Cuentos inventados con personajes de cuentos

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2Enemigas muy amigas Había una vez una niña que se llamaba Caperucita y tenía una enemiga que se llamaba. Blancanieves. Las dos tenían una profesora que se llamaba Kika que las mandó hacer una investigación juntas por el bosque. Blancanieves-Señorita no es por nada. Pero no quiero ir con ella. Kika-Pues te aguantas porque vas a ir con ella Caperucita-No me llames ella porque tengo un precioso nombre que me puso mi tía la Bella durmiente Blancanieves-Tienes un nombre estúpido Kika- Parar ya y poneos en marcha, ¡ah! Y las dos tenéis un nombre estúpido. Y así fue y se pusieron en marcha por el bosque Caperucita- Oye Blancanieves quítate de ahí en medio, que me quitas el sol con tu enorme culo. Blancanieves-¿Dónde estás Caperucita? Caperucita-Estoy aquí, me he caído en este gran hoyo Blancanieves-Espera, te ayudaré, dame la mano. Caperucita- No tan fuerte, ¡aaaaaaah! Blancanieves- Lo siento, me metía contigo porque tenía celos de tus trenzas rubias. Caperucita- Yo también del tus enormes ojos negros Blancanieves- Mira, está Daniel Bonn Daniel Bonn- ¡Chicas venid! Daniel las llevó a una fábrica de chocolate y fueron amigas para siempre. y…..Colorin colorete, por la chimenea sale un cohete

Autora: Lidia


Érase un castillo donde vivían el “Gato con Botas”, “Caperucita Roja y Tarzán. Estos personajes son de otro cuento y Caperucita dice: - ¡Me aburro en el castillo, vamos a mudarnos al bosque. - ¡No!- dijo Tarzán. Iremos a la jungla. - No podemos pelearnos, tendremos que hacer una cosa, no ir a ninguno de los dos sitios, iremos al campo- dijo el Gato con Botas.

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Se empezaron a pelear y dijo Caperucita: Podemos quedarnos aquí para no pelearnos. No es buena idea- dijo el Gato con Botas. Pasaron días y días y se les ocurrió que: Tarzán se iría a la jungla, el Gato con Botas al campo y Caperucita al bosque, y así fueron felices los tres. Andra Paula


Caperucita era una chica que le gustaba mucho pasear por el bosque. Un día Caperucita, siguiendo el camino del río se encontró una pequeña casita. Cuando se acercó para ver quien vivía en la casita se llevó una gran sorpresa. Dentro de la casita estaban los tres osos. Caperucita llamó a la puerta, -toc, toc, toc. Dentro se oyó un pequeño ruido, era el osito más pequeño que preguntaba: _ ¿Quién es? _ Soy Caperucita Roja, pasaba por aquí y me preguntaba si en esta casita estaba Ricitos de Oro. El osito abrió la puerta y le dijo: _Que va Ricitos de Oro se ha marchado al pueblo pero volverá dentro de un rato, si quieres puedes pasar. Caperucita entró en la casa de los tres osos y estuvieron hablando, después de unos veinte minutos Ricitos de Oro llegó a la casa con un nuevo amigo, el Soldadito de Plomo. Ricitos de Oro presentó al Soldadito de Plomo a Caperucita y a los tres osos. Todos estuvieron charlando y jugando en la casa toda la tarde. Se divirtieron mucho y lo pasaron genial todos juntos. Caperucita se tenía que marchar porque era muy tarde, el Soldadito de Plomo y Ricitos de Oro le acompañaron hasta su casa, de camino se encontraron al Lobo Feroz. El lobo estaba muy enfadado porque tenía mucha hambre, había ido a casa de los Tres Cerditos y no se los pudo comer porque no estaban en casa y tampoco la abuelita porque estaba mala en el hospital. El lobo muy triste se tumbó en el césped y se quedó dormido bajo un árbol. Cuando Caperucita llegó a casa le dio las gracias a Ricitos de Oro y las Soldadito de Plomo y les dijo: _ Hasta el miércoles.- Dijo Caperucita. _Vale hasta luego.-Dijeron Ricitos de Oro y el Soldadito de Plomo. Aarón Enciso


