ESPECIAL PEQUES Al Otro Lado del Espejo

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ILUSTRACIÓN PORTADA:

Esther Rodríguez Cabrales

COORDINACIÓN: Reyes Monje DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Gsús Bonilla COLABORAN: Susana Obrero, y el equipo de aL OTRO LADO DEL ESPEJO Este ESPECIAL PEQUES es una propuesta de la Revista aL OTRO LADO DEL ESPEJO perteneciente a la Asociación Cultural LA VIDA RIMA, asociación sin ánimo de lucro, que la edita, y cuyo fin único es el fomento de la lectura; cualquier beneficio que genere este especial, si los hubiere, sería revertido en otro proyecto de similares o idénticas características.

Asociación cultural sin ánimo de lucro ubicada en Madrid. Nº Nac. 590513 otorgado por el Ministerio del Interior para asociaciones de ámbito estatal. CIF. G85383537. Ninguna parte de esta publicación, incluidos el diseño de la portada, las fotografías e ilustraciones, puede ser comercializada, reproducida, almacenada o transmitida en manera o medio alguno, ya sea electrónico, químico, mecánico, de grabación o fotocopia, sin permiso previo de su autor o autores, siendo estos propietarios de los mismos; así como los textos e ilustraciones confeccionados por menores de edad y que también aparecen en este especial y que están debidamente autorizados por sus representantes legales.

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aL OTRO LADO DEL ESPEJO

editorial ditorial aL OTRO LADO DEL ESPEJO

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LOS QUe L CUenTa n

El Hospital de Muñecos Blanca Mejía Jara / Colegio Concepción Arenal de Getafe (Madrid). .................................. Somos Amigos Mario Hidalgo Rodríguez / Colegio San José de Calasanz de Getafe (Madrid)............. El Niño la bruja y la Escoba. Jaime Muñoz Suárez. / Colegio Ágora de Madrid............................................................................ Botellines Misteriosos Irene García Obrero / I.E.S. Clara Campoamor de Getafe (Madrid)........................................ Mi Última Navidad Sara García Ferrero / I.E.S. Luis de Góngora de Torrejón de Ardoz [Madrid].................... Los Fantasmas Miedosos Alba Sánchez de Rojas Fuentes / Colegio Concepción Arenal de Getafe (Madrid). La Piedra Mágica Jorge Bonet Torres / Colegio Concepción Arenal de Getafe (Madrid)................................. El Lápiz que Dibujaba Mariposas Elisa García Obrero / I.E.S. Clara Campoamor de Getafe (Madrid)........................................ La Selva Javier López de Miguel / Colegio Concepción Arenal de Getafe (Madrid)........................ La Lección de Bruno Pau Quilez López /CEIP Antoni Balmanya [Barcelona]................................................................... Halloween y la Cafetera Mágica Claudia Díaz-Flores Nieto / Colegio Concepción Arenal de Getafe (Madrid)................. Baile de Hormonas Irene Luque Aguilera / Colegio Lourdes (Fundación Hogar del Empleado).................... El Inventor y las Fiestas en su Cocina Marta García Sanz / Colegio Concepción Arenal de Getafe (Madrid)................................... El Espagueti Robótico Jose Naveiras Gutiérrez (Alias “Supermán”) / Colegio Gredos San Diego de Madrid Succionado por un Juego Adrián González Bella / Colegio Concepción Arenal de Getafe (Madrid)..........................

Un Cuento Rarísimo © 2005 (Del libro “Cuentos y poemas para un mes cualquiera”, con permiso del autor) Jordi Sierra i Fabra (Barcelona 1947); Autor de reconocido prestígio en la literatura infantil y

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LanOS QUepinTan

rOSA nAVEIRAS .......................... pág.8-9............................................................bEATRIZ sÁNCHEZ de la vILLA ...........................pág.11-12......................................................... jAIME mUÑOZ sUÁREZ ..........................pág.12-13-14...................................................rUTH aLTEA ...........................pág.15-16-17..................................................pABLO pICASSO ...........................pág.18-19........................................................mAUD hELENE lEJEUNE ..........................pág.20-21........................................................sILVIA zARZUELA ..........................pág.22-23-24.................................................aNA de fRUTOS y del vALLE ..........................pág.25..............................................................jAVIER lÓPEZ de mIGUEL ...........................pág.26-27........................................................dÉBORAH mARTÍN ..........................pág.28-29....................................................... aLEJANDRA fRANCO bARBERÁN ...........................pág.30-31-32-33.........................................aNA fERNÁNDEZ gARCÍA ..........................pág.34-35....................................................... rOCÍO dELGADO hERREROS d........................pág.36-37-38-39........................................ fERNANDO nAVEIRAS ..........................pág.40-41-42-43..........................................dAVID gONZÁLEZ bELLA

..........................pág.6-7..............................................................

y juvenil,

mAYTE sÁNCHEZ sEMPERE

.........pág.44-45-46................................................

