Pequeña Antología Reducida de la Nada - Ángela Dussán (comp)

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Ilustración de tapa: Gonzalo y su ángel de la guarda del Maestro Fernando Botero Diseño & Diagramación: Angelarodante.blogspot.com Libre derecho de reproducciòn. Compilado en Tucumán Argentina Octubre - 2010. Ediciones Anku.


l Compilador: テ]gela Dussテ。n Nadaistas: gonzaloarango / Jotamarioarbelaez/ dariolemos/ x-504/ mariorivero/ eduardoescobar/ elkinrestrpo/ Amilkar.U.


Para quienes necesiten definición más clara:

una

"El nadaísmo fue un movimiento literario colombiano que se desarrolló durante el período 19501965; movimiento con rasgos contraculturales, tiene sus antecedentes en el dadaísmo y el surrealismo y estableció contactos culturales con la Generación beat, expresó una protesta contra las instituciones tradicionales de la sociedad y la cultura, protesta que filosóficamente se enmarca en lo nihilista” El nadaísmo era un voz de protesta que recorría el país, una voz joven, contestataria e irreverente, que no se callaba nada, y fue diciendo de a verdades, haciendo lo que el instinto les decía, desde una poética que no pretendía nada más que liberarse de las falsas leyes impuestas por los hombres. El Nadaísmo se constituyó siempre como un movimiento de rebeldía absoluta contra todo lo establecido, principalmente contra la academia y contra las prédicas moralistas del clero. El nadaismo más que un movimiento literario fue una generacion que, marcada por el pasado de un país, creía unicamente en la revolución, pero siempre prefirieron los libros y el arte a las armas, dejando marcas a futuras generaciones que tampoco creiamos en esperanzas pero si pretendíamos gritar acerca de la realidad que tanto nos está lastimando.

A manera de

presentación Hablar del nadaismo sería una "mamadera de gallo" como bien lo diría jotamario 50 años despues, pero hace parte de la historia, y ésta solo sobrevive contándola, materiorizándola. El nadaísmo irrumpió con furia y rebeldía ante una Colombia que no se lo esperaba, que quizá no andaba lista y tal vez por eso después del escándalo no se les "paró bolas" suficientes. Tal vez "los nadaístas ya no asusten a nadie", como nos dicen en las clases de literatura, pero igual no era su propósito, sólo querían "no dejar una fe intacta y un sólo ídolo en su sitio", y en su momento era más que suficiente, tal vez por eso, aún despues de medio siglo nos sigamos riendo a la par con los textos de jotamario, o sintiendo las mismas ansias de mandar todo a la mierda como Arango, o sencillamente hundirnos en la melancolía y la marihuana de Lemos porque el mundo ya no da para más. Quizá sea el país el que se quedó estancado en una época y por eso, los nadaistas nos siguen alimentando a los pocos lectores las ganas de quemar en plaza publica falsos ídolos, usar el papel higienico para


cosas útiles y dejar de ser palabras olvidadas en cementerios, como lo son los diccionarios y las bibliotecas. Ésta pequeña antología reducida de la nada, no tiene mayores pretensiones tampoco, sólo ilustrar de forma breve lo que fue el nadaísmo. Para ello, se tomaron únicamente textos de la época exceptuando el Último poema de Lemos,quien siempre conservó el estilo y su alma nihilista, y no tuvo tiempo a las mutaciones, porque fue nadaísta hasta su muerte. Faltan quizá algunos poetas, o esos no debieron ir ahí, o por qué puso éste y no aquél... este poemita carece de todo en lugar de éste, qué grande que hubiese sido, pero bueno la compiladora, siguiendo su instinto lector e investigador intentó tomar textos que mostraran en cada letra lo que era ser nadaísta, el pensamiento de los "cocacolos” y la desesperación de la que iban tiñendo el ambiente. Si Gaitán no hubiese muerto, el nadaísmo no hubiese existido, o quizá no se hubiera adelantado al parto; Colombia no sería lo que es y tal vez yo no estaría escribiendo éstos papeles, pero el diablo nos condenó a todos y muy seguramente a ustedes que a hora los leen. No se ha dotado a esta pequeña antología de la nota de bibliografia, pero si alguien desea concocer un poco más puede remitirse a las bibliotecas en general, o al gran oráculo google y ahí habrá bastante información...para qué seguir gastanto tanta tinta tonta. Que la revolución del espíritu nos encuentre nuevamente algún día tomando el café o en la ducha y nos armemos con lo único que sabemos hacer: poesía, para vencer a la batalla matutina del tedio. Y citando a Gonzalo Arango: "que la salvaje esperanza sea siempre tuya, querida alma inamansable”

Ángela Dussán


Defini ciones del

Nadaismo Los nadaístas son ante todo poetas. Por eso se ocupan de padecer la belleza del mundo. La poesía sale de ahí, no del conflicto social ni de la bomba H. Los poetas cubanos cantan y también cantan los poetas norteamericanos y ambos cantos son bellos. Y cantan también los poetas rusos. Se me dirá que ya los poetas no cantan, sino que aúllan. Está bien. Aullar es la manera de cantar que tienen los lobos. Es porque el lobo es un animal solitario como el poeta. No se puede criticar a los nadaístas porque no hacen tal o cual cosa. Ellos son sólo artistas, y pedirles otra cosa distinta de su arte sería como criticar al carpintero porque no hace el pan.

