/Sesiones-del-1-al-31-de-agosto-

Page 56

casi toda3 Ias fuerzas de la Europa, y llegd á juntar 390 000 combatientes, que quedaron sepultados eU aquel paíafrio, sahhbse ~010el tirano. Esta destrucciou la cau. 3ó sin duda la Providencia. En estas circunstancias el ruso Sigue 8uS huellas á Bonaparte, valiéndose de su8 mucho8 recursos: levanta el tirano otro ejército, y en cuatro meses presenta una fuerza capaz de destruir al enemigo; pero gde qué naturaleza, Señor? iDe aquella fuerza dominante, que todo 10 arrolla? No, Señor. Se CompoUiade paieano3 armados, que no eran soldados. Esto ha resultado en la última guerra que se ha hecho 8 BoUaparte por la Rusia. iPresenta un ejército de aquellos regimientos antiguos? No, SeiiOr. iGana provincias ó Reinos? No, SeÍíor. Adelanta algunas millas, recibiendo cuando mepo tanto daño como el que él causa á sus enemigos. Estas operaciones es preciso que nazcan de un principio, como he dicho. E8 cierto que podrá reunir hombres, pero no militares, porque no se forman tan pronto. Es innegable, Señor, que un ejército no eeforma en tres, cuatro, ni seis meses, sea quien quiera el que10 maneje, La historia no nos presenta un ejemplo de esto: yo á lo menos no lo tengo. La Europa hasta ahora tampoco no8 ha descubierto ideas contrarias. Esto supuesto, vamos al caso más terrible para la España. Supongamos que se hace la paz con todas las Naciones de la Europa, menos con Eapaiia y con su aliada la Inglaterra, esto es, paz general en el continente. Supongamos tambien que vengan esos franceses del Norte, que serán unos 300.000 hombres. &ue para esto ha apurado todos sus recursos, es innegable, porque interesándole mucho contrarestar á su enemigo, ha tratado de resistirle, porque el terror que le han infundido sus victorias es evidente. Para esto ha reunido todas sus fuerzas y ha dejado á la Francia desnuda. Pdro supongamos que hace t,ambien la paz con nuestro aliado el Emperador de Rusia, el cual yo no creo que nos abandonará. Aun en este supuesto tenemos que necesita 100.000 hom. bres para guarnecer sus plazas, porque así lo exige su reguridad propia. Otros 100.000 hombres necesitará cuando menos para que sirvan de reserva, porque hemos visto qae no puede aventurar todas sus tropas de una vez. èY se creerá ahora que basten para sujetar la España los 100.000 hombres que puede enviar? iY estos 100.000 hombres de tropas de muy distinta naturaleza que las que envió en 103 dos, tres y cuatro años primercs, serán bsstantes en nuestra situacion actual para retardar y deavanecer todas nuestras ventajas, y volver á dominar la España? Si esto8 principio8 so extendiesen, iqué confianza podrian tener los españoles, ni qué esperanza de arrojar á los enemigos? Yo no lo creo así. V. M. sabe que cuando se verificó nuestra insurreccion eran dueños de la España, que tenian dentro de ella 150.000 hombres. Sabe V. M. cuál era nuestra lamentable situaeion: la ni3gUna Comunicacion que teman nuestras provincias una8 con otras; y sin embargo de esto, resistimos todo su terror, todo su entusiasmo, Con que ahora que pisamos los Pirineos, ahora que los tenemos arrinconados en 3113fronteras, y que nuestras tropas pisan el territorio francég, jse creerá que porque vengan 100.000 hombres podríamos aterrarnos? Qué, ipodríamos ser destruidos aunque cargasen 100.000 hombres, ni aunque fuesen 150.OOO?Q~ie* ro suponer que nos arrollasen; que los aliados cediesen basta la marina, hasta el extremo del Reino: que eucediesen todas eetas desgracias: eatas noticias, que Por lo comun 8uelen extenderse con miis velocidad de lo neeesario, jno podrian saberse con tiempo suficiente Para que las Cortes 3e tra8ladasen á parage seguro? El Gobierno que .se compone de un número reducido de personas, jno