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ilustraci贸n: ROSA NAVEIRAS

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eL HOSPITaL Blanca / 9 años

dE mUÑEC0S Érase una vez una niña que se

llamaba Daniela, al cumplir los cinco años sus padres le regalaron un peluche con forma de osito polar. Daniela apreciaba y quería mucho a ese oso, pero un día inesperado jugando con brutez Daniela le arrancó sin querer una pata. ¡Pobre Daniela, cómo lloró!. Cuando se fue a la cama muy decidida hizo una cadena con sábanas y ropajes, cogió a Elmer que así es como se llamaba el oso y salió por la ventana. Y cuando ya estaba en el húmedo ambiente por la lluvia, siguió la C/ Cascabel hasta el fondo y vio un edificio precioso, en él un letrero decía “Hospital de Muñecos”. Entró con alegría y se fue a la consulta, allí una enfermera se llevó a Elmer, el oso polar, y Daniela se tuvo que quedar en la sala de espera. Después de unas horas la enfermera trajo a Elmer pero antes de que Daniela pudiera ver al oso abrió los ojos y se dio cuenta de que todo había sido un sueño. Entonces vio a Elmer y a mamá sonriendo. ¡Lo había arreglado!. ¡Y aquí termina nuestra historia con Daniela dando saltos de alegría!.

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Érase una vez

cuatro amigos y medio que se querían subir a una montaña de tres kilómetros. Cuando se disponían a salir, unos ciervos, con una cara no muy buena, les empezaron a perseguir. —¡Uff!, ¡menos mal... una cueva! Entonces los ciervos se despistaron. Una vez allí estaba todo muy oscuro y lleno de murciélagos. Los niños se fueron corriendo. Uno de ellos se cayó a un río de agua transparente y un salmón quería llevárselo en la boca. Su amigo le dio la mano y le salvó. Ya no había peligro, y entonces, subieron la montaña. Al cabo de un día ya habían llegado a la cima y pusieron una bandera que decía: “ Todos somos amigos y juntos lo conseguiremos”.

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Mario / 8 años

SO


ilustración: BEATRIZ SÁNCHEZ DE LA VILLA

OMOS aMIGOS

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ilustración y TEXTO:

Jaime / 9 AÑOS

Había una vez, un brujo que hacía todo

eL niño, eL bRU tipo de hechizos pero estaba modernizado.

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y


Era como los humanos: tenía trabajo, dinero y hasta era de Vodafone. Pero vivía en un castillo encima de una nube, y tenía una escoba. El brujo se llamaba Nevery. Su castillo era de cristal, y las alfombras de pelo de tigre. Al lado había una mina de carbón donde hacían trabajar a los niños durante diez años y luego, les daban un día libre. Ese día llegó y, un niño llamado Arturo, se fue de paseo

por el prado de todos los colores por las flores y pasó por debajo de la nube blanca y esponjosa que tenía el castillo encima. “Que baja es la nube” pensó, y aunque tenía un poco de miedo, se subió a la nube.

Al ver el castillo de cristal casi (y digo “casi”) se desmaya del susto, pero se metió en él y fue recorriendo pasillos con alfombras muuuuuuy largas, hasta llegar a una habitación donde había una escoba dorada, la cogió y cuando iba a salir oyó una voz que dijo: ¿Qué haces tú aquí?. Arturo muerto de miedo, se dio la vuelta y allí estaba Nevery feo y tenebroso. Al verlo, Arturo se fue volando con la escoba. Nevery estaba furioso y tanta furia tenía que se murió. Al día siguiente Arturo volvió al castillo y se quedó con él.

UJO

FIN

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Si, así

murió Mery McSwin. El 17 de Mayo de 1987, todos los ilustración: RUTH ALTEA vecinos del piso estaban reunidos alrededor de la hoguera, ya que esa semana, había fiestas. Mery estaba con su marido, Berto, que tenía un año más que ella. A la mañana siguiente, se despertó, se tomó su café con doble sacarina y una magdalena con pepitas de chocolate. Acabó, lo recogió y lo limpió todo, y después salió a pasear a su perra África. Durante el camino, saludó al vecino del bajo, le conocía de antes porque no era el primer año que venía a ese apartamento en Almería a pasar unos días al año, y a la vendedora de flores del quiosco de la esquina. Era una mujer muy sociable, siempre se encontraba con gente a la que conocía. Por eso fue mucho más rara su muerte. Desde pequeña tenía una afición, le encantaba dibujar botellines de cerveza. Esto sucedió porque su padre siempre, tenía la costumbre de beberse una o dos cervecitas tres días a la semana: el martes, porque era el único día que libraba en el trabajo (su padre era mecánico), el viernes porque era el principio del fin de semana y el domingo porque era el final del fin de semana. Guardaba en su habitación un álbum con dibujos, su favorita era una “Mahou” que dibujó con tan solo diez años.

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Irene / 14 años

A sus veinticuatro años dejó de dibujar botellines, porque empezó a trabajar y quería centrarse en las cosas más importantes de su vida. Mery fue médica. Cuando llegó a casa comió con Berto. Tenían un hijo que vivía en Luxemburgo desde hacía medio año, se llamaba Nicolás. Ella tenía cincuenta años recién cumplidos (el quince de Mayo). Esta fue la última comida que realizó Mery en el apartamento, . me contó su marido Se echó una siesta, no muy larga, se calzó y volvió a la calle. Fue a un parque cercano del bloque, donde se alojaban y empezó a echarles pan a las palomas. El parque se llamaba “El Antiguo”. Tenía una zona infantil, con columpios y toboganes y unas mesitas de picnic, con bancos alrededor. En uno de ellos se sentó Mery. Cuando alzó la vista se dio cuenta de que no había nadie más en el parque, y eso que solo eran las seis y cuarto de la tarde. Era una mujer que sabía cómo entretenerse para no aburrirse, .