Pero en Colombia es así. A cada uno lo quieren poner a desempeñar un oficio que no es el suyo. Así vemos a los escritores tratados como sirvientas, y a las amas de casa laureadas como escritoras. Y vemos a algún pesado crítico literario descalificando al nadaísmo porque no hace la revolución comunista. ¿Por qué no la hace él, si es tan guapo? Los nadaístas elaboran su arte, que es el único que se proponen hacer. Otra cosa es que permanezca inédito. Algún día se conocerá. El país no ha visto del nadaísmo sino el estruendo, por falta de editores y de crítica profesional, y por eso la gente se embrolla cada día más con el nadaísmo. Aclaremos: Los nadaístas son un grupo de artistas y nada más. No son revolucionarios comunistas ni tienen obligación de serlo, ni tienen por qué dirigir la economía y la industria, y mucho menos el gobierno. No se les pida lo que no se proponen dar. Son sólo artistas. Y los que no son artistas no pertenecen al nadaísmo. Que quede claro, eso.


Si algunos, o muchos, esperaban más de los nadaístas, eso se debe a que muchos esperan algo, y creyeron que los nadaístas eran los esperados. Pero no esperen más. Háganlo ustedes mismos. De los poetas no se puede esperar una revolución, porque la revolución es eterna. Tenemos el ejemplo de Jesús. Su revolución fracasó. Sólo su poesía queda. El hecho de que la poesía nadaísta haya sido muy poco comprendida desde un principio aún por los lectores de la misma generación, es seguramente el mejor indicio de su alta calidad. Tal vez demasiado sutil para un tiempo brusco y rápido, no es una poesía de masas, sino que busca al escaso solitario que aún tiene tiempo para leer despacio un poema. No es una poesía de alta velocidad, como no lo es ninguna verdadera poesía. Conocida es la deformación de los comunistas, que no tienen sino un solo ojo para ver el mundo y nos acusan de ser unos inútiles porque no les prestamos a ellos ningún servicio. Cada cual quiere convertir en esclavo a su enemigo, ese es el motivo. Pero a nosotros no tienen que reprocharnos nada, porque no hemos ofrecido cosa alguna distinta a la desesperación y la poesía. Desde el principio avisamos que éramos inútiles, pero que haríamos malabarismos para sobrevivir…

Jaime Jaramillo Escobar


Terrible

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Manifiesto Nadaista Desde nuestra aparición nadaísta en el infierno de la sociedad colombiana, ha crecido una rosada ola de maldad en los espíritus. Una oscuridad terrible se cierne sobre nuestros corazones que encarnan el peligro de un nuevo amor hacia la historia. A temprana edad conocimos el gusto de la grandeza y de la fama, y sin pedirle permiso a los oráculos nos erigimos en los profetas del mal y de la destrucción. Hemos gozado de la admiración frenética de la juventud, que ve en nosotros la encarnación de un oscuro heroísmo. Hemos desertado nuestros amores, credos, fanatismos, esperanzas, recuerdos y felicidades, no por otros idealismos, sino a cambio de nada, o por una oceánica indiferencia.

Consideramos que era ya demasiado tarde para luchar, triunfar, pensar, amar, trascender y ser f o r m a l e s c o m o seminaristas, porque vivimos tiempos de terror y muerte, y las estrellas del cielo han sido sustituidas por temibles signos anunciadores de guerras atómicas y aniquilaciones terrestres. Nos convencimos que la vida era breve y que no había tiempo sino de vivir y no complicarnos con las causas de los humanistas y los redentores. Entonces legitimamos una vez más el sentimiento de que era el hombre la pasión y el centro del universo, y consagramos nuestra vida a rendirnos una adoración limitante con la idolatría.


A partir de esta reivindicación de nuestras prodigiosas desilusiones, hemos emborrachado nuestros cuerpos hasta la locura... hemos crucificado nuestros sexos en las caderas de lolitas y proxenetas... hemos viajado en alguna dirección huyendo de nosotros mismos, sin rumbo, sin destino, porque el hombre no tiene sino sus dos pies, sus zapatos rotos, y un camino que no conduce a ninguna parte... hemos ido a reposar en los pinares nocturnos fuera de la ciudad agobiados por la angustia, la soledad y el aburrimiento... hemos hecho fogatas en la oscuridad, y asado en las brasas un recuerdo de amor, o un pedazo de ternera... nos hemos amado sin pasión bajo el fuego trepidante de las locomotoras, porque lo que verdaderamente amábamos no era digno de nosotros... nos hemos desvestido bajo el foco de bujías glaciales de luz y mirado nuestro sexo como un gusanito triste...

nos masturbamos con sadismo y brutalidad y a ese acto solitario consagramos un amor puro y esquizofrénico... hemos dormido en nuestros cuartos tristes como en las oscuridades del topo, sin importarnos que el mundo sigue girando movido por un misterioso mecanismo... hemos bailado danzas locas con negras sudorosas bajo el resplandor de las antorchas en la selva, o bajo biliosas bujías de prostíbulo... hemos alabado a los pederastas que se besan a la luz del sol desafiando los sexos y el rubor de los policías que guardan la moral pública... hemos hecho conspiraciones con el hampa para que realicen impunemente sus violaciones, sus incendios, sus genocidios, sus profanaciones, sus asesinatos y sus hurtos... hemos convidado a los garitos a nuestras amistades reputadas para que los desplumen los tahúres con barajas marcadas, y luego hemos repartido las ganancias...


