cree. Por esa razón, todo la gente tiene valores morales y no hay nadie sin ética. El gran problema de la convivencia, frecuentemente radica en que los valores varían entre personas y grupos diferentes y muchas veces, surge el cuestionamiento de si esas diferencias no estarán agrediendo a nuestras convicciones de lo que es correcto o justo. No obstante, para que haya amistad es necesario que haya una cierta armonía y afinidad de esos valores morales, para que permitan una convivencia sana, entrelazando la confianza en una lealtad mutua. Y aunque hoy el mundo no muestre en ejemplos prácticos esa misma pureza en las relaciones, el hombre va acompañado por lo que dictan sus normas personales de comportamiento. Atribuir la confianza únicamente a la propia espada, como antiguamente se decía en las artes de guerra, no deja de ser un ejemplo de que desde las épocas de conflictos la humanidad poco ha evolucionado en lo que se refiere a la relaciones humanas. Continuamos cometiendo las mismas atrocidades, los mismos crímenes, los mismos juegos de intereses y usando las mismas máscaras. Hacemos que a historia se repita en una cadena cíclica de acontecimientos donde los verdaderos motivos se ocultan en bonitas frases de carácter moral. Decimos lo que no hacemos y reclamamos una atención desesperada a nuestras carencias. De todo esto, el hecho de que los niños desarrollen cada vez más pronto la percepción de cómo funciona el mundo adulto, nos frustra nuestras perspectivas de las próximas generaciones. ¿Caminamos realmente hacia el aislamiento? o ¿estamos aprendiendo a discernir las realidades sin la venda inocente que cubrían los ojos de las criaturas que soñaban con una infancia romántica? ¿Quién sino la conciencia nos acompaña durante todo el día y nos permite a reflexión de que podemos dormir tranquilos, pues en el día que ha transcurrido hemos realizado el que juzgamos correcto en nuestro espíritu y al menos internamente estamos en condiciones de estar en paz? ¿O quien nos demuestra la oportunidad de corregir engaños

“Atribuir la confianza únicamente a la propia espada, como antiguamente se decía en las artes de guerra, no deja de ser un ejemplo de que desde las épocas de conflictos la humanidad poco ha evolucionado en lo que se refiere a la relaciones humanas” e injusticias, construyendo el pensamiento de lp correcto y justo? El mejor amigo del hombre es el que él mismo carga en si y que por ser verdadero refleja su carácter personal, individual e intransferible; y por poseer esa certeza le lleva a escalar montañas y caminar por lo imposible en busca de lo que cree. Es algo que nos alerta sobre nuestras actitudes hacia nosotros mismos y hacia el prójimo, interviniendo en las acciones y auxiliando en las elecciones y que si está bien dirigido, colabora para que los beneficios se extiendan más allá de nuestro ego, animando a través de nuestra experiencia a otros, para que vayan más allá de lo que nosotros hemos conquistado. Así pues, quizá podemos pensar y comprender un poco más los valores sagrados orientales dados a objetos como la katana, o cualquiera otros de cualquier cultura, cuyo significado extrapola el mero simbolismo, en el intento de alcanzar y dominar el interior humano en su más profunda interpretación: el alma.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.