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le gustaba imaginar cosas, y eso hizo durante algo más de veinte minutos. De repente empezó a ver sombras. Mery nunca se asustaba Sombras, sombras y más sombras. Alguien la tapó la boca y los ojos, y se la llevó a un lugar del que nunca volvió. Una niña de nueve años que lo vio todo desde la ventana de su apartamento, me contó que el hombre que la secuestró era alto, delgado y llevaba un gorro que le tapaba toda la cara menos los ojos. Vestía toda su ropa de color negro, el coche en el que la metió también era negro. No se volvió a saber nada de Mery, pero cuatro años después de su desaparición, llegó a casa de su hijo Nicolás, una carta con la mayoría de los dibujos de cerveza, entre ellos el favorito de Mery, “Su Mahou” como decía ella. Y os preguntareis porque escribo esta historia, pues bien, yo soy periodista, y soy también la mujer del hijo de Mery. No llegué a conocerla, porque yo me casé con Nicolás después de su desaparición. No hemos vuelto a saber nada de ella. Nicolás colgó todos los dibujos de su madre en las paredes de nuestro salón. Ayer, mientras me tomaba una cerveza, estuve observando todos los dibujos y pensé qué pudo haberle pasado a Mery en realidad. Yo me pregunto si sigue dibujando botellines en algún lugar

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mi úLtima

navidad

Sara / 14 años

Nadie vivía allí. No se escuchaba nada, aunque a través de la ventana que parecía ser la del desván había luz.

Aquella noche no conseguí dormir pensando, si en esa casa había alguien; pero ¿cómo podía estar habitada?. Era vieja, y estaba muy descuidada; además la gente contaba que estaba construida sobre un antiguo cementerio, y decían las historias, que a las vísperas de navidad los muertos se manifestaban. Yo nunca lo creí. Como todos los años, nos encontrábamos cerca de la casa, por vacaciones de Navidad con mis padres, y precisamente hoy era 23 de diciembre; y esa luz, en aquella casa… Al día siguiente fui a buscar a Nuria, una amiga mía, y que coincidíamos siempre en este pueblo por estas fechas; la conté todo, y aunque ella era muy miedosa, quiso que fuésemos a verla. A mí me daba igual, sabía que esas cosas eran cuentos de abuelos para asustar a los niños. Quedamos esa misma noche, después de la cena familiar, sobre las diez, en la plaza. Llegué la primera, y estaba cansada de esperar cuando a mi móvil llegó un sms de Nuria: “SRA.STOY N LA CSA VIEJA”. Le contesté: “SPRA Q VOY”. Cogí el camino que llevaba hasta la casa, y sobre las once llegué, pero no vi a Nuria por ningún lado, aunque la puerta de la casa estaba abierta, y la ventana del desván seguía iluminada, pero su luz esta noche era roja. Estaba cagada, y no sabía que hacer.

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ilustración: PABLO PICASSO

Pensé que Nuria estaría dentro de la casa, así que mi miedo fue a menos. Pasé, y la vi en una esquina, de pie y paralizada, con la cara blanca. A sus pies había sangre, y su jersey estaba manchado también, la mancha parecía un símbolo, pero no conseguía verlo del todo. Con mucho miedo me acerqué a ella, la agarré de un brazo y la pregunté: -¿Qué te ha pasado Nuria?. No me contestó. No podía hablar. Estaba muy pálida.

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Enfrente de nosotras había un reloj de pared lleno de te. larañas, con sus manecillas paradas en las XII. Entonces caí

en la cuenta de que mañana era el día Navidad, y me entró un tembleque que mis piernas no me aguantaban. De pronto, oí un ruido que venía de la parte de arriba de la casa y que hizo que mi miedo fuese más grande; y aumentó más cuando miré a mi espalda y Nuria ya no estaba. Yo no creía en historias de miedo y subí a buscarla. Al llegar a la parte de arriba de la casa no encontré a Nuria por ningún lado. Mi miedo cada vez

se hacía más grande, tan grande como la habitación aquella en la que me encontraba más sola que nunca. En el techo de la habitación estaba la trampilla cerrada, y la escalera que conducía al desván. A través de las rendijas de la trampilla se colaba la luz roja. Yo seguía con mucho miedo, pero fui valiente y subí las escaleras. Empujé la trampilla y asomé parte de mi cuerpo. Unos brazos me agarraron de los hombros y de un tirón muy fuerte me metieron adentro del desván. Entonces oí una voz: Vas a morir como yo he muerto. Yo no vi a nadie, pero sentí la punta afilada de un cuchillo dibujando la forma de una cruz sobre mi pecho.

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S 0 S O d iE

Alba / 9 años

En el pueblo de Santa Susana

OS fATASmAS

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está ocurriendo algo extraño y se están marchando todos sus habitantes. Cuando preguntó el alcalde que por qué se iban, le dijeron que el pueblo tenía fantasmas. El alcalde buscando en internet encontró a unos niños que le podían ayudar, y los llamó. Después de hablar con ellos decidieron que esa noche irían al pueblo. Estaban esperando impacientes, cuando por la carretera apareció un autobús lleno de niños con sus padres. Uno de los padres bajó y preguntó: ¿Dónde están esos fantasmas?, que vienen los niños con ganas de asustarlos. Después de explicar como lo harían, abrieron el autobús y estaban todos los niños llorando, era un ruido insoportable, fueron paseando por todo el pueblo con


todos los niños, hasta que los fantasmas decidieron irse por no aguantar tanto ruido de los niños. Cuando se fueron los fantasmas, cogieron del autobús la merienda de los niños y dejaron de llorar

ilustración: MAUD HELENE LEJEUNE candela14@hotmail.fr

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ilustración: SILVIA ZARZUELA