hemos destruido los lamparios del templo en la oscuridad límite del alba para esquivar la mirada iracunda de los dioses dormidos... hemos robado en el comercio lo que necesitaba el apetito y apedreamos las vitrinas inaccesibles a nuestro deseo... hemos asaltado en la noche a un transeúnte para conocer el rostro del miedo y luego lo pusimos en libertad. Nos hemos burlado de su miedo y del orín que destilaba por el pantalón ante la amenaza metafísica de nuestros puñales niquelados cortantes como chispas de hielo... hemos blasfemado en el silencio para que retumbe la voz en los nidos de los rascacielos y golpee con furia las ventanas de las habitaciones donde se reza o se copula... hemos escarbado los basureros como gatos famélicos en busca de la suciedad humana y nos ha parecido que el hombre es el animal más puerco de la zoología... hemos fumado colillas de cigarrillos en los escupideros de los teatros, prefiriendo los de boquilla y los nimbados de colorete... hemos hecho mixturas de sustancias viscosas y hemos transubstanciado el alcohol en una loca explosión de vértigos... hemos bebido tragos acerados que quemarían los cinco estómagos de la vaca, y derretirían las entrañas poderosas del buitre... hemos alucinado el espíritu con drogas y mescalinas para que sucumba la razón y flote el subconsciente tenebroso legendariamente oprimido... hemos engañado a las amantes con votos de fidelidad, pero las traicionamos con rameras que nos aseguran bajo juramento de honor las cruces de la sífilis, y una maravillosa colección de blenorragias. En sus lechos podridos gozamos del amor impuro y de las enfermedades... nos hemos cansado de amar en lechos católicos y en lechos mercenarios, y en el colmo del hastío ensayamos el odio y la indiferencia sádica hacia los sexos. hemos elegido en cambio las vulvas de las ranas o el sexo hiriente de las lechuzas por parecernos de sexualidad más idealista...hemos prometido la desesperación y la muerte, porque la felicidad y la vida son heredad común de los idiotas y de los cocheros...


creemos enormemente en la santidad del crimen y hemos crucificado en altares de sangre a nuestras vírgenes para que regresen Atila, Nerón, Eróstrato, Judas y todos los asesinos de la historia... hemos deseado instaurar un gobierno que sea superior en crueldad a todas las tiranías criminales... hemos deseado que sucumban los débiles, los justos, los desheredados, los puros de corazón y los imbéciles... hemos añorado en calidad de hombres libres el retorno implacable de la inquisición, de las persecuciones y de las pestes mortíferas que han azotado a la humanidad para que el espíritu sea ungido por la sangre y el sufrimiento... nos hemos orinado en los asfaltos calientes para ver ascender el humo en forma de plegaria hasta cielos de creencias contradictorias... dejamos de creer en los dioses vencidos por la máquina para revertir nuestro ateísmo militante en la adoración de las locomotoras y los cohetes de velocidades supersónicas y ultraluminosas... hemos comulgado, orado sin fe, profanado y blasfemado para desafiar la indignación de los dioses y para que lo divino penetre nuestra carne miserable así sea a través del rayo o del remordimiento... hemos padecido la miseria con un odio a muerte por el Capital, pero no trabajamos porque el trabajo es atentatorio contra la poesía y contra la dignidad humana... hemos comido migajas de pan negro y bebido aguas sucias en las alcantarillas para defender el ocio contra el trabajo y la inutilidad de toda acción. Pero también nos hemos hartado de menúes europeos en los "night clubs" con el producto de nuestras actividades anormales... nos hemos bebido, comido, fumado y acostada a la burguesía que ve en nosotros la continuación de los valores aristocráticos, pero nos burlamos de su admiración y de paso nos vomitamos en sus floreros y en la bóveda azul de sus retretes... hemos abdicado los últimos gramos de amor a cambio de una nota de jazz que reviente en nuestros oídos como la trompeta del juicio final...


hemos identificado las profecías del apocalipsis con la guerra atómica, y nos lamentamos con la cobardía de nuestros jefes de Estado que no se deciden a matarnos... somos partidarios de las guerras termonucleares y de las armas radioactivas, y estamos políticamente de parte de la potencia que quiera destruirnos y estallarnos como una bomba de jabón en un día pálido de la primavera... hemos dudado de toda fe, de toda verdad revelada y heredada, no creemos en nada, ni siquiera en nosotros, pero hemos ratificado la bondad de nuestros instintos insaciables, y la confusión maravillosa de la esperanza... hemos conservado la sangre fría ante las desgracias innumerables de nuestro tiempo... hemos predicado la necesidad del suicidio y regalamos la receta de nuestros venenos letales. Festejamos la muerte de esas víctimas que sucumben ante la evidencia de nuestras predicaciones malignas, y nos regocijamos porque no despertarán nunca más en la eternidad... hemos hecho el amor en sitios prohibidos para prolongar el espasmo y los sacudimientos ante el peligro, y nos han encarcelado por aplicar la estética en el erotismo. Porque nos hemos amado bajo los vientres chispeantes de las locomotoras, en los confesionarios, las tumbas putrefactas, los sanitarios públicos, los ascensores, las terrazas celestes, los anfiteatros con los muertos, y bajo los semáforos que iluminan nuestros cuerpos semidesnudos en la semioscuridad acechada por los serenos y las sirenas de los altos hornos industriales... hemos destruido ídolos de barro y plomo por el solo placer de destruir y renegar de las tradiciones, de los santos de los héroes... hemos hecho una literatura alucinada convocando las inmundicias, las libertades, las dudas, los furores y las iniquidades, y nos hemos escandalizado con el poder de nuestro genio negativo... Somos de una raza nueva que santifica el placer y los instintos, y libra al hombre de los opios de la razón y de los idealismos trascendentes...