¡Hola! soy Pepito Grillo y esta es mi historia: un día saliendo de paseo me encontré con una chica llamada Alicia y yo pensé que estaba alucinando porque me empezó a decir cosas como estas: -Alicia: vengo de un país llamado de las Maravillas y mi casa ha volado por los aires, tengo un amigo llamado Espantapájaros, otro que era un León miedica, otro que era un hombre de Hojalata, y la Bruja del Norte y la del Sur, -Mago de Oz: ¡Que ha pasado! ¿Donde estoy? -Pepito Grillo: En la casa de Gepeto, - Mago de Oz: ¡ Gracias! y quien es aquella pequeña pececita , -Pepito Grillo : Es Cleo , -Cleo : ¡ Glup ,Glup ,…!. Gepeto :Esa es mi pequeña Cleo. -Pepito Grillo : Iba andando por el bosque y me encontré con siete enanitos me llamaron la atención porque iban cantando así: dijo ,¡Aijo! al campo a trabajar , y yo me quede pensando porque van a trabajar si son enanitos y acaricié a uno de los siete y me dijo así : - Gruñón : ¿ Por qué me tocas?, ¿ quieres pelea? Que yo soy cinturón blanco de karate -Pepito Grillo: Yo te toco y te mando a China (puff) vaya que peleón es este enanito ¡Au! Creo que me he roto algo ¡ Uf! Estaba agotado y me dormí . Y era todo un sueño, al sonar el despertador como me había gustado ese sueño excepto el enanito que se llamaba Gruñón, ¡ay! ese enanito. Andrés


Érase una vez una muchacha a la que le gustaba mucho leer. El día de su cumpleaños, sus padres le regalaron un libro muy largo. Esa niña se tenía que levantar muy pronto para ir al cole. Todos los días leía un cuento y ella se daba cuenta de que cada vez que leía salía un personaje de su libro. Cuando leía Blancanieves y los Siete Enanitos salía el príncipe y le decía: _ ¿Dónde estoy? ¿Alguien ha visto a Blancanieves?, necesita que un apuesto príncipe le de un beso y esa es mi tarea porque soy un príncipe apuesto - se elogiaba así mismo. Un día que estaba leyendo un cuento sobre un perrito de carreras salió, pero a la niña no le gustaban los perros. Ella estaba muy asustada y no sabía que hacer, si se lo contaba a sus padres la preguntarían que de dónde había salido el perro y tendrían que devolver el libro pero si se callaba le podría dar alguna alergia. Matilda, que era así como se llamaba la chiquilla, decidió decirle al perro: _ Vale, tranquilo pronto te volverás a meter en el libro, y se durmió. Al día siguiente encontró al perro en su cama y así pasaban los días. El perro no se llegó a meter en toda la vida de Matilda y la niña ahora ya mujer, sigue viviendo con su perro. Todos los días va a pasearlo y le cuida muy bien.

Andrea Nieto


Hace mucho tiempo en una granja vivían siete cabritillos que eran muy amigos de dos ratones: el ratón de campo y el ratón de ciudad que se habían ido a pasar una temporada a la granja. También vivía con ellos un niño que se llamaba Juan y le gustaba cultivar judías . ¿Cuándo podré cultivar una judía que llegue hasta el cielo?- pensó. Todos se llevaban muy bien y un día se fueron a dar un paseo y se encontraron con el lobo que les preguntó: - ¿Habéis visto pasar a un chico que dispara flechas y se llama Guillermo Tell? - No, ¿por qué lo preguntas? - Porque me ha dicho Pulgarcito que necesitaba una manzana para dársela a la bruja de la casita de chocolate y que la pusiese en la puerta. - No te preocupes, nosotros tenemos muchas manzanas, si quieres te podemos dar alguna. - Vale – dijo el lobo. Y siguieron andando. De repente se encontraron con Pulgarcito y les dijo: - Hola - Hola, ¿tú le has dicho al lobo que fuese a buscar manzanas? - No, ¿por qué lo dices? - Porque a nosotros nos ha dicho que tu le habías dicho que fuese a buscarlas. - Pues yo no le había dicho nada. - Tenemos que hacer algo, ese lobos siempre se sale con la suya, le tendríamos que hacer alguna broma. - Vale, tienes razón- dijo Pulgarcito. Esto es lo que vamos a hacer: me voy a disfrazar de cartero y le voy a decir que tiene una carta muy importante pero que a cambio nos tiene que dar una bolsa de polvos mágicos para que pueda plantar una judía que llegue hasta el cielo, y así lo hicieron. Entonces consiguieron la bolsita de polvos mágicos y fueron muy felices. Beatriz


Cada uno de los personajes tiene unos poderes diferentes: -

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Superman tiene los poderes de odar, rayos x, súper fuerza y súper rapidez, pero hay un mineral llamado criptonita que le deja KO ( anula sus poderes). Spiderman tiene el poder de lanzar telas de araña (para moverse por ellas y atrapar a sus enemigos). Batman tiene el poder de volar como un murciélago y ver en la oscuridad.

