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hoja de hierro provista 6 no de dientes, llamada espada 6 fÚ'a (f.gura 111). Se iguala luego el plano superior de esta hilada a1?icol~lldQ(1 cantero donde haya prominencias y se [¡sientan drl mismo mod) los sillares de la segunda hilada y ~e las sucesivas, de modo qn () su arista inferior coincida con la do la construida, tomando adE.
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más la precaución de que las juntas
verticales
sobre las inferiores.
no caigan nUDe~,
.'
A fin de no es_tr:.Qpe&.r laa aristas de los sillares con ~lma.nej)
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de !as Dala.t:lca~,se presentan aquéllos la primera vez sobre cuñ.as de madera de igual altura colocadas á alguna distancia de las arÜtas pal'a que éstas no se de~portiJlen; y una vez asegurados de, qu e ' '
)a piedra est:í bien, se quitan todas ellas colocando definith'amer -
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te el sillar. Algunos recomiendan que para evitar -el movimient) " de la piedra 110sc quiten las cuñas sino después de introducid;\ la cap~ de mortero con auxilio de la fija, sacándose después simu1-" ~ híneamente y por iguaJ, con lo que el mortero, comprimido COI)c:l"
peao del sillar, ocupa por completo las desigualdades que ha)' ~
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dejado )a labra,
320. Puede también sentarse la piedl'a en seco sin extend€ r : mortero debJ\jo, á imitación de las ft-lbl'icas de los antiguos; ~~: cuando JR está definitivamente colocada, se hace todo al rededc r,' delleo}1o uu alomado con mortero cogiendo con el mismo las jU[.' tas \'ertiealesy se vierte' después poco tí poco en el espacio enc( -, n'ado, ¡echada de cal para que vaya ocupando todas las cavidadEs
que existall uependientes del defecto de la labra.
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321.
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El asiento sobreJwilas de madera que algunos adoptar 1,
especin1mente si las obras se ejecutan por contrata, so bacc co 1 suma facilidad y prontitud, sin que exija grande esmero ni u 1,: gran r~paso en los paramentos. Consiste en labrar bi~n los frente 3. , de los ailJares y (micamente unas anchas fajas, 6 tiradas por 1é1s,:
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aristas de las demás caras, dejando ]0 restante de éstas debasb ; ,., das á rico pero un poco má~ !~ebaj~das gue la~Jirada8,_'" Para asentai' los sillares
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se, hace coincidir
g~:meral del muro la cara labrada,
recalzando
con' el parament)
interiol'menté
el si
~ -',
llar con cuñas de madera 6 piedra. De este modo es fácil, aumÍn e esté [Qallabrada la piedrn, que su paramentó satisfaga al del mur) y que su sobrelec1:lOse encuentrc en el plano general de la altur:\ de hilada. El espacio. que queda debajo de)a piedra se relleua d 3 . yeso Q. mortero con auxilio de huiia, antes 6 después de sentad:) '
el sill~r, tc'\pando en este último caso de antemano; las juntas par 1
que no se escurra la mezcJa, .
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De aquí l'csulta, que disminuyendo el volumen del mortero d
sccars~) queda,!110s ~ilIares en falso y el pesoobl'a
sobre las' tir~ ~ .
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