Todo lo que tenemos para ofrecerle a la juventud es la locura, pues es necesario enloquecernos antes de que llegue la guerra atómica. El hombre será aniquilado por el hombre. La humanidad borrará en un segundo la historia infame que escribió en un millón de años. Nosotros nos apresuramos a saludar regocijados su desaparición, y nos vomitamos jubilosamente en su inútil historia de miles de siglos. Estamos asqueados, y nos negamos a sobrevivir en esa ilustre inmundicia... El sol nace siempre según su eterna costumbre sobre la cima de las cordilleras, pero nunca lo vemos porque nos levantamos cuando estalla con los últimos arreboles de alba eléctrica de la nueva noche. Estamos aterrados de nuestra maldad y solicitamos al Estado que abra para nosotros los manicomios, los presidios y los reformatorios, porque somos geniales, locos y peligrosos, y no encontramos otros sitios más decentes para vivir en la sociedad contemporánea. Todavía ustedes los moralistas, los racionalistas y los estetas se estarán preguntando: "Y más allá del horizonte de la locura ¿cuál es realmente el fin del nadaísmo?" Y nosotros diremos: "El Nadaísmo no tiene fin, pues si tuviera fin ya se habría terminado. Nosotros nos contentamos con progresar devotamente hacia la locura y el suicidio. Hacemos el mal, porque el bien no sienta a nuestro heroísmo".

Gonzalo Arango


Los Nadaistas

Los Nadaístas invadieron la ciudad como una peste: de los bares saxofónicos al silencio de los libros de los estadios olímpicos a los profilácticos de las soledades al ruido dorado de las muchedumbres de sur a norte al encenderse de rosa el día hasta el advenimiento de los neones y más tarde la consumación de los carbones nocturnos hasta la bilis del alba.

Va solo hacia ninguna parte porque no hay sitio para él en el mundo no está triste por eso le gusta vivir porque es tonto estar muerto o no haber nacido. Es un nadaísta porque no puede ser otra cosa está marcado por el dolor de esta pregunta que sale de su boca como un vómito tibio de color malva y emocionante pureza: "¿Por qué hay cosas y no más bien Nada?" Este signo de interrogación lo distingue de otras verdades y de otros seres.

El es él como una ola es una ola lleva encima su color que lo define revolucionario como es propia la liquidez del agua del hombre ser mortal del viento ser errante del gusano arrastrarse a su agujero de la noche ser oscura como un pensamiento sin porvenir


Ha teñido su camisa de revolución en los resplandores de los incendios en el asesinato de la belleza en el suicidio eléctrico del pensamiento en las violaciones de las vírgenes o simplemente en el barrio pobre de los tintoreros. Lleva su camisa roja como un honor como un cielo lleva su estrella como un semáforo produce su luz intermitente de catástrofe como una envoltura de "pall-mall" perfumando su pecho de adolescente. El Nadaísta es joven y resplandece de soledad es un eclipse bajo los neones pálidos y los alambres del telégrafo es, en el estruendo de la ciudad y entre sus rascacielos, el asombro de una flor teñida de púrpura en los desechos de la locura. Tiene el peligro de los labios rojos y los polvorines mira los objetivos con ojos tristes de aniversario es el terror de los retóricos y los fabricantes de moral es sensitivo como un gonococo esquizofrénico inteligente como un tratado de magia negra ruidoso como una carambola a las dos de la mañana amotinado como un olor de alcantarillo frívolo como un cumpleaños es un monje sibarita que camina sin temblor a su condenación eterna sobre zapatos de gamuza.


Sufre el vértigo de los sacudimientos electrónicos del jazz y las velocidades a contra-reloj corazón de rayo de voltio que estalla en el parabrisas de un Volkswagen deseando la mujer de tu prójimo. Se aburre mortalmente pero existe. No se suicida porque ama furiosamente fornicar jugar billar-pool en las noches inagotables brindar ron en honor a su existencia estirarse en los prados bajo las lunas metálicas no pensar no cansarse no morirse de felicidad ni de aburrimiento. Es espléndido como una estrella muerta que gira con radar en los vagos cielos vacíos. No es nada pero es un Nadaísta ¡Y está salvado!

Gonzalo Arango


Colegiala del alma míreme ¿qué piensa hacer cuando esté grande?

Jota Mario Arbeláez

Colegiala Desnuda

Regresa la niña del colegio / Quién sabe qué pensamientos oculta su cabellera negra / Seguramente el profesor calificó mal su tarea / Seguramente que le tocó los senos / Seguramente le prometió un confite Regresa a su casa la niña que querría ser desencuadernada / Que gustaría ser repasada por un lector ávido de conocimientos / Regresa con el ánimo de despojarse de sus vestiduras / De estrenar su desnudo para ponerse cómoda / Para poder pensar sin problemas en la regla del tres Regresa la niña con ganas de chupar un bombón Y chupando bombón piensa la niña que debe haber algo más dulce / Y la sangre circula como miel por su panal florido / y ella siente la voz del atavismo cosquilloso que le dice que para poder aprender / hay que despojarse voluntariamente de todo Y deseosa de aprender ella se va quitando el vestido Ese vestido de colegio que con tanto cariño le cosió su mamá / La blusa blanca de infinitos botones / La falda azul ajustada con un gancho de nodriza / Los zapatos del uniforme / Las medias tobilleras que escalan sus piernas derechitas / El brassier que contiene principios básicos de trigonometría Los calzoncitos de amoníaco / Carpa bajo la cual acampa la prodigiosa respiración de la reina de Saba Mosquitero de los deseos / Atarraya del poniente Cabo Cañaveral del cohete carnal / La niña sabe que hay un cinco rayado en mitad de sus piernas Un coño bien calificado / El honroso diploma con el cual se gradúa profesional en el amor