L a pi

Había una vez, un niño que se llamaba

Palillo Huasinton. Le llamaron Palillo porque cabía por las alcantarillas, por las verjas, etc. El siempre estaba triste porque no tenía amigos. Un día Palillo se encontró una piedra muy bonita en el parque y se la llevó a casa para dejarla en la estantería. Cuando Palillo se durmió la piedra saltó de la estantería y fue a despertarle. Primero le dio en la nariz pero no se despertaba, después

Jorge / 9 años

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ieDramágica

saltó a su estómago y se despertó, luego le dijo a Palillo: Hola soy una piedra mágica y te concederé un deseo. Palillo se asustó al ver que la piedra hablaba pero después se tranquilizó. Palillo le dijo que quería tener amigos y la piedra lo hizo. De repente la piedra se esfumó y salió humo. Al día siguiente tuvo dos millones cuatrocientos cincuenta y nueve amigos y una novia que se llamaba Sepator Dorquin. FIN

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¡Hola! Soy Manolo el lápiz y os voy a contar sobre mí. Nací en

la papelería “Buitre” de Aranjuez y allí me compró una tal Nuria. Un día se enfadó y no tuvo nada mejor que hacer que romperme por la mitad, tenia que quitarse su ira con algo ¿no? De la basura me llevaron a otra basura pero mas grande. Allí me encontré con más lápices rotos, papeles hechos pedacitos, botellas de cerveza… Al día siguiente nos recogió el camión de la basura y nos llevó a un gran centro que llevaba de titulo: “¡Utilicemos las

eL Lápiz que dibu Elisa / 11 años

tres erres!” Allí me clasificaron con los de mi “especie”. Conocí a Bartolo. Su historia era más dura que la mía. Su dueño, Alejandro, había estado saltando sobre el, mordiéndolo y su perro Félix le había echado un regalito encima más de una vez. Me alegré de no haber estado en su lugar. Como os dije antes el centro se llamaba las tres erres, por lo tanto también se encargaban de reutilizarnos. Un mes más tarde me encontraba en otra papelería la que sería mi segunda casa.

ilustra ANA DE FRUTOS

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No tardó en comprarme una linda y educada niña llamada Beatriz. Cuando me cogió por primera vez noté sus cálidas manos sobre mí. Me llevaba hacia mi tercera casa. En aquella casa o estuche había desde los más temibles sacapuntas hasta las inofensivas gomas de borrar. Tan solo dos de aquellas pinturas fueron a recibirme: -¡Hola! ¿Eres nuevo por aquí? Yo soy Zig y aquel- dijo señalando a la pintura que tenia al lado- es Zag.

ujaba mariposas Juntos me fueron enseñando como estaba todo organizado y antes de que se fueran a dormir me dijeron que mi habitación estaba cerca de Pink, la pintura más guapa de todo el estuche: reía como las mariposas y siempre lucía sus mejores sonrisas. Al día siguiente me sobresalté al ver el movimiento que había. Seguro que mi dueña Beatriz iba corriendo con la cartera y se movía todo. Cuando salí de mi habitación el único sacapuntas (por suerte) que había allí se me acercó a dar la bienvenida -Hola chato… verás te explico las normas: cuando yo quiero

ación: S Y DEL VALLE

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me obedeces porque si no te saco punta y te crujo vivo ¿Lo captas? Más vale fuerza que maña… ¿O era al revés? Jajaja asi que ya sabes amigo, yo que tú no me metería en problemas.- y se despidió con la mirada del tigre. De repente noté como un aire venia hacia mi; era Bea que había abierto su estuche; empezaba el colegio. Al principio fue un poco rollo pero por fin después del recreo tocó mi turno de escribir. Nunca había escrito y estaba nervioso. Zig y Zag me dijeron que no era nada difícil, solo había que dejarse llevar y Pink me plantó un beso antes de que saliera al ataque. Zig y Zag tenían razón, lo de escribir era como un juego, tan solo había que dejarse llevar. Era muy divertido y ya estaba impaciente porque me volviera a tocar. Así, día a día, sigo con Bea tan feliz escribiendo números, letras y dibujando preciosas mariposas. Antes de que se me olvide Pink me pidió ser su novio y yo, pues la dije que si. El sacapuntas me vio estar con ella y me quiso crujir vivo, pero justo el día en el que me amenazó le sacaron del estuche y pusieron en su lugar a un sacapuntas demasiado pacífico. Lo llamamos Gordito porque tiene dos partes: la de los mayores y la de los de mi edad. Estoy muy contento de ser un lápiz que tiene amigos, novia y una dueña que también me quiere. Sólo que me han dicho que cada vez los niños utilizan menos los lápices y eso a mí, personalmente, me da mal rollo. Así que mi objetivo contándote mi vida es que nos utilices más y que no me entere yo que esos papeles pasan hambre… Y aquí me despido amigos, por fin, si es que me enrollo un montón… pero no me olvides, ni a mí, ni a ningún lápiz del mundo mundial.