Un día Spiderman y Superman estaban en la sala de control de la ciudad, muy relajados y tranquilos, hasta que sonó una alarma y los dos superhéroes se quedaron alucinados cuando al mirar a la pantalla, vieron que Batman estaba atracando un banco. No era un banco cualquiera, era el banco más grande del mundo. Batman quería llevarse todo el dinero, pero había tanto que no le cabía ni en tres camiones juntos, tuvo que utilizar siete. Cuando los superhéroes llegaron al banco, Batman ya se había ido a su guarida con todo el dinero, como Superman tenía súper velocidad puso un localizador en el último camión, así Batman les llevaría a su guarida. Una hora más tarde Batman llegó a su guarida, sin imaginarse que los superhéroes le seguían muy de cerca. Mientras, Batman vaciaba los camiones, fue sorprendido por los superhéroes: llegaron tan rápido que no le dio tiempo a esconder todo el dinero. Se produjo una pelea entre los superhéroes y el supervillano Batman. Tras una larga y dura lucha, los superhéroes consiguieron vencer a Batman, encerrarle en la cárcel y devolver el dinero. Javier Salazar


Estaban Mortadelo y Filemón en un bar haciendo un torneo para ver cuánto bebía cada uno (como de costumbre) y por la puerta de atrás, sin hacer ruido, entran Asterix y Obelix y les dicen: hemos descubierto una máquina del tiempo con la que hemos podido venir aquí desde La Galia y queremos preguntaros si queréis emprender con nosotros un viaje a un territorio salvaje, sin todavía ningún humano. − Si pero con una condición: nos llevamos una caja de vino. − Vale, por cierto con nosotros también vendrá Ideafix, el perro de Obelix que nos podrá venir bien. − Pues en marcha. Y se pusieron en camino, pues la máquina estaba guardada en un cobertizo abandonado, en el que ya nadie miraba y que además, estaba en la otra punta de la ciudad. En el camino hubo varias cosas extrañas, nada parecía estar abierto, ni había personas por la calle, pero cuando llegaron y no vieron la máquina del tiempo, entonces y, solo entonces, lo comprendieron ;mientras habían estado en el bar, alguien había cogido la máquina y había creado un juego de videoconsola por niveles en el que para pasar al siguiente, había que encontrar esta máquina, y lamentablemente ellos eran los personajes principales de ese terrorífico juego . Bueno, por lo menos ese solo era el nivel uno, así que no debería ser difícil. Fueron por las calles y, se encontraron monstruos, momias y algún que otro vampiro, pero había una curiosidad, estaban hechos de madera y cartón y al tocarlos los tirabas al suelo. Al final encontraron la máquina en la tintorería, detrás de un centenar de camisas, y así llegaron al nivel dos, en el que la encontraron en un desierto y así, pasando por todos los lugares del mundo, del futuro y del pasado consiguieron llegar al nivel quince, el último y más difícil de todos los niveles y con el cual si, encuentran la máquina del tiempo, conseguirían salir de allí. Mortadelo y Obelix fueron los primeros en darse cuenta de que en todos los lugares había un cartel: ¡si vienes hacia mí siempre retrocederás! Y una extraña cara roja dibujada en aquel cartel. Y así caminando llegaron a un gran circo, con el mismo rostro, pero ahora más grande y ahora, lo entendieron (todos menos Obelix). Aquel ser era un payaso y su mirada te movía los pies hacia atrás y detrás de aquel payaso estaba la máquina, así que había que pillarle desprevenido sin que mirara e


idearon un plan. Filemón se pondría en el medio distraería al payaso, Obelix e Ideafix, un poco más delante cortaran la luz para que no vea y mientras Asterix y Mortadelo cogerían la máquina del tiempo, y así lo hicieron, les costo, pero al final lo consiguieron. En ese momento Miguel se despertó, ¡que sueño había tenido!