Poema de mi idiotez

Estoy desesperado porque no llueve, porque Dios se olvidó que Darío calla si no llueve. Estoy marihuano; siento en el estómago alacranes y fósforos de guerra espero suicidarme cuando acabe el cigarrillo. Ahí va... Voy llegando a cualquier cafisio último. Las glándulas arreglan sus ropas para el viaje. Voy a vivir al otro lado. También hay cine y la cerveza es sangre de las vírgenes. Dios necesita un compañero loco que le ayude a ponerse sus manoplas y lo lleve cuando ebrio a su buharda. Me voy en el bus del infierno. No quiero morir sin comer mandarina con yodo y con alambre, sin comerme un búho asado al calor de unos brazos. No me gusta el frente de las casas. No me importan sus avisos de neón ni sus maridos. Hablo con mi boca. Fumo con mis ojos. No quiero ver mujeres con los brazos lelos. Cuando muera el cigarrillo estará fumado, esfumado. Me duelen los kilómetros que anduve cuando viejo. La barba está amarilla. La luna es una aguja. Descubrí la América. Mi cerebro está lleno de humo y de cemento. Estás espléndido hoy, Darío Lemos, el mundo se mira en tu rostro de habichuela y los helados de nevera se aman en el frío. El cigarrillo se acabó y yo me suicido. Adiós maga. Adiós muerte. Me suicidé hace un momento y ahora vivo conmigo y con Darío.

Darío Lemos


El Deseo

Hoy tengo deseo de encontrarte en la calle, y que nos sentemos en un café a hablar largamente de las cosas pequeñas de la vida, a recordar de cuando tú fuiste soldado, o de cuando yo era joven y salíamos a recorrer juntos la ciudad, y en las afueras, sobre la yerba, nos echábamos a mirar cómo el atardecer nos iba rodeando.

Entonces escuchábamos nuestra sangre cautelosamente y nos estábamos callados. Luego emprendíamos el regreso y tú te despedías siempre en la misma esquina hasta el día siguiente, con esa despreocupación que uno quisiera tener toda la vida, pero que sólo se da en la juventud, cuando se duerme tranquilo en cualquier parte sin un pan entre el bolsillo,vy se tienen creencias y confianzas así en el mundo como en uno mismo. Y quiero además aún hablarte, pues tú tienes dieciocho años y podríamos divertirnos esta noche con cerveza y música, y después yo seguir viviendo como si nada... o asistir a la oficina y trabajar diez o doce horas, mientras la Muerte me espera en el guardarropa para ponerme mi abrigo negro a la salida, yo buscando la puerta de emergencia, la escalera de incendios que conduce al infierno, todas las salidas custodiadas por desconocidos. Pero hoy no podré encontrarte porque tú vives en otra ciudad. Mientras la tarde transcurre evocaré el muro en cuyo saliente nos sentábamos a decir las últimas palabras cada noche, o cuando fuimos a un espectáculo de lucha libre y al salir comprendí que te amaba, y en fin, tantas otras cosas que suceden..

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Noche Secreta Busqué a Dios con sinceridad y paciencia en el directorio telefónico y en aguas mansasy en aguas turbias y en las precipitaciones de agua. Lo busqué en la ausencia de los que amamos y en los desperfectos de nuestras mansedumbres. Me fui tras El por pequeñas ciudades y busqué su fotografía cada mañana en el periódico. Amé en la risa de la muchacha . Su risa y en la mirada de mi prójimo. Pero encontré la muerte en todas partes (buscar es lo que importa)

Eduardo escobar

Poema

Mi alma no soporta los lugares. Estoy solo, pero una cortina interna me ciega y hace mi piel mil veces más pesada. He aquí que respiro sólo humo y a veces quisiera matar a esa señora. ¿Seré yo el hundido de mi generación? ¿El que no mentirá para obtener el oro? ¡Ah!, yo mentiría por el oro para poder regresar y ver el paisaje y quedarme dormido sobre esos dos cuerpos. Soledad, refréscame.

Darío Lemos


Yairo contra mi ingle Mi cuchillo debajo de mi vestido, su vaina contra mi ingle. Las flores de tu jardín temblaban en sus tallos. Miré tus ojos junto a la reja. Dijiste: –"Me vas a matar". Te precipitas sobre el timbre. Se enciende la luz detrás de los cristales. Te escondes en tu alcoba. Mi cuchillo piensa: El amor y la muerte duermen juntos a los quince años. Tu sangre corriendo por mis manos entre el pulgar y el índice. Resurges mágicamente cuando el relámpago acuchilla el firmamento. Hoy eres un presidiario, pero yo compuse un libro de amor en honor a tu adolescencia. "El libro de Yairo" fue quemado y el humo subió derecho al Cielo, pues era el sacrificio del puro Abel a su perverso dios. En las noches de invierno te veo correr por la hierba húmeda, descalzo. Hace diez años yo era un charco de amor en el invierno. Tú chapoteando en las charcas en octubre. Muchachos desnudos jugaban pelota en el campo de hierba mojada. Tú preferías correr y mirar por los corredores. ¡Ay mi cuchillo! El poeta dice: Si de un amor queda un poema está muy bien: eso indica que nos conmovió; pero si no queda nada tanto mejor: eso indica que no nos dejamos conmover. Ay, pero él es tan sólo un poeta; no un amante.

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Plegaria Nuclear de un cocacolo Señor que te tienes Que me tienes Que tienes la galaxia Que tienes el uranio. Señor, yo no me tengo. Señor que habitas el atomium más azul El más extenso El más redondo El bastante construido. Estoy sentado en este bar Y bebo cocacola Para poder hablarte: Ya tengo mis bluejeanes De azul como de rosa submarina Desteñidos como un lavadero Donde lavan terneros asexuados Monedas falsas Oro Condecoraciones. Ya tengo mi correa del este o del oeste Mi correa con chapa de sol a medio día A la orilla del río Prolongada como el camino lechoso que pintaste con yeso Sobre las nalgas la espalda el muslo o el pecho de la noche. Ya tengo mis mocasines de sur o norte Desalmados inherentes Ya llevan 15 días finos Y ellos como una bomba de jabón Y estos largos como el esto rnudo del fusil más ahumado. No tengo un automóvil que brille mejor que dos naranjas En el refrigerador Que ruede mejor que dos bolas de billar Sobre el cielo verde que habita cuatro patas Pero tengo mis huesos largos forrados de músculo brillante Que hacen caminar