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FIN


ilustraciテウn y TEXTO:

Javier / 9 Aテ前S

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Había una vez , en un pue-

a Lección de BRUNO

blo muy pequeño, un niño egoísta que se llamaba Bruno. Siempre lo quería todo y siempre estaba presumiendo, y los niños no querían ser su amigo. Un día se chocó con un tipo viejo y Bruno dijo: mire por dónde va. -Lo siento pero yo no he sido, dijo el señor en voz baja. Escucha chico, algún día entenderás que el egoísmo no te llevará a ninguna parte. Te va a caer un conjuro de la mala suerte hasta que tengas un respeto por los demás. Bruno dijo disimuladamente: bueno se me hace tarde, adiós. A la mañana siguiente Bruno se despertó y fue a almorzar. Su madre le quería hacer tortitas, pero mientras las hacía en la sartén, salían disparadas, con el sirope incluido, hacia la cara de Bruno. Entonces comprendió que el señor tenía razón. Desde ese día ya no es egoísta y no le gustan las tortitas.

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FIN

ilustración: DÉBORAH MARTÍN


La LLiÇó d‘en BRUNO

Hi havia una vegada, a

un poble molt petit, un nen egoista que es deia Bruno. Sempre ho volia tot i sempre estava presumint, i els nens no volien ser amics seus. Un dia es va xocar amb un tipus vell i Bruno va dir: miri per on va. -Ho sento, però jo no he estat, va dir el senyor en veu baixa. Escolta noi, algun dia entendràs que l’egoisme no et durà enlloc. Et caurà un conjur de mala sort fins que tinguis un respecte pels altres. En Bruno va dir dissimuladament: bé se’m fa tard, adéu. Al matí següent, en Bruno es va despertar i va anar a esmorzar. La seva mare li volia fer creps, però mentre les feia a la paella, sortien disparades, amb el xarop inclòs, cap a la cara d’en Bruno. Llavors va comprendre que el senyor tenia raó.

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Des d’aquell dia ja no és egoista i no li agraden les creps. Fi.

PAU / 10 años

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Claudia /9 años

Érase una vez una señora llamada Emilia que vivía en una mísera casa de cartón en un callejón abandonado. Un día salió corriendo del callejón porque vio que un señor estaba colocando un cartel en su miniapartamento,

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ella le dijo: - Eh usted ¿qué cree que está haciendo en mi casa? - ¿Su casa?. ¿Usted vive ahí?. - Si. ¿Pasa algo?. .

ilustración: ALEJANDRA FRANCO BARBERÁN


- No, no. Solo estaba colocando un cartel para intentar vender una cafetera que acaban de sacar al mercado. Yo que tú la compraría. Dicen que tiene poderes mágicos o algo así. - ¿poderes mágicos? ¡Ja! Como si yo me creyera algo así. - ¡Que sí! Insistió el hombre. Puede cambiar a alguien como tú a ser reina. Bueno, estoy perdiendo el tiempo hablando con una vagabunda. ¡Adios!. ¿Una cafetera mágica? Me voy a dormir a ver si me viene algo bueno a la imaginación. Cuando Emilia se durmió sintió algo que en su sueño ella creía que era realidad. En su sueño todos los habitantes que compraban esa cafetera pasaban de ser gente normal a ser esqueletos. ¡Esqueletos, no puede ser!. Tengo que salvar al mundo de esa estúpida cafetera. ¡Super Emilia al rescate!. Entonces, por fin, en su sueño salvó al mundo pero ¡¡¡Bummmm!!! Por un estúpido escalofrío que le dio

haLLOWEEN y La cafetera mágica

había terminado el sueño. Salió de la caja, vio que todo el mundo era monstruo o esqueleto. Entonces Emilia dijo: ¡no ha sido solo un sueño!. Emilia vio que todos los monstruos y esqueletos se acercaban cantando ¡Feliz Halloween!.

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Baile

Queridos lectores, la chica de la que os voy a hablar, es castaña, alta, ojos marrones ¡nada del otro mundo! Está en pleno desarrollo hormonal (creo que así es como lo llaman los adultos) y para ella los granos y los exámenes son su desesperación. Cuando llega a casa (o en el colegio mismamente) lo primero que se encuentra es a su hermana, una niña desobediente y maleducada que encima te chulea y te responde de muy malas maneras. Aunque también, muy de vez en cuando…, saca su pequeño corazoncito y te hace disfrutar de unos minutos de armonía y bienestar; para que os voy a engañar. Pero esta chica tiene unos cuantos truquillos para desestresarse; para ello, o bien juega a la DS (un tipo de consola) o bien escucha música mientras se echa unos bailecitos. Aunque lo que más le gusta es conectarse al Messenger y desahogarse con sus amigos, porque aun habiéndolos visto todo el día en el colegio, a ella le da exactamente igual y disfruta de una charla escrita de frases que para los adultos simplemente son letras y más letras sin sentido alguno. Hay muchas veces que la pesada de la hermana de la pobre chica adolescente, se pone a leer las conversaciones de ésta y eso ya tiene un límite, la adolescente se enfada y le grita a su hermana, ésta le contesta con una de sus chulitas frases y ya la tranquilidad y el bienestar se van a la “basura” (por no decir otra cosa) por una hermana cotilla. Esta chica, soy yo.


