Así, los movimientos migratorios en el país también han permitido establecer cuatro rutas migratorias: RUTAS
LUGAR DE ORIGEN DE LOS JORNALEROS AGRÍCOLAS
ESTADOS RECEPTORES DE MANO DE OBRA MIGRANTE
Pacífico
Oaxaca, Guerrero y Michoacán
Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur
Golfo
Oaxaca, Hidalgo, Veracruz y Puebla
Tabasco, Veracruz y Tamaulipas
Centro
Oaxaca, Guerrero e Hidalgo
San Luis Potosí, Guanajuato, Zacatecas, Chihuahua, Puebla y Morelos
Se abastece también de mano de obra local y migrante Sureste
Se abastece de mano de obra local y migrante, principalmente centroamericanos
Chiapas, Yucatán y Tabasco
Se incorporan inmigrantes agrícolas provenientes de Guatemala
MIG R AR O M O R IR • ve i nt i d o s
Fuente: Elaborado con base en datos obtenidos por Ma. Teresa Guerra Ochoa, “Los Trabajadores Migrantes en México”, en Los Derechos Humanos de los Jornaleros Agrícolas Migrantes en México, Memoria, Comisión de Derechos Humanos, Quincuagésima Sexta Legislatura, Culiacán, Sinaloa, 2000.
En la ruta del Pacífico, que es la más importante por el volumen de trabajadores que se contratan, incluyendo mujeres, niñas y niños, sobresale el estado de Sinaloa como el principal receptor de fuerza de trabajo migrante. En el país, Sinaloa es el estado con mayor extensión de tierras de riego de buena calidad que se destinan fundamentalmente a
la producción de hortalizas y granos3. El flujo de jornaleros agrícolas para estos cultivos proviene de estados como Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Durango, Guanajuato y Puebla. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que los mercados de exportación son un sector dinámico y los flujos migratorios pueden cambiar muy rápido. De acuerdo con el Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas (PAJAG) de Sinaloa a través de su Censo de Población en la temporada que inició en 2003 se habían contabilizado al mes de noviembre un total de 111 566 jornaleros en los campos agrícolas, de los cuales Guerrero aportó 28 245 jornaleros agrícolas a los campos de trabajo. De esta forma, el estado de Guerrero aparece en la lista de las diez principales entidades federativas que aportaron mano de obra foránea a los campos agrícolas, junto con Oaxaca, Veracruz, Guanajuato, Michoacán, Durango, Chihuahua, Puebla, Nayarit y Morelos. Estos estados expulsores ocupan los primeros lugares nacionales en marginalidad, principalmente Oaxaca y Guerrero, en ambas entidades la presencia de la población indígena es importante. Los indígenas como mano de obra son rentables para los productores agrícolas ya que de cierta forma los consideran dóciles, disciplinados y cumplidos, poseen gran habilidad manual y, finalmente, porque debido a la ancestral miseria presente en sus lugares de origen y la ilusión de elevar su nivel de calidad de vida, aceptan cualquier ofrecimiento de trabajo. Por lo tanto, en los campos agrícolas mexicanos todos los años trabajan más de 4 millones de jornaleros agrícolas, gran parte de los cuales abandonan sus tierras por temporadas para retornar en épocas de cosecha; otros, recorren la república en búsqueda de un trabajo que, por lo general, resulta inseguro y mal pagado.
Por ser las hortalizas una producción que requiere abundante fuerza de trabajo se contratan en Sinaloa entre los meses de septiembre a abril de 200 a 300 mil jornaleros agrícolas, los cuales preparan la siembra, plantan, recolectan, deshierban, riegan, fumigan y empacan el cultivo de tomate, chile, pepino, berenjena y calabaza, principalmente, en una superficie aproximada de 70 mil hectáreas. En el Valle de Culiacán se concentran entre 100 y 180 mil jornaleros agrícolas que laboran en las hortalizas, el resto de los jornaleros agrícolas del estado se ubican en el Valle del Fuerte, Guasave y Elota (Ibíd., Nemecio y Domínguez). 3