Pero no tengo cómo poner el brazo Contra la espalda de una "cocacola" Pero no tengo cómo sentir mientras voy por el camino El caballo castaño que me rueda –cola-de caballo-. Yo no me soy Yo no me tengo Pero: Yo he oido que hieren las estrellas Con esquirlas de granadas radioactivas Y lloran sus pestañas y sus párpados Yo he visto que juegan con fósforos enormes Y encienden el tabaco estratosférico El cigarillo La ionosfera Yo he visto que juegan un billar circumterrestre Y hacen carambola con vanadio que ensaya un ritmo largo - que aulla un perro con antenasHe sabido que los perros orinan contra el eje de la tierra Que ladran radiaciones a millares de nudos de cometas Yo no me tengo Yo no me soy. Señor, yo te confieso que bailo rock and roll Que me baño desnudo y solo Que una vez he fumado marihuana. Señor, sólo te pido cigarrillos extranjeros Que me conserves los blue-jeans desteñidos Los mocasines largos La cocacola helada Que me dejes ir al cine porque no tengo automóvil Sólo te exijo: yo no soy ni pienso ser. Tiéneme, señor, que habitas el atomium más aul y más extenso Y más redondo.

Amílcar U.


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Una pequena Historia A las seis de la tarde cuando la calle se deja lamer por las basuras y bostezan los edificios por sus ventanas las aceras y los árboles la mecanógrafa espera... Una vez tuvo 15 años se pintaba los labios y las uñas furiosamente de rojo usaba zapatico ilusión y tenía un novio que la llevaba a las heladerías a tomar café con tostadas mientras el gringo del acordeón tocaba una canción que todavía recuerda Ahora son las 6 de la tarde El tiempo es un caballo leproso que pisotea las cosas ¿Qué haces mecanógrafa con esa cara de otoño y esos senos de naranja enferma? Mañana volverás a la oficina donde un jefe de uno con cincuenta de estatura acaricia su pequeño vientre en el que guarda recibos huevos de tortuga y una muerte grande No esperes más Escucha otra vez la música del gringo... y deja que un hombre te tome de la mano...

Mario Rivero


Santa Librada College A parra el barrendero, al profesor varela, de preceptiva y contraceptiva literaria a un exrector, armando romero lozano, a su colmillo de erudito a buenaventura enrique, exalumno

Laberinto en tu piscina me bañé desnudo como un ángel burlé la vigilancia del vigilante salté la verja jugué billar en la cantina de la esquina asistí a cine al Alameda me paseé por tus corredores como el emperador de abisinia por abisinia a pesar de que no era bruto nunca pasé en geometría del 3, 14 16 con compañeros diferentes como triángulos semejantes hicimos fraude en los exámenes isócel o escalenamente

en las fiestas patrias salíamos uniformados de blanco y yo no portaba la bandera porque estaba mal peinado y pertenecía al escuadrón número 12 ojo de águila el bibliotecario vigilaba los libros temeroso de mi cuchilla sobre los desnudos recortando la hernia de afrodita o me burlara del mahabarata en clases de filosofía me dedicaba al ajedrez y en un lance afortunado le di jaque doble con el caballo al rey y a parménides el vicerrector hacía la ronda por los salones


el vicerrector apuntaba inflexible las irregularidades el vicerrector era el rector dos veces el profesor de química tomaba tinto en un crisol leía sus noticias en la tabla periódica después nos hablaba del hidróxido de cadmio Cd(OH)2 del electrón borracho de los que no asistieron a misa el domingo de la desaparición de un erlenmeyer del ultramicroscopio del cuaderno de notas y de algunos elementos por descubrir el profesor de dibujo con su paleta nos explicaba las perspectivas del arte nos abría todas las puertas para la imaginación inclusive las puertas de la calle en el interior de los sanitarios junto con otras frases burguesas

leí las primeras protestas revolucionarias "abajo el estado de sitio" "cátedra libre o muerte" "no queremos ir al cuartel" "los de cuarto B son homosexuales" y como si no tuviéramos bastantes "más libros menos armas" el profesor de literatura que no había leído a jacques prévert ni a breton nos enseñaba a rimar como fray luis de león y nos decía que "la maría" era casi una poesía le professeur de francais parlant de brigitte bardot et de la guerre dans sa patrie (voici l'oportunite de je dire merde) el profesor de historia con su figura de mapa de américa nos explicaba sinceramente que no hubo tal decadencia romana sino más bien una desvalorización del sestercio


clase de biología el profesor no encuentra la fórmula en el laboratorio ni en el libro el profesor ensaya en un tubo la efervescencia de la vida el profesor espera el resultado de sus experimentaciones el profesor de urbanidad llegaba puntualmente pulcramente no fumaba tosía ni gritaba se iba el dentista nos sacaba las muelas y dejaba caernos en las ingles trocitos de algodón que él recogía pecaminosamente el profesor de geografía bechuanalandia capital mafeking ensenada de utría primer productor de petróleo informe del padre lebret hasta la página cuarenta lo mató un taxi distraído en cali-colombia no lo volvimos a ver más

el profesor de música (una dama) daba la mala nota pedagógica nos daba de dormir en sus conciertos mostrándonos los muslos fusa a fusa sostenido a bemol fa mi re do el profesor de religión nos exortaba al arrepentimiento nos hacía pruebas sobre la existencia de dios escuchaba mis objeciones con abatimiento de crucifijo y a él y a dios los salvaba la campana el profesor de cátedra bolivariana venía envuelto en su "everfit" como en el manto de iris se separó del cargo cuando se persuadió de que desconfiábamos de su desprendimiento el profesor de contabilidad es un pequeño asiento en mi memoria