de HORmOnaS Irene /14 años

CAPÍTULO: ¡QUÉ VERGÜENZA! Me levanto como todas la mañanas, me ducho y me dirijo hacia el metro para llegar al colegio. En el colegio todo bien, las asignaturas no son muy pesadas si no lo contrario, me resultan amenas (unas más que otras). En el recreo bien, me echo un partidito de baloncesto con mis amigos. Por la tarde, como toda adolescente, yo también quiero llegar a casa y descansar un poco en el sofá, viendo mí serie favorita. Por fin llega la hora de irse a casa y mi madre viene a buscarme; como siempre. Aparca en segunda fila y espera a que salga. Esta madre, o no es una madre normal, o son las hormonas que te hacen verlo todo bajo un punto de vista diferente. El caso es que cuando salgo del colegio, lo primero que veo es a una madre sin peinar, desconjuntada totalmente y que me saluda como si fuera una niña pequeña y que a la vez pega brincos descontroladamente y dice mi nombre a gritos, para que todos mis compañeros sepan que la loca que está enfrente mía no es otra que mi madre. Yo después de la vergüenza y de la cara de desesperación que llevaba encima, fui andando (casi corriendo) hacia mi madre y sin darle dos besos en las mejillas le hice todos los gestos que existían para que dejara de saludarme y para que se metiera en el coche. A continuación disimulé para que nadie me viera, ya que yo era parte del espectáculo, porque, la protagonista de la actuación, era mi madre.

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CAPÍTULO: ¡CUIDADO CON LOS COLORES!

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Un nuevo día… Una vez ya en el colegio, empezamos la clase y en este caso nos tocaba lengua. Es una de mis asignaturas preferidas, pero cuando la profesora nos dice algo que tiene que ver con “salir a la pizarra”, eso me gusta menos. Sin embargo a mi me pasa una cosa muy curiosa y es que no me importa leer las cosas de los demás, de un escritor o una leyenda incluso, pero lo de inventar algo. y luego presentarlo y leerlo en voz alta de cara a toda la clase… ¡no me gusta nada! Levantarme de mi silla, caminar hacia la pizarra y ponerme frente a ellos; esa sensación de que todos me están mirando y que si me equivoco me voy a poner como un tomate, ahí si que la hemos cagado. Todos los chicos de la clase me miran y se ríen ; por eso me enrojezco más y más, la profesora se ríe también (pero no tan exageradamente y no por equivocarme sino por ponerme roja) y me dice que continúe leyendo, mientras, mis amigas me dicen con gestos que la he cagado y ahí pienso, por qué la profesora me había obligado a salir a la pizarra con lo bien que estaba yo sentadita en mi silla sin decir nada.


CAPITULO: UN EXAMEN… Hoy es de estos días que hubiera preferido no levantarme de la cama porque, lo que me espera en el colegio es una cosa muy diferente a un recreo. Es nada más y nada menos que… ¡un examen! ¡Sí, esa especie de hoja llena de preguntas que le faltan las respuestas! mis padres me dicen que no me preocupe, que me lo he estudiado bien y me lo sé, que seguro que lo voy a aprobar, pero claro, cuando llega la hora de la verdad, se me ha olvidado todo, que como era ésto y aquello que sólo me acuerdo del final, etc. Las manos me empiezan a sudar, el pie empieza a dar golpecitos en el suelo, la mano sostiene el boli y no sé que hacer con él, miro el reloj y no se para, tic ilustración: tac tic tac…, y el profesor me mira ANA FERNÁNDEZ GARCÍA con una cara... . Luego empiezan los comentarios de mis compañeros de clase con: “¿Cuánto falta?” el profesor mira su reloj y dice: “10 minutos”Ahí mi cara se pone pálida y no sé si pensar o que es lo que hacer. Empiezo a forzar el cerebro y a intentar recordar lo que había estudiado y lo que me sabía. Al final pienso que me ha salido fatal, pero cuando a la semana siguiente me entrega el profesor el examen… ¡he aprobado! No es lo que se dice un 10 pero algo es algo. (No me ocurre esto en todas las asignaturas). Y con este relato ya acabado, 33 continúa mi dura vida de adolescente.


y LaS FieSTa

L iNVeNTOR

Marta /9 años

Érase una vez un inventor que

estaba un poco chiflado. El inventor se llamaba Darío. Siempre estaban inventando cosas raras como la tostadoraman … Mientras que estaba durmiendo, en la cocina hicieron una fiesta los tenedores, la tostadora, la lavadora, la cuchara, etc. Al día siguiente cuando iba a desayunar, todo estaba por los suelos, los platos, los vasos… Darío se quedó asombrado y se dijo ¿qué ha pasado aquí?. Nada pensó.

eN S


a

SU COCiN

Darío se lavó los dientes con un pepinillo e hizo las tostadas con la lavadora. De pronto, llamaron al timbre, era su vecino Anacleto que le dijo: - ¿Darío ayer montaste una fiesta?. - No - Ah, es que ayer se oía mucho ruido en tu casa. Cuando llegó la noche Darío se escondió detrás de la pared y vio como montaban una fiesta toda la cocina. Entonces entró y dijo. - Basta de fiesta, al fin os he pillado. Entonces en su cocina no hubo más fiestas porque Darío inventó el cuchillo-policía que vigilaba todas las noches.

ilustración: ROCÍO DELGADO HERREROS

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ilustración: FERNANDO NAVEIRAS

Había una vez, en un laboratorio descuidado y malo-

liente, un hombre que al igual que su laboratorio no se duchaba desde hacía ya cerca de un mes, pero ¿qué era?, ¿acaso era un vagabundo? O ¿un vendedor de salchichas?, ¡pues no!. Porque era… era… ¡un científico!, pero no un científico cualquiera era ¡”el científico loco”! El científico loco estaba trabajando en hacer que un objeto cobrase vida y para ello utilizó a un espagueti. Se pasó las

RobóTico 36


Y así el científico loco decidió dormir un poco. A la mañana siguiente el científico loco estuvo buscando un nombre para su creación. - ¡Ya lo tengo! -dijo muy nervioso– no es muy corriente pero da igual, se llamará… ¡Espagueti robótico!