Por Miguel


Érase una vez un bosque en el que se reunieron unos lobos en una Cueva, pero no eran unos lobos cualquiera, sino los de otros cuentos, estaba el de Caperucita Roja, el de los siete cabritillos, el de los tres cerditos y el de Pedro y el lobo. Decían enfadados: -Siempre nos toca ser los malos- dice el lobo de Caperucita Roja. -Si, estoy de acuerdo-gruñe el de Pedro y el lobo. -Pero, tenemos que tener un plan- dice enfadado el de los tres cerditos. - ¿O queréis que os quemen la cola? ¡O que os llenen la tripa de piedras!propone el de los tres cerditos. -¡No, no queremos!-dicen todos. Mientras que los lobos charlaban, al otro lado del bosque estaba Caperucita Roja, Pedro, los tres cerditos y los siete cabritillos. Estaban jugando al escondite hasta que se oye una vocecita de abajo que dice: -Hola, soy Pulgarcita –dice. -¿Quién habla?-se pregunta Pedro. -Soy yo Pulgarcita –repite. -¡Ah, eres tu Pulgarcita! –dice un cabritillo. -¡Ay, por fin me escucháis!-dice enfada. -¿Qué nos quieres decir?-pregunta Caperucita. -Es que los lobos quieren echaros y quedarse con el puesto de buenos-dice Pulgarcita. -¡Ah, que miedo!-dicen todos. -¡Tenemos que buscar una solución y no quejarnos como cobardes!-dice un cabritillo. -Ya tengo una idea, nos tenemos que ir a otra parte para que no nos encuentren- dice el cerdito trabajador. Y así fue, se fueron muy lejos, lejos, lejos del bosque. Allí no había nadie, era todo oscuro y tenebroso. Hasta que se oyen unos gritos: -¡A por ellos!- dicen los lobos. -¡A luchar!- dicen los buenos. Lucharon y lucharon pero no ganaba nadie así que hicieron un trato: - Si tú nos dejas hacer de buenos por una vez os dejaremos en paz-dice un lobo. - Vale, pero no mas veces solo una vez. Y fueron felices y comieron perdices. Esta gran aventura de personajes de otros cuentos se ha terminado.

FIN

Pablo


Tintín, Asterix y Obelix van en la busca del Yety al Kilimanjaro, la montaña más alta de África. Fueron en avión y al llegar tuvieron que luchar con la tribu romana. Obélix aplastó con su tripa a diez romanos. Cuando acabaron con todos subieron a la montaña, anduvieron un buen rato y se encontraron con un lago lleno de cocodrilos y de hipopótamos. Fabricaron una barca y unos remos. Astérix remó y mientras Obélix y Tintín pegaban puñetazos a los cocodrilos y a los hipopótamos. Al otro lado del lago tenían que trepar una pared rocosa, para eso se ayudaron unos a otros. Cuando lo consiguieron ya se veía la cima. En la cima había una cueva, pero para llegar había que superar la última prueba, que era de velocidad. En la prueba de velocidad corrió Asterix, contra el hombre más rápido del mundo. El hombre más rápido empezó ganando pero Astérix no se rindió y ganó. Fueron a la cueva y se encontraron con el Yety. Ellos lo querían llevar al zoo, pero él no quería y se quedó en su cueva, y le dijeron que algún día volverían a visitarle. Rafael Baudet


Había una vez una casa encantada , tres niños querían entrar para ver lo que había y qué pasaba. Pinocho: Yo voy a entrar. Babymouse: Yo también Caperucita: Yo ni muera entro en esa casa. Babuymuse: ¡Vamos Caperucita! Va a ser muy divertido. Caperucita: ¡Vale pesados! Así hablaron los tres amigos hasta la noche. Alguien llamó a la puerta, los tres amigos se pusieron nerviosos. Babymouse: ¡Venga Pinocho, abre la puerta! Pinocho: las damas primero. Caperucita: ¡Pinocho abre la puerta!, que para eso dicen que los chicos sois muy valientes. Pinocho abrió la puerta y vio que era un payaso. Payaso: Os invito a mi casa para ver el mejor circo del mundo. Caperucita: No gracias Pinocho: Caperucita, yo mando. Babymouse: ¡No payaso, hasta nunca! Pinocho: ¡Jo!, ¿porqué le echas? Babymouse: Tenemos que ir a esa casa. Caperucita: La llamaremos la casa encantada. Babymouse: ¡Vale! Pinocho: Las chicas mandan Babymouse: Hoy entramos a las 3 h. Pinocho: Pues faltan diez minutos. Pasados los diez minutos se preparan los tres. Baymose: Vamos Caperucita: Piocho, apaga la música. Babymouse: ¡Dejad de discutir!