el médico nos examinaba lso testículos nos preguntaba por las muelas podridas nos entrevistaba el corazón con el estetoscopio y nos recetaba un purgante cada tres meses en el recreo nos tirábamos pepas de frutas pedazos de panela con ganas de matar lanzábamos los libros de biología los cuadernos de química contra las paredes para ver si explotaban quemábamos los almanaques porque nos gustaba el verano nos entintábamos las manos de saludar golpeábamos el escroto de los estudiosos algunos de sexto fumaban marihuana escondidos en el museo la enfermera prestaba los primeros auxilios a los que lesionaban jugando fútbol o se daban contra las alambradas de la iglesia

llos vigilantes o los profesores tomaban tinto mientras se robaban las bicicletas francisco de paula santander en el patio mayor era entonces una base de béisbol durante las sesiones de clausura se entregaban los diplomas a los inscritos en sexto había discursos misa risa copas de vino humo de pipa y cigarrillo fino premios al mérito a la asistencia a la constancia a la fe a la esperanza alvarado luis carlos (aplausos) acevedo argemiro (aplausos) aragón luis alfonso (aplausos) arbeláez jotamario (aplazado)


santa librada college tea no atea mildoscientos alumnos pararrayos setenta y dos salones discoteca prestigio nacional cincuenta y cinco profesores idóneos secretario santa librada college yo no te debo nada

Jotamario Arbeláez

El valle de la permanencia Espero llegar a cero ceremoniosamente, abultada la espalda como un enano camello, las uñas afiladas de masticar mucha hostia. He visitado los lugares que en el mundo yo creí transparentes. Abundancia de mierda gelatina en los cerebros y muchos cristos robando mi comida. Ensuciaré los altares, porque mi ceremonia son negras como gafas de detective polaco, sacaré los ojos de mis fieras, amarillas en el recuerdo, y hundieré mis dedos en esos huequecitos tristes donde ningún explorador había llegado !Alabanza! Grito de paz a las niñas que me amaron y dejaron sus úlceras lacradas en mi santo semen. Me reconcilio con la vida para merecer la muerte ¡festejo! ¡festejo siempre! Cuando vestía de blanco, ¿era yo un hombre oscuro? La luz me rodeará de luz como una culebra subiendo hacia el valle de la permanencia, y permaneceré y veré.

Dario Lemos


Los inadaptados no te olvidamos, Marilyn Ahora que los gusanos han echado sobre tu cuerpo la primera palada del olvido ahora que vives debajo de Los Angeles sin necesidad de psiquiatras ahora que el hueso altivo de tus caderas es puro polvo en una caja y puro polvo son tus nalgas diseminadas por el suelo de raso de tu tumba ahora que la totalidad de tu cuerpo cabe en la más pequeña de tus polveras ahora que las uñas de tus pies yacen a tus pies disgregadas como planetas muertos y los tacones de platino de tus zapatillas de gala se doblan entre canastas champaña bajo el peso terrible de la ausencia de tu talón de Aquiles ahora que en tu ropero las polillas han hecho lo propio con tus trajes olorosos a fiesta en Beverly Hills a Chanel número 5 a los cinco dedos de una mano ahora que el millonario excéntrico que alquiló la mansión que habitabas en Brentwood ha dejado de buscar tus axilas en los rincones de la sala y organizar con sus invitados un safari de rinocerontes en el Perú ahora que el psiquiatra que te atendía se ha declarado en quiebra y para pagar sus impuestos está escribiendo tus "memorias" y además porque a sus tres esposas les hace falta los doce mil dólares mensuales que le pagabas de honorarios ahora que las pastillas soporíferas que tomaste se agotan rápidamente en las farmacias como canciones de cuna definitivas ahora que hasta en las cintas viejas de celuloide se están cerrando tus ojos cansados de soportar tanta pestaña tanta vigilia tanta viga ahora que ya nadie sabe quién era Norma Jane Baker porque las Baker, Norma Jean abundan en los directorios telefónicos ahora que los 188.000 millones de psicópatas ya no te ven en sussueños en inglés con leyendas en castellano como una bruja de salem volando sobre un bate de béisbol ahora que la obra dramática de tu ex-marido sobre tu vida ha quedado en tablas ante los críticos de Broadway


y ha dejado de alumbrarte para siempre el sol de los fotógrafos oh gata llena de misterio sobre el mercedes benz del olvido en este pequeño país latinoamericano que se llama Colombia vivimos varios poetas inadaptados que no queremos olvidarte (Tú Marilyn fuiste más importante para nosotros que la doctrina Monroe) y que nos acordamos de ti cuando sale la luna sobre los "jaguares” cuando bajamos deslizándonos por las pasarelas del jet cuando leemos en la prensa que Dalí ha hecho de tus senos una escultura de gavetas cuando pasa por nuestro lado veloz como una sirena una ambulancia blanca de dos pisos y nuestras mujeres gritan en lo más alto de los ascensores. A veces como ahora te elevamos una oración por qué no te elevamos en una oración en un réquiem en un antirréquiem en un responso qué sabemos nosotros de estos nombres sólo que cada hombre ora a lo que más ama sobre todo si lo que más ama está muerto y es entonces cuando queremos acostarnos bocabajo en el cementerio de Westwood para sentir el cosquilleo en nuestros poros púbicos de las lanzas de hierba que crecen desde tus ingles norteamericanas ahora que estás muerta y reposas enquistada sin muchas esperanzas en la resurrección de los cuerpos en ese pequeño lugar que es como el ombliguito de América luego de haber vivido entre reflectores y niebla entre almacenistas y magnates entre dramaturgos y policías entre los espejos y el espejismo del amor.