Jose / 11 años

horas investigando y haciendo pruebas que al final resultaban fallidas, hizo muchos avances pero no consiguió su objetivo, a pesar de todo él no se rendía y siguió haciendo pruebas. Una noche, agotado debido a que ya eran las dos y cuarto de la madrugada, hizo el último intento pensando que iba a suceder lo mismo, pero esta vez cambió algo, ¿sería esta vez la buena? o ¿volvería a fallar? Después de esperar media hora los resultados salieron de la máquina, el científico miró los resultados detenidamente una y otra vez. ¡Lo había conseguido!, ¡era un genio!, ¿había hecho lo que nadie hizo nunca!, no se lo podía creer, estaba atónito, estupefacto, era increíble, había logrado dar vida a un espagueti mediante la tecnología. – Pero, un momento -dijo– tengo que buscarle un nombre -pensó- a ver... Carlitos, Pepito, Menganito… Bueno dormiré un poco y ya mañana me lo pensaré.

Y así fue como el científico loco decidió el nombre de su creación. Después de tres largos meses la creación del científico loco: “Espagueti robótico”, estaba a punto de salir. Un poco después, los cristales de la máquina estallaron y Espagueti robótico salió. El científico loco estaba en su despacho cuando de repente oyó los cristales y fue hacia allí.

- ¡Hurra!, ¡hurra!, mi creación es un éxito ¡yupi!, ¡yupi! –decía mientras saltaba como una nena, ¡pero su creación no estaba se había esfumado, había desaparecido!- ¿Dónde estás bonita? Ven con papi. Pero la criatura estaba escondida porque, el científico loco tuvo un error aquella noche, ¡darle un cerebro! La criatura se acercó sigilosamente a su creador por detrás, cogió un trozo de cristal

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que había científico hacia - Esta he matado dominar todos llaman

estallado antes y se lo clavó por la espalda al loco, que tras la puñalada con el cristal se cayó atrás y se la clavó aun más. será una nueva era, porque yo, Espagueti robótico, a mi creador y gracias a su tecnología podré a este diminuto e insignificante planeta al que “TIERRA”.

Y así nar el utilizó máal igual perfectos en la allí no ti, tarse, unos

Espagueti robótico mató a su creador para domimundo. Tal y como dijo, Espagueti robótico la tecnología de su creador para poder crear quinas avanzadas hechas para destruir y matar, que su creador, Espagueti robótico fabricó clones de él mismo para formar un ejército. Mientras tanto ciudad, los hombres y las mujeres que vivían se podían imaginar que algo como un espagueque para ellos es un objeto que solo sirve para alimenestuviera planeando “el fin del mundo”. Después de tres días Espagueti robótico ya tenía su ejército preparado para la lucha debido a que la tecnología que él disponía era mucho más avanzada que la de su creador. Ya con su ejército listo y sus máquinas destructoras a punto, Espagueti robótico salió del laboratorio para iniciar la batalla que para los humanos sería el fin. Espagueti robótico mandó que se dispersaran y se escondieran hasta que diera la orden. - ¡Ya!, ¡vamos!, ¡al ataque! -dijo, y todos fueron a la carga destruyendo todo lo que había alrededor. Cuando el gobierno se enteró, mandó que fuera el ejército a la batalla, cuando llegaron, los dos ejércitos se detuvieron un momento y gritaron a coro- ¡¡¡¡a la carga!!!

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Los espaguetis eran millones y se les colaban dentro de la camisa haciéndoles cosquillas y acababan retorciéndose de risa en el suelo y cuando estaban ya rendidos de tanto reír, las máquinas destructoras les machacaban con sus


cañones. Cuando el gobierno se enteró de que todos morían a causa de esos espaguetis, mandaron a todos sus ejércitos. Cuando llegaron, los espaguetis habían acabado con todos, así que tuvieron que atacar con todas sus fuerzas, tanques, bombas, misiles aéreos, mandaron de todo, pero eran demasiados y finalmente la avanzada tecnología de Espagueti robótico acabó con todos los ejércitos. - ¡Hoy, como anuncié, comienza una nueva era, la era de los espaguetis, nosotros, los espaguetis, también tenemos un corazoncito por eso... - ¡Espera un momento! -¿Quién osa interrumpirme? - Yo y todos los que hemos sobrevivido a vuestro ataque nuclear. Antes de que termines la frase atrévete a luchar contra los que quedan. – De acuerdo, pero ten en cuenta que has firmado tu sentencia de muerte. ¡Acabad con él! –dijo, y como mandó, lo hicieron. – Ya está, como habéis visto no me gusta que me interrumpan, ¡así que si alguien quiere decir algo que lo haga ahora o que se lo calle! Bien, como iba diciendo nosotros también tenemos un corazoncito y os lo vamos a demostrar. Ésta es mi propuesta, no moriréis... -¡uf! -dijeron todos a la vez. – pero tendréis que servirnos como esclavos durante toda la vida, os daremos alimentos y dejaremos que os reproduzcáis, a cambio de que vuestros hijos también trabajen para nosotros - ¡No! ¡Y no quiero que mi hijo trabaje para unos asquerosos espaguetis! - ¡Fulminadlo!- y como lo dijo se hizo. - ¿Aceptáis la propuesta o queréis acabar como él? - ¡La aceptamos! - Buena respuesta, ¡y vosotros a trabajar!. Y así fue como Espagueti robótico consiguió ser dueño y amo de todo el mundo. FIN