podria trasladarse tambien á las primeras noticias qUe re cib iese? Por Ultimo, Señor, me parece que, estando ya la raiz minada, y que no debiendo considerarse á la Francia eu el estado que ahora diez, ocho 6 seis años, no debiendo considerarse al enemigo tan temible, no me parece que tenga mucha fuerza este argumento de la Regencia. Digo esto, en cuanto á los males que hay que temer. Pero vamos 6 las ventajas, ventajas de mucha trascendencia, porque 3010el hecho de decir V. M. «voy al centro de la Monarquía, VOYá Madrid» es bastante para aterrar á la Francia. (flW’md20). Sí, Señor, digo que era bastante para aterrar á la Francia, porque manifestaba V. M. una fortaleza irresistible en el hecho mismo de decir: «Voy ii mi CentrO: no temo 6 mis enemigos: IOY he vencido: los venceré: Soydueño de la España: estoy en la capital de la Monarquía.* Esto influiria mucho. Y si no, en las guerras que ha tenido el tirano que ha dado motivo á esta discusion, siempre que se trataba de noticias, al oir que el enemigo estaba ya en Viena, no decíamos: aipues ya es evidente que ha triunfado de la Alemania?s Porque no todos saben el mapa, no saben que Viena no está situada en el centro del imperio como Wlrid. Decian: «iEa Viena? Pues ya es dueño del imperio: ya ha desorganizado el Gobierno. P Con estos pronósticos se proporcionaban sus conquistas, porque se decia: &on dueÍío3 de la córbe, luego son dueños del Reino; D por esta razon natural, de que quien es dueño de la cabeza, es dueño de todo el Reino. Esto se decia. Pues, Señor, ipor qué no hemos de suponer nosotros que en los franceses ha de producir los mismos efectos? $?or qué no se ha de decir que esto que en nosotros era una culpa, no La de suceder lo mismo á 108 franceses?iPor qué no ha de influir esto en el Gabinete de Viena? Viena no estará distante de auxiliarnos. El pacto de familia es cierto qne ha ligado á aquel emperador; pero se decidirá cuando le acomode, porque el empwador no ha mudado de naturaleza. iEn qué coosiste que hasta ahora ha estado en inaccion, 6 pesar de ese pacto de familia? En que ve que las circunstancias no le son lisonjeras; pero en el momento en que vea que puede re3catar parte de lo que ha perdido, está en el orden que procure hacerlo, aunque seadeclarándosecontraelque ahora es su pariente y amigo. Y debemos esperar que el emperador de Sustria se declare tan luego como tenga algunos datos que le prometan un éxito distinto del que el déspota le ofrece. Por consiguiente, yo estoy seguro que solo este paso de las Córtes deba influir en toda la Europa y que debe proporcionarnos los caudalea que nacesitamos. Todas las provincias lo desean, segun dice la representacion del ayuntamiento de Madrid. Así se verificarian 311s deseos y los conatos de V. M. por su prosperidad. So tendrá en V. M. aquel grado de condanza que debe tenerse. Estará el Gobierno más proporcionado para Continuar las relaciones con nuestros aliados. Las provincias, no solo Proporcionarán medios para la guerra, sino que lo8 mismos habitantes se ofrecerian á disposicion del Gobierno. Todo8 diriau: «Ahora se presenta el Gobierno en el centro. Vamos 8 adquirir victorias.» El entusiasmo nacional renaceria: el ejército, que se bate con entusiasmo, tiene ya medio vencido al enemigo. El enemigo está ya en la raya de 3U reino, internado en su propio país: V. M., situado en el centro de la Monarquía. Recordaré á V. M. que Madrid, por 3u localidad, parece que ha sido destinado por la Providencia para centro de la Monarquía, y que el Gobierno de Justicia debe eatnr en Madrid para ndmiuiatrarla á todas las provincias. Supone la Regencia que no hay m&os, que no hay fondos, Yo creo que V. M i por ganar


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.