Los tres pasaron a la casa. Las cortinas se movían, las ventanas se abrían, la alfombra parecía una lengua y la lámpara la campanilla, los muñecos las tripas y de los tubos salía una asquerosidad. Babymouse: ¡No lo digas! Pinocho: Es porquería Caperucita: ¡Qué asco! Pinocho: Yo subo las escaleras, ¡ cómo suenan! Caperucita: Claro, la casa tiene muchos años. Babymouse: ¡Hala!, ¡Cuántos juguetes! Está mi DS Pinocho: ¡Mi balón! Caperucita: ¡Mi capucha! Todos cogieron sus cosas, pero los tres se despistaron y cada uno se fue por camino distinto. Al cabo de dos horas se encontraron, se dieron cuenta quien controlaba la casa encantada, era una señora muy gorda. Los policías se enteraron y quemaron la casa. Autora: Berenice


-Hola Aladín, ¿cómo estás? _ dijo Tarzán. -Estoy bien, ¿y tú? - Lo mismo - Me voy a casa de Jasmín para invitarla_ dijo Aladín. - Me pregunto si Jasmín está en su casa_ piensa Aladín. Llegó a casa de Jasmín y vio al rey . Después Aladín fue a casa de Caperucita Roja. - ¿Cómo estás Caperucita?_ pregunta Aladín. - El lobo se casó con mi abuelita y han tenido cinco hijos_ responde Caperucita. Bueno, tengo que irme, porque tengo que recoger un pastel de fresa con chocolate. ¡Adiós!, Aladín, hasta la vista. Aladín se fue entonces a dar un paseo a la playa donde se encontró a con la sirena Mily. -

¿Cómo estás Mily?_ preguntó Aladín. Bien, estoy esperando a Neptuno . ¿Neptuno? Sí al rey de los mares, vamos a contraer matrimonio. ¡Qué raro!, dijo Aladín. Bueno se está haciendo de noche y tengo que irme, voy a preparar mi comida preferida? ¿Qué es? Paella con salsa, respondió Mily. ¡Adiós! ¡ Adiós!

Autor: Cristian


Un día, cuando Caperucita estaba con Cenicienta, en casa de Blancanieves, se encontró un lámpara mágica y la frotó. De repente salieron un genio y Aladín. Caperucita preguntó a Aladín qué hacía dentro de la lámpara, él respondió: - Jugar con el genio. Al rato vinieron Pinocho y Campanilla. Pinocho estaba llorando y Campanilla estaba desmayada y descolorida. El genio les preguntó qué les pasaba y Pinocho respodió, que había perdido su poder porque los niños ya no creían en las hadas, pero que había una planta que podía salvarles, y no sólo a ellos sino a todo el mundo mágico. Tarzán se enteró y fue a buscarla pero no iba solo , también fueron Peter Pan y Caperucita. Para buscarla tuvieron que pasar por selvas, desiertos, ríos y océanos… Mientras ellos hacían su viaje todo el mundo mágico se iba desmayando, y el mundo real se volvió negro. Al cabo de una semana encontraron la planta , se la dieron a todos los personajes del mundo mágico y todo volvió a la normalidad. Autora: Inés


Érase una vez una niña de siete años, se llamaba Caperucita Roja, tres cerditos que eran hermanos y un lobo feroz. Caperucita iba charlando con el más pequeño de los hermanos: -

Oye, ¿me acompañas a cas de mi abuelita?, dijo Caperucita. Vale, pero sólo ir, porque he quedado con mis hermanitos para hacer las cosas y protegernos del lobo feroz, dijo el cerdito. ¿tú de qué la vas a hacer_ dice Caperucita con la mirada perdida. Yo de paja, mi hermano mayor de ladrillos y el mediano, se lo tiene que pensar.

Cuando llevaban medio camino se encontraron con el flautista de Hamelín y los ratones corriendo. - ¿Qué pasa preguntaron? - Que el lobo feroz se ha comido a tu abuelita y a tus hermanos_ explica desesperado. Los dos muy asustados piden ayuda. Yo puedo llamar a ¡ Gerónimo Stilton! y a su familia_ grita el flautista con un grito exagerado. El cerdito fue a llamar a Wally y Caperucita al Mago de Oz. -

Cuando se encontraron al lobo todos fueron a por él y sacaron a la abuelita y a los cerditos. Para celebrarlo ¡Tarta!, gritó Caperucita. Yo no puedo, voy a hacer un libro que se llamará “ UN ENCUENTRO FEROZ”, dice Gerónimo. -

Buen título,-dicen todos.

Todos están muy contentos por haber derrotado al lobo y Trompita se come la tarta entera. Autora: Esther


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