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ADRIÁN & DAVID GONZÁLEZ BELLA / 10 años

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Un Cuento RARÍSimO © 2005

(O La eX BueN eNCa Jordi Sierra i Fabra Qu

Érase una vez una princesa buena y dulce... (Perdón, no empecemos mal. Un cuento que comienza así es una cursilada). Pero es que la princesa era buena y dulce. (Vale, pero no cuela. Estamos en el siglo XXI. La liberación de la mujer empezó el siglo pasado). De acuerdo, pues era una princesa que... (Mejor. Pero, ¿qué clase de princesa era? ¿Trabajaba? ¿Era independiente? ¿Vivía en casa de sus padres o ya tenía piso propio?) Bueno, si es una princesa... ¡En los cuentos, las princesas viven en palacios! (¿Me estás diciendo que no daba golpe? ¿Me dirás incluso que era de esas que espera un principe para ser feliz y comerse la perdiz y todo ese rollo?) Pues sí. Era una princesa cuyo padre, el rey Feroz... (O sea que, además, el padre era un ogro. Más tópicos. Todo el día trabajando y sin tener tiempo para la pobre princesita, que estaba sola y... ¿Suelto una lágrima? ¡Por favor!) No, el padre no era más que eso, Feroz. La tenía encerrada porque una bruja, la bruja Perversa, la había encantado y... (¡Huy, huy, huy! Pero, ¿de qué vas? Mira, a mi me gusta el rock duro, llevo media docena

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XTRaÑa HiSTORia De La PRiNCeSa Na y DULCe, HiJa DeL Rey FeRoZ y aNTaDa PoR La BRuJa PeRVeRSa, ue eSPeRaBa uN PRiNCiPe PaRa SeR FeLiZ y BLa-BLa-BLa) ilustración: MAYTE SÁNCHEZ SEMPERE

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de piercings, el cabello pintado de verde, me va la marcha y ya no soy una cría, ¿vale? ¡Tengo doce años!) El cuento de la princesa, su padre y la bruja... ¿no mola? (No). Pues vaya. (Vamos, tío, enrollate). Si es que... (Puedes hacerlo mejor). No sé cómo. (Mira: ella es una tía súper, que trabaja en una boutique, con un jefe baboso y fondón que quiere venderse la tienda y colgarla en la calle, así que le monta un pollo al pavo que lo deja tieso, va a un abogado laboralista que está macizo y tienen una historia aunque chateando conoce a otro menda que la priva cantidad, así que al final y tras trincar la pasta acaba pasando de los dos para irse al Caribe a tomar el sol). Eso no parece un cuento, la verdad. (Pero es real, tío). Esto ya no es lo que era. (Pues claro que no. ¿Te extrañas?) Yo sólo quería escribir un cuento, normal y corriente, clásico. (Eres un inocente). Por cierto, y tú quien eres. (Tu sentido común). ¿Mi sentido común tiene doce años, lleva piercings, el pelo verde y le gusta el rock duro? (Sí). Me gustaba más antes. (Bienvenido al mundo real). ¿Sabes que te digo? (¡Eh! ¿Que haces?) Pasar de ti. Soy escritor. ¿Para qué quiero sentido común? (¡No puedes pasar de mí!) Si puedo. Mira: (¡Ah, que patada! ¡Bestia!) Érase una vez una princesa, buena y dulce, cuyo padre, el rey Feroz, la tenía encerrada en lo alto de un torreón porque la bruja Perversa había arrojado sobre ella una maldición al nacer. Un día, un hermoso, hermosísimo principe, valiente y galante, llamado Godofredo, llegó cabalgando en un corcel blanco y...

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(Del libro “Cuentos y poemas para un mes cualquiera”, con permiso del autor)


En marzo de 2009, la revista aL OTRO LADO DEL ESPEJO, comienza a ver la luz gracias al empeño de la asociación cultural La Vida Rima. Su pretensión: llenar el vacío inexcu-sable que el panorama literario español se empeñaba en hacer al relato, al cuento. La revista dedica sus páginas -físicas y virtuales- al relato en sí mismo, sin más pretensiones; con ilustraciones que acompañan y complementan. Un espacio donde tienen cabida los escritores de relato, los cuentistas, los microrelatistas, los ya conocidos y los no tanto. Conseguida su puesta en marcha y animados por la magnífica aceptación de la que disfruta, el paso siguiente, difícil, pero también satisfactorio y sin duda el obligado, era hacer que nuestro especial anual, en este caso, el primero, fuese dedicado a los niños. Esos receptores ancestrales del cuento, con sus cabecitas llenas de historias. Así que, un puñado de ilustradores rebuscaron en su lado más infantil para acompañar esos cuentos, el maestro Jordi Sierra i Fabra nos regaló uno de sus cuentos para niños y no tan niños –gracias Jordi- y 16 mentes pensantes en pleno desarrollo nos han mostrado lo que sueñan. Disfrutemos de la imaginación y de la frescura que solo los peques poseen, mientras lo posean.



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