Jotamario Arbeláez


Palabras a un amigo que se llama dios

Un día cualquieralos hombres han puesto en órbita otra cápsula. El astronauta dijo que la tierra es una bolita azul con tempestades y que Tú no estabas ni dentro ni fuera Crece el día el estroncio 90 está en la respiración está en la luz cae sobre los burros y su carga de flores Crece el día. El sol se estira en lenguas dulces sobre el campo quema la piel del agua y de los amantes y un vaho de fornicación asciende crece el día Uno no se cansa de estar vivo aunque se siga anudando la corbata aunque se sienta el tableteo de las ametralladoras aunque la muerte caiga engordando la tierra En fin amigo Dios es 1962 en todos los almanaques y pueblos oscuros siguen envueltos en su fiebre construimos casas y bombarderos que tienen extendidas bajo las alas las ciudades que no conocemos No tengo más que contarte estoy solo como un recién llegado tal vez me compre un elefantico para regalarle a alguien y aunque Tú no estés ni dentro ni fuera te pido desde mis dientes de maíz que nadie se vaya en el verano Amigo Dios Tú que hiciste el mundo en siete días que de tu mano salieron mansos valles y delgadas colinas yo te pido por todos los que no dicen nada


Te cuento desde este bosque que nadie parece malo cuando atraviesa una avenida o piensa que fue niño Yo los he visto amigo Dios corroerse y descender como una avalancha cuando el crepúsculo toma posesión de la ciudad persiguiendo los días que se les fueron uno tras otro hacer el amor y luego sonreír al secarse los órganos con una toallita de papel inocentes y hostiles a la humedad de sus cuerpos Limosnear constelaciones y veranos sin saber que el mundo ya está viejo bajo su apaciguamiento de eternidad y que la bomba caerá ¿Caerá la bomba sobre la bolita azul?

Mario Rivero


poema a mi sobrenada el sobretodo es mi mejor amigo bebemos vino de consagrar en los viñedos y nos emborrachamos, compartimos el amor con las mujeres. mi sobretodo es sensual y seductor. en la cárcel era un colchón en los prostíbulos era un refugio con las manos hundidas en los bolsillos que me salvaba del naufragio de los besos baratos. en el invierno me defendía de la lluvia y en el verano era una sombra luminosa. mi sobretodo era una incitación voluptuosa a la pereza, al calor, al heroísmo, al amor, al invierno. en los momentos de peligro me hacía pasar por detective y me daba un aire respetable de gran señor del hampa. mi cuerpo se pierde en él cuando me persiguen, en mi buena época del parlamento él hablaba por mí: silencioso / tímido / elocuente. ha sido una bella disculpa para eludir serias responsabilidades históricas. mi sobretodo es a veces el lecho del amor en los sitios despoblados de la ciudad tiene un oculto sabor de pecado prohibido. mi sobretodo es un gran honor. tiene más historia que una alfombra mágica. yo lo consagro como el receptáculo privilegiado donde algunas mujeres tendieron su columna vertebral completamente desnudas de cara al sol o a la noche. mi sobretodo es testigo de la ternura y el terror. fue acariciado por manos sofocadas de mujer y desgarrado por puñales de odio. mi sobretodo tiene quemaduras de tabaco y huellas de disparos asesinos y marcas sospechosas de labios rojos. yo lo empeño por 8 pesos en los momentos de apuro, mi sobretodo está saturado de sudor animal tiene residuos de manchas de sangre y aceite... sonidos vegetales. cuando no llueve y hace calor me lo quito me hundo en la noche oscura y mojada o me hundo en el día lleno de sol, seco. mi sobretodo es humano y feo y todos los domingos guarda en sus bolsillos la angustia de la semana.

Gonzalo Arango


Su regreso a Ítaca nunca sucedió, todo fue un sueño. Un sueño Escila y Caribdis, los lestrigones, el cíclope. Un sueño el abrazo lisonjero de Circe. Telémaco nunca fue en su busca, ni Penélope envejeció esperándolo. Herido de muerte por una flecha troyana, Odiseo da en imaginar que los Aqueos ganan la batalla, y que si la vuelta a la patria se retrasa, es por voluntad de los dioses que le cubren el camino de dificultades. En su delirio, ignora que nada de lo que sucede es real, y que aquellas aventuras que imagina, dignas de un verdadero héroe, son meras fantasías de un mortal común: un astuto consejero del rey Agamenón, que agoniza a las puertas de la ciudad. Al atardecer echan su cuerpo en una carreta y lo llevan a cremar, junto a los cientos de cadáveres que apestan el lugar.

Elkin Restrepo


Ahora que puedo no sólo mirar sino “ver” desde mi cama Las aguas de un mar sin sal y sin ahogados; Ahora que puedo guardar esas montañas en el bolsillo Donde guardaba los cigarrillos amargos; Ahora que ya casi viajo donde el animal tiene que viajar, Voy a mirarlo todo con sonrisa de armonía sangrante, Voy a ponerme nuevamente la pierna derecha, Voy a poner un serrucho en cada encía Y voy a “vivir” hasta que muera. Y posiblemente amaré las mañanas Y nuevamente algùn crepúsculo peinará mis cejas. ¿crees alma mía que este cuerpo fatigado y rebelde, Medio cuerpo que antes fuera armónico, Quiera soportar más esta tierra deslucida y cruel? ¿o mi cuerpo agrietado permanecerá eterna tea? ¿llegarán los vientos como las argollas Que llegaban a mi niñez de pececito sabio A refrescar los latigazos de bambulina Con que mis padres y sacerdotes españoles Castigaban mi manera de mirar azul?

Darío Lemos



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